Por Zenón Ferrer Meluk
Hace
poco advertíamos que
Empresas Públicas de Quibdó (EPQ) había adoptado un alza del 11.55% en
sus tarifas de alumbrado público entre el bimestre enero-febrero 04 y
el siguiente de marzo-abril. Y señalábamos cómo, si EPQ decidía
mantener constante tal incremento porcentual, los usuarios de estrato 3
estaríamos pagando dentro de un año una tarifa de $21.850 que
representa un alza anual acumulada superior al 90% con relación a la
tarifa facturada de $11.340 en el primer bimestre del presente año.
Parece que el mal ejemplo empieza a propagarse como una fatal epidemia. Así lo está demostrando el hecho de que la empresa de energía Dispac S.A. haya resuelto elevar el precio del kwh que cobra a sus usuarios de Quibdó, desde los $217.92 que facturó para el mes de junio-04 hasta los $231.29 para el mes de julio-04, lo cual representa un incremento mensual del 6.135%.
En forma análoga a como lo hicimos en el caso ya comentado del alumbrado público cobrado por EPQ, debemos también advertir que, si Dispac resuelve mantener constante el aumento mensual del 6.135%, los usuarios de la energía eléctrica estaríamos pagando dentro de un año, por cada kwh consumido, un precio de $445.25 que equivale a más del doble del precio que acabamos de cancelar por la energía facturada para el mes de junio ultimo.
Preguntamos:
¿Será mucho pedir que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto para evitar que la voracidad especulativa de EPQ y de Dispac ocasione mayores estragos en la ya precaria economía de los hogares quibdoseños?
¿Se justifican alzas acumuladas anuales de más del 90% y del 100% en los servicios públicos de alumbrado y energía domiciliaria que deben pagar en forma mayoritaria usuarios empobrecidos por sueldos y salarios que no crecen más allá del 6 o del 7% al año; golpeados, además, por un impuesto del IVA extendido a los productos básicos de la canasta familiar?
¿Serán merecedores del respaldo popular los siniestros inspiradores y artífices genuflexos de la reelección presidencial inmediata, auténticos verdugos de los más pobres de Colombia?
Parece que el mal ejemplo empieza a propagarse como una fatal epidemia. Así lo está demostrando el hecho de que la empresa de energía Dispac S.A. haya resuelto elevar el precio del kwh que cobra a sus usuarios de Quibdó, desde los $217.92 que facturó para el mes de junio-04 hasta los $231.29 para el mes de julio-04, lo cual representa un incremento mensual del 6.135%.
En forma análoga a como lo hicimos en el caso ya comentado del alumbrado público cobrado por EPQ, debemos también advertir que, si Dispac resuelve mantener constante el aumento mensual del 6.135%, los usuarios de la energía eléctrica estaríamos pagando dentro de un año, por cada kwh consumido, un precio de $445.25 que equivale a más del doble del precio que acabamos de cancelar por la energía facturada para el mes de junio ultimo.
Preguntamos:
¿Será mucho pedir que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto para evitar que la voracidad especulativa de EPQ y de Dispac ocasione mayores estragos en la ya precaria economía de los hogares quibdoseños?
¿Se justifican alzas acumuladas anuales de más del 90% y del 100% en los servicios públicos de alumbrado y energía domiciliaria que deben pagar en forma mayoritaria usuarios empobrecidos por sueldos y salarios que no crecen más allá del 6 o del 7% al año; golpeados, además, por un impuesto del IVA extendido a los productos básicos de la canasta familiar?
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