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Adolfo Rodríguez Saá maneja la provincia
de San Luis desde hace 17 años. La gente lo llama
"el Adolfo", sus amigos le dicen "el león". Desde
el 10 de diciembre de 1983 hasta la fecha ha sido
elegido Gobernador. Sin embargo, tras casi dos
décadas, las protestas golpean el liderazgo de
este emperador feudal.
En
1982, Orlando Britos, el hombre que marcaba
candidaturas y trazaba estrategias en el PJ
puntano, le ofreció al joven abogado Adolfo
Rodríguez Saá la candidatura a gobernador para los
comicios que se acercaban. "Compañeros, ya tenemos
al futuro gobernador", comunicó Oraldo Britos a un
grupo de militantes justicialistas que lo esperaba
en la calle, frente al estudio de Adolfo Rodríguez
Saá.
Con una
imagen de hombre seguro y capaz, y una sonrisa
pintada de oreja a oreja, Rodríguez Saá logró
cinco mandatos consecutivos como gobernador de San
Luis, un hecho sin precedentes en la historia
argentina. Pudo ser indefinidamente reelecto,
desde 1983 hasta hoy, gracias a una reforma
constitucional en 1987. Junto a su hermano menor
Alberto, actual senador nacional, construyó un
poder con pocos límites en la provincia de San
Luis.
Carlos,
el padre de los hermanos Rodríguez Saá, había sido
secretario electoral y jefe de Policía, pero fue
del abuelo Adolfo y del tío abuelo Ricardo de
quienes recibieron la mayor influencia política.
El "Pampa" Adolfo había sido gobernador de la
provincia desde 1909 a 1912 y Ricardo Rodriguez
Saá ocupó el mismo cargo en la llamada "década
infame" de los años 30, por el Partido Demócrata
Liberal. Adolfo y Alberto absorbieron durante
muchos años ese conservadurismo familiar hasta que
en 1972, inesperadamente, se proclamaron
peronistas y combativos. En 1973, con tan sólo 26
años, Adolfo sería diputado provincial.
Durante
los años de la dictadura militar, entre 1976 y
1983, desaparecieron de la superficie política.
Recién en 1982 Oraldo Britos los puso otra vez en
órbita cuando le ofreció a Adolfo la candidatura a
la gobernación de la provincia de San
Luis.
Nació
así el "adolfismo", vertiente del peronismo
puntano que durante 17 años se expandió sumando
adhesiones gracias a un discurso un tanto
demagógico y una política con tintes
paternalistas. En la última campaña electoral
repartió 60 mil gallinas ponedoras para ganar
votantes.
La
permanencia en el poder de Adolfo Rodríguez Saá se
debe en parte a que no sólo maneja los tres
poderes del Estado sino que también es amo y señor
de la prensa. Miembros de su familia manejan los
principales medios de comunicación: el Diario de
la República es dirigido por su hermana Zulema; el
diario La Opinión está en manos de otro pariente;
Canal 13, el único canal de aire, es estatal; FM
Lafinur es dirigida por su ex cuñada y ex diputada
nacional, Antonia "La Tona" de Rodríguez Saá; las
dos empresas de canales de cable están en manos de
gente amiga..
Adolfo
Rodríguez Saá ha manejado una provincia por casi
dos décadas, a pesar de los escándalos en los que
se ha visto envuelto y de las acusaciones sobre
"feudalismo corrupto" y enriquecimiento ilícito
que recaen sobre él y su familia.
Gran
parte de la adhesión que mantiene en el electorado
desde el 83, se afirma en la radicación de
fábricas en la provincia favorecidas por la ley de
Promoción Industrial, en la construcción de más de
30 mil viviendas que la gente paga en
interminables cuotas de entre 60 y 90 pesos y de
su hábil política negociadora con el poder
ejecutivo nacional, tarea que desempeñó su hermano
Alberto en la Cámara del Senado Nacional. Según
las propias palabras de Adolfo "para gobernar
cuarenta años una provincia hay que hacerlo con la
familia y los amigos".
Un año
atrás, Adolfo Rodríguez Saá soñó con la
Presidencia de la Nación, lanzándose como
pre-candidato del PJ para renunciar rápidamente
después de haber gastado un presupuesto generoso
en afiches y spots publicitarios. Aunque sigue
soñando con destinos nacionales, su poder comenzó
a quebrarse en los últimos comicios provinciales,
cuando retuvo la gobernación con lo justo y perdió
la capital puntana ante un ex aliado político.
Para
ganar por otros medios ese distrito, es que ahora
impulsa una idea de su hermano Alberto para
dividir el municipio en cuatro, creando tres
nuevas comunas con sus intendentes. Su rival, el
intendente Ponce, vería reducido su poder a la
zona céntrica de la ciudad y su presupuesto, a una
cuarta parte del actual. El efecto de esta
propuesta, que intentó aprobar sin consultas y
rápidamente gracias a su dominio de las dos
cámaras legislativas, fue el levantamiento de
miles de puntanos que están en desacuerdo con la
división de la capital. Las piedras lanzadas
contra la Legislatura de esta provincia sacudieron
como nunca el andamiaje político del gobernador
Adolfo Rodríguez Saá.
Con
este episodio se vislumbran las grietas que
comienzan a aparecer en un poder que ya lleva 17
años de mandato ininterrumpido. Pareciera que
cierto hartazgo social surge ante la imagen de un
caudillo acostumbrado a mandar. |