La comunidad chocoana volvió a protestar por el retraso en la construcción de la Vía al Mar. Molesta porque no quedaron incluidos los 25.000 millones de pesos en el presupuesto decidieron llamar la atención con un paro cívico y pacífico.

No es la primera vez que los habitantes del Chocó reclaman la construcción de la Vía al Mar. En el año 2000 también manifestaron su descontento por el retraso. Esta vez protestaron por la promesa incumplida de incluir 25.000 millones de pesos en el presupuesto para el año 2005. Preocupados por esta situación decidieron realizar el jueves un paro cívico, y pacífico, en 32 municipios, con el fin de insistir sobre la urgencia de la obra ante el Gobierno Nacional y de denunciar ante el país este retraso.

La Vía al Mar se ha constituido desde hace varias décadas en un eje de progreso para sus habitantes. Las carreteras entre Medellín y Quibdó y entre Pereira y Quibdó se quedaron a mitad de camino, en la capital chocoana. La salida al océano Pacífico permitirá a sus habitantes y al resto del país una opción turística que traerá innegables beneficios para los nativos. Su construcción entre Las Ánimas y Nuquí podrá vincular grandes extensiones a la explotación forestal controlada y a la agropecuaria. Todas estas actividades redundarán en la diversificación económica y por ende en la calidad de vida de los chocoanos.

La aspiración es justa. Este año se constituyó el Comité Pro Vía al Mar, integrado por la Universidad Tecnológica del Chocó, el Comité Cívico por la Salvación del Chocó, la Cámara de Comercio de Quibdó, las colonias de Alto Baudó y Nuquí residentes en Quibdó, entre otras organizaciones. Como se puede apreciar, se trata de fuerzas vivas de la comunidad chocoana a las cuales las alienta la empresa de convertir este sueño en realidad.

La protesta, garantizada por la Carta, no siempre es la mejor manera de lograr los fines propuestos. Algunos movimientos sociales apelan a los paros cívicos para manifestar sus demandas y exigir el cumplimiento de las promesas. Como principio creemos que la parálisis afecta en muchos casos a la población y puede convertirse en foco de perturbación del orden público. Por fortuna la jornada cívica transcurrió como tal. Esta conducta habla muy bien de la calidad de la gente y de la claridad de objetivos.

Apoyamos la demanda de nuestros vecinos. Estamos de acuerdo con la misión que tiene el Comité Pro Vía al Mar de mantener vivo el interés para agilizar la construcción de la carretera. Creemos que es indispensable construir esta clase de

obras con las especificaciones necesarias para proteger el medio ambiente. Consideramos que la vía debe adelantarse con una metodología adecuada para evitar la avalancha de colonos que puedan deteriorar el hábitat húmedo y selvático. El Chocó es un emporio de la biodiversidad y el turismo. La Vía al Mar es su expectativa más cercana para recuperar el tiempo perdido de su progreso. Colombia debe cumplirles a sus habitantes, ejemplos de paciencia, paciencia y paciencia.