El regalo de navidad municipal

Rafael Mario Palacios C.

El pasado mes de diciembre fueron sorprendidos con un "regalo de navidad" los propietarios de algun bien raíz en el municipio de Quibdó, regalo consistente en una factura de cobro del impuesto predial unificado correspondiente a los del 2003 hacia atrás.

Pero ocurre que un crecido número de personas notificadas ya hicieron la cancelación de esa deuda oportunamente desde el mes de diciembre del 2003 o en el trascurso del 2004. Al presentar a la secretaría de Hacienda el comprobante de haber pagado en cualquiera de los bancos autorizados para recibir depósitos en favor del municipio de Quibdó, como son el banco popular, el de Bogotá y AV Villas, la respuesta es que todavía no se le ha dado de baja a la deuda, y se procede en ese momento a hacer el asiento respectivo. Este mecanismo me ha llenado de preocupación y a dudar de la confiabilidad contable de las finanzas municipales, porque el documento que debiera servir como soporte para el asiento sería, a mi manera de ver, el reporte hecho por los bancos.

No soy contador, pero he manejado negocios propios y me desempeñé como síndico-tesorero de la Universidad Tecnológica del Chocó en los primeros siete años de su funcionamiento.

Luego, tengo alguna idea de cómo llevar una contabilidad en forma seria y entiendo de

la manera de elaborar y ejecutar un presupuesto, para lo cual debe haber armonía entre lo que se recauda y lo que se ejecuta.

Si al finalizar el año 2003 y a principios del 2004 se consignaron unos dineros en los bancos autorizados para ello, ¿cómo es que en diciembre del año que acaba de terminar, o sea diez meses después de consignados, no aparezcan registrados en las finanzas del municipio?

Lo primero que viene a la mente es que los bancos no hicieron el reporte de lo captado, pero como sí se hicieron las consignaciones al municipio le debe estar sobrando una platica en los bancos, desde el punto de vista contable.

Esta glosa constructiva la hacemos para bien de la administración municipal y en beneficio de los contribuyentes. No se justifica que con las facilidades que ofrecen la ciencia y la técnica en la actualidad, que permiten hacer asientos y registros en cuestión de segundos, la contabilidad del municipio de Quibdó se encuentre descuadernada no se sabe desde cuándo.

A las entidades competentes de vigilancia y de control entregamos esta inquietud.

Cuantas claras y chocolate espeso.