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Abriendo trocha II

..continuación

En el año de 1875, el ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros, inició la construcción del ferrocarril a Medellín desde el río Magdalena, otra epopeya. En 1910 llegó el tren que se llamaba Zarzal a Cisneros y a Medellín llegó en 1919 con interrupción en La Quiebra. El túnel de La Quiebra con una longitud de 3.742m. fue el primero de su clase en América del Sur, se inauguró en 1929; para esa época ya operaba el ferrocarril del Cauca que partía de Buenaventura y se había continuado el ferrocarril de Medellín hacia el sur, el llamado ferrocarril de Amagá que posteriormente conectó con el ferrocarril que venía del Pacífico. Este medio de transporte facilitó considerablemente las exportaciones de todo tipo y las importaciones sobretodo de objetos pesados. El ferrocarril marcó el comienzo del final de la arriería en el sentido más amplio. «A nosotros nos perseguía el ferrocarril», le expresaba a Germán Ferro «El Primo», uno de los últimos arrieros de largas jornadas entrevistado en Fredonia.

En 1920 llegaron los primeros automotores a Medellín y se comenzó a desarrollar una red elemental de carreteras de muy malas especificaciones, pero que de todas maneras también fueron reemplazando los caminos de herradura en las altas montañas a donde no llegó el ferrocarril. Para el año de 1936 aproximadamente, ya se tenía una amplia cobertura de «carreteables» y vehículos de diferentes clases prestaban servicio de transporte de pasajeros y carga a las cabeceras de las poblaciones, al centro del departamento y al resto del país.
 
Arrieros en Palacé 1905
Arrieros en Palacé 1905. Fotografía de Melitón Rodríguez Detállese además la arquitectura de la época con la Catedral de la Candelaria, al Fondo.

Aunque apartándome un poco del tema específico de los caminos, quiero dejar un reconocimiento muy especial al vehículo que en mi concepto reemplazó a la mula para casi todo tipo de servicios, el camión de escalera, al que yo llamo «la mula mecánica» ya que, como el noble animal, también transporta de todo y por todo tipo de caminos, y además con su apariencia pintoresca ha contribuido como ningún otro vehículo a la economía y al servicio de las gentes que viven en los lugares más apartados del departamento.
 
La turega
La turega. Oleo del maestro Humberto Chávez. Cuatro animales atados con yuntas sobre la nuca llevan en andas una pesada carga. Los bueyes pormansos también fueron muy usados en labores de arriería.

En la actualidad muy poco se conserva de la extensa red de caminos de herradura antes enunciada, pero los tramos de caminos antiguos que hoy recorremos en nuestras caminatas, son testimonios que nos recuerdan lo importantes que fueron para el desarrollo de nuestro departamento. Afortunadamente aunque en forma tímida están apareciendo algunos movimientos que tratan de interesar a los municipios y a sus organismos cívicos, en la restauración y conservación de algunos tramos de caminos antiguos y a considerarlos como parte de su patrimonio cultural.

En el próximo número terminará esta serie de tres entregas con los testimonios de dos viajeros de los últimos años por los caminos de herradura: el uno de a pie filosofando, Fernando González y el otro en mula comerciando, Cristóbal Isaza, mi padre. Haré una guía de las caminatas más interesantes en la actualidad en el centro de Antioquia y escribiré sobre los grupos de caminantes que hoy tanto disfrutamos por esos profundos canalones, testigos de duros y gratos momentos de arrieros y viajeros, a los que Barba Jacob, como a seres vivos, tan nostálgicamente cantó.
 

Viajeros extranjeros y colombianos por Antioquia

Es muy abundante la literatura que se ha rescatado de viajeros extranjeros, sobretodo franceses, ingleses, alemanes, suecos, italianos, norteamericanos e inclusive latinoamericanos en el siglo pasado por nuestro país, más conocido en la época como La Nueva Granada y como Los Estados Unidos de Colombia. Los trabajos de estos viajeros como los de los cronistas de la conquista, testimonian fielmente sobre nuestra geografía, la naturaleza y las costumbres de sus gentes. También recorrieron nuestro territorio viajeros colombianos de buena cultura que dejaron escritos muy interesantes sobre estos temas.

 
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Manuel  Uribe Angel. Antioqueño. Fue probablemente quien logró una obra más completa sobre nuestro departamento en e l siglo pasado. La primera edición de su Geografía se publicó en París en 1885. Fotografía de Melitón Rodríguez.

A Antioquia, por lo general los viajeros llegaron después de soportar grandes penurias, en parte por el mal estado de los caminos y en parte por lo agreste de nuestra topografía. El motivo fundamental que inducía estas visitas era conocer o trabajar la minería del oro, realizar intercambios comerciales y curiosamente también, por la atracción que tenía en el país nuestra raza por seria y laboriosa «Los habitantes de esta parte de Colombia son, en efecto superiores a los que habitan en los otros estados del país, distinguiéndose por su amor al trabajo, su aseo, su industria y su buen gusto», así nos describió el francés Edouard André en su obra Viaje a la América Equinoccial.

Dos viajeros extranjeros son buenos ejemplos de sus visitas a nuestro territorio en el siglo XIX: el francés Jean Baptiste Boussingault, científico y naturalista amigo de Humboldt, que consideró a Colombia como «el país mas bello del mundo»; estudió nuestra geología y la minería del oro a partir de 1825, este fue su itinerario: Marmato - Arma - Abejorral - Rionegro - Envigado - Titiribí - Medellín - Amagá - Titiribí - bajó en balsa por el Cauca a Santa Fe de Antioquia - Buriticá - Cañas Gordas - Santa Fe de Antioquia - San Jerónimo - Sopetrán (aquí soportó una dolorosa insolación). Medellín - Guaca. Medellín - Niquía - San Pedro - Santa Rosa. Medellín - El Retiro. Medellín - Rionegro - Marinilla - Guatapé - Canoas - Nare - Río Magdalena. En una segunda oportunidad este viajero volvió a Marmato y poblaciones vecinas e inclusive recorrió gran parte del Chocó. La obra de Boussingault además del valor científico y humanístico tiene una picaresca exquisita.
 
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Carl August Gosselman. Ciudadano sueco. Llegó a Colombia en 1825. Su obra Viaje por Colombia es uno de los clásicos de la literatura de viajes por nestro país. Sus descripciones sobre Antioquia y los antioqueños son muy elogiosas .

El otro viajero extranjero que por sus méritos quiero destacar fue el sueco Carl August Gosselman, quien llegó a la Provincia de Antioquia en 1826, entrando por el camino de Juntas. Se asombró con el trabajo de los cargueros, «debo decir excusando la expresión, por primera vez subí a caballo en una persona»; se asombró con lo malo de los caminos, «En algunos casos era tan fuerte la pendiente que teníamos que apoyarnos en las raíces y ramas de los árboles, por lo cual me causaba extrañeza que las mulas cargadas pudieran realizar tal viaje». En contraste Gosselman también se asombró con los lujos de algunas casas de Rionegro. Se interesó sobretodo en la minería como otros ciudadanos suecos que nos visitaron en esa época.
 
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Agustín Codazzi. Italiano. Vino a América a participar en las luchas posteriores a nestra independencia. Dejó abundante literatura sobre diversas regiones de nuestro continente, inclusive de Antioquia, pero su principal mérito fue su vasta labor cartográfica .

Otros viajeros extranjeros que vinieron al Estado de Antioquia fueron Agustín Codazzi, italiano, militar y geógrafo en 1852; Carlos Saffray, francés, médico y botánico en 1860. Von Schenck, alemán, en 1880. Pierre d`Espagnat, francés, ingeniero y escritor en 1898. También tengo que destacar a los colombianos Manuel Pombo (1852) y sobre todos el médico paisa Manuel Uribe Angel (1822-1904) quien recorrió nuestro territorio con fines científicos durante la mayor parte de su vida, nos dejó varios escritos además de su interesante Geografía General del Estado de Antioquia en Colombia. Intencionalmente he omitido citar a otros viajeros extranjeros y colombianos que vinieron a nuestro territorio para permanecer en él y a visitantes que no dejaron una obra literaria o científica, o cuya obra desconozco.

 
 
Tomado de "La Hoja de Medellín"