Capítulo 3 El  Principio del Fin/ Sentimientos Encontrados

 

Coincidir

Soy vecino de este mundo por un rato

Y hoy coincide que también tú estas aquí

Coincidencias tan extrañas de la vida

Tantos siglos, tantos mundos,

Tanto espacio Y coincidir

Si navego con la mente los espacios

O si quiero a mis ancestros retornar

Agobiado me detengo y no imagino

Tantos siglos, tantos mundos,

Tanto espacio Y coincidir

Si en la noche me entretengo en las estrellas

Y capturo la que empieza a florecer

La sostengo entre las manos... más que al alma

Tantos siglos, tantos mundos,

Tanto espacio Y coincidir

Si la vida se sostiene por instantes

Y un instante es el momento de existir

Si tu vida es otro instante... no comprendo

Tantos siglos, tantos mundos,

Tanto espacio Y coincidir.

SANTIAGO

 

Había pasado casi dos semanas desde que Candy se mudo a Lakewood, Albert como lo había prometido dio ordenes de dejar su departamento intacto tal y como ella lo tenía, solo se llevo un poco de ropa y sus pertenencias más valiosas. Patty se mudo un par de días después de Candy, sus padres estuvieron de acuerdo en que se quedara en la  mansión de los Andley ya que era una de las más poderosas familias de E.U.A  y Europa y el hecho de que  a su hija se le relacionara con ellos significaba un estatus social más alto para los O´brien.

 

Por otro lado Annie había notado un cambio en el comportamiento de Archie, ella se había dado cuenta y sabía él por que de ello, pero a pesar de eso ella no le había reclamado nada, quizá le daba miedo que le dejara si le pedía alguna explicación. Durante el tiempo que Candy llevaba viviendo  en Lakewood  ella estuvo acompañándola al igual que a  Patty. Había días en los cuales mientras esperaban a Candy, ella y Patty se ponían a platicar de todos los temas que se les ocurría hasta que llegaba Candy del trabajo y salían a caminar por  los jardines de la mansión.

En cuanto a Albert estaba muy contento de que la casa estuviera llena de gente, sobre todo querida para él, pero entre la felicidad que lo rodeaba sentía la carga que caía en sus hombros, una responsabilidad que había heredado y que tenía que cumplir. Pero el saber que sus amigos y su pequeña lo apoyaban  hacía la carga menos pesada, eso y él haber empezado una hermosa amistad con cierta chica de cabello café y ojos miel, que ahora vivía en su casa. Durante esos días  se  la encontraba en la biblioteca y se ponía a platicar con ella. Descubrió que era una chica inteligente, que amaba a la naturaleza y en la cual encontró dentro de su timidez  un espíritu libre,  eso le había empezado a llamar la atención, además le gustaba su compañía. Patty sentía lo mismo y se había empezado a asustar por lo que empezaba a sentir, para ella había sido duro el vivir en aquella mansión ya que parecía estar impregnada de la esencia de Stear, y trataba de seguir adelante, pero ahora que empezaba a sentir o creía sentir algo  por la cabeza de los Andley se sentía muy confundida.

 

Y  Archie, en verdad tenía un brillo diferente en los ojos, el que Candy se hubiera ido a vivir a Lakewood le hacía muy feliz, y eso no lo podía evitar. Había decidido entrar a la Universidad para empezar a estudiar la carrera de administración y abogacía, y estaba emocionado al saber que él “Tio Abuelo” o Albert lo apoyaba, ya que estaría tomando decisiones acerca de las empresas. Además de eso, él había empezado a poner orden en sus sentimientos y aunque  no estaba seguro de lo que sentía se había propuesto averiguarlo. No sabía del todo que pasaría al final de este proceso ni la reacción de las personas involucradas, pero pensó que no era bueno seguir engañándose.

 

La Sra.  Sally Steinberg  era una viuda de 50 años, la cual después de que murió su marido  decidió instruir a señoritas que serían presentadas en la alta sociedad, era una mujer muy amable y buena, por suerte para Candy sus clases no eran tan aburridas, sus platicas con ella  eran interesantes y las clases muchas veces eran cuando menos se daba cuenta, cualquier momento servía para enseñarle algo. De cierta forma  ella se había convertido en su chaperona, regularmente Patty les acompañaba, en otras ocasiones desidia tocar el violín en uno de los cuartos de la gran mansión.

Candy en poco tiempo había avanzado en sus clases y se mantenía constantemente ocupada. Seguía trabajando al menos medio tiempo, gracias a Albert quien le ayudo a regresar al hospital Santa Juana, esto era mientras él y el doctor Martín empezaban el proyecto de la nueva clínica, la cual ayudaría a le gente sin recursos, en otras palabras no les cobraría ni un solo dólar, así como  a la gente rica les cobraría lo justo. Gracias a esto ella se mantenía ocupada y dejaba de pensar por momentos en “él”, pero pronto llegaría el día de enfrentarlo, lo que no sabía era que por una jugada del destino él llegaría antes de lo esperado.

 

En Lakewood todo andaba de cabeza por esos días ya que en 2 semanas sería la presentación de Albert ante la sociedad  de toda América, la Tía abuela Elroy no tardaría en  llegar de escocia al parecer por lo que había dicho George llegaría  unos 3 o 4 días antes de la presentación para saber como había quedado todo ya que Candy por sugerencia de la Sra. Steinberg, debía de empezar a organizar fiestas y que mejor esta oportunidad para hacerlo,  a ella no le hizo mucha gracia esa elección, pero no tuvo opción la Sra. Steinberg insistió en que debería de organizarla  y ella solo pudo aceptar.

 

Los Leegan habían estado en  California ya que el padre de Eliza y Neil tenía que arreglar unos negocios y se llevo a su familia a pesar de los reclamos de sus hijos, pero regresarían para la presentación. Eliza ya no podía esperar  a que ese día llegara ya que había tomado la decisión de decirle a Tio Abuelo la clase de huérfana que había adoptado, en cuanto a Neil había decidido insistir una vez más en casarse con ella alegando que toda la fortuna quedaría en familia y no se arriesgarían los negocios. Además tenían muchos planes más para desacreditar a Candy enfrente del Tio abuelo, si se hubieran imaginado lo que les esperaba hubieran preferido quedarse en California. Dado  que sus reputaciones no andaban muy bien, Albert empezó a investigarlos y seguía todos y cada uno de los movimientos que hacían, pues sospechaba que andaban en cosas un poco turbias, ya que a pesar de tener “muy buenos modales” en menos de 1 mes habían roto toda norma de moral existente. Mucho se comentaba de la adicción de Neil al juego y la bebida, y bueno de Eliza ya se había empezado a rumorar que le refinada “señorita” Leegan había empezado a tener ciertas relaciones no muy buenas para su reputación.

 

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En la mansión Lakewood Annie y Patty esperaban a que Candy regresara de trabajar, mientras tanto en la sala de té de la mansión la platica que sostenían empezó a tomar un giro inesperado para la chica de lentes:

 

b          Y bien  Patty, dime como te has sentido en estos días-dijo Annie dejando su taza de té encima de la mesa

b          Me he sentido mejor- respondió dando un pequeño sorba a su té- creo que él haber venido aquí me ha hecho mucho bien

b          Y como va tu amistad con Albert-dijo dándole a Patty una mirada acusadora- me han comentado que desde que llegaste platicas mucho con él y se les ve bastante juntos-con esto ultimo Patty puso una cara de sorpresa y por poco se ahoga con el té

b          No... no sé a que te refieres-dijo un poco nerviosa- solo platicamos

b          Vamos, no tiene nada de malo aceptar que te agrada su compañía- y volvió a mirarla de la misma manera-¿o hay algo más?

b          No... por supuesto que no-respondió poniéndose totalmente roja

b          Entonces por que estas tan roja- empezó a decir Annie con una pequeña risita

b          ¿Qué pasa chicas, por qué estas tan roja Patty?-pregunto la rubia  que acababa de llegar

b          Solo le preguntaba como iba su amistad con Albert eso es todo-respondió Annie y miro a Candy  con complicidad-¿Quieres un poco de té Candy? 

b          Si, gracias-respondió sentándose junto a Annie y se volteo a ver a Patty- pero Patty no debes sentirte apenada por eso, si solo son amigos ¿o no?

b          Bueno... yo... - de  repente entra la salvación de Patty

b          Buenas tardes hermosas damas-se acerca a cada una de ellas y las saluda muy caballerosamente-Annie que alegría verte, que haces por aquí-dijo cuando llegó a Annie y le dio un suave  beso en la mano.

b          He venido a visitar a las chicas como lo hago desde hace unas semanas-“pareciera que le molesta mi presencia aquí, o solo serán imaginaciones mías” pensaba Annie al oír la pregunta de su novio, así que para no seguirse martirizando y sentirse peor decidió cambiar el tema-Dime ¿de donde vienes?.

b          De la Universidad-respondió viéndola de reojo- hoy no tuve que ir a la oficina.- y en un momento se volvió a ver a Candy- ¿aún no ha llegado Albert?

b          No, no lo he visto yo acabó de llegar del trabajo

b          Debes venir exhausta ¿no es así?- lo dijo con un tono de preocupación en su voz  y tomando su mano, lo cual hizo que Annie se enfureciera, lo cual no paso desapercibido por las otras dos chicas, por lo que Candy solo atino a reaccionar de manera cortante y rápida.

b          Si lo estoy, ahora si me disculpan me voy a mi habitación- respondió quitando su mano de la de Archie, levantándose y volteándose a ver a  Patty- me acompañas quiero mostrarte algo.

b          Si claro vamos

b          Con permiso -se disculparon las dos desapareciendo tras la puerta

b          Bueno yo me retiro creo que estas cansado y debo ir a ver a mi madre- dijo mientras se levantaba y le daba la espalda para que no viera que las lagrimas asomaban en sus ojos

b          Estas segura, te puedes quedar  a cenar si quieres-le dijo tratando de abrazarla por la espalda

b          No gracias, debo ir a casa- dijo fríamente quitándose para evitar el abrazo- ahora si me disculpas me iré a despedir de las chicas-terminó saliendo de la habitación dejando a un Archie  totalmente sorprendido y comprendiendo lo que había pasado.

 

Sumida en una enorme tristeza se dirigió al cuarto de Candy en donde junto con Dorothy y Patty estaban escogiendo los vestidos que llevarían el día de la fiesta de Albert y los planes que tendría para su cumpleaños la próxima semana. Dorothy siempre estaba acompañando a Candy y estaba al pendiente de ella todo el tiempo, cuando se convirtió en su doncella Candy no perdió la oportunidad de ayudarla en todo lo que podía con sus hermanos su educación y hasta la lleno de hermosos vestidos ya que siempre la acompañaba a todos lados y quería que luciera de lo mejor. Pero además ella era la única que sabía lo que le pasaba a Candy cada noche desde hace una semana, siempre despertaba sudando, llorando, asustada y casi no dormía,  pero más que todo esto se sentía triste y siempre despertaba gritando un nombre, el cuál aún que no estaba segura sabía que era aquel actor que vivía  en New York  y el cuál había conocido en el colegio. Ella le pidió que no dijera nada alegando que se le pasaría pronto, y así lo hizo, por eso la cuidaba y procuraba estar con ella.

Se escuchaban voces dentro del cuarto de Candy no se decidía a tocar  pero tomo valor y toco a la puerta.

 

b          Permiso chicas, hola Dorothy-solo asintió con la cabeza en señal de saludo-vine a despedirme

b          Que no-té quedas a cenar- pregunto Candy sabiendo la  razón por la cuál se marchaba

b          No me siento un poco  mal y quiero descansar

b          Annie yo no quise... -dijo preocupada de que ella pensara que era su culpa

b          Tranquila Candy sé que no es tu culpa, yo no puedo obligarlo a quererme y lo sabes

b          Annie estoy segura que el te ama-respondió Patty acercándose a las chicas.

b          No tiene caso que me siga mintiendo se que está conmigo por que se le pediste Candy- respondió ante la cara de sorpresa de las dos-y bueno por eso había decidido irme un tiempo de viaje para pensar que quiero hacer.

b          Y cuando piensas irte

b          Después de la presentación de Albert-dijo con unas cuantas lagrimas en el rostro-las voy a extrañar mucho chicas

b          Nosotras también – y se abrazaron y lloraron fuertemente.

 

Después de esto Annie se retiro a su casa, durante todo el trayecto lloro incansablemente, para que al llegar a su casa no le preguntaran que le pasaba y no dar  explicaciones. Sabía que el viaje iba a ser l0 mejor que podía hacer, por supuesto Archie no sabría nada de esto hasta que ella estuviera lejos.

Después de la cena, ya en su recamara Candy medito en todo lo que estaba pasando. Por una parte Annie había decidido irse lejos para no pensar mas en Archie, él a su vez parecía interesado en ella aunque nunca trato nada en realidad. Patty  por su lado se negaba a abrir su corazón a Albert y este a la vez trataba de ocultar  el cansancio que tenia, ya que a pesar de que tenía poco tiempo asumiendo el puesto en la compañía, el tiempo que paso después de que tuvo el accidente y de que perdió la memoria, muchos negocios se acumularon y había demasiado trabajo, no era como antes que  a pesar que el trabajo era duro no lo había resentido tanto. Necesitaba hacer algo para ayudarlos, pero después que pensó que para hacerlo tenía primero que arreglar sus propios asuntos, pero había algo más que la inquietaba unos días atrás soñó a Anthony y a Stear diciéndole que todo tomaría su lugar que le diera tiempo al tiempo, que se preocupara solo  por una vez en ella, que siguiera a su corazón, no sabía que pensar al respecto pero decidió seguir los consejos de sus amados primos.

 

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Mientras tanto Archie en su habitación repasaba los hechos una y otra vez, y se dio cuenta del error que cometió, estaba preocupado por Candy, ya que Dorothy le comentó que no había estado durmiendo bien y que se veía cansada, que ella lo trataba de ocultar pero que estaba aún triste, y a él le preocupaba ya que además con el trabajo y la fiesta no descansaba, en ella veía un vínculo con sus hermanos con Anthony y Stear, junto a ella recordaba cada momento vivido con ellos, y le preocupaba que algo le pasara. Pero al parecer sus sentimientos  confundieron a  más de dos y malinterpretaron todo tenía que arreglar esto de una vez si no perdería mucho y eso lo sabía. Se levanto de su cama a ver la luna por la ventana.

 

b          Ojalá estuvieran aquí para hacerme compañía, necesito tanto de su apoyo, y a pesar que ya a pasado el tiempo los extraño demasiado- y con los ojos cristalinos se metió a la cama.

 

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Y mientras tanto  Terry se estaba preparando para su presentación en  Atlanta, aun le faltaba San Luis y Detroit en donde daría solo una actuación casi sin estar  totalmente preparado por falta de tiempo en el itinerario, pero a pesar de eso él seguía bastante nervioso ya que por coincidencias del destino la última ciudad a la que irían y con la que cerrarían sería Chicago y coincidía con que la fiesta de Albert sería unos días después del cierre de la obra. Le había pedido a su madre que lo acompañara ese día ya que no podía evitar sentirse nervioso y si Candy lo rechazaba quería tener un apoyo para no volver a caer en el alcohol ya que por eso casi pierde su carrera.

Durante cada una de sus presentaciones desde hace una semana, sé había entregado en cuerpo y alma más que de costumbre. El solo saber que pronto la vería lo hacía sentirse más animado, sus ojos habían recobrado el brillo perdido y a cada frase que decía le imprimía una pasión sin igual. Robert Hattaway sabía que no había sido un error al volverlo a recibir, no sabía en sí la razón del nuevo comportamiento de Terrance pero no le importaba mientras siguiera trabajando como la había hecho hasta entonces.

 

Solo Terry sabía la razón de su felicidad, o al menos parte de ella. Hace una semana había recibido una carta de Albert con la repuesta que tanto había ansiado:

 

24 de abril de 1915

 

Mi querido amigo:

 

                      No sabes el gusto que me da el recibir una carta tuya, pensé que el gran actor Terry Grandchester no tendría tiempo para los amigos. Ya sabes que te considero mi mejor amigo, por que me brindaste tu amistad sin importarte  mí posición social, ya sé que no te importa mucho esto y por eso eres de las pocas personas en las que confío.

                      Sabes, sé que piensas que Candy esta apunto de casarse o más bien está comprometida, pero en realidad solo fue un truco sucio de Eliza y su hermano para engatusarla pero me puede enterar a tiempo y cancele esa atrocidad. Sabes bien que nunca haría nada que ella no quisiera hacer y menos imponérselo, así que no debes preocuparte por eso ¿esta bien?. Y en cuanto a lo otro creo que es mejor que tu mismo lo compruebes, yo no te puedo decir con exactitud que es lo que pasa  por su mente y su corazón, pero estoy seguro que aún siente algo por ti.

                       Y cambiando de tema, espero poder verte el día de la presentación necesitare ver caras conocidas para no sentirme tan fuera de lugar, sabes que no me gustan este tipo de fiestas al igual que a ti, creo que por eso somos amigos ¿no lo crees?, y sabes que hago esto por herencia y no por que sea realmente algo que quiero. Así que los espero, a ti a tu madre con todas las ansias del mundo, quien diría que ella es la gran  actriz Eleanor Backer, cuando me lo escribiste tu ultima carta  me fui de espaldas y me dieron muchas ganas de conocerla.

 

                          Esperando que el éxito en tu gira continúe  y confiando en que nos veremos en unas semanas se despide de ti

 

                                        Tu amigo

                                                        Albert

En realidad la carta no le decía mucho, ni lo que quería pero tenía la confianza de que llegado el momento todo se resolvería para bien o para mal. Pero a pesar de esto por las noches no podía conciliar bien el sueño, entre los sueños son el chico rubio y  el pensar como estaría ahora Candy, era imposible dormir. En todo esto solo había una sola verdad la amaba y hubiera sido un error  dejar a un lado sus sentimientos y casarse con Susana.

 

Lo único que le tranquilizaba era el teatro, todo lo que sentía lo podía reflejar en su actuación, a veces la tristeza regresaba pero siempre se repetía “El show debe continuar, debe parecer que todo esta bien, el show debe continuar”.

          

The Show Must Go On
Written by Queen
Empty spaces - what are we living for
Abandoned places - I guess we know the score
On and on, does anybody know what we are looking for...
Another hero, another mindless crime
Behind the curtain, in the pantomime
Hold the line, does anybody want to take it anymore
The show must go on
The show must go on, yeah
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on
Whatever happens, I'll leave it all to chance
Another heartache, another failed romance
On and on, does anybody know what we are living for ?
 Round the corner now
Outside the dawn is breaking
But inside in the dark I'm aching to be free
The show must go on
The show must go on, yeah yeah
Ooh, inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on
 My soul is painted like the wings of butterflies
Fairytales of yesterday will grow but never die
I can fly - my friends
The show must go on (go on, go on, go on) yeah yeah
The show must go on (go on, go on, go on)
I'll face it with a grin
I'm never giving in
On - with the show


Faltaba poco para volver a verla pero de pronto una idea le cruzo en la mente, había un evento antes de la fiesta de Albert, esté alguna vez le comento sobre el día en que Anthony le regalo la Dulce Candy.

 

b          ¡¡¡SU CUMPLEAÑOS!!!- grito recordando que sería la próxima semana- Rayos sabía que se me olvidaba algo, debo mandarle algo, para que sepa que aún la recuerdo.

 

Y un poco nervioso por no saber que regalarle prefirió mañana salir con su madre a escoger algo que pudiera mandar, después e todo que mejor que una mujer para darle un regalo a otra mujer. Aunque ya no podía esperar para verla, sería capaz de tomar  un tren ahora mismo para estar con ella y darle una sorpresa.

 

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Un par de días después del incidente de Archie y Annie, Candy salía del hospital como todas las tardes, se dirigía a dos cuadras del hospital donde el chofer que Albert le había puesto a su servicio. Había mucho trabajo ese día y había salido un poco más tarde, estaba más exhausta de lo acostumbrado entre el trabajo y lo poco que había podido dormir ese día  solo quería llegar a su casa. Aún se seguía preguntando si podría buscarlo, o si pudiese vivir sin él y dejarlo como un recuerdo, una parte de ella  le decía “ Ve por él, fue un error dejarlo ese día”  mientras otra parte le decía “ Hiciste lo correcto, ella lo necesitaba, le debes su vida y el que este vivo lo recompensa todo, aunque no este junto a mí”. Aún sumergida en sus pensamientos no se dio cuenta de que alguien la seguía, una mirada azul la espiaba  para esperar el momento adecuado para acercarse y hablar con ella. Antes de llegar al carro una voz la saco de sus pensamientos.

 

b          Hola Candy- dijo la voz detrás de ella. Volteo lentamente hasta quedar de frente a la persona que le había llamado

b          Tú ¿qué haces aquí?- pregunto demasiado sorprendida

b          Espero no te moleste necesito hablar contigo

 

No podía creerlo estaba frente a ella, igual que la última vez en aquel hospital.

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