Es evidente que los consumidores de estupefacientes necesitan un mercado dónde conseguirlos. Lo que quizás no sea tan obvio es que llegar a ser un consumidor tan habitual, hay que aprender las técnicas del uso de las drogas y, hasta cierto punto, la manera apropiada de sentir sus efectos y gozar de ellos. Diversos estudios señalan que en la mayor parte de los casos la drogadicción se aprende a través del contacto social con camaradas dentro de la llamada "sociedad de la esquina", es decir de los amigos y vecinos del barrio, que los inician con un cigarro de marihuana, y e goce de esta experiencia los induce a relacionarse mas íntimamente con grupos de drogadictos, que pueden conseguirles los estupefacientes, los iniciados son casi siempre adolescentes que buscan el disfrute de placeres intensos. También algunas discotecas son centros de distribución de drogas, y en el interior de las escuelas esto se ha convertido en un grave problema social , donde adultos sin escrúpulos les obsequian drogas a los niños y, cuando éstos se hacen adictos a ellas, los obligan a venderlas entre sus compañeros, a cambio de conseguir la dosis que ellos mismos desean consumir. En todos los puertos, aeropuertos y fronteras se revisan exhaustivamente la entrada y salida de personas y vehículos para evitar que se introduzcan drogas.