Desolación en corregimientos y veredas

La cabecera municipal de Bagadó tiene un regular servicio de alcantarillado, agua potable, mal servicio telefónico, mal servicio de energía eléctrica y una recién abierta carretera en regular estado. Pero los corregimientos y veredas del Alto Andágueda carecen de estos servicios.

Los políticos siempre han buscado los votos en estas poblaciones con el sofisma que les construirán carreteras, luz eléctrica, pero cuando pasan las elecciones todo termina en promesas. Los años pasan y nada se ejecuta.

Por la mucha emigración, estos pueblos están desolados y tienden a desaparecer. Los alcaldes nada hacen frente al desarrollo de estos pueblos: comprometen los recursos en cosas inoficiosas que al final se convierten en embargos cotidianos. Los embargos tienen a los empleados sin pago de sus sueldos de varios meses.

El Inder y la cultura en el abismo

El municipio de Bagadó en el orden del deporte y la cultura está bajo cero. Sus escenarios deportivos, al igual que balnearios y uniformes para los deportistas, ni qué decir. Ante las las invitaciones, las selecciones de fútbol siempre se deben disculpar, por falta de patrocinio.

En la cultura no hay recursos para los desplazamientos de las danzas a los certámenes, ni para los vestuarios, no hay capacitaciones, allí todo es un caos.