Nuestra Candy, la que todos conocemos siempre ha sido una chica
dulce, osada, valiente, traviesa, tierna, noble, independiente, siempre tomando
las decisiones que ella ha creído correcta para su vida pero... hasta que punto
había tomado sus decisiones basada en su propio criterio.
Esa mañana se había despertado
muy temprano, todas estas ideas que pasaban por su mente no la habían dejado dormir, después de mucho
meditar se había dado cuenta que muchas de las decisiones que cambiaron su vida
no habían sido del todo tomadas por ella, si no que habían sido influenciadas o
incluso tomadas sin consultarle a ella, y eso era lo que había pasado con
Albert y Terry, una vez más tomaban decisiones sin consultarle.
Albert bien podía haberle bajado la borrachera a Terry y después
preguntarle a ella si deseaba hablar con él, o
quizá hubiera podido arreglar un encuentro y ella hubiera podido decidir
que hacer. Mientras que Terry, bueno sabía que Albert era si no su único si su
verdadero y mejor amigo, y sabía que al igual que ella, él le había hecho caso
y decidió irse ese mismo día sin luchar por verla, y bueno conociendo como
conocía a Terry bien hubiera podido
tramar algo para tratar de hablar con
ella, pero no lo hizo y eso le había dolido demasiado. Sabía bien que Terry se
sentía demasiado culpable con el accidente y que tal vez la forma en que ella
había dejado New York esa noche no lo había ayudado mucho. Pero aún así no
podía evitar sentirse un poco desencantada, sabía que no lo habían hecho de
mala fe, ninguno la había hecho. Albert la había ayudado mucho y no estaba
realmente enojada con él, siempre le había ayudado y apoyado y sentía que la
debía demasiadas cosas muchas cosas buenas en su vida y no le reprocharía nada
por agradecimiento. Pero aún así ella sabía que debía tomar una decisión, y debería hacerla lo más pronto
posible.
Ya había comentado sobre la
propuesta de Albert con la Hermana María y la Señorita Pony y había tomado la
decisión, ahora solo esperaría a que Albert llegará por ella y cuando llegarán
al lugar dónde almorzarían le diría su decisión o al menos parte de ella.
Después de un rato habían llegado por ella. Durante todo el trayecto la mirada
de Candy no se desvió de la carretera llena aun de hermosos paisajes de verdes
prados, ella pensaba en todo lo que le
hubiera dicho a Terry si se hubiera acercado a ella.
Tal vez un hola como has estado pero pensó que sería
demasiado tonto quizá algo como Terry no esperaba que vinieras, te he
extrañado tanto pero tal vez
sonaría como si no hubiera realizado la
promesa de aquella noche quizá un hola Terry, me gustaría que platicáramos
tranquilos quieres ir a tomar algo si tal vez le hubiera podido decir eso y el
quizá le hubiera dicho algo como ¿cómo has estado Candy? Te
he extrañado o quizá algo
característico de él como hola trazan pecosa dime algo has ido a visitar a
tus parientes al zoológico pero en
lo que en realidad ella hubiera querido hubiera sido que simplemente la hubiera
abrazado y besado y quizá solo quizá en ese momento se hubiera podido convertir en alguien un poco egoísta y
pedirle a Terry que se quedara con ella.
Después de un rato habían llegado aun pequeño lugar muy modesto
ya que faltaba tiempo para la presentación y no podía exhibirse en un lugar
concurrido y lujoso de hecho él vestía como antes de irse del departamento de
Candy y conducía el mismo auto que traía la vez que Candy escapo de Neil,
además esta de sobra decir que a él no le agradaba los lugares lujosos y a ella menos. Saliendo de sus pensamiento
entraron al pequeño restauran y se sentaron en una mesa casi al final del local. Era un lugar
pequeño con una 10 mesas de madera donde servía comida casera, cuando tomaron
su lugar el mesero se acerco y les dio
la carta para que empezaran a ordenar. Mientras pensaban que pedir. el mesero
se retiro y Albert rompió el silencio
que los embargaba desde que habían salido del hogar de Pony:
b
Candy, pasa algo, té noto un poco callada - pregunto Albert
visiblemente preocupado- algo pensativa
b
No, no es nada-dijo mientras
su mirada se desviaba hacia la ventana que daba a la calle-estoy bien es
solo que no pude dormir anoche
b
Sigues pensando en lo que dije ayer ¿cierto?
b
Bueno... -titubeo un poco- sí algo
b
Y que es lo que has pensado acerca de lo que platicamos
ayer-dijo tratando de encontrar la mirada de Candy que aún estaba un perdida en la ventana
b
Pues... he pensado muchas cosas en realidad, pero necesito un poco de tiempo para aclarar lo que siento y pienso para poder tomar una decisión, una decisión correcta esta
vez y serás el primero en saberla.
b
Solo espero que con lo que decidas empieces a ser feliz
b
Te aseguro que será
así-dijo mientras un extraño brillo que nunca había tenido aparecía en sus
ojos-esta vez tomare la decisión correcta y seguiré mi felicidad.
Después de un silencio Albert se decidió a preguntarle Candy si
aceptaría su proposición
b
Y bien Candy-dijo sin más rodeos-que pensaste acerca de mi
propuesta, has tomado una decisión
b
Si... he pensado en esto y la verdad es que-dijo indecisa- bueno
sabes que no me gusta ese ambiente, y lo he platicado con la señorita Pony y la
hermana María, y he decidido que... -Albert tenía una cara de desesperación por
lo cuál decidió continuar-que si me
quedare un tiempo en Lakewood.
b
De verdad
b
Si Albert creo que sería
bueno un cambió además de que no estarás tan solo en esa gran mansión,
pero eso sí no dejare de trabajar y de ir al hogar
b
Por supuesto que no-dijo con una sonrisa sin poder creer que
hubiera aceptado-y que pensaste acerca de tener a Dorothy de dama de compañía, sé que tuvieron una buena amistad mientras estuviste con los
Leegan, y tendrías con quién platicar.
b
Bueno también pensé acerca de eso y creo que sería bueno que
estuviera conmigo además con los Leegan no la pasa bien, siempre la han tratado
mal.
b
Si lo sé, entonces
mañana mismo la trasladare a la mansión para que empiece a trabajar ahí.
b
Y acerca de la persona que me ayude con los modales, bueno creo
que... tal vez, solo necesite un poco de ayuda, pero esto sólo lo haré por ti,
no quiero que digan que la hija del señor Andley es una chica maleducada- dijo
guiñando un ojo y sonriendo traviesamente
b
Muy bien señorita así se hará y cuando quieres cambiarte a
Lakewood
b
En un par de días para que deje arreglado mis cosas y hable con
el casero
b
No te preocupes George se encargara de esto esta bien
b
Esta bien Albert pero quisiera darle las gracias personalmente
b
Esta bien mañana te acompañare junto con George a tu
departamento
En ese momento el mesero se acerco para tomar la orden, pidieron
su almuerzo y siguieron hablando de otras cosas cuando de pronto Candy vio a
alguien conocido y le hizo una seña con la mano para indicarle que ahí estaban:
b
Conque aquí estaban he-dijo la voz a Candy y Albert- los hemos
estado buscando en todos los lugares que George nos dijo hemos recorrido todo
Chicago.
b
Disculpen chicos pensé que irían a ver a los papás de Annie-
dijo Albert parándose he invitando a los chicos a sentarse.
b
Lo que pasa es que mis padres han salido a una reunión con un
cliente de papá y bueno decidimos acompañarlos-dijo la voz de Annie casi en un
susurro
b
Y ¿en donde esta Patty, Annie?-pregunto Candy viendo que su
amiga no estaba con ellos- ¿no ha querido venir?
b
Si en un momento viene fue a la tienda de libros que está
enfrente, dijo que iba a buscar algo para entretenerse
b
Esta bien, la esperaremos, quieren almorzar con
nosotros-pregunto Albert
b
Si Tío en un momento pediremos algo, solo esperaremos a Patty.
b
Archie, no me llames Tío me haces sentir anciano solo llámame
Albert, esta bien-dijo con una sonrisa para darle confianza, él se había
enterado unas horas antes de la fiesta que él era su Tío el Tío Abuelo del que
todos hablaban
b
Lo siento Tío... es decir Albert pero aún no puedo creer que tu
seas la cabeza de la familia.
b
Si ni yo tampoco-dijo en tono de broma-pero espero que ahora que
sabes que somos familia podamos conocernos más, y bueno como primera noticia debo
decirte que Candy se mudara a Lakewood por un tiempo.
b
De verdad Candy-dijo mientras un misterioso brillo en los ojos
aparecía por un segundo
b
Si así es Albert me lo pidió y he aceptado, pero solo será por
un tiempo
b
Me alegro por ti Candy-dijo Annie sin pasar desapercibido el
brillo en los ojos de su novio- y cuando te mudaras
b
En un par de días, solo arreglare algunas cosas
b
Para que Candy-dijo una suave voz femenina- adonde iras esta vez
b
Patty, no vi a que hora llegaste-dijo un poco sorprendida-les
comentaba que me mudare a Lakewood una temporada
b
De verdad, que bueno te hace falta un cambió- dijo la voz de
Patty sentándose junto a Candy
b
Si lo sé, y aunque sé que lo más probable es que tenga que ir a
reuniones sociales siendo “hija” de Albert, al menos espero poder encontrar
familias para los niños del hogar
b
Veras que sí-dijo Patty con una media sonrisa-siempre haces lo
que te propones
b
Y dime Patty-pregunto Albert-que harás ahora, regresaras a
Florida con tu padres
b
No, no quisiera regresar, mi madre insiste en llevarme a bailes
y en conocer a “prospectos” ya sabes, dice que debo empezar a olvidar-un nudo
se le hizo en la garganta-pero creo que aún es pronto para eso, él sigue
aquí-dijo señalando su corazón y un silencio reino en la mesa
b
Todo a su tiempo-dijo Albert rompiendo en silencio- no te pueden
presionar hacer algo que no quieres-le decía a Patty mientras el mesero les
traía la comida y Archie pedía el
almuerzo para Annie, Patty y para él.
b
Eso díselo a mis padres que no lo entiendes, ellos creen que saben
lo que siento cuando no han estado conmigo en un lago tiempo-decía esto ya sin
aguantar las emociones-la verdad ahora
no me siento para estar de fiesta.
b
A mi hermano... le gustaría que encontraras la felicidad
Patty-dijo Archie con la voz entre cortada y sintiendo la mano de Annie con la
suya- lo mereces
b
Gracias Archie pero por lo pronto permaneceré así-dijo Patty con
los ojos cristalinos
b
Vamos chicos a Stear no le gustaría que se pusieran así, vamos
sonrían – dijo Candy tratando de aminorar la tensión
b
Es verdad además ahora estamos juntos y tenemos que disfrutar estos momentos no les parece-dijo Annie y
todos asintieron y empezaron a platicar de otros temas.
Después de haber comido y pagado
la cuenta y de un paseo por el parque se dirigieron hacia el departamento de Candy que quedaba cerca
de ahí. Mientras Albert y Archie estaban en la cocina preparando un poco de
Té y hablando acerca de la familia y
los negocios, las chicas estaban en el cuarto de Candy. Mientras Candy empezaba
a sacar algunas cosas para llevarse a
la mansión, Patty y Annie
platicaban. Patty había decidido quedarse
en Chicago y Annie y Candy le habían sugerido que se quedara en
Lakewood, a pesar de que no quería por todos los recuerdos que le traerían
acepto ante la insistencia de sus amigas además Albert había aceptado que se
quedara, él quería tener gente de confianza cerca de él que mejor que amigos.
Mientras Albert y Archie habían salido a comprar algo para
acompañar el té, Annie y Patty platicaban y hacían planes, Candy seguía sacando
sus cosas. Eran tantos recuerdos para ella, de repente en un rincón vio un par
de cosas que llamaron su atención ya que eran importantes para ella, el primero
un baúl donde guardaba algunos de sus tesoros como el broche con el escudo de
los Andley el cual pertenecía al “Príncipe de la Colina”, una moneda recuerdo
de su aventura con Anthony y junto con esto un paquete de cartas envueltas en
un listón color rojo las cuales provenían de New York, y junto al pequeño cofre
un libro café con los recortes de periódicos de la carrera de Terry el cual se
lo había regalado los niños del hogar. Al ver esto no pudo evitar que se le
cristalizaron los ojos, pero recordando que sus amigas aún estaban ahí, solo
atino a respirar hondo, limpiar la lagrima que corría por su mejilla y esconder
estos tesoros entre las que llevaría a la mansión ya que le ayudarían a
realizar lo que había decidido. Y así paso el día, los chicos regresaron y después de tomar el té y platicar un rato se
retiraron para que Candy descansara y así mientras Albert llevaba a Patty al
hotel, Archie hacia lo propio y dejaba a Annie e su casa.
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Esa misma mañana nublada en New York Terry hizo sus maletas y se
dirigió a casa de su madre, metió la
maleta en el auto de color rojo en su maleta cargaba un poco de ropa, el
libreto de la obra “Macbeth” donde
tenía el papel de Malcom, el libro de piel negro y un pequeño baúl de madera en
donde tenía las cartas que Candy le mando desde Chicago cuando la vida era maravillosa para ambos. Él le
había mandado esa misma tarde en que Susana se fue una carta a su madre
pidiéndole que le aceptara en su casa y ella estaba gustosa de que su hijo
quisiera pasar tiempo con ella y ese
día en la noche Terry recibió la carta de su madre dando la aprobación para su
petición Subió él equipaje que restaba
a al auto y mientras conducía por todo New York empezó a recodar el sueño que
había tenido. Un chico que bien hubiera podido ser Albert a los 14 años, había
aparecido en sus sueños y solo le había dicho unas cuantas palabras que se habían quedado grabadas en su mente “
no es el momento de darte por vencido,
las dulces Candy pronto florecerán y un nuevo amanecer vendrá a ti,
pronto tu felicidad será una realidad solo no te des por vencido” esas habían sido las únicas palabras que le
había dicho pero por alguna extraña razón eso le había bastado para darle
seguridad y confianza, y para que la pesada carga que llevaba en hombros
disminuyera, y pensando en esto entro a
la zona residencial donde su madre vivía.
b
Señora- dijo la voz de una anciana mujer- su hijo vendrá él día
de hoy, no es así
b
Si así es Marian- dijo
la actriz en un tono alegre- se quedara una semana mientras la obra se pone de
nuevo en escena ya que serán las últimas representaciones después visitaran algunas ciudades. Ya está lista la
recamara de mi hijo
b
Sí señora- respondió el ama de llaves quien nunca había visto
a la señora tan alegre
b
Todo debe estar perfecto, sé que esto no compensa los años de
ausencia, pero al menos quisiera estar un poco de tiempo junto a él, sobre todo
ahora qué más me necesita.
b
¿Qué le pasa a su hijo señora? Acaso está enfermo
b
Si está enfermo-dijo con un suspiro- de soledad, de tristeza, de
amor por no poder tener a la mujer que ama a su lado, al menos
estando en casa no intentara hacer una locura y se sentirá acompañado
b
Señora no es indiscreción pero ¿por qué su hijo no puede estar
con aquélla mujer? Acaso ella no lo ama
b
No Marian no es eso- dijo con un dejo de tristeza- ella es una
mujer buena y sé que aún lo ama, lo sé, solo que... a veces la vida pone
pruebas muy duras y a ellos les a tocado la peor, no pueden estar juntos,
además él esta ahora comprometido con alguien a quien no ama pero espero que en
un futuro sea diferente.
b
Señora ¿Cómo puede estar segura que esa mujer ama aún a su hijo?
b
Por que ella a sido la única persona que logró abrir el corazón
de mi hijo, que había estado cerrado por mucho tiempo por culpa de Richard y
mía- en ese momento se oyó que alguien
tocaba a la puerta- debe ser él abre por favor
b
Claro señora en seguida- y salió de la sala y se dirigió hacia
la puerta, cuando la abrió se encontró
con un joven de alrededor de unos
19 años, alto, con el cabello ondulado hasta los hombros, y una mirada
azul tornasol muy profunda - Que bueno que ha llegado joven su madre lo espera
b
Gracias Marian- contesto Terry- en donde se encuentra mi madre
b
En el estudio joven-dijo haciendo pasar a Terry a la casa- deme
su maleta yola llevare a su cuarto
b
En seguida iré a verla, gracias- y Terry se dirigió hacia la
sala
La casa de Eleanor Baker estaba situada a una hora
de New York en un suburbio donde la naturaleza aún sé hacia presente.
Era una casa estilo victoriano, la cual la actriz había comprado unos años antes de que Terry llegara a América, era
una enorme mansión blanca con pilares en la entrada, en el estudio tenía enmarcados todos los recortes de
periódicos que hablaban de Terry y todas sus actuaciones, los sillones eran de
un color beige que hacían juego con las paredes pintadas del mismo tono con un
ligero fondo de flores, tenía encima de la chimenea cubierta de mármol varios
premios y reconocimientos varios jarrones con flores, y una pintura de ella
arriba de la chimenea. Terry camino hacia la sala hundido en sus pensamientos
cuando de repente una voz dulce lo hizo reaccionar.
b
Terry hijo que bueno que has llegado ¿cómo estas?-dijo un poco
preocupada, de lo cuál Terry se dio cuenta
b
Bien estoy mejor Mamá-dijo mostrando una leve sonrisa y
sentándose al lado de su madre después de que esta lo recibió con un abrazo
b
Bien ahora ¿Quieres decirme que fue lo que pasó? ¿Qué haces aquí
y por que Susana no esta contigo?-y se dio cuenta que sus palabras habían
afectado de cierta manera a Terry y se apresuro a añadir- No es que no me
agrade tu presencia aquí, sabes que es el mejor regalo que me podrían haber
dado-dijo dulcemente-pero es raro que Susana no te haya detenido o este aquí
con su madre diciéndote que deberás casarte con ella pronto.
b
Mamá Susana sé fue-dijo
levantándose y mirando por la ventana hacia el jardín- ha decidido irse
de New York
b
¿Qué? Así de pronto y que paso con el compromiso-dijo
sorprendida-no ya lo había anunciado a los periódicos y tenía ya casi todo
listo
b
Eso parecía, el anuncio del periódico fue gracias a su madre
pero... no lo sé me dijo que se iba que se había dado cuenta que nunca la
amaría y que no sería justo casarnos por que seríamos infelices, también hablo
de que se iría al sur con su familia-dijo mientras se volteaba a ver s su
madre- pero sabes vi algo en sus ojos que nunca vi en todo este tiempo, se veía
triste cuando me dijo que nunca la llegaría a amar pero después se iluminaron
cuando empezó hablar de su futuro de lo que iba hacer, quizá a encontrado el
valor que le hacia falta, y se dio cuenta de que no puedo amar a alguien más.
b
Terry eso quiere decir que... puedes regresar a buscarla no es
así, puedes regresar a su lado
b
Si así es pero no lo haré
b
Que quieres decir no la buscaras, dejaras ir tu felicidad una
vez más-dijo Eleanor, sin entender lo que su hijo había querido decir
b
No madre no he querido decir eso, es simplemente que no puedo
llegar así como así y decirle, hola Candy te acuerdas de mí, si soy yo Terry
aquel que te dejo ir por una cuestión de honor en vez de seguir a su corazón
¿cómo has estado?-dijo en tono sarcástico- por favor mamá no podría hacerle eso debo primero
investigar algunas cosas para poder buscarla.
b
Eso quiere decir que aún la amas no es así, vas a luchar
por ella
b
Si la amo y voy a luchar por ella, pero debo saber sus planes no
puedo tampoco llegar a desordenar su
vida así, pero primero debo saber si no tiene algún compromiso y si aún siente
o al menos se acuerda de mi y eso me lo dirá alguien muy cercano a ella y
después empezare a poner en marcha lo que tengo planeado
b
Me alegro tanto hijo espero que esta vez seas feliz ya es hora
de que lo seas.
Después de esta platica Marian llegó a visar que el almuerzo
estaba listo y pasaron al comedor después Terry se retiro a su habitación diciendo que se sentía cansado. Pero aún así no podía dejar de pensar en
ella así que le escribió una carta a Albert. El sabía que la oportunidad
estaría el día de la presentación de Albert pero... cual podría ser la reacción
de ella al verlo...
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Creo que han comenzado a reaccionar no lo crees-dijo un chico de
lentes que estaba en el portal
Si eso parece... aunque sabes creo que viene una increíble
tormenta, ahora se decidirá el destino de ellos-respondió el rubio que venía
caminando junto a él
Lo sé pero sabes confío en que sabrán salir de ella, son fuertes
lo lograran lo sé- dijo poniéndole una mano en el hombro de su primo y él asintió con la cabeza.
Y mientras caminaban por el jardín de las rosas iban
desapareciendo prometiendo cuidar a las personas que en vida los hicieron
felices.