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QUÉ SABE UD. DEL CHOCÓ?

Por Edgar Hidalgo T.

¿Qué sabe usted sobre Luis Escudero?

En América, durante la dominación española, los mulatos, llamados también pardos, estaban en una situación semejante a la de los negros. Considerados por la Iglesia Católica como el resultado de una unión ilegal (entre una persona blanca y otra negra), algunos fueron esclavizados y no podían adquirir libertad total sino que estaban sometidos a una especie de protección. Aunque hubo excepciones, no eran admitidos en las universidades, ni podían ser sacerdotes, ni oficiales de la milicia. Los mulatos ejercían actividades artesanales, eran comerciantes, funcionarios del gobierno en cargos de nivel medio, músicos y médicos.
Al igual que en Brasil y Haití (1798) los mulatos de distintas regiones de Nueva Granada se sublevaron e intervinieron decisivamente en las luchas por la independencia y la igualdad social. En 1842 ocurrió en Quibdó un levantamiento popular que tuvo repercusiones en toda la provincia del Chocó y el occidente de Nueva Granada: la Revolución de Luis  Escudero.
Luis José Escudero Jiménez fue un comerciante mulato nacido en Perú, de padre español y madre mulata, habría llegado a Quibdó por la ruta del Pacífico, Callao (Perú)-río San Juan-San Pablo-río Quito-Quibdó.
Establecido en la ciudad y aprovechando la agitación política en que se encontraba la Nación, intentó revolucionar a los mulatos y provocar una guerra de casta contra la clase dominante.
A este movimiento también se sumaron negros esclavizados que buscaban libertad. Se afirma que la plaza principal y las calles de Quibdó se convirtieron en campos de batalla.
Si bien la 'Revolución de Escudero' sacudió las bases de la sociedad chocoana, no tuvo éxito, porque entonces, a mediados del siglo XIX, ya existían entre los mulatos marcadas diferencias económicas y sociales como que muchos habían conseguido lugares de privilegio en la escala social, el gobierno o eran comerciantes acomodados.
Rogelio Velásquez dice que Luis Escudero “ambicionó ver a los negros gobernándose, dándose sus propias leyes, subiendo en la escala social”. Conjurada la revuelta, Escudero y algunos de sus seguidores fueron fusilados. Añade Velásquez: “Don Nicomedes Conto, jefe liberal, padre de César Conto, tenedor de esclavos en Neguá, lo hizo fusilar (…) sin levantarle proceso”.


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