EL CHOCÓ DE AYER

Nos escribe el señor José M. Moreno, de Riosucio, diciéndonos que ha pasado un memorial al concejo de ese distrito, por medio del cual le ofrece prestar sus servicios como tesorero, completamente gratis, y con todas las obligaciones que este empleo requiere. Dice el señor Moreno que su espontáneo ofrecimiento se debe a que ese municipio se encuentra en una crisis espantosa y cree ayudar a que las cosas se solucionen, en parte, si se aceptan sus servicios, y otros, no menos interesados en el bien común, le imiten su determinación.

Regresaron a Quibdó. Han llegado procedentes de Nuquí Senén Mosquera y Erasmo Rengifo, alcalde y secretario de ese distrito en la pasada administración. Del Carmen de Atrato ha venido el Cosme Moreno.

De Herodes a Pilatos hemos andado buscando al autor de la maravillosa obra de ingeniería verificada en la carrera primera en el curso de esta semana. Nadie quiere decir quien dio la orden, pero es lo cierto que allí en el pavimento de lo que antes fuera nuestra principal arteria encementada, estamos contemplando ahora enormes parches de tierra con que se ha querido remendar nuestra mejor vía urbana.

Si el sentido de la economía fue lo que guió al autor de este atentado contra la estética, lo natural hubiera sido consultar la opinión del comercio y de los vecinos en general, que no habrían negado su contingente para conseguir diez o veinte barriles de cemento, ahora cuando se está vendiendo a $5 y $5.50, y que los mismos presos habríanse encargado de mezclar con arena para hacer el trabajo.

Hace varios meses el concejo abrió una licitación para el arreglo de esta misma vía, y hubo postulantes pero ni entonces ni ahora se ha hecho nada que ponga de relieve las actuaciones eficientes de la municipalidad. Pues mientras todos los gobiernos de la república se mueven en sentido de ponerse a tono con el momento económico, el cabildo de Quibdó trata de balancear el desequilibrio de sus exagerados gastos aumentando los impuestos y hasta gravando la imprenta de ABC y algunas carpinterías, donde sus dueños no ganan ni para el alquiler del local.

58 años cumple hoy este distinguido médico y amigo nuestro. A las muchas felicitaciones que ha recibido, unimos este sencillo homenaje de admiración y le enviamos las nuestras muy sinceras y expresivas.

Quibdó., noviembre 8 de 1930.

Sr. Director de ABC.

Hablando con el señor Manuel Grajales, alcalde de la cárcel sobre los "remiendos de la carretera primera", glosados por usted en un suelto que vio la luz en el número del sábado, me manifestó este celoso empleado que en vista de los peligros que ofrecía esa carrera, resolvió evitarlos provisionalmente, no con tierra, como dice el suelto, sino con el mismo material que se empleó en el balastro de la Alameda Reyes.

El señor Grajales me dijo que, si como usted lo insinúa, el comercio está en condiciones de suministrar el cemento necesario para cubrir los desperfectos de la calle, él a su vez se halla dispuesto a llevar a cabo las reparaciones necesarias, con los presos a su mando. Soy el señor director obsecuente servidor y amigo.

Un acontecimiento que tiene muy intrigado al público es la próxima reorganización que va a experimentar El Oso Blanco, principal centro de charla que hubo en otra ocasión en esta ciudad.

El nuevo empresario, que es un caballero con empuje y de nervio, va a producir en Quibdó una verdadera revolución desde el sábado próximo y prepara para los distinguidos caballeros y damas de esta sociedad por primera vez en la vida social

y elegante de Quibdó, de las "tardes del sábado" que nada tendrán que envidiar a las famosas vespertinas y vermouths de La Habana y Miami.

Los elegantes y distinguidisímas damas de esta ciudad tendrán ahora un lugar de esparcimiento y al son del jazz del maestro Coutin, podrán divertirse como se acostumbra en todas partes del mundo civilizado. Helados, tés y empanadas bailables se verificarán metódicamente los sábados, domingos y demás días de fiesta. Para el 11 de noviembre por ejemplo, se prepara una vespertina que hará época en los anales de Quibdó. Próximamente se iniciará en El Oso Blanco el gran concurso de simpatía de 1930, patrocinado por la famosa revista "Cine Mundial", y apoyado por este periódico. La agencia de la revista tiene la autorización para verificar el concurso y enviar el retrato de la futura reina el cual será publicado en sitio de honor y podrá así ser aplaudida en las principales ciudades del mundo donde es leído "Cine Mundial". El radio de El Oso Blanco será instalado nuevamente para comodidad y esparcimiento de los distinguidos socios.