Segunda parte de tres del Conversatorio realizado el 29 de Septiembre de 2005 sobre la "Viabilidad o no de la Ampliación del Canal de Panamá."

Hace 3 millones de años, el espacio que hoy ocupa, geográficamente el Istmo de Panamá estaba vacío; y por lo tanto continentes del océano Atlántico se mezclaban con aguas del océano Pacífico manteniendo un clima cálido en el Polo Norte. Estas aguas también se mezclaban a través de los múltiples estrechos en el Nor-Oeste del país llamado, hoy Canadá.

Hubiese sido posible navegar por dos rutas, no obstante, no existían humanos ni barcos para navegar en esas aguas. Según Stanley Stevens el paleo-biólogo de la Universidad de John Hopkins, la emergencia del suelo del océano del bloque de tierra hoy denominado Istmo de Panamá y el consiguiente cierre del paso del océano Atlántico al océano Pacífico desvió las aguas con mayor concentración de sal del Atlántico hacia la corriente del Golfo rumbo al polo norte y la producción de la capa de hielo que adorna este polo del planeta tierra. Desde entonces, el fenómeno climático ha impedido la navegación libre por esos estrechos que comunican el continente Europeo y el Asiático.

Este evento climático produjo enfriamiento del planeta con vientos más fríos que secaron varias extensiones de bosques húmedos donde habitaban australopitecos que en el proceso de adaptarse a un nuevo ambiente dispararon la evolución de estas criaturas al homo erectus y al homo sapiens.

Del siglo XVI se conocen intentos de naves de sortear por los estrechos para encontrar rutas marítimas hacia el Oriente. Desde 1942 de cincuenta intentos de cruzar, pocos han sido exitosos. Noticias provenientes de diversas fuentes civiles y militares de Canadá deben ocupar la atención y preocupación de los panameños: Un proceso selectivo de calentamiento a nivel del área de los estrechos denominado “el pasaje del Nor-Oeste” está derritiendo a pasos agigantados el hielo en estos estrechos que desde miles de años han impedido el tránsito náutico por esta área del mundo. Estudios de la NASA han confirmado un extenso agujero del tamaño del Estado de Texas en la capa de Ozono precisamente en esa área. Como resultado científicos Canadienses apoyados en estudios efectuados por submarinos de los Estados Unidos y Canadá confirman el rápido adelgazamiento de las capas de hielo que evitan la navegación para la cual pronostican que dentro de cinco años, el tránsito marítimo se podrá efectuar en los meses de Agosto y Noviembre y que el deshielo será de tal magnitud que para el año 2015 el tránsito marítimo será una realidad los 12 meses del año.

Este novedoso acontecimiento, a la vuelta de la esquina, ha motivado una serie de acciones de parte de ésta Nación Norteña en relación con las crisis que tendrán que afrontar. Debido a tratados internacionales suscritos por más de 150 Naciones de que los estrechos que comunican dos mares u océanos gozan de libre tránsito alguna de las consecuencias serían las siguientes:

La apertura de una nueva frontera costeña de 3500 millas con el peligro de protección insuficiente para manejar la inmigración ilegal y el tráfico de drogas, aunque transitable las aguas serían de temperaturas muy bajas que harían muy difícil el resolver el derrame de combustible y las aguas de desechos de las máquinas. Por otra parte, la crisis de petróleo incitaría tanto a los Estados Unidos en Alaska, Canadá y Rusia explotar las amplias reservas de este productor convirtiendo a esta frontera no solamente en lugar de tránsito, sino de destino. Parecería que pocas posibilidades tiene el Estado Canadiense de aplicar medidas restrictivas al paso de naves comerciales y militares del mundo por esta nueva frontera. Hasta ahora han ampliado su mar territorial de 3 hasta 12 millas de su nueva frontera marítima.

Pero el problema de Canadá es de los Canadienses, y resulta obvio de que por carambola estaríamos afectados los panameños. Al abrirse ésta nueva ruta marítima por el pasaje Noreste de Canadá la distancia de los puertos de la costa este de los Estados Unidos hacia el Asia y de Europa hacia la costa oeste de los Estados Unidos se acortaría a la mitad y además sin pago de peaje para las navieras que usan la ruta del Canal de Panamá. El negocio que podríamos perder a partir del año 2015 representa el 60% de los ingresos del Canal de Panamá. Ninguna naviera dejará de encontrar más atractiva esta nueva ruta gratuita. Parecería que antes de terminar un tercer juego de Esclusas habrá desaparecido la razón para la cual los panameños nos comprometeríamos a semejante deuda.

Estudios de panameños ajenos a la ACP han demostrado que toda la carga que manejaría el Canal de Panamá hasta el año 2046 podrían ser transportados por barcos Panamax de más de 900 pies de largo y con capacidad de 45000 toneladas de carga tal como ha empezado a ocurrir gradualmente y según la necesidad con barcos de este tamaño que actualmente están pasando por las esclusas. Ningún Gobierno debe dejarse tentar por la oportunidad de ofrecer puestos de trabajos temporales a expensas de gravar al país con deuda adicional ante la perspectiva de una inversión inútil.