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Notas de Ulti_SG: Como nuestro grupo favorito se ha dividido en varios grupos, y seria muy enredoso, tanto para ustedes como para mí, tratar de redactar lo que paso en cada uno al mismo tiempo, entonces cada capitulo se concentrara en solo un equipo hasta que vuelvan a unirse.

 

Capitulo 9

 

* Resplandor de esperanza.

 

Ambos adoraban las caminatas, eso era algo que tenían en común... Por lo menos era un detalle, ya que si Kaoru lo pensaba un poco, ella y Kenshin no compartían muchas cosas en común...

 

Ambos ya tenían unas horas caminando después de dejar la ciudad, hacia el norte. El camino se presentaba cada vez un poco más cansado y difícil conforme avanzaban, pero Yue era muy atento y se detenía cuando notaba que Kaoru Kamiya necesitaba tomar un respiro, incluso se había ofrecido a llevar el equipaje de la joven pero ella se negó rotundamente, como si quisiese demostrar que no es ninguna damisela en apuros.

No habían hablado demasiado, pero Kaoru había aprendido a comprender y a valorar que un gesto amable o una ligera mirada de Yue era equivalente a toda una conversación... Como le agradaba a Kaoru el perderse en aquella mirada cristalina...

La nieve que cubría el camino volvía mucho más cansado el andar de cualquier humano, y más cuando el camino parece un poco empinado, sumándole eso el terrible frío de la atmósfera, no permitía que un ser humano tuviese un desempeño normal de sus capacidades físicas por muy buena que fuese su condición...

Yue era considerado y cada vez que Kaoru parecía detenerse por su cansancio, él le brindaba su mano para animarla a continuar y era curioso ver que en todas esas veces, el rostro de aquella humana sonreír, un gesto que desprendía mucha calidez y que comenzaba agradarle a Yue el ver esa sonrisa siempre en aquel bello rostro.

 

Kaoru: ¿Ocurre algo?- preguntó al observar como el guardián se detenía y parecía un poco desorientado .

Yue: ... Esta por aquí- murmuró.

Kaoru: El shintai? Pero... no veo ningún templo cerca de aquí...- añadió al mirar hacia todos lados del único camino que podía distinguir entre la nieve.

Yue: Eh ahí el detalle... siento que esta en esa dirección- dijo apuntando hacia el interior del bosque, pero no había algún camino establecido que pudiesen seguir.

Kaoru: ... En ese caso creo que podremos preguntar- dijo al estar de suerte y mirar como un hombre, posiblemente viajero estaba por toparse con ellos.

Fue una suerte que Kaoru fuese tan abierta, ya que si ninguna clase de timidez o frialdad, amablemente detuvo al viajero para preguntarle sobre la dirección de algún Templo en las cercanías, y este había apuntado hacia el lado contrario de donde Yue detectaba la presencia.

Kaoru: Entiendo... De cualquier forma muchas gracias señor.

- Fue un placer. Pero, si tienen pensado ir hacia allá, es mi deber advertirles que deberían reconciderarlo- agregó el cansado viajero atrayendo los oídos atentos del guardián que había mantenido su distancia.

Kaoru: ¿Por qué lo dice?

- Eh escuchado relatos de las personas en las cercanías por el camino, cosas extrañas están pasando por estos caminos, gente ha desaparecido, como si el bosque se los llevase. Hace poco, los aldeanos le pidieron al monje del Templo de la región de su ayuda, según escuche, este se animo a introducirse en los fríos bosques tratando de encontrar una explicación o detener a fuese lo que fuese que estaba ocasionando esas desapariciones, sin embargo desde entonces no se ha vuelto a saber de él- explicó de una manera breve los diferentes relatos de una manera que hubiese asustado a cualquier niño... logrando asustar un poco a la mujer.

Kaoru: Eso es.. bastante grave.

- Aunque se les ha informado a la policía de Kyoto, esta aun no se digna a tomar cartas en el asunto al no creer en los cuentos supersticiosos de las personas de esta región.

Kaoru rió de manera nerviosa al escuchar lo que ese hombre decía.

- Yo soy creyente de que cosas extrañas habitan en los bosques, así que señorita le pido que junto con su amigo tome sus precauciones por el camino.

Kaoru: Lo haré, no se preocupe, gracias por la información y le deseo un buen viaje.

- Igualmente- dijo con amabilidad al momento en que ambos se despidieron uno del otro y el hombre se perdió de la vista de ambos.

Kaoru: ¿Crees que exista una relación?- preguntó al saber de antemano que había prestado atención a todo lo que ese hombre había dicho.

Yue: Por supuesto que si...- añadió al volverse hacia la dirección de donde la presencia mágica emanaba con mucha fuerza.

Kaoru: Tal vez... Los shintais después de todo no se encuentran en los Templos...

Yue: Posiblemente... Pero la verdad eso no me preocupa, sino lo que podremos encontrar si entramos ahí...

Kaoru: Pero debemos hacerlo- dijo con mucha determinación.

Yue: Kaoru... ante las circunstancias, creo que sería mejor que te dirigieses a la aldea y...

Kaoru: Ni creas que voy a permitir que te arriesgues a ir tu solo!!- exclamó antes de que se atreviese a decirlo- Prometo no estorbar, digas lo que digas yo pienso acompañarte, por ningún motivo voy a dejarte solo en esto, ahora somos un equipo- dictamino.

Yue: Pero Kaoru yo no quiero que... resultes lastimada- dijo con sinceridad y esperanzado de que entendiese, pero estaba tratando con una joven con un carácter difícil...

Kaoru: Por favor Yue, confía en mí, haré mi mejor esfuerzo- añadió esta vez con un poco de dulzura...

Yue la miró intrigado... Anteriormente, él creía que todas las mujeres eran iguales, que eran criaturas frívolas, superficiales, 'falsas' y ciertamente seres aburridos... Pero Kaoru Kamiya le ha mostrando la faceta de un estereotipo de mujer diferente... tan noble, tan sincera, tan valiente, tan inteligente... tan bella...

Yue: Eres una mujer ruda Kaoru y sé que diga lo que diga no te haré cambiar de parecer... en ese aspecto me recuerdas a mí. Esta bien, avancemos.

Kaoru no pudo evitar agradecer en silencio que hubiese cambiado de opinión.

 

Caminaron por algunos minutos más, entre troncos de arboles secos, cuyas hojas y frutos dormían en invierno, pero una gran cantidad de arbustos y maleza aun se mantenían presentes. A esas alturas, los pies de ambos se hundían cada vez más en la nieve, algo que volvía el andar muy pesado para Kaoru.

Kaoru: ¿Cómo crees que le estará yendo a los demás?- preguntó.

Yue: Ellos también van a tener sus problemas...

Kaoru: ¿Estas preocupado por Clow-san?

Yue: No puedo evitarlo...

Kaoru: Creo que hubieses preferido estar mejor en su compañía... ¿no es verdad?

Yue: ... Te equivocas- dijo con seriedad- Debo admitir que me siento extraño al no estar a su lado... pero por lo menos me alegra estar en compañía de un ser humano tan interesante y agradable como tú- comentó sin apartar su vista del frente. Algo por lo que Kaoru se sintió halagada- Pero... creo que tu hubiese preferido estar mejor en compañía de Kenshin...- murmuró.

Kaoru negó ante la afirmación de Yue- Tu también te equivocas... Me alegra mucho el de tener la oportunidad de poder estar en tu compañía...- dijo con cierta timidez.

Yue: ¿Te sientes igual de protegida conmigo que con él?

Kaoru: ... Creo que mucho más- respondió.

 

En un instante, los copos de nieve comenzaron a caer, solo para dificultar más el camino a Kaoru quien nuevamente comenzaba a sentirse cansada y la nieve comenzaba acumularse en sus cabellos, sus ropas, si equipaje, ayudando a que sintiese mas frío por el contacto del hielo sobre su cuerpo y sus ropas, teniendo que buscar refugio entre las gruesas ropas que no lograban el efecto esperado...

Yue notó como la velocidad del caminar de la humana se volvía más lento, y cómo parecía requerir mucho de su voluntad para continuar... pero ella no decía nada... que orgullosa era... eso le agradaba.

 

El guardián sentía aquella presencia mas cerca, pero calculaba que aun faltaban algunas millas para alcanzarla... Pudiese intentar recortar distancia volando, pero con tantos copos cayendo, le dificultaría la vista y también el del movimiento de sus alas, era un riesgo que no quisiese tomar, y sobre todo si llevase a Kaoru con él. Decidió olvidarse por completo de aquella presencia, y ahora concentraba su vista tratando de localizar algún lugar en donde podría refugiar a su acompañante, y para su suerte... encontró uno que podría servir.

Kaoru ya no miraba hacia el frente, sino hacia el suelo, cuidadosa de lo que pudiese pisar. Escuchó que Yue la llamaba y se acercó a él, quien se había topado con una formación de rocas que naturalmente formaban una especie de refugio cuanto cualquier cosas que pudiese caer del cielo.

Kaoru: ¿Qué sucede?- preguntó un poco desconcertada.

Yue: Las condiciones climáticas son demasiado para ti, creo que lo mas recomendable sería el que esperaras aquí adentro, por lo menos hasta que pasase la tormenta.

Kaoru: ... No te preocupes por mí, estoy bien, sigamos.

Yue: Espera- dijo al sujetarla del brazo antes de que decidiese continuar imprudentemente- Kaoru, la misión es importante, pero tu seguridad lo es mucho más, así que por favor se razonable solo por esta vez- dijo con mucha seriedad.

Kaoru fue fácilmente convencida por esa mirada tan fría como esta tormenta misma que aquel joven de cabellera blanquecina poseía... Y ya que lo había pedido tan 'amablemente', ella no tuvo más opción que acceder.

 

Pese a que aquel refugio natural le permitía encontrarse fuera de el contacto directo con la nieve, la ventisca congelante lograba entrar y golpearla con violencia.

Kaoru: ... Creo que da lo mismo aquí que haya fuera... es más, creo que el estar caminando lograba que mi cuerpo obtuviese más calor- comentó sonriente al tratarse de darse calor en sus brazos frotándolos con sus manos.

Yue: .... Hay... una forma en la que podría ayudarte...- añadió al ver que la pasaba un poco mal para soportar aquellas temperaturas tan bajas.

Kaoru: ¿De verdad, cuál?

Yue: ... Tal vez no vaya a agradarte... pero es eso o congelarte aquí- el guardián le permitió a sus alas el que emergieran  de su espalda, y se acerco hacia la joven quien había tomado asiento dentro del 'refugio'.

Kaoru: ¿Qué... es lo que tienes planeado hacer?- preguntó con desconcierto intuyendo que algo sucedería. Su cuerpo se tenso al instante en que los brazos de aquel joven la hubiesen rodeado, como si se tratase de un abrazo... Por un momento, a la mente de Kaoru vino aquel recuerdo de cuando Kenshin de igual forma la había tomado desprevenida aquella vez en la que por primera y única vez él le había manifestado y demostrado su aprecio mediante un gesto, con un cálido abrazo... Que sensación tan mas cálida recorría su cuerpo...

Yue utilizó sus alas para envolver el cuerpo de la joven como si se tratase de una especie de manto de blandas plumas que la resguardarían del frío.

La cabeza de Kaoru descansaba sobre el pecho de aquel hombre mientras que intuitivamente sus brazos también habían rodeado al guardián, sin que aquel ligero rubor en las mejillas de la joven pudiese desaparecer.

El único sonido que se podía escuchar era de la cruel ventisca que azotaba el bosque allá afuera... mientras que en aquel pequeño lugar el tiempo pareciese como si se hubiese detenido por un instante...

Que lluvia de emociones golpeaban el pecho de Kaoru en ese momento, tan tibio, tan cálido, tan acogedor... Sentía como su joven corazón latía tan rápido que lo sentía casi en la garganta.

Aquel acercamiento, Yue lo había hecho sin ninguna clase de malicia, simplemente creyó que sería lo mejor para la seguridad de Kaoru, sentía una fuerte y nueva emoción el poder resguardar entre sus brazos y bajo sus alas a tan bello ser humano, pero ella parecía tan sorprendida...

Yue: ... ¿Te encuentras bien?- preguntó después de unos minutos en los que ella no hablaba. Kaoru solo asintió con timidez.

Kaoru: ... No entiendo... porque dijiste que... no iba a gustarme lo que harías- dijo apenada.

Yue: ... Cualquier otra mujer se hubiese asustado tanto si se encontrase en tu lugar- añadió.

Kaoru: ¿Es qué acaso ya lo habías hecho antes?

Yue: No... pero ante esta humanidad, creo que seria lo más lógico que una humana hubiese hecho en este lugar.

Kaoru: Con tu hablar... tal parece que te desagradamos...

Yue: Es solo que a excepción de como Clow, no he tenido experiencias gratas con ellos... ... hasta ahora, claro esta- murmuró.

Kaoru: ... ¿Te agrado Yue?- preguntó al levantar su rostro hacia él y haber quedado tan cerca uno del otro.

Yue: ... Kaoru... claro que me agradas, eres un ser humano único, de otra clase, que merece que sienta aprecio por ti...

Kaoru: ... Deberías darle oportunidad a los demás seres humanos... Créeme, hay muchas personas de buen corazón como Clow-san, solo tienes que tener un poco de esperanza en las personas. Algún día deberes creer en alguien muy aparte de Clow-san.

Yue: Yo... creo en ti Kaoru...- murmuró.

Kaoru: Yue... gracias por hacerlo- añadió al volver a acurrucar afectuosamente su cabeza sobre el pecho del guardián, para que nuevamente el silencio entre ellos se presentase... Kaoru era capaz de escuchar los latidos del corazón de Yue... inclusive su sonar era tan cálidos y reconfortantes... Era la primera vez que Kaoru se sentía tan especial, tan querida... tan amada...

 

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Mientras todo esto ocurría, al mismo tiempo, en algo punto lejos de la ciudad de Kyoto.

Un hombre se desplazaba tranquilamente entre el medio de aquella tormenta, al no ser afectado por esta. Vestía un gi de color negro y el hakama era de color blanco, en sus cinturón descansaban dos armas, una katana japonesa y una filosa kodachi, como solía usarse en aquellos tiempos de violencia en la era Tokugawa. Un sombrero de tipo oriental (Estilo Raiden de Mortal Kombat) cubría su largo cabello que se encontraba sujetado por una coleta alta.

De un momento a otro, logró divisar una aldea en las cercanías, y caminando hasta ella busco un lugar determinado en donde sabía que encontraría lo que buscaba.

La tormenta comenzaba a cesar, y fue cuando aquel hombre fue detenido por dos policías con uniforme que sujetaban un simple sable.

Policía 1: Oiga forastero, el portar armas de ese calibre ya no es permitido y es un delito menor, temo que tendrá que acompañarnos.

Aquel hombre de sombrero no respondió y no le tomo ninguna clase de importancia al policía y se dispuso a seguir su camino, pero el segundo policía se interpuso.

Policía 2: ¿Acaso esta sordo?!- exclamó al intentar sujetarlo con violencia por un brazo, pero en un instante aquel hombre de sombrero oriental extrajo rápidamente su katana de la funda y con un ligero esfuerzo, la hoja de esta había atravesado la garganta del policía, para que en otro movimiento igual de fácil había cortado su cabeza y que la sangre empapase por completo la nieve y la pared de la casa más cercana.

Policía 1: Pero qué demonios...?!!- exclamó sorprendido al intentar desenfundar su arma, pero el hombre ni siquiera tuvo la oportunidad de que su mano tocase la funda cuando la hoja de la katana ya se había albergado en su pulmón derecho, y que esto produsiese una muerte lenta para el pobre infeliz.

El hombre de cabello largo limpió la hoja de su arma con la chaqueta de uno de los muertos, guardándola momentos después. Solo un testigo ocular se quedo horrorizada al ver aquel acto de violencia y sadismo desde el interior de su hogar, el hombre se dio cuenta de ello y sus ojos que parecían destellar de un color dorado lograron congelar su sangre... Creyó que la mataría al ser testigo de aquello, pero el hombre solo dio media vuelta como si nada hubiese ocurrido y prosiguió su camino por la aldea. Aquella mujer no logro salir fácilmente del shock al ver cara a cara el rostro de ese asesino... Era todo un demonio, pero lo más desconcertante fue que la cicatriz que poseía en su mejilla izquierda comenzó a sangrar después de haber acabado con la vida de esos hombres...

 

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No podrían estar seguros de cuanto tiempo había permanecido dentro de aquel refugio de roca, resguardados de aquella tormenta; pero el tiempo que haya sido, finalmente había terminado.

El guardián miró a la humana que descansaba en sus brazos, quien se había quedado profundamente dormida en el periodo de espera... Se veía tan hermosa cuando dormía, y sería una lastima el tener que despertarla después de haber vigilado su sueño, pero debían continuar, mientras más rápido terminase esto, más rápido el sería capaz de evitar que se expusiese más a los posibles peligros que les esperaban.

Yue: Kaoru, Kaoru- la llamó al acariciar un poco su rostro para animar a despertarla.

Con gestos soñolientos, Kaoru abrió sus ojos.

Kaoru: ¿Que sucedió?- preguntó soñolienta.

Yue: Te quedaste dormida...

Kaoru: ¿De verdad?... Lo siento mucho! No fue mi intención!! Perdóname v//v- se disculpo al sentirse apenada.

Yue: Despreocúpate, te lo merecías. Ahora que termino la tormenta podemos proseguir.

Kaoru: De acuerdo, me siento mucho mejor... Muchas gracias Yue, fuiste muy amable- añadió y al instante Yue apartó sus blancas alas de Kaoru para que volviesen a esconderse en su interior.

 

Su andar los introdujo a una sección del bosque en donde frondosos arboles lograron mantener sus hojas en sus copas y tallos, incluso estas les impedían ver el cielo, volviéndose el camino un poco oscuro y hasta tétrico para Kaoru quien se mantenía lo más cerca posible de Yue mientras este se mantenía alerta a cualquier cosa.

Kaoru: ... Cuantas telarañas- comentó la joven al ver como es que muchos arboles se encontraban adornados por hilos de telaraña.

Yue: ... Demasiadas para mi gusto...- murmuró al instante en que un sentido de alerta recorriese su cuerpo, pero no quiso importunar a la joven por lo que continuo avanzando.

El camino comenzaba a cortárseles al haber demasiados arboles y musgo estorbando por lo que hubieron que abrirse paso por un frondoso arbusto y cual fue la impresión de Kaoru y Yue al ver lo que aquel oscuro bosque ocultaba...

Kaoru: ... ¿Qué... son esas cosas...?

Frente a ellos tenían grandes telarañas que mantenían algunas especies de 'capullos' pegados a esta.

Kaoru: ... Debe ser... una araña muy grande como para... lograr atrapar presas de ese tamaño- añadió con temor al ver aquello.

Había telarañas que se encontraban más bajas entre los arboles, el guardián se acerco a una de estas, y logrando que su mano se iluminase con una luz tenue, como si una hoja filosa de energía la cubriese, corto con cuidado uno de los capullos, tenía que ver si lo que comenzaba a creer era lo acertado.

Kaoru se acerco y miró con atención. Y cual fue la sorpresa de ambos cuando al abrir el capullo una silueta repugnante se encontraba en su interior. Kaoru no pudo evitar gritar ante aquel cuadro: posiblemente se trataba de una mujer, la cual ahora lucia momificada, como si aquel capullo hubiese absorbido todo lo que había en su cuerpo y dejado solo la piel y los huesos.

Kaoru: Por Dios... ¿Qué es lo que esta pasando?

Yue: ... Estamos en un nido...- murmuró.

Kaoru: Un nido? ¿De qué?- pero no obtuvo una respuesta cuando ambos escucharon un susurro junto con lo que parecían cascabelas que parecía pedir ayudada, tratando de llamar a atención de ellos.

Ambos miraron en todas direcciones y comenzaron a buscar. Kaoru encontró un bastón en el cielo, y sino mal recordaba, era uno de los que los monjes acostumbraban a llevar consigo. Ella lo tomo entre sus manos y miró los capullos que había cerca de este... pensar que dentro de cada uno de ellos habían personas momificadas... que terrible y que horror...

- ... Au..xilio... Por... favor...- escuchó más claramente Kaoru. Ella pudo distinguir como uno de esos capullos que se encontraban en la telaraña mas alta lograba moverse un poco, y con el uso extremo de su buena vista pudo distinguir como es que un brazo humano se encontraba fuera del capullo y se movía un poco.

Kaoru: Yue, hay alguien con vida allá arriba.

El guardián nuevamente desplegó sus alas, y tuvo cuidado de no quedar atrapado en alguna, se acercó a aquel capullo con signos de vida a diferencia de los demás.

- ... Sáquenme... por favor...- escuchó y efectivamente provenía de ese capullo de telaraña. Nuevamente, Yue haciendo uso de sus poderes logro abrir un poco el capullo, teniendo cuidado de no cortar al que se encontraba vivo en su interior. Usando sus manos termino de abrirse paso y encontrando el cuerpo de un hombre que milagrosamente se encontraba en perfecto estado, aunque se encontraba cerca de la inconsciencia. Se trataba de un monje- ... Corran... no hay tiempo... antes de que... los atrapen a ustedes... también...

Yue: Dígame qué es lo que esta causando esto?- preguntó al tener que cortar la telaraña para poder liberar a ese hombre.

- ... Rápido... antes de que... los cabeza de araña... se den cuenta!

Yue: ¿Hombres Cabeza de Araña*?

Kaoru: ¡¡Yue!!

El guardián volteo rápidamente hacia el suelo en donde Kaoru parecía tener problemas.

 

Kaoru extrajo rápidamente su espada de Madera de su equipaje, sosteniendo aun el bastón del monje, al ver como es que un par de criaturas desagradables habían emergido de entre los arboles, arbustos y telarañas. Tenían un andar bípedo como los humanos, pero gruesos cabellos oscuros cubrían su cuerpo, poseían brazos arácnidos de los cuales una sustancia corrosiva escurrían y cabezas de araña (por algo el nombre no? ._.)

Yue: Kaoru! Apártate!- añadió desde los cielos al lanzar  aquel hielo cortante que emerge de sus manos, sujetando al monje, pero aquellas criaturas eran muy ágiles.

Aparecieron más de esas criaturas desde las telarañas, tratando de emboscar a Yue al momento en que telarañas salieran despedidas de las fauces de las criaturas. Una de sus piernas y uno de sus brazos fueron atrapados por la red de telaraña de las criaturas, dejando caer el cuerpo del monje pesadamente al suelo.

Kaoru rápidamente se acerco a auxiliarlo y solo se encontraba aturdido.

Haciendo uso de sus habilidades, el guardián logro cortar las redes que lo aprisionaban, nuevamente utilizando su técnica de hielos cortantes y esta vez tuvo un mejor efecto al lograr dar en el blanco de algunos de ellos.

 

Kaoru se mantenía en guardia tratando de protegerse a si misma y al monje que estaba por desfallecer en la inconsciencia.

Algunos hombres cabeza de araña se lanzaron al ataque directo pero Kaoru fue una experta para contrarrestar sus intentos con su espada de madera. Pero las otras que aparecieron lanzaron sus telarañas de sus fauces atrapando el arma de Kaoru, desarmándola por completo y al instante otras criaturas habían hecho lo mismo pero esta vez comenzando a cubrir su cuerpo con aquella sedosa sustancia. Sin embargo, una flecha fulmino la cabeza de una de las que querían aprisionarla.

Yue se encontraba aun en el aire, después de todo era el lugar perfecto de donde podía estar alerta de todo y cuidar a Kaoru; un arco formado de energía se encontraba en sus manos y disparaba flechas de energía pura a sus captores, logrando a exterminar sin ninguna clase de consideración a las bestias.

Yue: Kaoru! toma al monje y huye lo más rápido que puedas!

Kaoru: Pero Yue...

Yue: Date prisa, te abriré camino lo más que pueda!

Kaoru: No pienso dejarte aquí solo!

Yue: Iré justo detrás de ti, ahora hazlo!- continuando demostrando su gran puntería con sus flechas de luz, logró abrir un camino para que Kaoru saliese del nido.

Kaoru Kamiya ayudo a aquel monje el ponerse de pie, y ofreciendo sus hombros para que se apoyase al caminar lo mas rápido que pudiese intentaron alejarse del lugar.

Aunque la concentración de Yue fue espléndida, no pudo evitar el no ver como es que dos criaturas que se encontraban sobre su cabeza brincaron sobre él, embistiéndolo con violencia y propiciando un descenso violento contra el suelo mientras estas criaturas permanecían sobre su espalda para evitar que pudiese ponerse de pie, y aunque él era fuerte, otras criaturas sumaron esfuerzos para retenerlo.

Kaoru se volvió por un segundo solo para ver aquello, e intuitivamente dejo al monje para regresar y ayudar.

El guardián se dio cuenta de ello.

Yue: Kaoru!! No te acerques!! Corre!!- exclamó con todas sus fuerzas. Fue entonces que observó como una de esas criaturas iba abalanzarse sobre ella sin ninguna clase de consideración. Concentro toda su energía en su cuerpo y en un instante su campo protector logró repeler a todas esas arañas que lo aprisionaban en el suelo. Haciendo uso máximo de la velocidad que sus alas pudiesen proporcionarle, voló hacia Kaoru en un intento de interceptar a la cabeza de araña que iba a herirla. Si hubiese tenido dos segundos más, hubiese podido hacerlo de una manera en la que ninguno de los dos hubiese salido herido pero...

Kaoru observó como es que Yue se interpuso entre ella y aquella criatura, quien había atravesado sin piedad alguna el cuerpo de Yue con sus largas patas las cuales ya se encontraban bañadas en sangre.

Yue llevo sus manos, colocándolas sobre la cabeza y pecho de la criatura y en un instante el hechizo de hielo cortante había desintegrado por completo a la criatura, dejando simplemente sus extremidades que se encontraban albergadas en el cuerpo del guardián.

Kaoru: Yue! Yue! resiste por favor!-  dijo suplicante al acercársele, intentando ayudarlo de algún modo, pero la sangre del guardián comenzaba a fluir abundantemente de sus heridas* comenzando a empapar la blanca nieve.

El guardián levantó la vista solo para darse cuenta que mas criaturas comenzaban a aparecer, por lo que en un ultimo esfuerzo, tomó a Kaoru en brazos e intento volar bajo para alejarse, pero no lograron avanzar lo suficiente, cuando varias columnas de telaraña los persiguieron y lograron 'pegarse' en la espalda y extremidades de Yue, soltando a Kaoru para evitar que la atrapasen de igual forma.

Yue: ... Kaoru... corre... no pierdas el tiempo...- murmuró sintiéndose desfallecer al encontrarse atrapado por aquellas 'cuerdas' de telaraña.

Kaoru: No! Yue, No te dejare aquí!

Yue: No seas... tan testaruda... vete! No quiero que mueras!

Aquel debilitado monje había logrado alcanzarlos solo para darse cuenta de la situación. Él tomo con fuerza el brazo de la joven y la obligó a caminar; y aunque Yue no sabía ni su nombre, le agradeció que lo hubiese hecho...

 

Kaoru: ¿Qué es lo que pretende?! No podemos dejarlo!- decía luchando por quitarse la mano de encima de aquel hombre, que pese a no encontrarse en buenas condiciones aun tenia fuerza como para caminar y tirar de ella.

- Si no quieres morir y que el esfuerzo de ese hombre sea en vano te recomiendo que te apresures! Esas cosas no descansaran hasta encontrarnos!

Kaoru: Tenemos que regresar, no podemos dejarlo morir!

Pero los esfuerzos de Kaoru por dar marcha atrás fueron imposibles, incluso su sentido común se lo impidió al momento de escuchar espeluznantes chillidos que las criaturas posiblemente habían dejado escapar de las pinzas de su cabeza al encontrarse enfadadas.

El monje sabía que no podrían llegar muy lejos, y menos en su estado, debía encontrar un lugar en donde poder ocultarse para reponer sus fuerzas... Y como si la suerte hubiese estado de su lado, una formación de roca presento un símbolo de esperanza.

Él y Kaoru entraron por la única posible entrada, el monje extrajo un par de pergaminos de entre sus ropas que después de realizar una especie de oración o conjuro pegó en la entrada de aquella 'cueva', pero al instante varios cabeza de araña aparecieron frente a él. Kaoru pensó que sería el fin para ese hombre, pero más fue su sorpresa al ver como es que una especie de barrera protectora impidió que las criaturas entrasen. Esto provocaba el enfado de aquellos seres quien manifestaban ese enfado ante el horrible sonido de sus pinzas.

Kaoru se sintió asustada, aterrada, confundida, se refugio en lo mas recóndito de la pequeña cueva, abrazándose a si misma y tapando sus oídos de aquellos aterradores sonidos. Los cuales después de unos minutos cesaron...

Kaoru se encontraba temblorosa en el suelo, el monje la miró por unos instantes y tomo asiento, dejando escapar un suspiro y tratando de que su cuerpo recuperase sus fuerzas.

No se dirigieron palabra hasta pasar muchos minutos, hasta que el monje escuchaba ligeros sollozos de parte de una de sus 'salvadores'.

- ¿Se encuentra bien Señorita?- preguntó.

Kaoru no respondió de inmediato- ¿Qué si estoy bien? ¿Qué si estoy bien?! No, no lo estoy!- dijo con cierta furia- ¿Cómo se atreve a pensar que estoy bien después de que abandonamos a Yue allá atrás?!

- No fue mi intención... Pero debe tranquilizarse.

Kaoru: ¿Tranquilizarme, por qué debería?! Él... él estaba herido y ahora...

- Los Cabeza de Araña no lo mataran al instante.

Kaoru: ¿Cómo puede saberlo?

- Porque yo me encontré en la misma situación y aquí me tiene. Vine a este bosque a detener lo que fuese que estuviese desapareciendo a las personas de las aldeas cercanas, jamas espere que me encontraría con esos monstruos... me tomaron desprevenido...

Kaoru: ... Entonces... ¿usted es el monje del Templo que desapareció...

- Mi nombre es Kazuo Itami, soy el encargado del Templo de esta región. Como ya le explique, intente detener a esas criaturas pero al tomarme desprevenido no tuve ninguna oportunidad por lo que caí en sus redes.

Kaoru: ¿Y qué es lo que esas criaturas quieren, qué es lo que hacen aquí?

Kazuo: ...No es algo que pueda revelarle señorita, pero esas criaturas han causado un gran mal a esta región, todos esos capullos que pudo ver, no son ni la cuarta parte de los que hay en total. Esas criaturas se alimentan de presas que capturan con su telaraña, el capullo en los que son encerrados se encargan de extraer todo los nutrientes del cuerpo, la vida, de esas personas... Yo tuve suerte, ya que pese a encontrarme semiconsciente y a merced de tener el mismo destino que los demás, mis pergaminos me cedieron una protección contra esa seda infernal. Tuve mucha suerte de que ustedes aparecieran...

Kaoru: ¿Entonces quiere decir que le ocurrirá lo mismo a Yue?

Kazuo: ... Tal vez él vaya a tener un destino diferente a los de los demás...

Kaoru: ¿Por qué lo dice?

Kazuo: Porque él no es humano ¿verdad? No debe responder sino quiere, su expresión es la única respuesta que necesito- agregó al ver el rostro sorprendido de Kaoru- Me gustaría saber más ¿qué es lo que una joven como usted en compañía de un ser como el que me salvo hacían en medio de un nido de una Acromántula*.

Kaoru: Acromántula? Creí que había dicho que esas cosas eran Hombres Cabeza de Araña.

Kazuo: Los Hombres Cabeza de Araña solo son sirvientes, obreros de una criatura aracnida, la Acromántula, es un ser monstruoso según algunos escritos antiguos, no he tenido la oportunidad de ver una pero sin duda, donde hay un nido resguardado por Cabezas de Araña, una Acromántula se esconde detrás de todo eso.

Kaoru: Es peligrosa?

Kazuo: Mucho... Se trata de una monstruosa araña que posee 8 ojos y según sé puede hablar como usted o yo. Poseen un grueso pelo oscuro cubriendo todo su cuerpo, unas patas que pueden alcanzar hasta los 4 o más metros de largo, su boca consta de unas poderosas pinzas que pueden partir en dos cualquier cosa y además escurre una secreción muy venenosa de esta. Tiene cierta similaridad con los hombres Cabeza de araña, pero a diferencia de los esas criaturas, la Acromántula es carnívora y prefiere devorar directamente a sus presas...

Kaoru: ... Que horror...- fue lo único que pudo decir ante aquella terrible descripción.

Kazuo: Ahora Señorita, que tal si me cuenta el porqué usted y su amigo alado vinieron hasta aquí. Puede tenerme confianza a estas alturas...

 

Kaoru habló sobre la historia que había escuchado de Li Clow, sobre ese mago Gaho Etsuke y su búsqueda por siete Shintai especiales que seguramente 4 de ellos se encontraban resguardados en los diferentes 4 templos de la región que rodeaba a Kyoto.

Aquel joven monje parecía bastante sorprendido ante el relato, aunque ya se encontraba relacionado con todo lo relativo a las artes místicas, pero con esa información ahora todo tenía sentido. Él le habló a Kaoru sobre los anteriores intento de intromisión en la santidad del Templo, en busca del Shintai que protegía, él sabia de antemano de el valor y lo que representaba ese shintai.

Kazuo: Entonces, es por ello que esas criaturas están aquí, buscando el Shintai de 'Kuni - No- Toko- Tachi- No- Kami'* (apa nombrecito o.O)

Kaoru: Entonces, usted conoce sobre el relato?

Kazuo: Por supuesto que sí. Ese Shintai que protejo no se encuentra en el templo, solo es un disfraz para mantener resguardado el de verdadero valor. Su localización es cerca de esta zona, que torpe soy! ¿por qué no me di cuenta de ello antes?!

Kaoru: pero, aun no lo han encontrado ¿verdad?

Kazuo: No lo creo, el lugar donde esta resguardado se encuentra completamente protegido para que cualquier demonio o criatura maligna pueda entrar, utilizando la misma magia que utilice hace unos momentos para sellar el paso de esos monstruos aquí a esta cueva.

Kaoru: No debemos permitir que se apoderen de ella, seguramente pueden ser inteligentes y encontrar alguna manera de entrar.

Kazuo: Concuerdo con usted Kamiya-san.

Kaoru: ... Pero yo no puedo abandonar a Yue, por favor, ayúdeme a salvarlo.

Kazuo: Esa criatura llamada Yue posee una esencia mágica, eso es algo que resulta atractivo en las presas para las Acromántulas ... seguramente los Cabeza de Araña se lo ofrecerán como festín...

Kaoru: No podemos permitirlo! No lo haré, con o sin su ayuda iré a salvarlo.

Kazuo: Yo no he dicho que no la ayudare, se lo debo a usted a él por salvarme, además como monje es mi deber el de  ayudar a quien me necesita y también el de velar por la seguridad del shintai que me fue encomendada, así que, cuente conmigo.

Kaoru: Muchas gracias.

Kazuo: Aunque debe estar consciente que su amigo se encontraba gravemente herido, y si su sangre se contamino por la sustancia venenosa de las garras de la criaturas seguramente no tiene demasiada oportunidad...

Kaoru: ... Tengo Fe en que podremos salvarlo...

Kazuo: Esta bien... solo necesito unos momentos más para recuperarme, he pasado muchas horas sin beber o comer algo y estoy agotado... Sin mencionar que esas criaturas ya saben que estamos aquí y en cuanto salgamos, no tendrán ninguna clase de piedad... Así que necesito estar en mejores condiciones.

Kaoru: Tengo algo de comer y beber aquí en mi valija, puede tomarla.

Kazuo: Se lo agradezco...

Kaoru comenzó a sacar las cosas de su mochila y fue cuando se dio cuenta que sus ropas se encontraban manchadas de sangre... de la sangre de Yue... él había dado todo para su seguridad y ella no pudo hacer nada para ayudarlo... se sentía una completa inútil... Pero repararía su error, no importando si llegase a perder su propia vida en ello...

 

- Fin del Capitulo 9-

 

 

Notas de Ulti_SG:

 

Saludos lectores, Aquí esta otro capitulo más a esta mi historia, que definitivamente me esta quedando más bien de lo que llegue a pensar, y las ideas que llegue a pensar que provocaría en ustedes que hasta el mismo Battousai iba a ser contratado por alguno de ustedes para cortarme el cuello (si me iba bien o.O), me han quedado muy bien.

 

La relación 'Kaoru/Yue' han llegado al gusto de los lectores, ya se volvió aceptable, ¿quien lo creería? o.O por lo que me esforzare para que sea aun más de su agrado n.n (esperando que me protejan de cualquier amenaza de muerte de alguna fan de la pareja Kaoru/Kenshin >.o)

 

Si ya adivinaron quién era el hombre de sombrero oriental, je, no traten de irse demasiado rápido a adivinar que pasara, porque les aseguro, hará muchas maldades más... Y las explicaciones de su aparición también vendrán después sino lo han descifrado.

 

Ahora, explicaciones de algunas cosas que se manejaron:

 

Los Hombres Cabeza de Araña* es una criatura que extraje de la 'mitología' que utilizaron en la serie 'Inuyasha' en uno de sus capítulos (aunque yo hice unos ligeros cambios si lo notaron...)

Nota* Desconozco por completo si criaturas como Yue o como Kerberos sangran al estar heridos... como en la serie jamas se presento la oportunidad, pues bueno, yo digo que sí.

Acromántula* es una monstruosa criatura aracnida que tome de las bestias fantásticas de la saga de "Harry Potter".

Kuni- No- Toko- Tachi- No- Kami* según yo creo, es el nombre de una de las generaciones divinas... que quiere decir "El que permanece eternamente sobre la Tierra"

 

Ya lo saben, quejas, sugerencias comentarios, etc, a mi email Ulti_sg@hotmail.com

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