Los ojos claros del rurouni eran capaz de contemplar
la escena de aquella habitación por la pequeña ranura de la puerta
corrediza al haberse cerrado completamente.
Dentro de aquella habitación se encontraba el doctor Genzai, quien era
asistido por Kaoru al brindarle atención a un paciente, quien se trataba
de Megumi... Resultaba irónico, una mujer que dedicaba su vida completa
a los demás, combatiendo las enfermedades y cualquier mal físico
ahora necesitaba de atención misma que brindaba, tal vez ninguno de sus
amigos más cercanos pensaron jamas en que llegarían verla en esa
situación en la que requería de los mismos cuidados y servicios
que ella misma le brinda a la comunidad, como si el titulo de doctora la protegiese
de cualquier mal... que equivocados estaban.
El olor de la sangre era notoria para alguien que había estado acostumbrado
a ella, de ello se encontraba impregnada aquella habitación y el pasillo
completo. Para el alguna vez Battousai el destajador ya debía estar familiarizado
con aquel olor... más sin embargo esta vez sentía una gran diferencia
ya que no se trataba de la sangre de algún enemigo, sino de una de las
personas a las cuales más estimaba y quería.
- Kenshin- escuchó que lo llamaron por el corredor.
Kenshin: ¿Que ocurre Yahiko?- preguntó con una sonrisa despreocupada,
pero muy fingida.
Yahiko: Bueno, solo quería saber cómo se encuentra Megumi-san.
Kenshin: No debes preocuparte Yahiko, el doctor Genzai esta con ella.
Yahiko: ¿Pero qué pudo ocurrirle para terminar con esas heridas?
Kenshin: Lo mismo me pregunto yo- murmuró.
Clow se encontraba disfrutando de un té humeante,
con aquellas temperaturas tan bajas aquello servía para mantenerse confortante.
Sus pequeñas gafas se empañaron al haber dado el primer trago.
El joven de cabello blanquecino permanecia sentado, situado en una de las esquinas
de la habitación mientras miraba a su amo con atención y aunque
llevaba bastante tiempo a su lado, aun le desconcertaba su actitud tan peculiar
que toma en ocasiones... Nadie que lo mirase pudiese pensar que se tratara de
uno de los hechiceros más poderosos de los tiempos...
Clow dejo la pequeña taza sobre la mesa en cuanto escucho el sonido de
la puerta deslizarse, permitiéndole la entrada al hombre de cabellos
de fuego. Se privo de los ligeros anteojos para limpiarlos.
Kenshin caminó lentamente hasta él y se limitó a permanecer
de pie y mirarlo sin pronunciar palabra, mientras que el hombre de cabello negro
le devolvía una mirada amistosa y llena de nobleza. El rurouni observó
como aquel joven que lo acompañaba se acerco de pronto y se coloco del
lado de él, como si pensase en que pudiese hacer algo indebido.
Clow: No te alarmes, él siempre a poseído esa mirada tan seria,
después de todo, en la era Tokugawa se necesitaban tener nervios de acero
y eso solo logra que se manifiesten a través de la mirada, ¿no
es así Himura?- habló al joven de cabellos claros al momento de
colocarse los anteojos nuevamente.
Kenshin: Efectivamente- murmuró al momento en que sus labios se curvearon-
A decir verdad me tiene sorprendido Clow-san, su visita me es aun bastante inesperada-
añadió al tomar asiento del lado opuesto.
Clow: Lamento haber llegado de esta manera, pero en parte tu tienes la culpa,
¿cómo se supone que debo avisar de mi llegada a alguien de quien
desconozco por completo su dirección especifica?- preguntó sin
que aquella ligera sonrisa desapareciera de su rostro.
Kenshin: Creo que tiene razón, es mi culpa- agregó- Pero veo que
se las ingenio para localizarme.
Clow: Sabes que tengo mis contactos- agregó- Pero que descuidado soy,
Himura, permíteme presentarte a Yue.
Kenshin: Mucho gusto- dijo con un ligero incline de cabeza, a lo que Yue respondió
con un gesto similar pero indiferente.
El rurouni observó con detención, pero con discreción,
al joven. Su cabello blanco recogido por una coleta alta en constrante de sus
ojos le daban una apariencia muy singular.
Kenshin: Clow- san, de verdad me alegra mucho verlo después de tanto
tiempo y quisiera hablarle de muchas cosas, pero por ahora lo que más
me inquieta es saber sobre lo ocurrido antes de que usted llegase aquí
y encontrase a Megumi- san en ese estado- aclaró con un gesto serio.
Clow: Desconocía por completo que ella era conocida tuya Himura, las
coincidencias de la vida muchos pensarían en este caso, pero tu sabes
lo que opino sobre las coincidencias...
Kenshin: En este mundo no existen las coincidencias, solamente existe lo inevitable,
lo recuerdo perfectamente.
Clow: He viajado por algunos meses por el continente, justamente el día
de hoy, mis pasos me trajeron hasta Tokio, estaba enterado de que el Legendario
Battousai habitaba esta ciudad, después de pensarlo creí que sería
bueno aprovechar la oportunidad y visitarte viejo amigo. Cuando me dirigía
hacia la dirección que me proporcionaron, vi a tu amiga, necesitaba ayuda
y lo único que se me ocurrió era traerla hasta aquí, como
te dije, desconocía por completo que era conocida tuya y una vez más
compruebo que mi teoría no tiene falla- agregó al referirse a
lo que anteriormente Kenshin había recitado.
Kenshin: ¿No vio algo más? Es decir, cómo explica que la
haya encontrado en ese estado.
Clow: ... Lo siento Himura, no vi nada más- añadió con
un gesto serio.
Yue observó extrañado a su amo por haber 'mentido'.
Kenshin: Entiendo.
- Kenshin!- lo llamó estrepitosamente la joven de cabellos oscuros al
entrar si previo aviso a la habitación.
Kenshin: ¿Qué sucede Kaoru- dono?- preguntó.
Kaoru: Solo vine a informarte que Megumi ya se encuentra estable, el doctor
Genzai continuara cuidándola durante lo que resta de la noche por si
algo se presenta.
Kenshin: Me alegra escuchar eso- dijo sonriente- Oh, que descuidado soy, por
las prisas se me ha olvidado presentarlos. Clow- san ella es la señorita
Kaoru Kamiya- presentó debidamente- Kaoru- dono él es Li Clow,
un buen amigo mío.
Kaoru: Encantada, es un placer conocerlo- dijo al hacer un ligero incline de
cabeza.
Clow: El placer es mutuo.
Kaoru: Y usted es....- murmuró al mirar al joven que lo acompañaba.
Yue: Yue...- contestó a secas.
Kaoru: Yue, que lindo, significa 'luna' en chino ¿no es así?-
preguntó al tomar asiento junto a Kenshin.
Clow: Así es.
- ¿Li Clow?- preguntó el peleador al permanecer bajo el marco
de la puerta- ¿Acaso usted es miembro de la renombrada dinastía
Li?
Clow: Precisamente- respondió.
Kaoru: Sanosuke no seas irrespetuoso con el señor.
Sanosuke: Eh escuchado muchas historias sobre su familia- agregó al entrar
finalmente seguido por un niño de tez morena.
Clow: ¿De verdad? No tenía entendido que en esta parte del Japón
mi familia fuese tan renombrada como usted dice...- dijo dudoso al no saber
con qué nombre dirigirse.
Sanosuke: Sanosuke Sagara.
Yahiko: Y yo soy Yahiko Myojin! Estudiante numero uno del estilo Kamiya Kasshin
Ryu! Es un placer conocer a alguien perteneciente a una familia de su trascendencia!-
exclamó bastante motivado.
Clow: Es un placer conocerlos a todos- agregó sonriente- Himura, veo
con gusto que has encontrado a una gran variedad de buenos amigos aquí
en Tokio.
Kenshin: Yo diría que más bien ellos fueron los que me encontraron-
agregó.
Kaoru: Y díganos Clow- san ¿cómo es que usted y Kenshin
se conocen? Kenshin jamas había hablado de usted.- preguntó curiosa.
Clow: No me sorprende viniendo de Himura, quien su pasado no es algo muy grato
de recordar.
Kenshin: Conocí a Clow- san hace mucho tiempo, mucho antes de... ...
de sin pensar si quiera que terminaría en el dojo Kamiya- dijo titubeante.
Clow: Nos conocimos por mero capricho del destino- añadió- Pero
aun así pasamos algún tiempo viajando juntos, lo suficiente para
conocernos.
Kenshin: Y hacernos buenos amigos- añadió.
Kaoru: Tan buenos que no se habían visto en años ¿verdad?-
dijo sarcásticamente. _
Kenshin: ^.^| hehehe- rió nerviosamente ante la mirada de la joven.
Clow: Bueno, es difícil estar en contacto con alguien que prácticamente
no contaba con una residencia fija ¿verdad Himura?- preguntó-
Pero me alegra mucho que hayas dejado una vida errante como la que llevabas-
comentó.
Kaoru: Kenshin lleva un poco más de un año con nosotros, y es
parte de nuestra familia.
Clow: ¿Eso quiere decir que ustedes están casados?- preguntó
incrédulo.
Kenshin: Oro!! //O/./O//X
Kaoru: No, no, no, no, no, no quise decir eso señor!!! /0/>/o/</0/-
exclamo muy avergonzada.
Clow: Ha ha ha entiendo, lamento la confusión.
Yahiko: No se preocupe, ya es algo muy común que todos lo piensen.
Kaoru: Yahiko!!- exclamó con el rostro sumamente colorado.
Sanosuke: ¿Y a qué se debe su visita aquí en Tokio?- preguntó
al extranjero.
Clow: Simplemente tengo ciertos asuntos que realizar en Japón, ellos
mismos me han traído hasta aquí.
Kaoru: ¿Y tiene lugar en el cual quedarse?
Clow: No exactamente, pero creo que vi una posada muy acogedora durante el camino
hasta aquí...
Kaoru: Sí usted gusta, puede quedarse con nosotros mientras dure su estadía
aquí en Tokio, todos los amigos de Kenshin son bienvenidos.
Clow: ¿De verdad no será mucha molestia?
Kaoru: Por supuesto que no.
Yahiko: Además usted ayudo a Megumi- san.
Kaoru: Es verdad. Y a estas horas de la noche no creo que encuentre algún
espacio en algún posada en Tokio.
Kenshin: Concuerdo con ambos.
Clow: Bien... si ustedes insisten, esta bien, ¿que dices tú Yue?-
preguntó, sin embargo solo recibió un gesto indiferente como respuesta-
Entonces si no hay objeción, aceptaremos con gusto su hospitalidad Kaoru-
dono.
Kaoru: Por favor, solo llámeme Kaoru. Ahora síganme ambos, los
llevare a su habitación.
Clow: Muchas gracias.
Kaoru les mostró la habitación en la que
podrían instalarse.
Kaoru: Puede que esta no sea una majestuosa posada, pero creo que pasaran bien
las noches- comentaba al estar buscando algunas frazadas y futones en los estantes
de la habitación.
Clow: No somos muy exigentes, con tener un techo donde resguardarnos del frío
bastara.
Mientras la joven maestra del estilo Kamiya Kasshin buscaba lo necesario, daba
un vistazo a sus dos huéspedes, jamas creyó que Kenshin pudiese
conocer a una persona tan amable como esa... ya que todos sus antiguos conocidos
terminaban siendo algún psicópata o asesino... Era bueno saber
que su Kenshin no siempre estaba rodeada de ellos...
Ambos eran hombres muy apuestos ante los ojos de cualquier jovencita, pero vaya
que el más joven de ellos parecía ser una persona demasiado reservada
para su edad... Al ver su expresión se preguntó, si metieran a
Yue y a Aoshi en una habitación, ¿alguno de los dos se dignaría
a pronunciar palabra?...
Las mejillas de Kaoru mostraron un ligero rubor al momento en que la mirada
clara de Yue sostuvieron la suya, fue una sensación muy extraña.
Kaoru: Ah, bueno creo que con esto es más que suficiente. No los entretengo
más, espero que pasen una buena noche- se despidió presurosamente.
Clow: Pero que jovencita más simpática ¿no lo crees Yue?-
preguntó al comenzar a desempacar.
Yue: Me reservo mi juicio amo.
Clow: Yue... Si se te ocurre llamarme 'amo' delante de los demás... no
sé qué es lo que llegarían a pensar- agregó.
Yue: Es por ello que no trato de hablar más de la cuenta.
Clow: No deberías ser tan reservado, ¿por qué no tratas
de ser un poco más como Kerberos?
Yue: ¿De verdad le gustaría que yo fuese como él?...
Clow: No es que a mí me gustaría, si a ti te agrada actuar como
lo haces, por mí adelante, pero no te vendría mal hablar un poco
más de vez en cuando.
- "Oigan! ¿hasta cuando me van a dejar salir de aquí?"-
se escucho una tercera voz en la habitación.
Clow: Sabía que se me olvidaba algo...- murmuró al abrir una de
las valijas de viaje.
- ... coff.... coff... la verdad que ya comenzaba a agotárseme el aire
allá adentro- dijo la pequeña criatura alada que emanó
del bolso- Seré muy feliz cuando este viaje termine ><.
Clow: Tranquilo Kerberos, además este viaje no ha sido un total infierno
para ti.
Kerberos: Si claro, solo cuando no estoy dentro de esa valija!!...
Clow: Ssshhhh no hables tan fuerte, nuestros anfitriones podrían escucharte.
Kerberos: Pense que a ese tal Himura le hablarías de mi.
Yue: Y de lo que originariamente estamos haciendo aquí en Tokio. Amo
¿por qué no le dijo nada? después de todo viajamos hasta
aquí porque usted estaba dispuesto a solicitar su ayuda.- comentó
el guardián.
Clow: Ese era el plan amigos míos... Sin embargo... no creo que sea correcto
pedírsela... Por lo menos ya no...
Kerberos: ¿Por qué ese cambio tan repentino?- preguntó
extrañado.
Clow: no contaba con encontrarlo en la situación en la que lo he hecho-
explicó.
Yue: ¿Y cuál es esa?
Clow: Es miembro ya de una cálida familia...
Kenshin observaba con un gesto de preocupación el rostro de Megumi que
se encontraba sudoroso, exhalaba el aire muy a fuerzas, como si sus pulmones
no alcanzasen a llenarse lo suficiente.
La mano del doctor Genzai se postro sobre la frente de la mujer.
Genzai: Esto es sumamente extraño- murmuró el anciano al colocar
una compresa de agua sobre la frente de la paciente.
Kenshin: ¿Que ocurre doctor?- preguntó a la luz de las pocas velas
de la habitación.
Genzai: De pronto comenzó a ascenderle la temperatura- explicó-
Una infección tal vez... Logre contener las hemorragias de las heridas,
por lo que puedo deducir, se trata de algún animal, pero por lo que a
mi respecta, no existe un animal con semejante fauces que pudiesen haber hecho
esto, por lo menos en esta zona.
Kenshin: Necesita que le traiga algo, lo que sea, algo de cenar, no ha probado
bocado.
Genzai: No, estoy bien muchacho, pero te encargaría que trajeses un poco
de agua fresca del pozo, la necesitaremos para contener esta fiebre.
Kenshin: Como usted diga, enseguida regreso.
El rurouni se introdujo en la oscuridad del pasillo al
salir, encontrándose en su camino a Kaoru quien llevaba algo en sus manos
y se asusto un poco al encontrarse con él tan repentinamente en medio
de la oscuridad.
Kaoru: Kenshin! No vuelvas a hacer eso!
Kenshin: Lo siento Kaoru, no fue mi intensión asustaste.
Kaoru: Por lo menos no lograste que tirara esto- dijo refiriéndose a
lo que llevaba.
Kenshin: ¿Y qué se supone que es?- preguntó al momento
en que su nariz capto un aroma un poco 'chamuscado'.
Kaoru: Bueno, pense que el doctor Genzai podría tener algo de hambre,
el pobre a estado al cuidado de Megumi desde que llegó y no lo he visto
tomar nada, y ya no es ningún jovencito para que no necesite de comer
un poco- agregó.
Kenshin: Kaoru- dono ¿tu cocinaste?- preguntó temiendo la respuesta.
Kaoru: Aja.
Kenshin: .... ¿Sabes? Hace unos momentos el doctor me dijo que no tenia
hambre- añadió esperanzado a que olvidara el asunto.
Kaoru: Ya veras como si le da cuando vea lo que prepare.
Kenshin: Haga lo que haga no podré convencerte de lo contrario verdad?-
preguntó resignado- Bien entonces hazlo, yo iré por agua.
Kaoru: Esta bien.
La luna ya se encontraba muy abajo, cerca del horizonte
por el cual en un par de horas más desaparecería nuevamente. El
frío era muy intenso a esas horas, pero eso no le impedía al rurouni
el llevar a cabo su pequeña encomienda. El sonido del agua caer a una
cubeta era lo único que se escuchaba en el patio.
- Será mejor que te apresures a entrar o pescaras un resfriado- escuchó
a sus espaldas.
Kenshin: Clow- san? ¿Qué hace levantado a estas horas?- preguntó.
Clow: Ay demasiado movimiento en la casa, es imposible que pueda dormir tranquilo
sabiendo eso, ¿sucede algo malo?- preguntó al acercarse, abrigándose
un poco más con el saco que portaba.
Kenshin: No es nada, simplemente Megumi- san aun no se ha recuperado del todo.
Es curioso que no recobre el conocimiento y en un instante tuvo fiebre- explicó
al tomar el cubo con agua.
Clow: Una infección en la herida tal vez.
Kenshin: Es lo mismo que opina el doctor Genzai, pero ha intentado con algunos
medicamentos y no quiere ceder.
Clow: Se ve, que todos se encuentran preocupados por ella.
Kenshin: Es solo que... era siempre ella quien nos atendía a nosotros
cuando nos encontrábamos en una situación como esa... no al revés,
jamas había sucedido- explicó tratando de mantenerse sereno.
Clow: ... ¿Me permitirías intentar algo?- preguntó después
de un silencio prolongado.
Kenshin y Clow entraron a la habitación en donde
el doctor Genzai y Kaoru se encontraban.
Kaoru: Clow- san, no debería estar despierto a estas horas.
Clow: Despreocúpate Kaoru, me era imposible dormir sabiendo lo que ocurría-
agregó al sentarse cerca de Megumi, tomando su mano como si estuviese
midiendo su pulso.
Kenshin: Espero que no le moleste doctor Genzai que él le de un vistazo.
El doctor no se opuso. Kenshin observó que los traste del posible intento
de cena de Kaoru se encontraba vacío, vaya que el doctor debió
haber estado hambriento para que accediera a probarla y sobre todo no haber
cambiado de idea desde la primera cucharada.
Clow observó como es que habían vendado las heridas perfectamente,
pero él sabía algo que ellos no, la mordida de una de esas criaturas
contiene un ligero veneno, por supuesto que cuando se trata de una sola mordida
la sangre misma lo desecha pero fueron tres mordidas, la sangre no puede diluir
el veneno por si sola.
Ante la vista de todos, extrajo algo de entre sus ropas. De un pequeño
contenedor hecho de papel, dejo caer en una pequeña taza de agua cierta
cantidad de polvo, la cual revolvió con ligeros movimiento de su muñeca
al sujetar el traste.
Genzai: Puedo preguntar ¿qué es eso?
Clow: Solo es una mezcla de algunas hierbas y plantas curativas, mi propia receta,
espero y funcione para aliviar este mal- agregó al levantar un poco la
cabeza de la mujer y lograr que tomase un poco de la medicina, poco a poco para
evitar que se ahogara.
Kaoru: Clow- san ¿usted sabe de medicina?
Clow: Un poco, mi padre era medico inglés y por él aprendí
un poco- explicaba mientras continuaba brindando la medicina.
Kaoru: Pense que era miembro de la familia Li de China.
Clow: Lo soy por parte de mi madre, mi padre es originario de Inglaterra.
Kaoru: Vaya, eso explica el porque utiliza ropas que combinan los dos estilos
de culturas- comentó.
Clow: Bien, confió que con esto pasara la fiebre- dijo al haber logra
que Megumi tomase lo ultimo de la bebida- Solo debemos esperar a que haga efecto.
Genzai: ¿Podría ver esa medicina?
Clow: Claro, tenga, puede quedársela.
Kenshin: ¿Y cree que funcione?
Clow: Siempre a tenido buenos resultados, esperemos a que esta vez suceda lo
mismo- añadió confiado.
Kaoru: Yo espero a que resultara- murmuró- Y dígame Clow- san,
el joven que lo acompaña ¿es su hijo?
Clow: ¿Hijo?... No, Yue es solo... 'mi protegido'- aclaro.
Kaoru: De verdad pense que podría ser su hijo... pero no estoy insinuando
que usted se vea mayor!- aclaro avergonzada.
Clow: No lo tome de esa manera- agregó- Pero a decir verdad, lo veo casi
igual que a un hijo.
Kaoru: Pero no es muy expresivo ¿verdad?
Kenshin: En ese aspecto me recuerda mucho a Aoshi ^.^x
Clow: Es un joven muy reservado, pero estoy trabajando en eso- añadió
ante el desconcertó de todos.
El transcurso de la noche continuo tranquilo, tiempo
aprovechado para hablar sobre ciertos temas con su huésped. Kaoru se
mostraba curiosa a lo que aquel hombre platicaba, y a Clow no le importaba responder
sus dudas. Ese tiempo de conversación le permitió cuenta de darse
de algo... de la manera en la que Himura contemplaba a la joven que estaba frente
a él. Ese mirar... Clow jamás creyó volver a ver ese mismo
mirar en los ojos del rurouni, pero reservo sus comentarios...
La mañana había llegado finalmente, pero aunque la noche se hubiese
ido, el frío aun se encontraba latente.
La puerta de la habitación se deslizo un poco, lo suficiente para que
Yahiko observase al interior. Kaoru dormía plácidamente en una
de las esquinas, no había señales del doctor Genzai por ninguna
parte, solo Kenshin era el único quien parecía haber estado en
vela durante toda la noche. Todo parecía haber mejorado, eso alegraba
al jovencito.
Desde hace ya unas horas atrás, Megumi se encontraba
estable, su respiración era normal y la fiebre habría cedido fácilmente,
ahora su cuerpo debía recuperarse y solo el descanso lo lograría,
eso lo sabía ella mejor que nadie. Abrió lentamente sus ojos solo
para toparse con la singular y típica sonrisa del rurouni de cabellos
pelirrojos.
Ella sonrió como respuesta a su gesto.
Kenshin: ¿Cómo se siente Megumi- san?- preguntó en voz
baja.
Megumi: ... Bien... solo un poco... adolorida- murmuró al llevar su mano
a su cuello y sentir la estructura de la venda que la cubría- ... ¿Pero...
qué fue lo que sucedió?- preguntó desorientada.
Kenshin: ... Yo esperaba a que tu me lo dijeses- agregó seriamente.
La mujer lo miró desconcertada... A decir verdad en su mente todo era
confuso... no recordaba exactamente lo sucedido para que ella terminase aquí
en el dojo Kamiya y se encontrase herida.
Megumi: ... De verdad... lo siento, no lo recuerdo bien...- murmuró.
Kenshin: Descuida, no te esfuerces demasiado, lo que importa ahora es que te
has restablecido y ya te encuentres mejor.
Megumi: ¿Fue algo grave?- preguntó.
Kenshin: Nada que dos buenos hombres no pudiesen arreglar- explicó ante
el desconcierto de la doctora.
Sanosuke despertó dejando escapar un gran y prolongado
bostezo. Se había quedo en el dojo Kamiya ya que no se sentiría
muy tranquilo si se fuese.
Notaro le dio un efusivo despertar al haberse echado sobre él y comenzar
a lamer su rostro.
Se levantó y comenzó a buscar vida en la casa, pensó en
dar una primera escala para ver en qué estado se encontraba Megumi, sin
embargo, un majestuoso y delicioso aroma llamó su atención, tanto
de su cerebro y nariz como la de su estomago, justo igual que al can que ya
se había adelantado en busca del manjar que de seguro se desprendía
aquel aroma.
Su búsqueda los llevo a la mesa, en donde un Yahiko se encontraba maravillado
con lo que había en ella.
Yahiko: Pero que delicioso se ve!- dijo al hacérsele agua la boca.
Sanosuke: Todo indica que el buen Kenshin se lució esta mañana-
agregó al acercarse, mientras que Notaro no dejaba de mover el rabo mientras
que sus pupilas reflejaban el jubilo por probar aquellos platillos tan suculentos.
Yahiko: Deja informarte que Kenshin no preparo hoy el desayuno.
Sanosuke: ¿Ah no?... No me vas a decir que fue Kaoru verdad?!!
Yahiko: De verdad crees que la fea pudo haber preparado esto?- pregunto sarcástico.
- ¿Y por qué no he de poder hacerlo?!- preguntó al aparecer
de pronto en la habitación.
Yahiko: Porque no sabes cocinar, solo por eso- dijo sacando la lengua.
Kaoru: Ya me las pagaras chiquillo ><.
- Tranquilos por favor, ¿por qué no mejor toman asiento y desayunan?
Kaoru: Clow- san, no me diga que usted preparo esto?
Clow: Me tome la libertad de hacerlo- respondió.
Kaoru: No debió haberse molestado de esa manera. Yo pude haberlo hecho.
Yahiko: Gracias al cielo que no lo hiciste.
Kaoru: Yahiko!
Clow: Se veía muy agotada, pero es lo menos que puedo hacer por ustedes
por habernos permitido quedarnos bajo su techo. Pero dejemos de hablar y coman
por favor que se enfría.
Sanosuke: No se parece a algún platillo que haya visto antes, pero se
ve muy bien...
Yahiko: Sí... y el aroma es delicioso.
Kaoru: Vaya, son esta la clase de comida que preparan en el occidente.
Clow: Sí, por lo menos intente que se les parecieran ya que no contaba
con algunos ingredientes que necesitaba- explicó.
Yahiko: Yum yum.... sabe bien!- dijo al probar un poco.
Kaoru: Que delicia, se desase en mi boca, Clow- san veo que no solo sabe de
medicina sino también de cocina, algún día me gustaría
aprender a cocinar de esta manera tan deliciosa- comentó.
Sanosuke: Yum... al paso que vas, lo dudo Kaoru.
Kaoru: >_< Sano.... No! esta mañana no pienso enojarme, Megumi
ya esta bien y tengo la oportunidad de comer algo delicioso, no pienso dejar
que arruines mis ánimos- dijo al luchar por omitir el comentario.
Clow: Entonces ¿su amiga ya se encuentra bien?
- Sí, mucho mejor- contesto la voz amable del rurouni pelirrojo quien
entraba al cuadro.
Clow: ¿De verdad? Me alegra mucho escuchar eso- dijo al hacer un ademan
para que él tomase asiento alrededor de la mesa.
Kenshin: El doctor Genzai la esta examinando, pero todo indica que paso lo peor,
solo necesita recobrar sus fuerzas- explicó.
Sanosuke: Mef alefra quef yaf estef bienf- trato de decir con la boca llena
de comida.
Yahiko: Ya sabía yo que no debíamos preocuparnos tanto, el doctor
Genzai es un buen medico- comentó.
Kenshin: Esta vez el crédito también debe ser para Clow- san,
su medicamento ayudo mucho.
Sanosuke: ¿De verdad?- pregunto al limpiarse la boca con la manga de
su ropa.
Kaoru: Clow- san al parecer usted puede hacer muchas cosas, no solo es buen
cocinero sino también conocedor en medicina, es ciertamente un hombre
admirable.
Clow: Vamos, no es para tanto- dijo ciertamente apenado por el adulamiento.
Kenshin: Clow- san ¿acaso Yue- san no va a acompañarnos en el
desayuno?- preguntó al no verlo en escena.
Clow: No, Yue, accedió a salir por un rato- aclaró.
Kenshin; Entiendo... bueno, en ese caso creo que yo probare un poco de eso...
vaya que los recuerdo bien ¿cómo era que se llamaban?
Clow: Hot Cakes.
Sanosuke: Que nombre tan raro... pero no importa, saben muy bien.
Pese a que Megumi, siendo doctora, estaba consciente
que debía guardar reposo, ahora que su papel se había invertido
al de paciente no soportaba estar en cama por más tiempo.
Todo estaba muy silencioso, salvo por los sonidos de los constantes choques
de espadas de madera en el salón de entrenamiento, muy posiblemente se
trataban de Kaoru y Yahiko.
Sus silenciosos pasos la llevaron hasta la cocina, de donde escuchaba ruidos,
como si alguien estuviese limpiando trastos. Entró a esta y noto la silueta
de un hombre de espaldas.
Al acercarse más se percato de que tarareaba una canción. Lentamente
este se roto y Megumi observó a aquel hombre con un gi azul y hakama
blanco sonreírle mientras secaba sus manos.
- Buenos días, me alegra verla recuperada- comentó amablemente
al acomodar sus anteojos.
Megumi: ¿Y usted es?- preguntó.
Clow: Li Clow para servirle- se presentó- Usted es Megumi Takani ¿verdad?
Megumi: Li Clow? Entonces usted es quien me trajo aquí con mis amigos,
Ken- san me lo dijo. No sabe como apreció lo que hizo y lamento las molestias
que pude haberle causado- dijo agradeciendo con un incline de cabeza.
Clow: Créame que no fue ninguna molestia.
Megumi: Por lo que me dijo Ken- san, usted y él son viejos conocidos...
que coincidencias de la vida el que usted me haya encontrado y traído
aquí sin saber que ellos eran mis amigos- comentó.
Clow: Las coincidencias es lo ultimo que ocurren en esta vida- murmuró
tranquilamente- Pero dígame, ¿se siente mejor?
Megumi: Gracias a usted y al doctor Genzai sí, me encuentro mucho mejor
gracias, un poco adolorida nada más.
Clow: Por lo que sé, sus heridas eran profundas.
Megumi: Sí... dudo que vayan a cicatrizar bien, incluso el doctor Genzai
me lo dijo- murmuró tocando su brazo vendado con cierta tristeza- Solo
espero que no afecte mi rendimiento como medico.
Clow: Con los cuidados adecuados, vera que todo saldrá muy bien.
Megumi: Eso espero Clow- san. Estoy enterada que usted sabe algo de medicina.
Clow: Solo un poco... lo suficiente para poder haberla ayudado.
Megumi: Me interesaría mucho compartir recetas con usted- dijo sonriente.
Clow: Cuando usted guste.
Megumi: Ay algo que me gustaría preguntarle- dijo- ¿Bajo que circunstancias
me encontró?
Clow: ¿No recuerda nada?
Megumi: No... no logró recordar nada... solo... haberlo visto a usted
y... a otra persona de cabellos plateados- murmuró pensativa.
Clow: Esa persona era Yue, él viene conmigo. A decir verdad yo solo venía
por mi camino cuando la encontré a usted, estaba herida y no sabía
a donde llevarla exactamente, me encontraba muy cerca de esta residencia a la
que me dirigía por lo que creí que aquí pudiesen brindarle
ayuda, pero le digo que desconocía por completo que eran conocidos suyos-
explicó.
Megumi: Créame, no pudo haber traído con mejores manos.
Tokio era una ciudad muy tranquila, o por lo menos eso
creía el joven Yue al ver las calles tan desiertas aquella mañana.
No acostumbraba a ir a ningún lado que no fuese en la compañía
de su 'amo', pero él había insistido demasiado en que lo hiciera,
y que llevase a su compañero consigo.
Yue se detuvo en uno de los puentes de la ciudad, contemplando detenidamente
el reflejo que le proporcionan las aguas cristalinas, su reflejo. Lo miraba
y, vaya que le parecía extraño verse vestido de esa manera, un
gi de color negro en conjunto con un hakama de color blanco... no estaba acostumbrado
a usar esa clase de vestuarios, pero si su amo se lo mandaba no quedaba más
que acceder a su petición... Y su cabello con aquel peinado (coleta alta)...
Definitivamente no le agradaba mucho pasar por un humano común y corriente.
Dio un ligero suspiro cuando la cabeza redonda de Kerberos salió de entre
el gi de Yue, no había nadie en las cercanías.
Kerberos: ¿Qué te sucede, por qué tan triste?
Yue: No es que este triste... simplemente, aun no me acostumbro a esto...
Kerberos: Al pasar como humano?
Yue: Sí.
Kerberos: Ya te dije que no debías quejarte tanto, lo que daría
yo por poder encontrarme en tu posición y no tener que convertirme en
'esto' para ocultarme de los ojos humanos- explicó- ¿Por que no
buscamos un lugar en el que podamos acceder a nuestra forma real?
Yue: Me parece una buena idea... Pero el amo puede que se enfade si se entera.
Kerberos: Clow no tiene porque enterarse, vamos!
Yue: Esta bien, pero deja de fastidiar.
Kerberos: Grrr definitivamente debes tratar de controlar ese pésimo carácter
><.
Ya en un lugar más apartado, en donde no creía
que nadie los pudiese ver...
Las minúsculas alas de Kerberos crecieron enormemente y lo envolvieron
por completo como si se tratase de un capullo de plumas doradas, momentos después
de aquel conjunto de plumas, emano una imponente bestia de pelaje y ojos dorados.
Kerberos: Ah, pero que bien se siente- dijo al extender sus grandes y bellas
alas.
Yue se concentró unos momentos para que unas hermosas y extensas alas
de color plateado emergieran de su espalda, dándole la apariencia de
un ángel.
Kerberos: ¿Y bien, no te sientes mejor ahora?
Yue: Un poco...- respondió a secas.
Kerberos: Vaya que este viaje con el amo ha sido bastante cansado- dijo al dejarse
caer en el suelo- ¿Y de verdad crees que ese tal Himura sea tan asombroso
como Clow dice que es?- preguntó a su compañero.
Yue: No veo nada extraordinario físicamente en él... Parece un
humano común y corriente.
Kerberos: ¿Y acaso el amo no lo parece también?
Yue: Pero con él es diferente. Además, me sorprende que el legendario
Battousai el destajador sea un hombre tan común... lo vi incluso lavando
ropa antes de salir- comentó.
Kerberos: Oye, que Clow no lave su ropa directamente no quiere decir nada...
Yue: No estoy tratando de comparar, ambos son hombres muy diferentes- explicó.
Kerberos: El dado caso, el amo tiene confianza en que será de gran ayuda.
Yue: Aun no entiendo el porque necesita pedirle ayuda, ¿acaso nosotros
no somos lo suficiente aptos para ayudarlo en esto?- preguntó aun indignado.
Kerberos: No trates de pensar como Clow la haría, es muy difícil-
dijo resignado- Pero veámoslo de esta manera, él cuenta con un
gran criterio, si él lo necesita, ni hablar.
Yue: Pero todo indica que ya no piensa hacerlo...
Kerberos: Esperaremos a ver que sucede.
Yue: ¿Crees que veremos a más Kappas por estos alrededores?
Kerberos: No siento ninguna presencia mágica cerca, dudo que aparezcan
durante el día.
Yue: Tienes razón, deberemos estar alertas, ayer nos deshicimos de tres
de ellos, por lo que nuestra esencia mágica se dejo notar, seguramente
ya se han dado cuenta de que nos encontramos aquí en Tokio.
Kerberos: Si quieren venir que vengan... después de todos los kappas
son criaturas sin cerebro.
Yue: Pero peligrosos.
Kerberos: Para los humanos si.
Yue: No para el amo.
Kerberos: Aunque sea poderoso, sigue siendo humano.
Yue: Tienes razón...- murmuró al recordar esa realidad. Su amo
y creador seguía siendo humano, y como tal, tenia sus debilidades...
El canino de pelaje cobrizo iba montado sobre la espalda
del peleador mientras caminaba por las calles poco transitadas de Tokio aquella
mañana, y no era de más, el mismo frío no permitía
a la gente salir de la calidez de sus respectivos hogares.
Llegó hasta la residencia del doctor Genzai, la cual se encontraba solitaria.
Dio un vistazo por los alrededores. Estaba dispuesto a averiguar qué
es lo que había sucedido la noche anterior aquí.
Buscó cuidadosamente por los alrededores de la casa, hasta llegar al
patio en donde aun ropa colgaba de los tendederos y se ondeaba ligeramente por
el movimiento del frío viento.
Notó como es que alguien deliberadamente había removido la tierra
en un punto especifico del terreno. Se acuclilló un poco notando las
marcas de posibles pesuñas que realizaron tan acción. Aquel hueco
solo podría indicar que habían sido diabluras del buen Notaro,
sin embargo las marcas eran muy grandes para ser de las del perro.
El animal descendió de la espalda del luchador, comenzando a olfatear
con cuidado el terreno.
Sanosuke noto de igual forma las marcas de pisadas aparte de las suyas, así
como rastros de sangre que manchaba la tierra, pero todo indicaba que la nariz
de Notaro estaba más concentrado en las huellas que parecían de
garras y que a simple vista indicaban que corrieron tras de la persona que se
encontraba sangrando, en este caso a Megumi...
Tanto hombre como canino siguieron las marcas en el suelo, su recorrido los
llevo hasta la calle cerca al dojo Kamiya, en donde las marcas se detuvieron...
como si hubiesen volado...
Esto si que resultaba muy extraño para la intuición de Sanosuke
Sagara, encontró algo más en la escena que podría pasar
desapercibido por cualquiera, pero no para este hombre. Su mano vendada tomó
del suelo lo que parecía una pluma, una larga pluma de color dorado y
más allá un par más.
En su vida jamas había visto algo similar, no era un experto en el reino
animal de los animales voladores pero, definitivamente no creía que hubiese
un ave o criatura en la naturaleza que pudiese tener plumaje de este color o
tono, todo esto era demasiado extraño... Y para la intuición del
luchador, ese tal Clow seguramente debía saber más de lo que explicó
en su versión, y eso es algo que iba a tratar de averiguar...
- Fin del Capitulo 2-