Medusa
Medusa
Hola, mi nombre es Medusa, fuí bautizada asi, porque según mi dueña todos esos cables que tengo, semejan la cabeza de Medusa. En realidad a mi me gusta el nombrecito, o por lo menos ya me acostumbre a él.
Soy una sufrida computadora IBM, bueno el IBM, es meramente simbolico, porque me han sido agregadas tarjetas de sonido, discos duros, copiadora de discos, memoria y no se cuantas cosas mas, lo unico que quedo de la original IBM, son las letras en la torre, donde van metidos todos esos componentes-

Me la paso la mayor parte del tiempo encendida, creo que mi dueña desconoce que los tiempos de esclavitud se abolieron hace un buen rato.
No me molesta para nada, en realidad me divierte. He aprendido a conocer a mi dueña a través de sus aporreos a mi pobre teclado.

De tanto verla frente a mi, conozco cada uno de sus gestos y movimientos, y hasta puedo saber sus estados de animo. Me doy cuenta cuando esta triste, porque el roce de sus dedos en el teclado se vuelve suave y casi melancolico. Enojada, para que decirles, me aporrea como si yo tuviera que pagar los platos rotos, de vaya a usted a saber qué o quién.

La he visto llorar, reir, y todo un abanico de emociones que van desde la profunda tristeza, hasta la mas alocada alegría. No quisiera parecer presuntuosa, pero podría decir que me he vuelto su otro "yo", de tan bien que la conozco.

Cuando se queda mirando fijo mi pantalla, con la barbilla recargada en una mano, ojos tristes y con brillo de lágrimas, se que está leyendo algo que la conmovío al grado de llorar. Cuándo la veo así, mi disco duro se encoge y sufre con ella.
En cambio cuando ríe, me dan ganas de encender todos mis circuitos, para que sepa, que disfruto mucho de verla asi, que se de cuenta que su felicidad es la mia.

Sé que todo el amor que siento por ella es correspondido, leo lo orgullosa que habla de mi. A todos sus amigos les cuenta que soy algo así como la super computadora. Habla de mi, no como de una máquina, sino de alguién con alma, con sentimientos. Cuando lo hace, mis gigas se multiplican, y como diría ella, el lugar donde me encuentro me resulta pequeño para todo lo que crezco de puro orgullo.

Ella suele entrar mucho al chat, tiene muchos amigos y claro, yo los conozco también. Ahora hasta las voces de algunos. Eso me resulta divertido, porque sus jajajaja de antes, ahora tienen un sonido a cascada cristalina (eso lo pongo para quedar bien con ella y vea lo mucho que la quiero, pero la verdad es que a veces parece mas bien cotorros en jaula).

Tiene amigos y amigas muy simpáticos, otros no tanto, pero como no me quiero meter en problemas, sólo diré que ellos son guapos, jovenes, casi, casi irresistibles, y ellas, bueno, que decir, todas bellas, con el bonche de admiradores, asediadas por simpáticas, y por supuesto, jovenes y bonitas también... faltaba más!
Conoce también alguno que otro odioso, pero esos mejor y ni los menciono, capaz que mi dueña me corta la comunicación. Sin contar con que se la corten a ella primero ... nah, ella siempre pone los puntos sobre las íes, a quién se lo merece.

Me encanta compartir con ella todos esos momentos, pero también cuando trabaja en serio, cuando escribe y derrama sobre mi pantalla las ideas que llegan a su cabeza, convirtiendolas en páginas web, o en el capítulo de un libro. Cuando demuestra el amor a su familia y amigos a través de un mail, o una tarjeta.
Algunas veces, hasta me doy el lujo de agregar algo de mi cosecha. Nos parecemos tanto, que ella ni lo nota.

Que puedo decir además de todo lo ya expresado, que soy una computadora féliz, que he compartido con mi dueña casi cuatro años de su vida, y que he estado con ella en todos los momentos buenos y malos pero especialmente, este último año, he sido su gran compañia y consuelo. Su inseparable, en otras palabras,
y la quiero tanto, como ella me quiere a mi.

Medusa.
Año 2000
Medusa como ella misma se describío fué mi inseparable compañera por los últimos cuatro años, ya no está más y solo conservo algunos de sus componentes, entre ellos su monitor, pero como un amigo al que quiero mucho me dijo ayer, el monitor en este caso, es como los ojos del alma. Y si; tiene razón, porque Medusa tenía y sigue teniendo alma para mi.
Sandy
Marzo 28, 2000
