CAPÍTULO
2: REUNIONES, REFLEXIONES Y AMENAZAS
La
cantidad de sucesos que pueden ocurrir en una noche, en una ciudad tan grande
como Tokio es tremenda; sin embargo de todo lo ocurrido, sólo son algunos
hechos los que merecen ser tomados en cuenta esta noche.
Eran
las 10 P.M. en Odaiba, un distrito de aquella metrópoli conocida como Tokio,
por sus calles paseaba Tai Kamiya furioso mientras trataba de llegar al punto
donde debía reunirse con Matt, Sora, Joe e Izzy; estaba furioso no sólo por el
hecho de haber sido incapaz de ayudar en algo a detener a ese tipo de armadura
celeste; sino también por el hecho de que esas Sailor Scouts hubieran actuado
en una forma tan desconfiada; en especial Uranus y Neptune.
------------------------------Flashback-------------------------------
Serían las 7 P.M., cuando tras haber
pasado la pelea con ese Guardián de Bronce se decidió por consenso que lo mejor
era que todos hablasen(pese a la oposición de varias Scouts). Cada quien
comenzó explicando su historia desde el inicio, siendo Sakura Kinomoto la
primera al explicar la naturaleza de las Sakura Cards así como de Kerberos y
Yue(confundidos en un inicio como digimons, de hecho los digi-destinados
creyeron que Sakura era algo así como una digi-destinada) así como de los
extraños sucesos que habían ocurrido en Tomoeda. Los digi-destinados explicaron
todo lo referente a los digimons así como de varios fenómenos climáticos que
habían ocurrido hace tres años, sin contar con la aparición de digimons que se
habían dado hace tres años y hace algunas semanas.
-“De modo que ustedes pudieron resolver
aquellas crisis que tuvo el mundo hace tres años y hará unos pocos días... y yo
que creía que deberíamos encargarnos de esa situación de nuevo.”-dijo Sailor
Moon.
-“Nosotros nos encargamos de esto... pero
aún así no entiendo como es que ese tipo pudo tener tanta fuerza como para
detenernos.”-murmuró Ken.
-“Pudo vencernos con esa facilidad... no
entiendo cómo... “-decía V-mon.
-“Despreocúpate V-mon, ese tipo tuvo suerte
después de todo no pudimos contar con Patamon ni Hawkmon.”-trató de animar
Davis.
-“No nos lo recuerdes”-hablaron ambos
digimons a la vez.
-“Dime Izzy, ¿en verdad la puerta está
bloqueada?”-inquirió Tai.
-“Odio decirlo, pero ninguno de nosotros
puede tener acceso al digimundo ahora... creo que no podremos
ayudar.”-respondió Izzy.
-“Maldita sea... es tan frustrante ser
incapaz de ayudar ahora.”-maldijo Tai, antes de pegarle un puñetazo al piso
para tratar de descargar en algo su ira.
-“Hermano... “-murmuró Kari con algo de
tristeza en su voz.
-“No tienes porque sentirte así... creo
que después de todo no hubiéramos podido ser capaces de hacer gran
cosa.”-repuso Sakura, igualmente desanimada.
-“Sakura, no tienes porque ponerte así...
tengo fe en que lo venceremos.“-dijo Kerberos.
-“Sin embargo eso no será fácil... no sé
si lo notaron, pero a medida que pasaba la pelea ese sujeto aumentaba su fuerza
cada vez más... el poder que sentí en un inicio venía de ese individuo pero
cuando llegué su poder había incrementado mucho más de lo que había
supuesto.”-replicó Yue.
-“No importa cómo... pero debemos
detenerlo, asesinó a esos digimons y a ese soldado a sangre fría.”-farfulló
Cody.
-“Pero hemos visto su poder, no parece
haber manera de detenerlo.”-murmuró Yolei.
-“Pues entonces niña, haz algo simple y
deja que nos encarguemos de eso.”-intervino Neptune.
-“Ese tipo sabe del digimundo y tiene
algo que ver con la aparición de esos digimons, de modo que ustedes no pueden
estar solas en esto.”-reclamó T.K.
-“Además sabe de las Sakura Cards,
definitivamente no pienso quedarme de brazos cruzados.”-acotó Sakura.
-“¿Y qué podrían hacer? Son sólo niños,
ese sujeto es un maldito monstruo.”-advirtió Mars.
-“Quizá más de lo que ustedes han
hecho.”-dijo Tailmon.
-“Ustedes tampoco fueron la gran
cosa.”-apoyó Tai.
-“Pues definitivamente tú eres la última
persona que debería decir eso, no pudiste ayudarnos.”-contestó Uranus.
Aquello fue algo duro para Tai, quien
decidió responder de un modo directo:
-“Pues al menos yo no tengo que hacer
todas esas estupideces que hacen ustedes.”
-“¿Qué dijiste?”-reclamó Júpiter.
-“Muy bien, cálmense ahora.”-dijo
Mercury.
-“En todo caso, es tiempo de que cuenten
su historia.”-intervino Ken.
-“Y de que digan quienes son
ustedes.”-completó Patamon.
-“No podemos decir nada... nuestra
identidad es secreta.”-contestó Venus.
-“Ni tampoco podemos decir nuestra
historia aún.”-completó Plut.
-“En todo caso ya no hay nada más que
hacer aquí... vámonos.”-dijo Tai con frialdad.
-“Oye, no es para que te comportes
así.”-reclamó Saturn.
Pero los digi-destinados, así como la
Card Master y sus guardianes habían decidido irse del lugar; Saturn mandó una
mirada de reproche contra Uranus y Neptune, antes de que todas acordasen ir al
Templo Hikawa a reunirse.
-----------------------Fin del
Flashback------------------------------
Al mismo tiempo en otra parte de Tokio,
Paul Tapia estaba reflexionando sobre lo que había pasado en ese primer día en
algún hotel de mala muerte en Narita. Por fortuna, había descubierto que su
condición de Guardián de Bronce le daba una mayor resistencia y capacidad de
recuperación a la hora de afrontar peleas.
Se ocultó en algún parque y pudo
recuperarse gracias a esa capacidad, y a una opción que había en su Armor
Capsule: Diagnóstico; el cual arrojó como resultado que sólo una poción
bastaría para curar esa herida. Encontró otra opción: Botiquín, en la cual
seleccionó la dichosa poción; era una botella pequeña que contenía un líquido
verde.
Lo tomó, el sabor era horrible y en un
momento deseó vomitar; sólo para ver sorprendido como su herida cicatrizaba a
gran velocidad antes de que la costra desaparezca y recuperara todas sus
fuerzas. Después no hubo gran cosa que hacer sino conseguir un lugar donde
pasar la noche, fue a Narita tomando el tren-bala y siempre confundiéndose con
la multitud por si hubiese algún Shadow Warrior rondando por ahí; ¿qué lo hizo
tomar esa actitud?, la verdad no lo sabía podría decirse que sólo siguió sus
instintos. Se alojó en cualquier hotel de Narita y analizó su situación desde
su reciente “cuartel general”.
-“Muy bien, en primer lugar soy una
especie de guerrero que viene del año 2350 pero al mismo tiempo soy un
periodista que viene de un “presente” nada alentador, estoy aquí por alguna
razón que debo averiguar; han ocurrido sucesos extraños y tengo a las Sailor
Scouts, a los digi-destinados, a la Card Master y a sus guardianes, y a los
Shadow Warriors y sus aliados deseando matarme.”-se dijo a sí mismo, dándose
cuenta que su destino no era nada alentador.
Revisó la Armor Capsule nuevamente y se
encontró con otra opción más: Descargar objetos; la cual tenía a su vez dos
alternativas que eran: Descargar de golpe y Descargar objeto por objeto. Optó
por la primera, y vaya que fue de golpe ya que le cayó una montaña de objetos
encima. Usualmente no era ordenado pero en este caso creyó conveniente hacer un
inventario que arrojó el siguiente resultado: algunas camisas y polos, unos
pares de blue jeans, dos pares de zapatillas, un par de zapatos negros, un
terno(saco, pantalón, corbata, camisa), una ganzúa, manuales de cómo hacer
pociones, desactivar bombas, de equipos de guerra del año 2350, y de
movimientos de espionaje, una pistola-láser, explosivos C4 y detonadores, un
rifle-láser con mira telescópica, un sable de luz verde, una armadura celeste
con partes blancas, lentes con modalidad infrarroja y de rayos-X,
libros(historia y literatura, básicamente), revistas hentai, una laptop con
conexión a Internet(mediante la opción Comunicación de la Armor Capsule), seis
diskettes, un lapicero y un cuaderno.
Eso junto con sus documentos y algo de
dinero lo mantendrían a salvo durante algunos días hasta poder encontrar algún
trabajo y algo más digno de vivir que la habitación de un hotel. Otra cosa más,
sabía que ese ataque fue demasiado fuerte como para que los medios lo
ignorasen, saldrían varios reportajes de eso. Leyó el diario, y descubrió un
artículo de la Corporación Kido, así como otro que reportaba una serie de
peleas callejeras en Nerima; ya sabía con quién iba a vérselas después pero eso
no importaba de momento, sólo dormir.
En otra parte de Tokio, en el Templo
Hikawa la reunión entre las propias Scouts se estaba dando con un evidente
clima de nerviosismo y tensión:
-“Bien, alguna de ustedes tiene idea de
quién diablos es ese sujeto.”-comenzó Serena.
-“No, pero es evidente que es muy
poderoso pudo mantenernos a raya mientras peleaba y eso que había peleado
contra el tipo de armadura negra.”-dijo Lita.
-“Su fuerza es bastante grande, de otro
modo no se explica esa resistencia que tenía al pelear.”-acotó Mina.
-“Y parece ser que posee habilidades
psíquicas bastante fuertes, prácticamente había leído mi mente.”-comentó Amy.
-“Pero, ¿será verdaderamente una
amenaza?... es decir, nosotras no estuvimos allí y él pudo haber dicho la
verdad.”-inquirió Hotaru.
-“Pues su actitud no denotaba muchos
deseos de hacer amistad.”-contestó Michiru con sarcasmo.
-“De hecho, creo que ese sujeto es una
amenaza... pudo escapar de nuestros ataques muy poco antes de que lo
alcancen.”-habló Rei.
-“No entiendo como es que pudo
humillarnos de ese modo, pero juro por Dios que acabaremos con ese tipo sin
ninguna ayuda.”-sentenció Haruka.
-“Olvídalo Haruka, en esta ocasión no
podemos pelear solas, ese tipo es demasiado fuerte, y aún no tenemos idea de
quién era el sujeto de la armadura negra.”-replicó Setsuna.
-“Pero siempre hemos... “-intentó
responder Haruka.
-“Suficiente, no vas a menospreciar a
nadie que pueda ser un potencial aliado, y lo digo por ese chico Tai... si
vuelves a hacerlo de nuevo, yo misma te destituiré de tu cargo... eso va
también para ti Michiru.”-cortó Serena con un nivel de autoridad que acabó con
la discusión.
-“Además, ni aún nosotras sabemos
demasiado del de la armadura celeste, así que no intentarán nada contra él
aún.”-finalizó Serena.
La discusión había acabado y en verdad no
se había llegado a ningún lado, Rei acompañó a todas a la puerta antes de irse
a dormir, sin embargo sentía que algo bastante malo podría ocurrir dentro de
poco. ¿Qué tan malo?, no podía decirlo pero el poder que habían demostrado los
guerreros de la luz era sencillamente demoledor tanto que aunque no se lo había
dicho a nadie experimentaba un poco de temor, temor de que aquellas pesadillas
de muerte y destrucción se hiciesen realidad, temor de que el mundo se sumerja
en el caos... y ella no pudiese hacer nada para evitarlo.
Serían las 10:30 P.M. cuando finalmente
Tai había llegado al punto de reunión donde estaban Matt, Sora, Izzy y Joe.
Después de todo había algunas cosas por las que los nuevos digi-destinados no
debían preocuparse aún.
-“Nos volvemos a ver.”-saludó Sora.
-“Por lo que ví en las noticias, supuse
que debía estar aquí.”-dijo Joe.
-“En verdad es tan fuerte ese sujeto, al
punto de haber sido capaz de neutralizar a los digimons de Davis, Ken, Kari y
Cody.”-inquirió Matt con bastante preocupación.
-“Pudo hacerlo, y eso que recibimos la
ayuda de las Sailor Scouts y de una niña que domina magia o algo
así.”-respondió Izzy.
-“Sin embargo pienso que ahora no
podremos ayudar... esa tal Sailor Uranus tiene razón respecto a eso.”-dijo Tai
sin dirigirse a nadie en especial.
-“¿Tienes alguna idea de porqué la puerta
al digimundo está bloqueada?”-intervino Joe, refiriéndose a Izzy.
-“No, y extrañamente ocurre esto el día
de hoy; justo cuando un nuevo enemigo aparece.”-contesta el interpelado.
-“¿Creen que realmente ese tipo del que
hablaron en las noticias sea nuestro enemigo?”-preguntó Sora.
-“Estuvo antes que cualquiera de nosotros
peleando contra unos digimons, unas “Sakura Cards” y ocho soldados de
negro.”-acotó Tai.
-“Pero había asesinado a un soldado que
se había rendido... lo decapitó frente a nuestros ojos, no creo que sea
conveniente aliarnos a alguien como él.”-respondió Izzy
-“Han muerto cuarenta y tres personas en
ese ataque, eso sin contar que hubo alrededor de cien heridos, la mayor parte
de ellos está grave.”-dijo Sora-“Creo que esto sólo será el inicio.”
-“Pienso igual... si en verdad ese sujeto
posee tanta fuerza como para poder detener a cuatro digimons en su forma de
defensor... entonces no creo que podamos hacer mucho por detenerlo.”-comentó
Joe.
-“Quizá no sea así... tomen en cuenta que
Patamon y Hawkmon habían sido heridos.”-contestó Matt.
-“Ese tipo tuvo una pelea con otro sujeto
que parecía pelear de la misma manera en la que él lo hacía, y aún con la ayuda
de las Sailor Scouts, de esa tal Sakura y de sus guardianes no pudimos
derrotarlo.”-dijo Tai.
-“¿Cómo eran esos guardianes? ¿Y cómo es
eso de que una niña maneja magia?”-cuestionó Sora, algo cansada al no entender
nada del asunto.
-“Uno de sus guardianes es algo así como
un león alado, y el otro es un ángel pero tenía una mirada fría como el
hielo... y respecto a la magia al parecer tiene un báculo que usa junto con
unas cartas mágicas... lo curioso es que ella afirma que varias de esas cartas
desaparecieron y han adquirido más poder del que ella podía tener.”-respondió
Izzy.
-“¿Es eso posible?”-dijeron Joe y Matt al
mismo tiempo.
-“Si me lo hubieran dicho ayer, hubiese
respondido que no... pero el ver aquello y el recordar algunos extraños sucesos
que ocurrieron en Tomoeda y en la Torre de Tokio me lleva a pensar varias
cosas.”-admitió Izzy.
-“¿Y las Scouts?”-preguntó Matt.
-“Decidieron no contar su historia y no
confiar en nosotros... si eso quieren, eso tendrán.”-musitó Tai.
-“Será mejor que regresemos a nuestras
casas esto no tiene ningún sentido.”-finalizó Joe.
Todos se despidieron y salieron del lugar
para regresar a sus casas; sin embargo en unas pocas horas, a eso de las 2 A.M.
en una fábrica abandonada un grupo de Shadow Warriors se había reunido para
analizar todo lo referente a lo ocurrido ese día.
-“Muy bien, en primer lugar habrán podido
darse cuenta que las primeras defensas de este mundo no son la gran cosa ante
nosotros, propongo que hagamos un ataque a gran escala sobre Tokio y... “-decía
un joven de cabello rubio agarrado con una cola de caballo.
-“Conquistaríamos este mundo con gran
facilidad, yo no lo creo Uthbak... inteligencia ha informado de que en esta
dimensión existen otras fuerzas que pueden hacernos frente.”-respondió una
chica de mediana estatura, pelirroja y de ojos negros.”
-“Y no sólo eso Edira, uno de esos
Guardianes ha aparecido. Quizá hayan oído de él... un sujeto que ha frustrado
nuestras operaciones en la Tierra, Paul Tapia.”-intervino otro Shadow Warrior,
el mismo que había espiado la pelea entre Paul Tapia y Thanus.
-“No puedes hablar en serio, Carlos...
ese chico se encargó de frustrar nuestras operaciones en la Tierra y detuvo
junto a su maestro a alguien como Raeluk... ¿cómo diablos es que disminuyó
tanto su poder?”-farfulló un encapuchado, mirando fijamente al que espió
aquella pelea.
-“No tengo idea Arinus.”-respondió
Carlos, dirigiéndose al encapuchado.-“En todo caso, díganme en cuánto tiempo
podrán venir nuestra flota y algunos contingentes para pelear en tierra.”
-“Cuestión de semanas... por cierto tal
parece que las cosas en la Liga Planetaria no van muy bien que digamos; Usrad y
Milesto están recelosas debido a que la República de la Tierra pretende
quitarles influencia.”-comentó una chica de cabello castaño corto.
-“No lo dudes Adelia, esos terrestres
controlan todo el sistema solar, y la mayor parte de la Orden de Guardianes son
terrestres, tienen razón de estar así... sin embargo es increíble ver como
pueden corromperse, sólo miren lo que pasó en Plutón, Neptuno y Urano... fue
bastante fácil ofrecerles apoyo económico para promover una rebelión
allí.”-comentó Edira.
-“Y eso sin contar el intento de golpe
que hubo en la misma Tierra, es una pena que el golpe no hubiera dado el efecto
deseado, esa gente de la A.C.E. es incompetente al conspirar usan métodos
anticuados como si ellos aún estuvieran en el siglo XX o XXI de acuerdo a los
terrestres.”-acotó Uthbak.
-“Aún así no creo que los únicos
defensores en esta dimensión sean ellos solamente... he detectado enormes
poderes diseminados por toda la Tierra, y la mayor parte de éstos se encuentra
en un punto específico de Grecia, podríamos...”-decía Arinus.
-“No lo creo conveniente, de hecho la
estrategia no es atacar directamente tal como lo hacíamos antes... sólo hay que
causar algo de pánico en Tokio, una vez que estén aquí los destruiremos, y
respecto a su fuerza militar debo decir que este mundo me decepciona bastante;
no hay gran cosa que pueda oponérsenos.”-dijo un hombre que tendría unos
cincuenta años, algo canoso y con una que otra arruga, vestido con una
gabardina gris y en forma elegante; su voz denotaba frialdad extrema.
-“Veo que usted podrá decir que hacer,
¿no, comandante Huranuk?”-inquirió en tono burlón Uthbak.
-“Por lo menos no soy tan idiota como
para querer lanzarme a la primera así como así, ¿o acaso es muy hábil, Shadow
Warrior Uthbak?”-respondió Huranuk con el mismo tono frío.
-“¡INFELIZ HIJO DE PERRA, VAS A...
!”-gritó con furia Uthbak, cuando cargaba una esfera de energía, ante Huranuk
el cual estaba bastante tranquilo pese a aquella amenaza.
-“¡SUFICIENTE!¡SOY YO EL QUE ESTÁ AL
MANDO Y NO TOLERARÉ NINGÚN DESORDEN!”-ordenó un hastiado Carlos.-“Ahora
Huranuk, dinos cómo van las cosas en esa dimensión... el digimundo.”-esto último
lo dijo con cierto desdén.
-“Es sencillo, otro escuadrón de Shadow
Warriors así como un contingente de tropas se han apoderado de toda puerta
dimensional que lo conecte con esta dimensión, hemos comenzado el proceso de
esclavización de “digimons”, no hay presencia alguna de seres humanos. Sin
embargo hay grupos esparcidos por todas partes resistiendo, pero generalmente
mueren o pasan a ser parte de los nuestros(de hecho, nos llegaron algunos
refuerzos como ustedes saben), se nos han unido espontáneamente otros digimons
como aliados, todo esto según el informe de Ikusant.”-informó Huranuk, mientras
leía unos papeles.
-“Supongo que luego nos desharemos de
esos pequeños aliados, verás no creo que sean necesarios según el
emperador.”-dijo Edira.
-“Eso es obvio, no necesitamos a gente
tan débil en nuestras dimensiones.”-supuso Arinus.
-“Ah... por cierto que hay de esas Sakura
Cards que conseguiste robar Adelia.”-inquirió Carlos.
-“Esa niñita no era la gran cosa en lo
referente a magia, y por lo que han podido sentir tampoco lo son el león alado
ni ese intento de ángel; emití mucha más fuerza de la que cualquiera aquí
hubiera podido hacer cuando desplegué la luz de mi aura a ese nivel.”-contestó
Adelia con un enorme orgullo.
-“Por cierto Carlos, yo me haré cargo de
la próxima misión no fallaré como Thanus... las leyendas de ese tal Paul Tapia
no son más que eso, además el tipo que frustró nuestras operaciones en la
Tierra era bastante fuerte y el aura que fue emitida hace un momento no es la
gran cosa.”-farfulló Uthbak.
-“Mañana mismo llegarán refuerzos y no te
desesperes Uthbak, ya tendrás tu oportunidad, cuando yo lo diga.”-ordenó
Carlos. Claro, mañana vendrán dos Shadow Warriors; y necesito que Tapia se
fortalezca para que pueda vencerte y así pueda arrancar tu corazón de una vez
inmunda basura... además hay un asunto personal que debo atender y nadie me
quitará ese placer; pensó Carlos.
-“Por cierto, en cuanto tiempo
instalaremos nuestra base en la Luna así como nuestra flota.”-inquirió Arinus.
-“Unas semanas si todo sale tal como se
ha previsto... pronto atacaremos esta Tierra.”-finalizó Carlos.
Todos salieron de la reunión, excepto
Huranuk que estaba allí, sumido en lo más profundo de sus pensamientos mientras
encendía un cigarrillo. Claro, Carlos... piensa en tus planes de venganza
personal contra Tapia; mientras ustedes están en cosas tan simples como ésas
hay otras dimensiones que esperan ser conquistadas, y hay aliados mucho más
útiles de lo que incluso tú puedes ser; pensó antes de salir y perderse por las
calles de Tokio.
Ahora bien; estos son sólo algunos de los
hechos que han ocurrido en una ciudad tan grande como lo es Tokio, pero Tokio
no es más que un minúsculo punto del planeta azul. De hecho, han ocurrido otros
sucesos en otras partes del mundo; bastante distantes de aquella metrópoli,
aquella pelea había sido sentida en distintas partes del mundo.
En China, en los Cinco Picos; un joven de
unos 14 o 15 años con una larga cabellera negra y un tatuaje de un dragón en la
espalda sintió la pelea que se había dado mientras meditaba por la tarde, le
había extrañado que su maestro no hubiera estado allí. Y lo peor, quienes
podían ser capaces de emitir un poder en una forma tan fuera de lo común y con
un poder tal que superarían a cualquier Santo de Bronce, o de Plata incluso.
-“¿Qué es lo que ocurre Shiryu?”-preguntó
Sunrei, que ya temía lo peor al ver a Shiryu en esa actitud.
-“Hubo una gran batalla en Japón... dos
poderes se mostraron con bastante fuerza... “-Shiryu no dijo más, y pensó cuan
curioso era que justo un día después de que se dé aquella extraña emisión de
energía se dé esa batalla.-“Por cierto, tienes idea de a donde fue el maestro,
Sunrei?”
-“No... sólo dijo que debía volver al
Santuario.”
-“Mañana en la mañana regresaré de todas
formas.”-dijo Shiryu, saliendo pero no se había dado cuenta de que Sunrei
estaba más preocupada que de costumbre. Mientras oraba ante aquella cascada,
había podido percibir aquél poder también y sólo atinó a decir:
-“Cuídate, Shiryu.”
En las frías estepas de Siberia estaba un
joven de cabello rubio y ojos azules que había conseguido tras varios años de
entrenamiento en esas frías estepas volverse el Santo del Cisne, había visitado
la tumba de su madre después de mucho tiempo, y así como los Santos de Bronce
había creído que finalmente la Tierra volvería a la paz después de aquella
guerra contra el emperador Poseidón. Sin embargo, desde ayer había sentido
aquél extraño estremecimiento y la batalla que se había dado hará unas horas lo
hacía sentir aún peor.
-“¿Qué demonios está ocurriendo en
Japón?”-se dijo Hyoga a sí mismo antes de decidir regresar a Tokio.
Por su parte en Cabo Sunion, Sorrento de
Sirenia estaba tocando su flauta frente al mar mientras Julián Solo descansaba,
era bueno sentir la brisa marina en la mañana así como relajarse un poco, y que
mejor para ambos que escuchar la música de Sorrento, claro que Sorrento
disfrutaba el hecho de tocar su flauta para los niños del mundo aunque siempre
es bueno escucharla junto a una persona solamente; sin embargo en un momento se
detuvo.
-“¿Qué es lo que ocurre Sorrento?¿Porqué
te detienes?”-preguntó Julián un tanto extrañado.
-“Disculpe pero desde ayer he percibido
un enorme caos que venía del Este, y hasta hace unas horas había ocurrido una
batalla.”-respondió Sorrento.
-“¿Una batalla, dices? ¿Qué tan fuertes
eran aquellos poderes?”-inquirió Julián, un tanto preocupado.
-“Despreocúpese... no eran la gran cosa
como para enfrentar a un Marine Shogun.”-contestó el único Marine Shogun que
quedaba. Sin embargo, uno de esos poderes venció y parece haberse hecho más
fuerte; pensó Sorrento antes de volver a tocar.
Mientras tanto, cerca de la villa
Rodorio; en un Santuario que existía desde tiempos inmemoriales; los Santos
Dorados se habían reunido por orden expresa de Atena en el Salón del Gran
Maestro, el ambiente era bastante tenso y no sólo por los sucesos que habían
ocurrido.
-“Esas energías no eran bastante
fuertes... basta con que envíes a uno de nosotros y ese problema se
acabaría.”-sugirió Aldebarán.
-“Cierto... sólo podrían contra Santos de
Bronce o en el mejor de los casos contra Santos de Plata a un nivel
intermedio.”-acotó Aioria.
-“Eso es lo más seguro... pero ninguno de
ustedes parece haberse dado cuenta de que una de esas cosmoenergías era
enteramente maligna mientras que la otra era más neutral.”-intervino Mu.
-“Así como que parecen haber más energías
malignas en la Tierra.”-dijo Dohko.
-“Tampoco entiendo el hecho de que
después de aquella batalla esa cosmoenergía se fortaleciese tan
rápidamente.”-musitó Milo.
-“Hay muchísimas cosas en todo esto que
no entiendo parece ser que deberé volver a Japón a ver personalmente que esta
ocurriendo.”-dedujo Saori.
-“Sin embargo, hay algo más... he notado
otra presencia aquí tan sólo por un instante, pero se amparo en tu cosmo,
Atena.”-notó Shaka.
-“Veo que entre todos nosotros aún sigues
siendo el más hábil Shaka.”
Todos voltearon al lugar de donde
provenía aquella voz, y la reacción de varios de los Santos Dorados no fue la
más amistosa, una reacción natural que uno adoptaría ante un traidor, y más si
se considera que este ser había corrompido a Saga y despertado a Poseidón para
intentar dominar al mundo.
-“Atena... ¿qué significa esto?”-inquirió
un furioso Aioria.
-“¿Qué diablos haces aquí,
Kanon?”-farfulló Milo, preparándose para pelear.
-“Vine aquí a limpiar mis pecados y los
de mi hermano, y que mejor que luchando al lado de Atena como el nuevo Santo de
Géminis.”-respondió Kanon con una calma absoluta.
-“Escúchenme... a partir de ahora Kanon
ya no es más un traidor.”-anunció Saori, aquella orden fue acatada por todos
excepto por Milo.
-“No lo creo así... un traidor siempre es
un traidor... y morirás como tal, Kanon... Aguja Escarlata...”-anunció Milo,
mandando su ataque a la velocidad de la luz e hiriendo gravemente a Kanon.
-“Milo... deténte.”-dijo Aldebarán.
-“Espera Aldebarán... este asunto debe
ser resuelto por ellos dos.”-respondió Saori.
-“Kanon ha recibido cinco ataques de la
Aguja Escarlata... ¿porqué no se defiende?”-habló Aioria.
Mu, Shaka y Dohko no habían dicho
absolutamente nada; y así como Atena sólo veían impasibles como se daba
aquello. Otra vez más; esta vez fueron cuatro impactos, todos sabían que de
llegar a los 15 golpes, Kanon estaría completamente indefenso para recibir el
Antares, que de hecho lo iba a rematar.
-“Olvídalo Milo, no importa cuanto me
ataques... no me rendiré... le debo mi vida a Atena.”-murmuró Kanon con una voz
bastante débil.
-“Si lo que deseas es que continúe...
pues entonces que así sea... Aguja Escarlata.”-continuó Milo.
Esta vez fueron seis impactos, no sólo
los nervios de Kanon estaban completamente paralizados, sino que sus cinco
sentidos iban desapareciendo poco a poco. Kanon hubiera querido hacer algo para
detener el golpe de gracia, pero ya no podía articular una palabra. Sólo fue un
impacto, como si un puñal hubiese atravesado directamente su cuerpo antes de
caer inconsciente, lo más seguro hubiese sido que Kanon iba a morir allí mismo,
pero sintió más bien como poco a poco el dolor iba reduciéndose y la hemorragia
que tenía en todo su cuerpo estaba desapareciendo. Fue cuando se levantó y
dijo:
-“Si supuestamente soy un enemigo de
Atena, un traidor... ¿porqué dejas que aún viva?”-inquirió Kanon a Milo,
mientras se levantaba con algo de dificultad.
-“Porque sé que en realidad aquí ya no
hay un traidor, en todo caso lo hubo... pero ahora es el nuevo Santo de
Géminis, Kanon.”-respondió Milo.
Todos los Santos Dorados entendieron
porque se había dado todo aquello, y decidieron regresar a sus casas. Saori
permaneció durante unos minutos más en el Santuario. En esta ocasión iría a
Tokio a ver que era lo que ocurría, sea lo que fuere definitivamente no era
nada bueno.
Estos fueron los sucesos que habían
ocurrido en aquél dichoso día, no sólo en varios puntos de Tokio, sino en
varios puntos del mundo. Todos habían podido llegar a una conclusión,
definitivamente lo que se venía encima no era nada bueno, y aquella lucha
demostraba aquello. No sólo por la demostración de poder, sino también por la
destrucción que había sido ocasionada en Shinjuku y las cuarenta y tres vidas
que habían sido cobradas aquél día.
A la mañana siguiente en Tokio, Paul
Tapia pudo salir de ese hotel; lo primero sería conseguir un trabajo y un lugar
decente donde vivir, y que mejor que viendo los titulares de los periódicos de
aquél día en algún lugar de Nerima, los cuales tenían distintas leyendas;
unos(que pueden catalogarse como serios) decían cosas como: “Atentado
Terrorista en Shinjuku”, “Terror en Tokio”, etc; otros(en su mayoría, no todos;
prensa sensacionalista) decían cosas como: “Las Sailor Scouts Reaparecen”,
“Nueva Aparición de Monstruos”, etc. Claro que nadie ahí podría explicar como
diablos ocurrió todo aquello, es decir algunos creen que tales explicaciones
son ciertas, mientras que otros creerían que tales cosas eran cortinas de humo
o patrañas, tal como lo dijese una persona al costado derecho de Paul Tapia.
-“No puedo creer que la gente crea ese
tipo de cosas.”-dijo un chico de cabello negro sujetado en una trenza y ojos
azules, vestía ropas chinas y parecía ser un sujeto bastante más fuerte que
cualquier humano común y corriente según un análisis rápido que Paul hizo.
-“Pues yo pienso que eso puede ser
cierto.”-replicó Akane.
-“Era obvio, sólo alguien tan tonta como
tú podría creer que esas cosas podrían ser ciertas.”-respondió Ranma.
Akane estaba furiosa e iba a responder a
Ranma, cuando de pronto Paul Tapia intervino.
-“Oigan, antes de que decidan resolver
sus problemas conyugales aquí matándose a puño limpio, ¿puedo tomar la palabra
respecto a ese tema?”
-“¿Problemas conyugales? Oiga, usted debe
estar demente para creer que yo me casaría con alguien como ella.“-decía Ranma,
un tanto molesto.
-“Ja... en eso tienes razón, ni por todo
el oro del mundo estaría con un tipo como tú.”-respondió Akane.
-“Sí, pues... “-decía Ranma.
-“¡CÁLLENSE DE UNA MALDITA VEZ, MOCOSOS
INÚTILES!”-gritó Paul.
-“Lo sentimos.”-dijeron al unísono Ranma
y Akane, al ver la expresión que Paul había puesto.
-“Vaya... hasta que al fin, verán es muy
difícil explicar que diablos ocurrió en aquél ataque, más aún para mí que soy
extranjero; pero déjenme decirles que lo que sea que esté ocurriendo no parece
ser nada bueno. Atentado terrorista... lucha de las Sailor Scouts y aparición
de algunos de esos monstruos... sea lo que fuere debo decirles que deben
prepararse para cualquier cosa.”-explicó Paul.
-“¿A que se refiere con que algo malo
podría ocurrir?”-inquirieron ambos a la vez.
-“No lo sé, generalmente hago algunos
análisis y en ocasiones me dejo llevar por mis suposiciones y presentimientos,
algunos diarios parecen querer provocar pánico, mientras que otros destacan
demasiado aquellas fotos en las que aparecen las Sailor Scouts y esos
monstruos, demasiado para el gusto de quien sea... ”-decía Paul, antes de ser
interrumpido por una molesta presencia.
-“Mi dulce Akane, finalmente te
encuentro.”-interrumpió Kuno.-“¡Aléjate de ella, Saotome!”-exclamó, y se lanzó
a atacar a Ranma con su vara de kendo; Ranma lo esquivó e iba a darle a Paul,
de no ser porque éste lo detuvo con una sola mano.
-“Te lo haré fácil, deja de molestar o te
las ves conmigo.”-advirtió Paul, mientras sostenía con gran facilidad la vara
de kendo.
-“No tengo nada contra ti, extraño...
pero si te interpones deberé vencerte antes que a Ranma.”-dijo Kuno.
-“Te sobreestimas demasiado, es un grave
error.”-murmuró Paul, antes de usar la vara de kendo como punto de apoyo para
atraer a Kuno y darle una patada en el pecho, soltando el arma de Kuno justo
cuando mandó la patada, lanzándolo al piso.
La diferencia física era obvia según
Ranma y Akane; Paul era físicamente más resistente y alto que Kuno aparte de
ser mayor, y parecía ser que más rápido en sus reflejos y a la hora de conectar
golpes, cuando Paul esquivaba los mandobles de Kuno y le respondía mandando
golpes rápidos que poco a poco ensangrentaban el rostro de Kuno, claro que
manejaba a Kuno con facilidad pero en este caso era con demasiada facilidad.
-“Puedes rendirte ahora o caer como un
tipo valiente... tonto pero valiente.”-advirtió Paul.
-“Eso nunca.”-murmuró Kuno, antes de
lanzarse nuevamente contra Paul siendo cordialmente recibido con un rodillazo
en el estómago y un codazo en la espalda. Fue lo último que sintió antes de
caer noqueado; Paul decidió irse pero en eso Ranma lo detuvo:
-“Oye, espera... aún no sabemos quién
eres.”
-“Ah, eso. Soy Paul Tapia.”-respondió el
interpelado.
-“Usted no es de por aquí,
¿verdad?”-preguntó Akane.
-“Cierto... vengo de muy lejos, por
cierto ustedes son... “-decía Paul.
-“Ranma Saotome.”
-“Akane Tendo”
-“Gracias por deshacerse de
Kuno.”-murmuró Akane.
-“Oiga espere, acepta... “-decía Ranma.
-“Un duelo... no, gracias... tengo varias
cosas que hacer, aunque en otro momento quizá nos veamos las caras.”-acabó
Paul, antes de irse.
Al mismo tiempo en el lugar donde estaban
apostados los Shadow Warriors, aparecía un torbellino púrpura del cual salieron
dos personas que vestían armaduras negras; una de ellas era un hombre de
estatura mediana, tenía ojos marrón claro así como cabello negro con un mechón
blanco; la otra era otro hombre que mediría unos dos metros, tenía una cicatriz
que pasaba por el ojo izquierdo de su cara así como bigotes y barba castaños
junto con ellos venían unos cincuenta soldados caronianos con una serie de
equipos.
-“Ustedes deben ser los refuerzos que nos
envía el emperador.”-dijo Carlos.
-“Shadow Warrior Likus.”-dijo el del
mechón blanco.
-“Shadow Warrior Rysutar, supongo que
debes ser Carlos, el líder de este grupo.”-murmuró el grandulón.
-“Exacto, ahora seguirán mis órdenes...
Likus deberá ir a atacar Tokio junto a un escuadrón de soldados caronianos,
refuerzos que nos mandará Ikusant así como unas entidades mágicas que los
ayudarán.”-indicó Carlos.
-“Nosotros sólo obedecemos al
emperador.”-gruñó Rysutar con desprecio-“No obedecemos a un simple terrícola
como tú.”
-“Déjame ver si entendí, asno... quieres
decir que no obedecerás mis órdenes.”-respondió Carlos con bastante rudeza.
-“En eso estoy de acuerdo con
Rysutar.”-murmuró Uthbak-“No importa que tan hábil seas, sólo eres un terrícola
que ha traicionado a los suyos.”
-“No pienso ejecutar ese ataque sobre
Tokio, y mucho menos dejar que un traidor venga a decirme que es lo que debo de
hacer.”-dijo Likus.
Edira, Adelia y Arinus se mantuvieron al
margen en aquél asunto; a ellos no les cuadraba demasiado la idea de ser
dirigidos por alguien como Carlos, sin embargo se decía que entre los Shadow
Warriors era uno de los más hábiles, un potencial candidato a Sinister Warrior.
Likus, Rysutar y Uthbak en cambio no eran de los sujetos que aguantaban el
decir sus opiniones lo que era un tanto peligroso entre los Shadow Warriors.
Ahora iba a verse quien iba a tener la última palabra: o los tres Shadow
Warriors caronianos, o el Shadow Warrior terrícola.
Carlos comenzó el ataque antes que
cualquiera de los otros pudiese reaccionar mandando a volar a Rysutar y Likus
mediante un ataque psíquico estampándolos contra una pared, para luego
enfrascarse en una lucha directa contra Uthbak; mandobles y golpes iban y
venían a una gran velocidad pero en un descuido de Uthbak, Carlos le mandó una
potente esfera de energía que hizo que Uthbak atraviese el techo del lugar sólo
para que en el aire reciba un potente golpe que lo regresó al piso
violentamente, tras lo cual Carlos comenzó a pisotear a Uthbak. Edira, Adelia y
Arinus vieron esto sorprendidos; las leyendas de Carlos parecían ser ciertas y
eran aquellos tres golpeados Shadow Warriors los que habían comprobado aquello.
-“Supongo que ahora dejarán de actuar
como niños.”-dijo Huranuk, con el mismo tono frío que usaba siempre.
-“Y espero que ahora acaten mis órdenes,
a menos que deseen que un burócrata les salve la vida nuevamente.”-repuso
Carlos, dejando de golpear a Uthbak.
-“El emperador no tolera que sus
guerreros peleen entre sí hasta la muerte, sí por mí fuese hubiera dejado que
se matasen entre sí, creo que los refuerzos ya llegaron.”-musitó Huranuk,
mientras desviaba su mirada hacia el mismo punto de donde habían venido Rysutar
y Likus; y aparecían algunos Monocromons y Seadramons, así como hacían su
aparición las Sakura Cards Lluvia, Nube y Trueno emanando una enorme aura
negra.
-“Creo que algo de ayuda extra podría
servirles.”-dijo Adelia.
-“El nuevo punto de ataque será en la
Bahía de Tokio, quiero que allí estén apostados los Seadramons para que nos
apoyen desde el mar; el resto atacará en tierra y Likus se hará cargo de esta
misión, a partir de las 9 P.M. Mientras tanto necesito que abran cuentas
corrientes en Suiza, el dinero que pudimos obtener por parte de esos burócratas
japoneses nos será de utilidad... ah, es preciso que capturen algunos humanos;
necesitamos mano de obra.”-indicó Carlos con frialdad; sólo es cuestión de que
todo salga tal como lo planeo para que conquiste este mundo y acabe con Tapia,
dos pájaros de un tiro, pensó.
Pasarían las horas, y no sucedería nada
en especial para Tapia; aparte de haber conseguido un departamento y un empleo
como redactor en un diario japonés que hablaba de las apariciones de las Sailor
Scouts así como de los digimons, no era la gran cosa aunque ya podía tener
acceso a varias fuentes que le darían algunos datos.
Esto era necesario, ya que varios de esos
diarios recibían cierto grado de influencia por parte de las esferas políticas,
incluso se rumoraba de varios malos manejos de funcionarios del fisco; usarían
aquél incidente de ayer como una cortina de humo, podría ser posible, es verdad
que informaban pero al poner aquella noticia con titulares distintos se daba
pánico en la gente mientras que se daban esos manejos. ¿Acaso mi aparición
sirvió como una distracción oportuna?,¿qué diablos habrán encubierto con esto?,
reflexionaba Paul.
Casi al mismo tiempo, Sakura Kinomoto
regresaría a su casa tras un día de clases y encontraría dos cartas, la primera
era de Shaoran Li y la segunda era de Eriol Hiragizawa. Sin pensarlo abrió la
primera carta y la leyó:
Querida Sakura:
Ha pasado mucho desde que salí de Tokio,
para regresar a Hong Kong; lo hice porque me era preciso regresar, de otro modo
hubiera estado a tu lado siempre... porque te amo con toda mi alma, no soporto
la idea de perderte, nunca la soportaría.
He decidido regresar debido a varias
razones, usualmente no lo diría pero tengo miedo de perderte ahora más que
nunca; detecté varias cosas ayer, así como la lucha entre dos grandes poderes,
creo... quiero creer que estás bien, no creo que las cosas se resuelvan tan
fácilmente. He pedido que Wei investigue algunas cosas, usualmente lo haría yo
mismo pero siento un enorme miedo acerca de lo que pueda encontrar.
Hasta entonces,
Shaoran.
Sakura suspiró, gracias a Dios que Kero
estaba durmiendo, de otro modo estaría bastante molesto; por lo menos sabía que
iba a contar con la ayuda de Shaoran para esto, luego reaccionó y leyó la
segunda carta:
Hola Sakura:
Supongo que tu también habrás sentido que
algo ocurrió allá en Tokio, y por esa razón he decidido enviar a Nakuru y a
Spinel a que vean que es lo que pasa, así como a darte algo de ayuda.
Revisaré la biblioteca de Clow para ver
si consigo encontrar algo que me dé una idea respecto a esa gran conmoción que
sentí, estuve nervioso, es la primera vez que me siento así. Yo que he jugado
contigo y con Li, con tanta facilidad; y ahora me siento desbordado por varios
poderes que se están manifestando. No diré más por ahora, sólo puedo decirte
que quizá vaya a Tokio en algún momento dado.
Eriol
Volvió a suspirar, pero esta vez con
preocupación; Shaoran y Eriol siempre se han mostrado bastante reservados a la
hora de mostrar lo que dicen y sienten, y no dirían así nada más ese tipo de
cosas, y mucho menos por una carta; algo así lo hablarían estando cara a cara
en el mejor de los casos si por alguna extraña razón decidieran decir lo que
sienten en una forma abierta, las cosas iban a estar a un nivel que ella nunca
hubiera imaginado.
Notas del Autor:
Bien, aquí tenemos el segundo capítulo; a
los amantes de la violencia y la sangre debo decirles que este capítulo no ha
tenido gran cosa aparte de aquella pelea entre Shadow Warriors, pero no se
preocupen, ya las tendrán a gran escala y con un enorme lujo de detalles.
Esos son algunos de los Shadow Warriors,
ya saben algo de sus capacidades y de la forma como operan; la trama ha
comenzado a complicarse, y continuará complicándose aún mas, me encargaré de
eso. Respecto a lo que reflexionó Tapia sobre si pudo haber servido sin querer
a intereses oscuros, les diré lo que pienso; noticias como las apariciones de
OVNIs así como de vírgenes o de sucesos milagrosos generalmente son usados como
cortina de humo para provocar pánico en la gente, o distraerla de otras cosas
que pueden estar allí como manifestaciones de rechazo o casos de corrupción
formidables.
En todas partes la prensa tiene cierto
grado de censura dada por parte de las enormes maquinarias que dispone el
Estado, puede justificarse en el caso de asuntos de seguridad nacional o de la
vida privada de las personas(aunque a veces esto último no es muy respetado que
digamos), pero en los demás casos la censura no es concebible.
¡Nos vemos en el capítulo 3! Opiniones,
deseos de ver mi cadáver siendo devorado por los buitres, cheques, comentarios
y demás mándenlos a falcon_blueaura@hotmail.com.