No te preocupes si tu pareja te abandonó, tus hijos fueron a vivir a otro país y tus padres se han marchado del mundo terrenal. No estés triste, no te sientas solo, no puedes cambiar lo que pasó. Déjalos ir de tu corazón. Déjalos ser libre. No te pertenecen, nunca lo hicieron.
Has vivido tantos años sin tu pareja antes de conocerla, por que ahora no puedes volver a vivir sin ella.
Nos enseñaron que debíamos vivir siempre acompañados, porque parece que si no hablamos con alguien, nos deprimimos. Pero no es así. Elimina todas esas ideas absurdas que pusiste en tu mente y a las cuales les haces caso. Sufres porque creas cosas no necesarias.
Si te sientes solo, pregunto: ¿No está Dios siempre presente para escucharte? O solo te acuerdas de él cuando necesitas algo, no es un cadete ni el dueño de un supermercado, es el que te creó. Respétalo. Dale la importancia que merece, habla con él, cree en él, tiene mucho que decirte. Pero no aparecerá de forma visible para que recién allí puedas creer en él. Te manda mensajes constantemente y no somos capaces de captarlos. Así nos pasamos la vida sin darnos cuenta todo lo que tiene para decirnos.
No estás solo, además de Dios y todos los santos, tienes un ángel que te acompaña desde que naciste, te asiste día a día y lo hará cuando dejes este mundo terrenal. El siempre está con vos y es al que menos tienes en cuenta.
¿Por qué nos acordamos de lo espiritual recién cuando estamos en problema? Como si fuera su obligación ayudarnos. ¿Y que le damos a cambio? Medita sobre esto.
Si estas solo, tienes una gran oportunidad: poder escuchar tu voz interior, la voz de Dios dándote mensajes de amor y diciéndote que debes hacer para obtener tu felicidad. Veras todo lo que eres capaz de hacer, encuéntrate a ti mismo y disfruta de todo lo que tienes para dar.
Si cambias tu actitud y te vuelves amoroso, pacifico, creativo, valeroso, humilde y llenas tu corazón de fe, aquellos que vayan por el sendero de la felicidad se te acercarán y ya no estarás solo. Si buscas tu sendero y no quieres estar solo, ¿puedo acompañarte?
