Capitulo 10
* Melodías bestiales.
Como Ninja, Misao Makimachi había
experimentado toda clase de pruebas, era conciente de muchas cosas al ser parte
de los Oniwabanshu, desde secretos del Gobierno Meiji hasta información de
negocios turbios que se infiltraba por sus redes, pero desde que su encuentro
con Yuka sucedió, otras clases de conocimientos habían venido a ella, sobre la
existencia de criaturas sobrenaturales y su magia. Todo le resultaba natural
por alguna razón, el tener a Yuka ayudo a que así le resultase al ver a un león
volador que habla, e incluso le parecía muy simpático, aunque parecía tener su
temperamento, y ni hablar sobre su baja autoestima al encontrarse en su pequeña
forma... Aunque aquella criatura le simpatizaba, era evidente que ella no
encontraba alguna clase de conversación que pudiese mantener la atención en
algún tema a esta criatura, por ello mismo, lo que llevaban de viaje había sido
un trayecto silencioso, oh simplemente quejas de parte del león al tener
ciertos problemas con la compañía del pequeño Yuka quien aun insistía en
intentar meter su lengua por la nariz de este.
Kerberos se alegro tanto en cuanto
habían llegado a territorios en los que nadie solía deambular demasiado, y más
por el clima tan inestable del invierno. No tuvo que escuchar mas de una vez
cuando Misao dijo que ya no había moros en la costa, para salir de aquel bolso
en el que debía permanecer, e incluso optar por la libertad de alcanzar su
forma real.
Misao no lo vio con malos ojos,
ciertamente se sentía mucho más cómoda con una bestia de tal magnitud a su
lado, sin mencionar que de esa forma le era más fácil el tratar de comenzar una
conversación amena.
Misao contaba con una gran
destreza para desplazarse por zonas tan difíciles como aquella que pasaban infestada de blanda nieve, ya que sus cortas
piernas se hundían con facilidad, si tan solo se encontrasen en un zona de
grandes arboledas, ella sería capaz de desplazarse mejor por las ramas secas
que por el suelo como siempre acostumbraba a hacer. Como bestia, Kerberos tenía
mucha mas agilidad para desplazarse en cualquier clase de terreno, volteaba en
ocasiones para verificar el estado de su acompañante, quien había optado por
abrigarse con una gruesa vestimenta en cuanto el frío comenzó a incrementarse,
eso solo significaba una cosa, una tormenta estaba próxima y por lo que han
avanzado él no era capaz de sentir alguna presencia que lo orientase hacia el
shintai que buscaban, sería mejor que avanzaran todo lo que pudieran antes de
que la nevada comenzase, y la mejor manera de cortar tiempo era por los cielos,
por lo que se detuvo para esperar a que la chiquilla le diese alcance.
Kerberos: Vamos, cómo una humana
puede ser tan lenta y torpe para caminar?- dijo sarcástico.
Misao: Óyeme 'peluchito', hago lo
que puedo, el trabajar sobre la nieve no es una de mis mayores virtudes ¬¬- se
defendió.
Kerberos: Creí que los ninjas
sabían manejar la situación no importando el terreno en el que se encuentren.
Misao: Y así es! >.< ...
solo que.... No es algo en lo que me haya destacado como tal ._.
Kerberos: Estamos perdiendo
tiempo, y por si no te has dado cuenta una gran tormenta se aproxima, debemos
acelerar el paso.
Misao: Si claro, para ti es fácil
decirlo.
Kerberos: Argh ya no te quejes y
sube- dijo al acomodarse ofreciendo su lomo para que subiese.
Misao: ¿Qué? O.o
Kerberos: Me escuchaste bien,
sube, yo te llevare.
Misao: Claro, como si montar
leones fuese algo que hiciese todos los días- dijo sarcástica.
Kerberos: Solo sube y sujétate
bien, yo haré el resto.
Misao: Esta bien, por esta vez,
seguiremos lo que dices 'Kero'- añadió al subir arriba de su lomo.
Kerberos: ¿Kero? Por qué me
llamaste así?
Misao: Qué, no te gusta? Vamos, tu
nombre es bastante largo y se me traba la lengua en ocasiones que quiero
llamarte, así que pensé que podríamos acortarlo y 'Kero' me pareció lindo n.n
Kerberos: Lindo? Ese nombre no va
conmigo ><
Misao: Tal vez no vaya con tu
forma bestia, pero le quede perfectamente cuando estas 'pequeño'- nuevamente
hurgando la llaga con el dedo.
Kerberos: Deja de burlarte de mi
quieres? >< No es mi culpa v.v
Misao: ¿Entonces de quien es?
Kerberos: De quien tengo la
desgracia de llamar 'amo' u.u
Misao: Sabia que Clow-sama era
extraño... pero no tanto o.ó... En fin- dijo intentando acomodarse mejor sobre
el lomo de la criatura pero le resultaba difícil y ciertamente incomodo.
Kerberos: Oye cuidado ><-
dijo al resentir ciertos golpes en sus costados por el movimiento de la
jovencita.
Misao: Perdona, es solo que no
puedo acomodarme bien.
Kerberos: Si yo no eh de ir cómodo
¿por qué tu si?- agregó sarcástico al comenzar a moverse, algo que tomo
desprevenida a Misao y en su intento de sujetarse de algo, sus dos manos
sujetaron con fuerza las orejas de la bestia, algo que no le agrado para nada-
No vuelvas a hacer eso!!- bramó.
Misao: Es tu culpa por impaciente
ò.ó No te costaba esperar solo tres segundos más!
Kerberos: Esta bien ya date prisa!
Misao: Deberías ser mas paciente
querido Kero, ya, listo.
Kerberos: Bien, ahora sujétate
bien... pero no de mis orejas ¿esta bien? ¬¬
Misao: Sí si entiendo ¬¬ que
resentido eres...
Kerberos: Y por cierto ¿dónde esta
esa bola de pelos?
Misao: en la valija que tu
despreciaste.
Kerberos: Bien, ahí puede
quedarse- dijo al finalmente comenzar a desplazarse sobre la nieve, al
principio con lentitud pero Misao se daba cuenta como es que sus cuatro patas
comenzaron a agilizar el paso, hasta que sin esperárselo, la criatura desplegó
sus alas cortando el viento a su alrededor y en un instante estas los habían
elevado por los aires.
Misao no pudo evitar adherirse al
lomo de la criatura cuando se percato de lo lejos que se encontraba del suelo.
Kerberos resintió la presión que las piernas de la joven realizo sobre sus
costillas, pero ni hablar, solo debía pensar que así todo terminaría más rápido
sin importar el dolor...
Misao: Ah!! no me dijiste que ibas
a hacer esto!
Kerberos: No hay mejor modo que
cortar el paso que no sea volando! Si lo sabré yo!- comentó al tener que subir
el volumen de su voz ya que el golpeteo del viento impedía una recepción
adecuada del sonido.
Misao: Pero debiste decírmelo...
Ah estamos muy alto.. creo que me estoy mareando.
Kerberos: Ja ja ja no digas
tonterías, te aconsejo que en ves de preocuparte por pequeñeces te des cuenta
de la experiencia por la que pasas, te apuesto que eres de los pocos humanos
que han llegado hasta el cielo sin la necesidad de maquinas!
Misao: ..... Sí... creo que tienes
razón, pero aun así estamos demasiado alto... ¿qué pasaría si cayésemos T-T?
Kerberos: Oh descuida eso jamás me
ha pasado...- guardo silencio por un instante- ARGH! Mi Ala!!- exclamó al
instante en que parecía que se colapsaría hacia abajo, algo por lo que la ninja
por muy disciplinada que se dice ser no puedo evitar el de gritar de terror
cerrando sus ojos, para después solo escuchar las carcajadas provenientes de la
voz grave de la bestia.
Misao: Eres un tramposo! ><-
dijo al darse cuenta que había sido solo una broma de muy mal gusto a su
parecer.
Kerberos: Ja ja ja debiste haberte
escuchado y eso de "No quiero morir sin haber besado a Aoshi-sama" le
dio un toque único- dijo al continuar riendo.
Misao: >///< yo no dije
eso!!!... oh si o///o?
Kerberos: A todo pulmón...
Misao: Se le dices esto a alguien
más te asesinare ò.ó
Kerberos: Deja eso de 'Kero' atrás
y seré una tumba.
Misao: Esta bien... pero insisto
que suena lindo.
Kerberos: Nunca dejaría que nadie
me llamase de esa manera >< Suficiente tengo con tener que soportar que
me vean con mis forma falsa como para aguantar que una niña me ponga nombres
como si fuese su mascota ><° (Jo jo jo ^o^ si lo supieras Kero, si lo
supieras...)
Poco a poco, Misao había optado
por el gusto de aquel 'paseo', el movimiento regular de las alas de aquella
criatura golpeando el aire transmitía un sonido ciertamente relajador, y al
poder mirar aquel bello paisaje blanquecino resultaba una maravilla ya que
podía ver las rocallosas que se encontraban lejanas cubiertas de nieve en su
cima, las veía tan cera pero a la vez se encontraba tan lejos... Ante tal
belleza, la imaginación de la joven ninja no pudo evitar soñar un poco... el de
verse a ella en este mismo momento pero junto a su Aoshi-sama, quien la miraba
como un hombre miraría a una mujer y la sujetase de la cintura mientras le
hablaba dulcemente al oído mientras su cabeza descansaba en su fornido pecho...
La bestia volvió su cabeza un
instante al creer el viaje silencioso puesto a que su acompañante había dejado
de hablar. Sus ojos se tornaron picaros al darse cuenta del rubor que el rostro
de Misao presentaba al estarse abrazando a si misma y manteniendo los ojos
cerrados mientras murmuraba algunas palabras y ligeras risas salían de sus
labios. El fino sentido del oído del animal le permitió alcanzar a escuchar lo
suficiente.
Kerberos: Vaya que ese tal Aoshi
te tiene siempre en las nubes- añadió con sarcasmo, trayendo a Misao de vuelta
a la realidad pero aun sonrojada.
Misao: ¿Qué? o//O ¿de qué hablas?
¿Escuchaste?! ò//ó
Kerberos: Y cómo no hacerlo con
esos suspiros!- añadió en tono burlón.
Misao: ò.ó Eres un... Grrrrr ya
déjame en paz!- dijo al optar por una posición de indiferente, pero el rubor de
sus mejillas aun se encontraba ahí.
Kerberos: Descuida, tu secreto
estará a salvo conmigo... si te comportas bien.
Misao: Chantajista! ò.ó Me tratas
como si fuese una chiquilla! Eres igual que todos ¬¬
Kerberos: Es porque eres una niña,
Makimachi.
Misao: Eres detestable ¬¬ ¿Por qué
escogiste venir conmigo?
Kerberos: Que, acaso preferías ir
con ese tal Aoshi no es cierto?
Misao: Eso no es de tu incumbencia
¬//¬
Kerberos: Ah niña, me agradas,
además preferiría mil veces el haberte escogido a ti en vez de acompañar al
cabeza de pollo y al otro mocoso- explicó.
Misao: Sanosuke es temperamental
pero ¿por qué no te agrada?
Kerberos: Porque es de esos
hombres que parecen temer y despreciar a criaturas como nosotros... Es
demasiado supersticioso y por ello no me hubiese sentido cómodo... Lo siento
por 'Pelea' pero ella es mucho mas paciente que cualquier otra carta, sabrá
manejarlo.
Misao: Entiendo...- la ninja
sintió algo frío caer sobre su cabeza, fue el indicio de que la tormenta estaba
por arribar, por lo que debían descender rápido y tratar de buscar alguna clase
de refugio, pero no parecían encontrarse cerca de nada...
La nieve y el viento comenzaron a
incrementarse, por lo que el guardián decidió descender. En tierra la condición
era un poco más difícil, ya que los ventarrones eran demasiado fuertes y más
para Misao.
Misao: Haz algo oh si no me
congelare >.<- decía temblando de frío sin haberse bajado del lomo de la
bestia.
Kerberos: Me ves cara de calefacción
o qué? ¬¬
Misao: Estoy hablando en serio òó
Kerberos: Si no pienso en algo,
seguramente esta niña se morirá de hipotermia...- pensó al tratar de buscar una
solución y al ver algo en el terreno se le vino una idea.
El guardián se apresuró a aproximarse
a un gran sauce que era el único árbol que se mantenía en pie en todo aquel
terreno baldío y cubierto de nieve. Examino la corteza y tamaño del tronco, el
cual era enorme, no contaba con ya ninguna clase de vida por lo que supuso que
se encontraba hueco, oh por lo menos eso esperaba. Con sus feroces garras se
atrevió a comenzar a dañar la corteza de aquel sauce, logrando destruir la
única gruesa capa de corteza con el que aquel sauce contaba al pronto final de
su posible larga presencia en ese mundo. Kerberos trabajó de una manera rápida
e hizo un orificio lo suficientemente grande como para que Misao pudiese entrar
y él también con un poco de dificultad.
Tuvo suerte, aquel sauce si se
encontraba hueco de entrañas, pero por el orificio que había hecho aun se
colaba parte de la tormenta.
Misao: Fantástico ¬¬ ahora qué?
Kerberos: Humana de poca fe...-
murmuró al colocarse frente al muro y con su enorme ala inexplicablemente fue
capaz de cubrir el paso de la nieve y parte del frío.
Misao: Wow o.o ... no se te
congelara el ala o algo.
Kerberos: No lo creo, confía en
mi.
Misao: ¿Y qué es lo que se supone
haremos ahora?
Kerberos: Esperar a que esto pase.
Misao: Si claro... como tu tienes
un abrigo extra de piel la pasaras muy confortable- dijo al sentarse en un lugar
y tratando de guardar todo el calor
posible dentro de su abrigo.
Kerberos: ¿Crees que soy inmune al
frió? Para nada, que tenga mas resistencia y que no me este quejando a cada
rato no quiere decir que la tenga ¬¬ Pero esta bien, junta esos trozos de
corteza en medio.
Misao: ¿Para qué?
Kerberos: Solo hazlo.
Misao hace lo que él dice, y en
unos momentos juntó varios trozos de corteza en medio de aquel lugar.
Misao: Listo ¿ahora? ¿planeas que
comience a frotar estas cosas para traer fuego o qué?
Kerberos: Eso es bastante
primitivo y humano, hay métodos mas rápidos, déjame a mi- añadió al abrir
ligeramente su hocico y que de este emanara una llamarada de fuego, el cual
supo controlar para que solo quemase los leños y que brindase un agradable
fuego a una adecuada temperatura.
Misao: Cielos o.o
Kerberos: ¿Ya, contenta?
Misao: Vaya... tienes tus
cualidades, me impresionas.
Kerberos: Y eso que no has visto
nada- dijo con el pecho inflado de orgullo.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
En algún lugar de las cercanías de
la enorme capital de Kyoto...
La nieve caía con tranquilidad y
en menor cantidad después de la tormenta que se desató por la región. Aquel
hombre con sombrero oriental continuo su caminata después de haber probado ya
que el filo de su espada era excepcional, y también como es que su capacidad
resultaba como en los viejos tiempos...
Nadie se le había atravesado ya en
el camino, incluso después de haber cometido asesinato múltiple no muy lejos de
ahí... Bien, mejor para quien quisiera ponerse en su camino, viviría más...
Finalmente se detuvo frente a la
puerta de un establecimiento no muy amistoso a simple vista, por lo que ahí
debía ser el lugar...
Aquel establecimiento solía ser un
lugar abierto para cualquier visitante cansado que buscase refugio por una
tormenta oh solo para saciar la sequedad de su garganta con un trago, pero en
la actualidad, solo hombres escrupulosos o peligrosos eran quienes dominaban ya
ese sitio como si se tratase de un punto de reunión en donde solo ellos pudiesen
entrar.
Aquel lugar estaba impregnado de
olores putrefactos, y más aun por la cantidad de humo que escapaban de las
pipas o cigarros de los usuarios, el olor a alcohol también era devastador,
pero tal parece que quienes estén adentro ni lo sentían si quiera. La atmósfera
denotaba un lugar de juegos, alcohol e incluso prostitución, un circulo al que
no cualquiera era invitado a entrar y en el cual nadie podía salir...
Un ventarrón de aire y nieve logró
colarse en aquella encerrada construcción, atrayendo el disgusto y atención de
todos los usuarios del lugar. Todos los ojos se concentraron en la silueta que
se había atrevido a entrar con la tormenta para después haber cerrado la única
entrada / salida del lugar.
Aquel viajero no sintió ninguna
clase de amenaza pese a que no lo miraban amistosamente. Era claro el momento
de tensión que se vivió, pero aquel hombre como si nada comenzó a quitarse la
nieve que se había acumulado sobre sus prendas, cayendo sobre las bebidas y
caras de otros, solo provocando más a los sujetos para después sonreír.
Uno de ellos, quien parecía ser el
más grande y experimentado por sus múltiples cicatrices en sus músculos. Se
adelantó a todos los demás y se coloco frente a frente, aquel hombre de
sombrero era la mitad de estatura de lo que el gigantón era...
- Al parecer no te has dado cuenta
en el lugar en el que te metiste enano- habló con valor.
El hombre no le respondió, tal
pareciese que ni lo notase frente a él ya que se volvía a algunos rincones del
establecimiento, como si buscase a alguien.
- ¿Te comió la lengua el gato
enano? ¿o es solo el terror al darte cuenta de la situación en la que te
encuentras...?
Finalmente aquel hombre de
sombrero inclinó su rostro a la altura de poder mirar a los ojos a aquel
gigante. Sus ojos eran tan fríos y vacíos que causarían escalofríos a
cualquiera que se atreviese a sostenerlos con su mirada... pero aquel hombre
rudo logró ocultarlo, no muy convincentemente pero lo suficiente para no quedar
mal.
Y pese a que aquel hombre parecía
que jamás sus labios se habían abierto para decir palabra, habló casi como en
un susurro- ... Dime, respondes al nombre de Tane Fujifujih o Hiro Geujikyos?-
preguntó sin rodeos.
- Je, el ratón si tiene lengua
después de todo- se burló- ... No, ninguno de esos nombres me pertenece.
- Bien, entonces no eres ya
necesario- murmuró con una sonrisa cínica en sus labios y al instante el sonido
de una cuchilla cortando el aire dejo helados a todos los espectadores cuando
vieron como es que habían degollado a su compañero de juegos.
Las prostitutas fueron las
primeras en gritar aterradas, mientras que la mayoría de los presentes se
levantaron y blandiendo sus armas intentaron dar muerte a aquel sujeto por su
compañero caído.
Si alguien hubiese pasado por las
afueras de aquella construcción, hubiese podido escuchar aquellas terribles
lamentaciones, gritos y últimos alaridos, junto con cortes de aire y carne
blandidos por una espada asesina, sonaba a todo un campo de batalla y sangre
como las que acontecedieron en la era Tokugawa... El haber escuchado esos
espantosos alaridos hubiesen helado la sangre a cualquiera, solo para que
después todo quedase nuevamente en silencio... un aterrador silencio.
En el interior, las paredes e
incluso techo se encontraban manchadas por sangre, los cuerpos caídos
habían roto mesas, el olor de alcohol
fue superado fácilmente por el abundante olor a sangre que se desato, todo se
volvió un escenario aterrador y tétrico. Solo había cadáveres a sus pies, y lo
siguiente que hizo fue tomar un gira de ropas malolientes para limpiar el filo
de su katana. Se volvió hacia una de las esquinas, en donde tres personas
permanecían en una mesa, tranquilos y sin inmutarse al ser espectadores de lo
ocurrido.
El hombre de sombrero comenzó a
caminar hacia ellos con tranquilidad mientras sujetaba su arma sin haberla
envainado, deteniéndose a escasos centímetros.
- ... Imagino que ustedes deben
ser Tane Fujifujih, Hiro Geujikyos y Ochiromoe Jun ... oh me equivoco?-
preguntó al haber guardado su arma finalmente a esas tres personas, dos hombres
jóvenes y una jovencita que jugaba con hilos entre los dedos de sus manos.
- ¿Y si no lo fuéramos?- habló uno
de los jóvenes.
Su respuesta fue más que sencilla,
ya que sujetó la Kodachi que se encontraba clavada en la pared mas cercana, la
cual mantenía el cuerpo de una mujer contra la pared, la cual desprendió y el
cuerpo cayó.
- Uh, Me agrada su rudeza...-
murmuró la jovencita.
- ¿Cómo es que harías para saber
que decimos la verdad?
- Ustedes deben ser lo
suficientemente aptos para ver lo que los demás no, ver más allá de este rostro
y de esta carne...- añadió al privarse de aquel sombrero sobre su cabeza,
permitiéndoles ver por completo el rostro y cabellera de aquel asesino, de cuya
cicatriz de una mejilla brotaba sangre...
Aquellos tres sujetos lo miraron
en silencio por unos instantes.
- Vaya vaya si que esto es
interesante- agregó uno al probar un poco de sake.
- No sé quien te habrá hecho esto
criatura pero es una excelente imagen- añadió la joven.
- Debió haber sido un poderoso hombre
quien logro darle esta clase de vida y forma a un Lethifold...
El asesino envainó su Kodachi al
escuchar lo que creyó suficiente para saber que había encontrado a las personas
que su señor había enviado buscar.
- ¿Por qué nos buscabas
precisamente a nosotros?
- Mi señor Gaho requiere de sus
servicios..- habló el asesino.
- No trabajamos para cualquiera...
- Pero no es cualquier hombre... y
ya se han dado cuenta- insistió el hombre de la cicatriz.
- Es verdad... debe ser uno con
grandes poderes y habilidades... pero ¿para qué desea de nuestros servicios un
señor tan poderoso?- preguntó la mujer.
- Simple... diversión...- murmuró
el asesino al haber tomado asiento en aquella mesa.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Yuka rebotaba con alegría sobre la
cabeza de Misao quien comía algo de los alimentos que llevaba en su mochila al
estar frente a aquel sobrecogedor fuego. Comía con mucho placer, una enorme
bola de arroz con algo de té que empacó como si se encontrase ella sola, pero
después de sentir una atmósfera tensa a su alrededor ocasionada por la nube de
centellas que se había formado sobre la cabeza del guardián al ver la
desfachatez de la humana de comer frente a él y sin tomarse las molestias de
invitarle algo después de lo que ha hecho por ella...
Misao: ¿Qué pasa?- preguntó con
rastros de comida en los labios.
Kerberos: Y todavía tienes la
osadía de preguntar ¬¬
Misao: .... ah ¿quieres?
Kerberos: Los sonidos de mi
estomago te dicen algo? ><
Misao: Oh lo siento hehehe debiste
decírmelo.
Kerberos: pensé que serias
caritativa y me ofrecerías ><
Misao: ya, ya, lo siento, en
seguida te daré algo.
El sonido de la tormenta había
disminuido notablemente, por lo que el guardián optó por apartar su ala del
orificio y darse cuenta que solo una ligera nevada era lo que quedaba de aquel
tormentoso clima...
Misao: Que bien, ya termino,
podemos seguir- añadió después de haberle acercado un par de bolas de arroz a
la bestia y un poco de té en un recipiente.
Kerberos: después de que termine-
sus grandes fauces tomaron con rapidez una de las esferas para masticarla
cuidando de saborearla lo mas que pudiese.
Misao: Como supongo terminaras
rápido, creo que es mejor que vayamos pensando en apagar esto- dijo al instante
en que con un leño seco removiese los leños ardiendo del fuego, lo que provocó
que varios rastros de cenizas se alzaran, y lo siguió haciendo un par de veces
más... Misao no lo sabía, pero esas cenizas ardiendo lograrían molestar a los
originales usuarios de aquel tronco de sauce sin vida...
El fino sentido de oído del
guardián logro percibir como es que comenzaron a escucharse ligeros zumbidos
por el lugar... como si se tratase de los sonidos que realiza alguna mosca al
mover sus alas con suma velocidad. Al principio no le tomo demasiada importancia,
pero cuando comenzó a sonar como si se tratase de un enjambre de abejas,
comenzó a preocuparse.
Misao: ¿Qué demonios es eso?- se
preguntó al percatarse de los mismos sonidos, que pusieron nervioso a Yuka que
aun aguardaba sobre sus cabellos.
Pronto Misao tuvo algo frente a su
rostro que volaba y zumbaba con el movimiento de sus alas, al verla, lo primero
que su joven mente pensó fue que se trataba de...
Misao: ... Una hada?...- dijo al
intentar tocarla con su dedo índice, esa criaturita no era más grande que la
palma de su mano, pero poseía forma femenina, claro que todo su cuerpo se
encontraba cubierta por un áspero pelaje negro y poseía 4 piernitas y 4 brazos,
y sin mencionar sus pequeñas alas a sus espaldas que se movían a gran
velocidad.
Kerberos: Makimachi, no la
toques!- dijo al reconocer esa clase de criatura.
Misao se sorprendió ante la alerta
dada, aquella hadita abrió su boca mostrando diminutos pero filosos dientes e
intento morder a la humana, pero Yuka salió al rescate al rebotar sobre ella y
dejarla fuera de combate.
Kerberos: Debemos salir de aquí y
pronto!
Misao salió primero, mientras que
Kerberos la siguió llevando consigo a la pequeña bola de pelos, corrieron hasta
alejarse lo suficiente. Se volvieron hacia donde se encontraba aquel árbol y
vieron como es que cientos de pequeños puntos oscuros comenzaron a emerger como
si se tratasen de un enjambre de esas criaturas mordelonas.
Misao: Pero qué son esas cosas?!
Kerberos:Doxys*!! Su mordedura es
venenosa, tuviste mucha suerte de que la bola de pelos hubiese sido mas
inteligente que tú esta vez.
Misao: Oye! ¬¬- pero no tuvo
tiempo de seguir discutiendo porque aquellos puntos se apresuraron a darles alcance a ellos- Vienen hacia acá!-
añadió al salir corriendo primero que nadie en dirección opuesta al saber
intuitivamente que sus habilidades como ninja no servirían contra tantas de
esas cosas.
El león dorado la siguió cubriendo
su retaguardia, pero era evidente que un Doxy pese a ser pequeño, era muy
veloz, por lo que no tendría caso correr, por lo que Kerberos frenó sobre la
nieve y se volvió hacia la marejada de criaturas que venían sobre él, y
concentrando su poder en su hocico, liberó el fuego acumulado con furia sobre
estas, desintegrando en las llamas a un gran numero, pero continuaban siendo
ellas cientas de veces más numerosas, sin mencionar que no dejaban de salir aun
de aquel sauce.
Para el guardián, era fácil
mantener a aquel enjambre atrás con sus llamas, pero el cúmulo de puntos se
dividieron en dos proporciones, una que continuo tratando de llegar hasta él, y
la segunda se dirigió hacia la otra silueta que se encontraba más allá.
Kerberos: Oh no, Makimachi!-
aunque sus cuatro patas quisieron moverse hacia la joven ante inminente
peligro, las pequeñas criaturas no le permitieron hacerlo.
Misao sabía que no seria útil el
desperdiciar sus armas, ya que no tenia las suficientes ni para destruir a más
de 30, y frente a ella veía cientas! Por lo que único que atino a hacer fue
correr, no demasiado ya que su pie tropezó con una piedra que se encontraba
cubierta por la nieve y con la que no se espero toparse. Su cuerpo cayó sobre
la fría nieve, y aunque intentó reponerse para seguir sus pasos, la marejada de
pequeñas criaturas venía sobre ella...
Repentinamente, todos pudieron ser
capaces de escuchar algo... una canción... no se trataba del viento, era una
melodía, proveniente de algún instrumento de viento...
Misao, quien había escondido su
rostro cubierto de nieve con sus brazos, se animó a enfrentar lo que pudiese
suceder a continuación, pero para su sorpresa miró como es que las doxys que
lideraban aquel escuadrón solo se encontraban a escasos centímetros de su
posición, quietas, mientras que la melodía continuaba.
Kerberos miró esto con
desconcierto, ya que todas y cada una de las diminutas criaturas se detuvo,
como si se encontrasen paralizadas ante tal melodía, de una manera sorpresiva
todos aquellos puntos oscuros comenzaron a regresar al interior de aquel enorme
hueco tronco, su madriguera, como si nada hubiese ocurrido. Los zumbidos que
producían sus alas poco a poco se opaco hasta que nuevamente solo el sonido del
viento, junto con esa melodía, era lo único que podía escucharse.
El guardián se volvió hacia donde
aquella música provenía, y entre los pocos copos de nieve que aun caían, pudo
divisar como es que dos siluetas se aproximaron a Misao.
La jovencita se volvió al escuchar
la melodía tan cerca, y ahí puedo ver a un perro, que simulaba parecer mas un
lobo que canino, cuyos cabellos eran de un color tan blanco como la nieve misma
y sus ojos eran de color rojizo, y su cola se encontraba extrañamente peinada,
ya que parecía estar moldeada de una manera en la que eran dos colas, era un
animal muy bello quien parecía venir en compañía de aquel joven quien sujetaba
una especie de flauta entre sus manos, cuyos colores azules y zafiros combinaban
con la vestimenta de monje que portaba. Pocos de sus cabellos oscuros, con
algunos tonos verdes, recaían sobre su frente mientras que sus ojos color vino
miraban a la jovencita, mientras su labios se mantenían en la boquilla del
instrumento, hasta que momentos después, la melodía termino....
- ¿Estas bien?- preguntó con una
voz tranquila aquel monje al extenderle su mano a Misao para ayudar a que se
pusiese de pie.
Misao: Pero que apuesto n//n-
pensó- Sí, estoy bien, gracias.
- Tienen mucha suerte de que
estuviese cerca, y más suerte el que no te hayas dejado morder por alguna de
esas traviesas ya que hubiese sido peligroso.
Misao: No me imagino por qué- ella
notó como es que la mirada de aquel monje se desvió hacia algún punto más allá.
Misao se volvió y solo pudo sonreír nerviosamente al darse cuenta que había
visto a la criatura dorada.
- Viene contigo?- preguntó al
devolverle la mirada a Misao.
Misao: Ah bueno... sí, si viene
conmigo o.o descuide no va a lastimarnos, es mi amigo y es mas dulce que un
gatito n.n°- añadió al persuadir al hombre de que no debía preocuparse por
él... aunque si hubiese sido ella y hubiese visto a un león con alas hubiese
pensando muchas cosas negativas...
- Descuida... esa criatura, es muy
similar a mi compañera aquí presente- añadió al acariciar la cabeza de su fiel
canino.
Misao: ¿Qué quieres decir?
- ¿Qué les parece si vamos a mi
templo y ahí podremos hablar?- añadió sonriendo al invitarla.
Misao: Claro, me parece bien,
también tengo algunas preguntas para ti...
Kerberos no objetó sobre la
invitación, además que él al igual que el monje, se habían dado cuenta de la
esencia de el otro.
A pocos kilómetros de aquella
posición del sauce, un sencillo templo shintoista se encontraba, al cual la
ninja y la criatura mágica fueron invitadas a pasar.
El monje prendió un pequeño fuego
después de la caminata que había acontecido, quitándose el sombrero que llevaba
sobre su cabeza que dejaron ver con mas claridad sus cabellos cortos de color
negro verdoso descansando sobre su cabeza. Misao lo miró con rostro
interrogante, puesto a que aquel joven apuesto le parecía muy familiar...
Misao: Fuiste muy amable al
habernos ayudado e invitado a tu casa.
- Fue un placer- añadió sonriente
al haber tomado asiento junto a sus invitados, mientras que la hembra canina se
colocó al lado de su amo- Mi nombre es Toyo, es un placer, y aquí mi fiel amiga
es Kiwa.
Misao: Soy Misao Makimachi, y él
es Kerberos- dijo con su habitual alegría.
Toyo: Me intriga el saber la razón
por la cual una jovencita como tu y una criatura mágica se encontraban en tales
situaciones como las que acontecieron.
Misao: ¿Cómo puedes saber que es
una criatura mágica?
Kerberos: Es lógico, al ser un
monje debe tener la suficiente capacidad y disciplina espiritual para ver más
allá que un humano cualquiera, sin mencionar que... mi apariencia no dejaría
duda a nadie torpe ¬¬.
Misao: ¬¬
Toyo: hehehe tu llamativa
apariencia no me deja ninguna duda de que seas una criatura mágica, pero
también eres diferente, no eres como los Doxys o como Kiwa, tu no naciste
naturalmente ¿no es verdad?
Misao: Entonces tu can no es un
normal? o.O
Toyo: No, Kiwa es una criatura
sobrenatural como las que las atacaron hace poco, se les clasifica como Crup*,
pero no es muy diferente a un canino normal- explicó algo que el guardián ya
sabía con tan solo verla la primera vez.
Kerberos: así es, yo soy un ser
nacido de los deseos y magia de un hombre.
Toyo: Increíble... Es la primera
vez en mi joven vida en ver una criatura de tal magnificencia... Tenía
conocimiento que era posible, pero aun así jamás creí que algún ser humano
pudiese ser capaz de crear vida de esta forma... ¿Quién es el hombre
responsable de esta gran hazaña?
Kerberos:
Li Clow.
Toyo: Oh, eso lo explica, solo
algún descendiente de los Li sería capaz de tal hallazgo- comentó.
Misao: ¿Puedo preguntarte algo?
Toyo: Dime.
Misao: ¿Acaso fue la melodía de
esa flauta la que ahuyentó a esas hadas malvadas? o.ó
Toyo: Más que ahuyentarlas,
simplemente las tranquilizo- dijo al sujetar entre sus manos aquel instrumento
entre sus manos nuevamente- Este instrumento tiene algunas capacidades
especiales, entre ellas se encuentran el poder 'controlar' a esta clase de
seres especiales...
Kerberos: ¿Eres capaz de manipular
sus actos con ello?- preguntó con sorpresa.
Toyo: 'Manipular' es una palabra
que no me gusta usar, pero así es, el simple sonido de la melodía que puede
desprender este instrumento, es capaz de poner a cualquier criatura como
ustedes que la escuche bajo el control de quien la este tocando...
Misao: Entonces, así es como
hiciste que esas cosas no nos atacaron y regresaran de dónde salieron...
Toyo: así es.
Kerberos: No es demasiada responsabilidad
para un humano tan joven? Oh más bien...'tentación' de poseer tal poder.
Misao: No seas grosero ¬¬
Toyo: Entiendo sus preocupación al
ser usted una criatura que pudiese ver afectada por este artefacto... Pero, mi
antiguo maestro me confió la seguridad de este instrumento antes de morir, dejándome
solo con la responsabilidad de resguardar esta región, este templo y lo que en
su interior resguarda. Puede confiar en mi palabra de que jamás eh utilizado
esto para acciones de ambición propia o situaciones similares...
Misao: Y no te preocupes, te
creemos, vimos como es que solo la utilizaste para que no nos atacasen...
¿verdad? ¬¬- mirando duramente al guardián quien solo atino a guardar silencio.
Toyo: Y bien, eh hablado algunas
cosas de mi persona ¿qué me pueden decir ustedes? ¿Qué es lo que viajeros como
ustedes buscan aquí?
La joven y el guardián se miraron
entre si por unos instantes, para después ser el león quien tomaría la palabra
para pasar a explicaciones...
Minutos después...
Toyo: así que, eso es lo que
buscan...
Kerberos: así es, creo que es en este sitio en donde
se encuentra resguardado uno de los shintais que representan a alguna generación
divina... aunque no soy capaz de sentir su presencia.
Toyo: ... Temo que desconozco de
lo que hablan, mi sensei que en paz descanse, jamás menciono algo como lo que
relatan.
Misao: ¿Entonces dices que no es
en este templo?
Toyo: Temo que no...
Misao:
Ouh u.u
Kerberos: ¿Estas seguro?- dijo
desconfiando.
Toyo: Posiblemente haya habido
alguna equivocación, sin embargo, en el otro extremo de este valle, custodiando
la aldea más próxima, existe otro lugar como este resguardado por un anciano,
posiblemente el sería capaz de ayudarlos en lo que buscan.
Misao: Es una lastima, creo que no
queda mas mas opción que intentarlo- dijo con cierto desanimo.
Toyo: Seguramente han tenido un
viaje largo y este clima es inestable, por qué no pasan la noche aquí y son mis
invitados.
Misao: ¿De verdad? ¿No seria una
molestia? ^^
Toyo: Ninguna, además Kiwa y yo
tenemos tiempo sin tener visitas.
Misao: ¿Qué dices, podemos
quedarnos?
Kerberos: ... Esta bien- añadió al
dar su visto bueno, pero no porque necesita descansar, sino porque intuía que
aquel joven no estaba siendo del todo sincero.
La tarde pasó, y Misao como
agradecida invitada que era se ofreció a ser la que preparó el almuerzo, ya que
según ella le servía de practica para cuando debiese de cocinarle a su amado
Aoshi-sama... Debía admitir que no tenía un buen sazón, pero la practica hace
al maestro, por lo que debía confiar en ese proverbio.
No importaba que tan mala pudiesen
estar los alimentos, Toyo pareció disfrutar mucho de la comida casera de la
joven, al estar almorzando juntos, ya que la bestia alada no se encontraba
presente, tal parece que aun intentaba percibir la esencia de lo que
rastreaban.
Misao: ^^° oye, trata de masticar-
dijo con discreción al ver como arrasaba por si solo con la comida.
Toyo: ... Lo siento n.n es que
esto esta delicioso...- añadió al darse una pausa para dejar de comer y al
finalizar nuevamente mover con agilidad los palillos.
Misao: ¿De verdad lo crees? Me
alegra n.n
Toyo: ... además que tenia muchos
años sin probar comida casera...
Misao: Pues que es lo que comes?
O.o
Toyo: ... Lo que se puede, a veces
paso días sin comer ^^...
Misao: Pobrecillo ^^- pensó- Me
sorprende que un muchacho tan joven como tú tenga antas responsabilidades al custodiar
este lugar tan retirado tú solo, no aparentas tener más edad que yo- comentó al dar una probada a lo de su
platillo.
Toyo: ... Lo que sucede es que
desde hace algunos años, el monje anciano de este templo en aquel entonces me
brindo asilo al haber quedado solo en el mundo- comenzó a explicar- Era muy
joven, no recuerdo muchas cosas, pero recuerdo haber pertenecido a una familia
de Médicos, como consecuencias de diferentes conflictos mi familia creo que murió...
Misao: ¿Crees? ¿no estas seguro?
Toyo: En el momento en que todo
eso ocurrió, había demasiada conmoción por las calles, la gente corría por
todos lados y pese a buscar con desesperación a alguno de mis padres, o mis
hermanos y hermanas, jamás los encontré, era pequeño y me vi solo por las
calles por algunos días, recuerdo haber podido leer un articulo de un periódico
que hablaba sobre ese incidente y claramente anunciaba que toda mi familia
había muerto, era una pena pero el papel se encontraba roto y no pude finalizar
de leer toda la información. Fue en ese entonces en el que un anciano monje
decidió ayudarme, y me trajo aquí a vivir con él, me enseñó lo que sabía y me convertí
en su discípulo, pero antes de que pudiese terminar con mis enseñanzas mi sensei
murió por su avanzada edad, dejándome a mí como su heredero y protector de este
sitio.
Misao: Entiendo, lo lamento-
dijo- No sé por que pero la situación
me suena muy familiar a la de alguien...- pensó- ¿Y que me dices de Kiwa?
Toyo: Ella es mi fiel compañera,
no permanece a mi lado por ninguna influencia de la flauta, simplemente porque
somos buenos amigos- dijo al voltear y mirar al bello espécimen quien se
encontraba echada en uno de los rincones del lugar durmiendo.
Misao: Creo que los humanos nacimos
para tener a fieles amigos de esta clase de orígenes, yo también tengo al mío-
musitó al instante en que la pequeña bola de pelos brincase hacia la cabeza de
Misao y rebotase un par de veces en ella.
Toyo: Vaya, que criaturita tan mas
simpática ^^- comentó al encontrarla graciosa.
Misao: La llame Yuka ^^ Tiene un
nombre raro en cuanto a raza... pero ya lo olvide ^^ Yuka es más fácil.
Ambos jóvenes continuaron
charlando amenamente por algún tiempo más, más específicamente hasta que la
comida pudo aguantar ^^.
Cuando menos pensó, Misao se encontró
sola en aquel templo... Toyo debía realizar algunas tareas antes de que el día
terminase, seguramente debía tratarse de algunos rezos, oraciones, en los altares
o algunos momentos de meditación. Kerberos no se había parado todo el día desde
que salió de ahí, que manía de dejar a una señorita como ella sola...
Se dispuso a acomodar la pequeña
habitación que tomaría por aquella noche,
alistando el futón que durante la tarde tuvo que sacudir para quitarle
tanto polvo acumulado que tenía.
Cuando resintió el silencio de
aquel lugar, que fue después de haber tomado un baño tibio, por lo que se
decidió a buscar a los demás.
Sus pasos resonaban en cada
tabique que su pie pisaba, aquel lugar le era desconocido y pese a la pequeñez
se le dificultaba recordar qué pasillo llevaba a dónde.
después de algunos instantes, ella
fue capaz de poder escuchar aquella melodía una vez más, la misma que escuchó
aquel día que la salvaron de volverse comida de hadas malignas... Trató de guiarse
a través de ella para encontrar a Toyo, pero la música parecía venir de todas
direcciones ¿qué clase de juego pretendía?...
Cuando finalmente salió de la
construcción, pudo divisar a Kiwa, aquella canina que se confundía fácilmente
con la nieve a sus patas... Venía caminando tranquilamente hacia ella, Misao
incluso se acuclilló para poder acariciarla cuando estuviese cerca, pero al
hacer eso, simplemente fue un signo por el cual el canino aumentase su
velocidad hacia dónde se encontraba y sorpresivamente lanzarse sobre ella como
si se tratase de una bestia salvaje.
Misao, poseyendo grandes reflejos,
fue lo suficientemente rápida para
rodar en el suelo y por mero instinto con agilidad introdujo sus manos
entre sus ropas extrayendo sus kunais (dardos afilados), 5 en cada mano.
Al momento en que sintió como es
que un tibio liquido resbalo por su mejilla, fue cuando nuevamente el animal se
volvió hacia ella como siendo un perro salvaje, le pelaje de su lomo se erizaba
y mostraba sus dientes afilados que intimidarían a cualquiera.
Misao: ¿Pero qué rayos es lo que
esta sucediendo?- pensó al haber saltado nuevamente para esquivar las garras de
el animal, conteniendo de utilizar sus armas contra este.
Se desorbitó un poco al no haber
visto cuando fue que se movió aquel animal para encontrarse justo sobre su
cabeza ahora. La cuadrúpeda cayó sobre la Oniwabanchu, tirandola al suelo y
quedando sobre ella mientras gruñía ferozmente. Misao interpuso sus brazos sin
dejar de sujetar sus dardos, intentando con fuerza quitárselo de encima, pero
poseía demasiada fuerza! Con gran fuerza logró empujar con sus piernas al
canino, y después de algunos giros sobre la nieve se encontró dispuesta a
utilizar sus dardos al darse cuenta que sus brazos y muslos se encontraban con
algunas heridas menores, Toyo debería de perdonarla!
Aquellas filosas agujas las lanzó
contra la can, pero antes de que estas lograsen llegar si quiera a la mitad del
camino, fueron incineradas por una
llamarada de fuego.
Misao se volvió rápidamente hacia
de donde aquello provino y sus ojos no pudieron evitar mostrar su sorpresa al
ver quién había evitado que su ataque concluyera: Kerberos, quién nuevamente se
encontraba acumulando fuego en su boca y el blanco, era ella.....
-Fin del Capitulo 10-
Notas de Ulti_SG:
Bien eh aquí un capitulo más de
este crossover n.n. ¿Que qué paso con Yue y Kaoru O.o? Ah bueno, verán, así es
como trabajare hasta que los grupos vuelvan a unirse: primero un capitulo de el
equipo Yue/Kaoru, después uno de este Kerberos/Misao, el siguiente será de
Pelea/Yahiko/Sannosuke, y después un cap de Clow/Kenshin, para después volver
nuevamente a continuar en lo que nos quedamos con Yue y Kaoru y así
sucesivamente n.n ¿Que dónde va a entrar el equipo Aoshi/Espejo? ah pues así
como le eh estado haciendo con el equipo de los 'malos', así manos lo haré,
intercalados en algunos capítulos dependiendo de cuanta será su participación
=p
Ahora, aclaraciones sobre los
***
DOXY*: (a veces llamada 'hada
mordedora') son criaturas que a menudos son confundidas con un hada, pero ambas
son especies muy distintas. Posee una diminuta forma humana, pero esta cubierto
por un tupido pelaje negro, y tiene otro par de piernas y brazos. Sus alas son
gruesas, convexas y brillantes, parecidas a las de un escarabajo. Muestran
predilección por los climas fríos. Tienen 4 filas de dientes afilados y
venenosos. En caso de mordedura es necesario tomar un antídoto.
CRUP*: Se parece mucho a un
perro, salvo porque tiene una cola bifida.
Si sobresale alguna otra duda
ya lo saben, mi correo esta abierto para ellas, así como para sugerencias,
comentarios, etc. ulti_sg@hotmail.com