No a reelección inmediata de gobernadores ya alcaldes

Víctor Cetre Mosquera 

A raíz de la propuesta de reelección presidencial inmediata, un grupo de parlamentarios, entre ellos, el uribista antioqueño Omar Flórez Vélez, presentó un proyecto de repetición automática de gobernadores y alcaldes, el cual tiene como finalidad "equilibrar las cargas políticas", según sus autores. Por falta de quorum esta iniciativa se hundió en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes el 3 de noviembre, en el primero de los cuatro debates que debería sufrir en esta legislatura.

Debido a que la intención de los proponentes es insistir en marzo de 2005, conviene reiterar que, dadas las condiciones de pobreza e ignorancia de la mayoría de la población colombiana, que convierte a nuestros ciudadanos en fáciles instrumentos de quienes tienen poder y dinero; cuyo fenómeno impide que las gentes puedan decidir libremente sobre sus autoridades de cualquier categoría, la repetición de mandato colocado en la cúspide de una administración no es aplicable en el país en ninguno de los niveles de la gestión pública.

Resulta insensato afirmar que Colombia tiene la madurez política para afrontar la reelección en los términos propuestos, cuando estamos en una sociedad donde la miseria y el desempleo crecen cada vez más y, como resultado, cada día son menores las posibilidades para que las personas puedan sufragar en conciencia, es decir, por el candidato de su real preferencia; asunto que en el medio colombiano es privilegio de pocos, precisamente por la manifiesta ignorancia y múltiples necesidades de la población mayoritaria.

Las mismas argumentaciones que concurren en contra de la reelección presidencial, igualmente son válidas y aplicables para gobernadores y alcaldes. Los tres obtienen unos privilegios, unas ventajas sobre sus posibles contrincantes al utilizar todo el aparato administrativo, incluido el presupuesto, en beneficio de su propia causa. Y el estar al frente del poder facilita mover en su provecho cantidad de cosas dirigidas a torcer la voluntad de los votantes, de las cuales quedan demasiado lejos sus rivales;

todo lo cual convierte a la reelección en un instrumento ancho para quien actúa desde el mando, y estrecho a todas luces para los que participan desde otras tribunas. Por las razones expuestas, es un contrasentido pretender imponer en Colombia ese mecanismo para escoger mandatarios de cualquier categoría.