El Tiempo, julio 4/04

Este estadounidense está donde pocos médicos colombianos se atreven a ir. Llegó al país porque después del 11 de septiembre sintió que tocaba hacer algo por los países pobres.

En la historia de Mamey Dipurdú, un pequeño poblado indígena donde viven 12 familias emberas, escondido en la selva, en Riosucio (Chocó), quedará escrito el nombre de Alan Curtis Wands, el único médico y el primer gringo que ha pisado su tierra.

Hasta este recóndito lugar, que no aparece en los mapas, tras remontar en una canoa el río Domingodó, llegó este hombre, de 47 años, flaco, ojos azules, de casi dos metros, cabello castaño, barba, y que suda todo el día a chorros.

Alan no se apareció con una biblia en la mano para convertir a los indios a la palabra de Dios sino a enseñarles medicina para que los niños no mueran de fiebre ni de un ataque de lombrices.

Esa es la misión que realiza este gringo, nacido en Florida y prácticante de la no violencia, desde que pisó hace tres años el Chocó, una región azotada por ‘paras’ y guerrilleros, a la que pocos colombianos se atreven a ir.

Se siente un chocoano más, aunque no puede disimular su pinta de gringo. Cuando le preguntan de dónde es, responde. "Nací en Quibdó".

"Cuando regresé este año sentí que volví con mi gente. No soy colombiano, no soy afrocolombiano, mucho menos soy indígena, pero nuestro pueblo es nuestro pueblo. La niña que casi se muere de asma podría haber sido mi hermana. No sé por qué Dios puso una persona aquí y otra allá".

El Tiempo, junio 25/04.

Para elaborar un plan de manejo integral del Parque Nacional Natural Los Catíos, reserva elevada a la categoría de Patrimonio Natural de la Humanidad, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) asignó 80.000 dólares.

Con este dinero se impulsará una propuesta de ordenamiento ambiental territorial en el Darién. También se implementarán agendas de trabajo con comunidades negras e indígenas de la zona del área protegida y se capacitará al personal en aspectos técnicos y administrativos que permitan continuar o sostener acciones administrativas, de manejo y conservación.

El País, jul 3/04 y jun 26/04.

La Policía de Buenaventura reportó el asesinato de Aurelio Benítez, istmineño de 58 años, en la cra 47 con calle 11, de la Invasión La Esperanza, quien se desempeñaba como operador de máquinas. Benítez presenta cuatro impactos con arma de fuego en el tórax.

Como Efrén Emilio Gamboa Asprilla, Eliesín Hernando Palacios y Andrés Camilo Angulo fueron identificados los tres hombres que aparecieron muertos el miércoles pasado en la vía Cali-Candelaria.

Las autoridades revelaron que estas personas, naturales de Nuquí, Chocó, habían llegado a Buenaventura, junto con otro hombre, para comprar víveres y gasolina.

Según el hermano de una de las víctimas, quien identificó los cadáveres, ellos debían regresar el miércoles pasado a Chocó, pero sólo uno retornó. Por ese motivo, inició su búsqueda.

La Policía indicó que los autores del crimen serían narcotraficantes, debido a los signos de tortura de los cadáveres.

El País, junio 25/04.

En el sector conocido como el Cañón Garrapatas, que colinda con El Dovio y Cartago, al norte del departamento, en límites con el Chocó, se han hallado grandes cristalizaderos, utilizados para la purificación de la droga.

El cañón se presta para la instalación de este tipo de complejos por sus características selváticas y la cercanía de quebradas donde los delincuentes pueden verter los desechos químicos que deja el procesamiento de la coca.

El País, junio 30/04.

Con los 69 casos de personas que contrajeron la malaria en Santa Cecilia (Pueblo Rico) en las últimas tres semanas ya son 805 los afectados en lo que va corrido de este año, según el reporte que posee la Secretaría de Salud del departamento.