Atraído por los misterios del Chocó y las historias que escuchó de los indígenas que hablaban de grandes pedazos de oro que se extraían fácilmente de un río llamado Andágueda, llegó a esta región a mediados de siglo XIX el viajero y escritor Emiro Kastos.

Juan de Dios Restrepo, quien utilizó en su actividad literaria el seudónimo de Emiro Kastos, nació en Amagá (Antioquia) en 1825. Estudió Derecho en Bogotá, fue escritor, periodista y aventurero. Fundó en Medellín el periódico Amigos del País; escribió también en El Neogranadino y El Tiempo. En la guerra civil de 1860 sirvió en el ejército liberal bajo el mando del general Tomás Cipriano de Mosquera.

Entre 1855 y 1857 Kastos estuvo en el oriente del Chocó, recorrió el Medio Atrato, Lloró, Bagadó y la cuenca del río Andágueda. Entró por la cordillera Occidental y escribió: "Fui a pie hasta el Chocó, trepando serranías abominables, atravesando ríos a nado y durmiendo muchas noches en pleno bosque". Sobre las minas de oro relata que "En la parte alta del Andágueda mi hermano descubrió y registró un grupo de minas vírgenes, el más extenso y rico que haya en la República". Sobre sus exploraciones señala : "Subimos por el caudaloso Andágueda hasta los Farallones y lo vimos pequeño raudal saliendo de una roca" .

Se asombró de ver enormes ratones de monte y los describe como " unos ratones monstruosos. De las pieles de dos de ellos hice un par de zamarros". Kastos intentó establecer una colonia antioqueña para explotar las minas del Andágueda pero, según dice, fracasó "haciendo caminos, casas, acequias, creando la agricultura y trayendo familias antioqueñas que nos abandonaban a los pocos días enfermas de nostalgia".