Se
ve a dos personas discutiendo con bastante intensidad en las oficinas del
diario “Nueva Prensa” a eso de las 9 P.M., una de ellas es un tipo gordo y de
estatura mediana, que ronda por unos 50 años, algo calvo y fumando un puro
sentado en un escritorio con una placa que contenía la siguiente leyenda:
“Julio Gutiérrez. Director”; el otro es un joven alto y delgado de 23 años
vestido informalmente, cabello negro y ojos azul-gris, el cual sostenía un informe
que contenía información muy especial con un gafette de periodista con el
nombre de Paul Tapia.
-“Te lo he dicho mil veces Tapia, no
puedo publicar eso.”-exclamó un fastidiado Gutiérrez.
-“Claro que no lo puede
publicar.”-respondió Paul con sarcasmo-“Nunca podría, lo consideran como
demasiado valioso.”
-“¿Crees acaso de que saldremos bien
librados? Publicar la relación de tres ministros relacionados con el
contrabando de armas podría derrumbarnos.”
-“Ja... derrumbarnos, con esto
acabaríamos con una de las mafias más poderosas del Perú.”
-“Nunca podrás contra ellos, muchacho...
tienen relaciones poderosas con varios empresarios y gente muy bien ubicada en
el aparato del poder judicial y en otros periódicos, incluso en éste... podrían
sacarnos de aquí a patadas y meternos presos.”
-“No es más que un viejo decrépito y
cobarde, es incapaz de investigar un poco más, sólo porque el dueño de este
diario esta relacionado con esta gente.”
-“¡No me levantes la voz, muchacho o
sino... “-explicó Gutiérrez, quien fue interrumpido por Paul.
-“¿O sino qué? Uno puede ver
tranquilamente lo que es, un arrastrado que obedece lealmente al patrón... sé
que quiso sacarme e impedir que yo me ocupe de este caso, y de paso dejarle mi
oficina al hijito de papi... puede ahorrarse eso, me largo de aquí.”-contestó
Paul con una enorme furia y dejando a ese tipo, que por su apariencia más bien
parecía un burócrata mediocre que el director de un diario, con la palabra en
la boca.
Otro mal día, otra raya más al tigre;
desde que se había dedicado a esto sólo podía ver una enorme podredumbre en
aquellos que supuestamente se dedicaban a investigar lo que ocurría en la
realidad de la sociedad limeña(entiéndase periodistas), y había sido censurado
en varias ocasiones siendo relegado a trabajos pequeños en la sección de
farándula o de deportes; muchos artículos dignos habían sido censurados por
obra y gracia de ese director lamebotas y esto había sido lo último que Paul
había podido soportar de modo que decidió renunciar, sólo lo había tolerado por
su madre y su hermano pero todo tiene un límite.
Serían las 10 P.M. cuando había decidido
ir a un bar de mala muerte que quedaba en alguna de las peores zonas de Lima,
un bar llamado “La Catedral” por el enorme portón que tenía; y comenzó a tomar
unas cuantas cervezas completamente solo importándole un comino lo que la gente
diga o piense de él durante unas tres o cuatro horas, hasta que un “amigo” suyo
comenzó a molestarlo.
-“Vaya, duraste más de lo que creía. No
entiendo como te toleraron, si no eres más que un pobre mocoso.”
-“Miren lo que tenemos aquí.”-respondió
Paul, afectado por la cerveza-“El señor José Miranda, es todo un honor... ahora
podrá ocupar mi escritorio.”
-“Es evidente, no eres más que un soñador
que se refugia en estupideces como esos dibujitos japoneses o esos videojuegos
y cree que puede conseguir lo que desee... porque no afrontas la realidad,
fracasado.”
-“De modo que yo soy el fracasado, sabes
no creí que para ser un triunfador se debía ser el hijito de papi o el
lamebotas servicial... deberías aprender de tu primo menor lo conocí en la
universidad y vale muchas veces más de lo que tú vales.”
-“Sí... ven y pruébame eso infeliz
malnacido.”
-“Claro que te lo probaré... y sabes no
necesito hacerlo como tu lo haces, de la forma difícil, diciéndole a tu padre
que censure a este muchacho... sino a base de golpes.”
-“Esperaba eso... después de todo no eres
más que un perdedor.”
Paul mandó un derechazo a la cara de
José, antes de lanzarse contra él. Rodaron en el piso como dos fieras salvajes
hasta que de una llave José fue lanzado contra una mesa, sin embargo José
reaccionó mandando una patada al estómago de Paul y estampándolo contra una
pared unas tres o cuatro veces. La cara de Paul se contrajo con una mueca de dolor, mientras comenzaba a sangrar
su frente; sin embargo la pelea continuó debido a algunos puntapiés que recibía
el joven Tapia hasta que éste derribó al hijo del dueño con una llave, sólo
para levantarlo y darle de rodillazos en el estómago, antes de comenzar a
“pasearlo” por todo el bar, y pudo haberlo hecho de no ser porque dos tipos
bastante fornidos, lo sacaron a golpes del lugar.
-“Supuse que lo encontraría aquí.”-dijo
un tipo de estatura mediana, de piel negra y armado con una pistola.
-“Supuso bien... ahora que diablos
quiere.”-contestó un malgeniado Paul.
-“Decirle que cometió una estupidez,
salir así de ese diario fue la peor movida que pudo haber hecho; nunca podrá
emular a un tipo como César Hildebrandt porque se encargarán de impedir que
alguien como él surja.”
-“Yo no soy César Hildebrandt, soy Paul
Tapia... un tipo que ha sido censurado en muchas ocasiones por la crema y nata
de Lima, la horrible.”
-“Escuche, quizá le den una oferta en
otros medios... procure mantenerla si es que la consigue, ahora regrese a
casa... no le queda otra opción por ahora.”
Esa era la única solución viable por
ahora, no había nada más que pudiera hacer sino atender esas heridas y no
preocupar a los suyos, que dicho sea de paso eran los únicos que verdaderamente
lo apreciaban... hubiera deseado conocer más a su padre pero este murió cuando
tuvo 7 años. Pero eso no importaba ahora, solamente regresar a casa, donde al
menos habría de encontrar algo de paz o al menos eso creía.
-“Es que acaso son éstas horas de
llegar.”-dijo su madre.-“Y para colmo de males, vienes sangrando y apestando a
borracho.”
-“Bueno... te tengo otra perla mamá...
re-nun-cié.”-masculló Paul, silabeando la última palabra.
-“Yo te dije que debías meterte a
medicina o a ingeniería... pero no, debiste ir a algo tan poco rentable como
periodismo.”
Otra vez ese maldito argumento, en otras
ocasiones hubiera dejado que su madre hable todo lo que deseé, pero
definitivamente esa no era la ocasión.
-“¡SUFICIENTE! ¡NO TOLERARÉ ESA ESTUPIDEZ
POR MÁS TIEMPO! ¡NO TE HE FALLADO EN TODO ESTE TIEMPO Y NO LO HARÉ AHORA!”
Eso bastó para callar a su madre, habían
tenido muchas discusiones y siempre era ella la que le impedía hablar o
defenderse, pero finalmente había logrado bajarle los humos, sólo eso se
necesitaba... unos gritos.
-“La he pasado mal el día de hoy sabes,
no necesito que nadie me diga como debo actuar... lo han intentado varias veces
y han fracasado, y seguirán fracasando... tienes idea de cuántos artículos míos
han sido censurados en este tiempo, y ahora mi escritorio le pertenece a José
Miranda, el hijito del dueño.”
-“Lo siento, deja que cure esas
heridas.”-respondió su madre.
-“Despreocúpate, yo... “
-“Déjame adivinar, tuviste una pelea con
el tal José Miranda.”-teorizó Gonzalo, el hermano menor de Paul, quien era
físicamente idéntico a su hermano mayor excepto por que tenía cabello castaño y
era 6 años menor, mientras aparecía donde su madre y su hermano mayor estaban.
-“Sí, y pude haberlo enviado a cuidados
intensivos de no ser porque un par de gorilas me sacaron a la fuerza del bar
ése... agh... “-musitó Paul mientras recibía algo de alcohol en la herida de la
frente.
-“Podrías dejar de ser tan llorón... mira
que no te quejas a la hora de liarte a golpes con esos gorilas, y si ante un
poco de alcohol.”
-“¿Un poco? Me mandaste bastante, tanto
que me quitaste la borrachera.”-dijo Paul medio en broma, medio en serio.
-“En fin... supongo que sería bueno que
me vaya a dormir, mañana tengo que dar un exámen en la universidad.”-recordó
Gonzalo.
-“Ah... se me olvidaba eso, confío en que
lo lograrás.”-musitó Paul.
-“¿De veras?”-inquirió Gonzalo.
-“Claro, confío en que reprobarás ese
exámen.”-respondió un burlón Paul.
-“Oye... “-iba a reclamar Gonzalo.
-“¿Cuántas veces te he... “
-“Dicho
de no molestar a tu hermano... como un millón de veces mamá, en fin me voy a
dormir, buenas noches.”-acabó Paul, evitando cualquier reproche, antes de
dirigirse a su dormitorio a tratar de dormir, y logró conciliar el sueño por
unas dos horas, sin embargo no pudo estar completamente tranquilo.
A
eso de las 5 A.M. se levantó y fue a su escritorio, que junto con su cuarto
eran considerados como “las covachas inmundas” en toda la casa. Prendió la
computadora y se decidió a ver quien estaba en el MSN, ninguno de sus
contactos, aún pese a que varios de ellos eran tan noctámbulos como él; ¿acaso
se habrían olvidado de él?, si Paul observaba como hablaban mal entre sí, cabía
suponer que ninguno de ellos le hablaría demasiado que digamos(sobre todo,
desde que renunció), en todo caso esto servía para comprobar que en efecto la
gran mayoría de los que creía eran sus amigos no lo eran. Al demonio con esos
imbéciles, pensó Paul y sólo tuvo tres opciones a la hora de navegar en
Internet: noticias, páginas pornográficas, o páginas de anime.
La primera opción definitivamente no le
subiría el ánimo, que podría ver allí: la hambruna y la pobreza en el Tercer
Mundo, el aumento de gastos en desarrollo y compra de armas, la corrupción de
los poderosos; una cosa era segura, esto comprobaba su hipótesis acerca de que
la realidad mundial era una mierda y que podía asumir las actitudes del hombre
con pesimismo, lo cual tenía enormes bases de solidez en la historia universal
desde tiempos inmemoriales. La segunda opción era bastante entretenida, pero
Paul se había impuesto como regla el no ver esas páginas mientras este borracho
desde que una amiga suya que fue a visitarlo lo había visto viendo esas páginas
en ese estado hará un año y consiguiendo que por poco lo queme vivo en su
propio escritorio. La tercera opción quedaba como la única viable y podría
distraerlo por un rato, aún recordaba lo que ese bastardo había dicho, ¿quién
se creía ese infeliz que era?, para comenzar una de las cosas en las que se
basaba la libertad según lo que sabía era la capacidad de decidir respecto a
cada una de las cosas que están en la vida, el hecho de ser un adulto no
implicaba el olvidar todo lo referente a los animes, no por algo la animación
era considerada por algunos como un arte tan grandioso como la literatura, la
pintura, la escultura, la música, y algunos más que no recordaba en ese
instante.
De hecho, en aquél momento recordaba las
últimas palabras de su contacto, cuántos riesgos habría corrido para conseguir
esa información, muchos sin duda, y si después fuesen por él, o por su familia.
Esa movida es típica en los canallas, meterse con los que uno aprecia para
doblegar su resistencia antes de conseguir lo que quieren. Si tan sólo por un
segundo no tuviera que soportar presiones de ese tipo, si no tuviera que cargar
con esa cruz, ¿o es que acaso habría una cruz más pesada que ésa? Daría lo que
fuese por saberlo, justo en eso divagaba la mente de Paul hasta que llegó a dar
con una página web en inglés llamada “Final Dimension”, era algo que se salía
de lo común por decirlo de alguna manera ya que la página tenía dos opciones;
“Go to Wonderland” y “Don’t come Again” junto con la siguiente leyenda: “If you
want to enter to this web page, you have to do click on the option “Go to
Wonderland”, but if you decide to leave this web page you have to do click on
the option “Don’t come Again” and your PC won’t enter to this web page
forever.”
¿Es acaso posible la creación de un
programa que manipulado por un webmaster impida a una computadora tratar de
ingresar a su página web en forma permanente? Paul Tapia no era un experto en
computadoras pero si sabía que ningún webmaster bloquearía a otras computadoras
para evitar que traten de ingresar a su propia página si la rechazan en un
primer momento, ¿podrían ser capaces de algo así?, en verdad no era posible
averiguarlo en aquél instante, sería un método del webmaster para hacer que uno
ingrese a la dichosa página. Para colmo de males el hecho de que aparezca un
contador con la siguiente leyenda: “You have only 30 seconds to decide, if you
don’t do anything your PC won’t have any access to this web page forever.”,
definitivamente no ayudaba en nada al joven Tapia, que poco a poco recuperaba
la lucidez.
-“Veamos he recibido presión para que me
obliguen a renunciar y lo lograron, me emborraché en un bar de mala muerte,
peleé con el malnacido de José Miranda y le di una paliza, los dos gorilas de
ese bar me sacaron a golpes, es posible que por la información que tengo puedan
matar a los míos y a mí, sé que en el fondo mi madre no hubiera deseado que yo
fuese periodista... lo único que falta es que mi computadora tenga un virus
para ser el puntillazo final de esta noche.”-repasó Paul, mientras decidía
entre ir o no a esa página web.
Los segundos corrían y poco a poco, Paul
se dio cuenta que no tenía muchas opciones, entraba o mandaba la página web al
diablo; por un extraño impulso Paul decidió mandar un clic a la opción “Go to
Wonderland”, y lo primero que apareció fue un extraño torbellino púrpura en el
monitor de su PC. Un virus, fue lo que Paul pensó antes de apagar directamente
la computadora y el convertidor de voltaje; sin embargo el torbellino ése
seguía allí en el monitor.
¿Acaso habré bebido demasiado o habré
fumado marihuana mientras estaba borracho?, pensó Paul, pero antes de que
pudiera pensar o decir algo más respecto a su borrachera; el torbellino estaba
arrastrándolo a la computadora. No hacía falta decir que Paul estaba sumido en
el pánico, pero no pudo mandar ningún alarido ya que fue literalmente
arrastrado al interior del monitor. Algo andaba mal, no hacía falta decirlo
pero no era por el hecho de ser arrastrado al interior de un monitor como el
joven Tapia hubiese creído en un inicio, sino porque de alguna manera no se
sentía como el mismo.
Habían varios sentimientos que le eran bastante
familiares y extraños a la vez; como una especie de tristeza y frustración
enormes, distintos recuerdos que venían hacia él a una velocidad tremenda,
recuerdos que no eran suyos pero que ahora parecían pertenecerle. Físicamente
se sentía más fuerte y más débil a la vez, ¿cómo podía ser una contradicción de
tal naturaleza posible en su cuerpo? No lo sabía, así como no sabía muchas
cosas de si mismo justo en aquél momento; aunque una cosa era segura: iba a
averiguarlo sea como sea. Fue la única conclusión a la que pudo llegar antes de
caer inconsciente.
La llegada de Paul Tapia fue detectada
desde distintos puntos por distintos seres que comenzaron a prever una gran
crisis, debido a la enorme liberación de energía que fue detectada en Tokio,
punto de llegada de Paul.
En Juuban, o para ser más exactos en el
templo Hikawa; Rei Hino estaba completamente dormida y parecía tener un sueño
tranquilo hasta que poco a poco comenzó a sudar, mientras su cara se contraía
en gestos de nerviosismo extremo hasta que no aguantó más y despertó de un
alarido.
-“Rei, cálmate... fue una
pesadilla.”-explicó su abuelo, tratando de calmarla.
-“Una... pesadilla.”-musitó Rei.
-“Si quieres puedes contarme lo que
pasó.”
-“Nada importante.”-mintió.-“Buenas
noches, abuelo.”
-“Buenas noches.”
Si algo había aprendido de ser una Sailor
Scout, era no preocupar a los suyos; y definitivamente las escenas de esa
pesadilla preocuparían a quien sea, al ver una enorme ola de destrucción sobre
las ruinas de una ciudad, así como varios cadáveres completamente mutilados;
así como a ella misma y sus compañeras muertas, todo esto hecho por unos seres
que vestían extrañas armaduras y sables con un extraño resplandor, a la vez
sintió la aparición de un ser que tenía una naturaleza fuera de lo común; esto
también había sido visto por Sailor Plut en la Puerta del Tiempo, sólo que ésta
última pudo ver algo más, el futuro era totalmente nebuloso y sombrío.
No sólo Rei Hino y Setsuna Meiou, sino
también Sakura Kinomoto, la reciente Card Master había tenido una pesadilla
similar en Tomoeda; así como Shaoran Li en Hong Kong, Eriol Hiragizawa en
alguna parte de Londres pudo detectar aquello mientras estaba buscando en su
biblioteca algo de información respecto a varias visiones que había tenido, y
Kaho Mitsuki en el templo Tsukimine. Los tres últimos detectaron una extraña
perturbación en Tomoeda y decidieron que era necesario volver a ayudar a la
Card Master sea lo que sea que hubiera ocurrido, pero fue Sakura la única que
supo lo que realmente había pasado... varias de las Sakura Cards habían
cambiado su color de rosa o negro y se habían salido del libro, ni Kerberos que
estuvo allí pudo hacer algo para detener esa enorme energía, así como poder
explicar acerca de la presencia que había aparecido hace poco.
-“¿Qué significa esa pesadilla... y
porqué varias de las cartas cambiaron y desaparecieron?-murmuró, una asustada
Sakura.
-“No lo sé, supuestamente al ser la Card
Master ya todo debió acabar.”-contestó, un agotado Kerberos que regresaba a su
identidad falsa por el intento de detener a las cartas.
Saori Kido, la reencarnación de la diosa
Atena en este mundo y la encargada de haber protegido la Tierra junto a los
Santos tras varias “guerras santas” en las que se había impuesto a las amenazas
representadas por el Patriarca; así como por Hilda de Polaris y Poseidón,
estaba en el Santuario de Atena, ubicado cerca de la Villa Rodorio en una isla
de Grecia; habría percibido todo aquello mientras trataba de recuperarse de la
reciente lucha que ella y los suyos habían sostenido contra el emperador
Poseidón y sus Marine Shoguns. Todos los Santos de Bronce y de Oro que estaban
en distintas partes del mundo; así como Sorrento de Sirenia en Cabo Sunion, e
Hilda y Fler de Polaris en Asgard sólo detectaron una nueva presencia que era
completamente extraña a ese mundo; parecía ser que una nueva guerra iba a ser
desatada y eso sólo lo sabían Atena y los Santos dorados de Aries, Géminis,
Virgo y Libra.
Pasarían unas horas después de la llegada
de Paul Tapia a esa dimensión, el punto de llegada fue un parque de Shinjuku y
portaba en su mano derecha una mochila negra que no había visto, un momento...
¿cómo es que estaba en un parque de Shinjuku y tenía esa mochila? Fue a
preguntarle la hora a un transeúnte que estaba por allí y se encontraría con
más sorpresas.
-“Cinco en punto. Usted no es de aquí,
¿verdad?”-respondió.
-“No, disculpe tengo que
irme.”-respondió, evitando al japonés.
Bien, aquí tenemos un caso digno para los
X-Files. Un extraño torbellino púrpura me arrastra al interior de mi monitor,
aparezco en un parque de Shinjuku, puedo entender perfectamente el japonés
cuando no se me había pasado la idea de intentar aprenderlo, y aunque tengo mis
rasgos parezco un personaje de anime; pensaba Paul; y hubiera continuado reflexionando
mientras caminaba por una calle cercana al parque que había llegado de no ser
porque tres tipos le salieron al paso.
-“Disculpe señor, pero sabe será
necesario que nos entregue su mochila.”-musitó el primero.
-“Sabe es mejor que haga esto por las
buenas.”-dijo, un segundo.
-“Ejem... a menos que quiera que hayan
consecuencias.”-carraspeó un tercero, antes de sacar un cuchillo.
De haber sido sólo uno, Paul le hubiera
salido al frente; pero eran tres y no había ningún policía, ir a enfrentarlos era
estúpido y aunque era bastante impulsivo debió reconocer que esta vez había
perdido. Sin embargo, por un extraño impulso Paul no pareció amilanarse ante
esos tres, sus impulsos pudieron más que su razón y Paul dijo:
-“Quieren mi mochila, aquí la tienen.”
Lanzó la mochila hacia uno de ellos con
tanta fuerza que lo derribó al piso, sólo para mandar a volar al primero de una
patada, y desarmar al del cuchillo y estamparlo contra un poste telefónico de
una llave. Antes que el que tenía la mochila pudiese escapar, un buen gancho
derecho le dio en el estómago y fue conectado con tanta fuerza que le destrozó
tres costillas el impacto.
Ocurrieron dos reacciones, la de los
asaltantes fue la de huir como pudieran corriendo como niñas, y la de Paul fue
una de extrañeza ante la facilidad de vencer a esos tres con esa facilidad y
tener esa fuerza, y aún sentía que podía dar más. ¿Cómo podía ser posible?
Claro que Paul sabía algo de pelear, y una prueba de ello era la paliza que le
había dado a José Miranda aún estando borracho, pero ni sobrio podría contra
tres sujetos ni mucho menos podría tener esa fuerza. Hey, ¿y si la borrachera
había sido más fuerte de lo que había supuesto para que alucine todo lo que
ocurría a su alrededor? Pero, no podía ser ya que se sentía sobrio, revisó su
mochila y allí encontró varias cosas como un poco de ropa, documentos vitales
como su pasaporte, algo de dinero(ochocientos dólares, lo que no es la gran
cosa si se recuerda que Tokio es la ciudad más cara del mundo), y una nota en
español con la siguiente leyenda: “Ve al parque de donde viniste, al punto
donde hayan más árboles y puedes tener algunas respuestas, deberás averiguar el
resto.”
No habían otras opciones así que lo mejor
era ir, si habían respuestas porque no tenerlas de una vez. Tras una media
hora, finalmente había llegado al lugar; comenzó a revisar hasta encontrar una
especie de plataforma en la que aparecía un holograma de... el propio Paul
Tapia, sólo que el del holograma vestía una extraña armadura celeste con partes
blancas.
-“Te has de estar preguntando muchas
cosas, y déjame decirte que en otras circunstancias te explicaría lo que sé con
mayor detalle, así que escucha Paul, yo soy un ser proveniente del año 2350 y
estamos afrontando una gran crisis que implica varias dimensiones. Ocurrirán
muchos cambios en esta dimensión a partir del siglo XXI, pero el más importante
se dará en el año 2250 con la fundación de la Orden de Guardianes debido al
advenimiento de un grupo de guerreros que surgirían y se harían más poderosos
que ninguna otra fuerza, nuestro poder se basa en la luz del aura; de la cual
salen otras fuerzas como magia, ki(o cosmos), habilidades psíquicas y astrales,
incluso las técnicas de artes marciales y del uso del sable de luz; esto nos
permite saber como afrontar situaciones de pelea ante otros. Hay dos refranes
que dicen: “Hoy soy mejor de lo que he sido ayer, y mañana seré mejor de lo que
soy hoy”, y “La vida es un entrenamiento”, literalmente hablando para nosotros
eso es cierto; puede decirse que aumentamos permanentemente de poder incluso a
medida que transcurren las batallas, cada experiencia desde el pensamiento más
simple incrementa aunque sea un poco nuestro poder, sin embargo nunca debes
subestimar a otros... quizá no sean guerreros de la luz, pero si te enfrentas a
un enorme grupo de guerreros y éstos suman sus fuerzas, podrías ser derrotado.”
No podía ser posible, de modo que aquella
posibilidad de otras dimensiones resultaba siendo una realidad. Pero,
entonces... ¿qué demonios encajaba Paul en todo esto? Es decir, el periodista
con un presente nada bueno y no el guerrero de un futuro con crisis.
-“Adivino, te preguntarás acerca de todo
esto. ¿Porqué estás aquí? En realidad, no teníamos la suficiente tecnología
para poder hacer el traslado de una dimensión a otra(la tendremos en poco
tiempo, pero por ahora no disponemos de éste), y para eso se necesitaba a otro
sujeto que también sea Paul Tapia, un sujeto de otra dimensión y otro tiempo;
ahora los dos somos parte del mismo ser, gran parte de mi memoria y
habilidades(no los tuyos) se perderán y por eso es preciso que los recuperes,
despreocúpate estaré apoyándote en caso de una pelea, sólo obedece a tus
instintos en una situación así... encontrarás dos objetos: un sable de luz y
una Armor Capsule(esta última posee muchas funciones como botiquín, rastreador
de enemigos, comunicador y contenedor de objetos sin importar lo grandes que
sean); por cierto, a menos que lo permitas nadie podrá tocar esa Armor Capsule
sin recibir una fuerte descarga eléctrica antes y no importa cuán lejos esté
ese objeto, aparecerá ante ti en menos de un segundo con tu pensamiento.”
Bien, bien, bien... ahora supuestamente
debo enfrentar a un enemigo que no conozco ni sé realmente quien es, y soy una
especie de híbrido entre dos sujetos que son Paul Tapia en sus respectivas
dimensiones para detener una gran amenaza; reflexionó Paul, tratando de
asimilar toda la información que tenía.
-”Una última cosa más, vendría a ser algo
así como tus instintos en esta... fusión, poco a poco irás recordando varias
cosas, aunque el proceso será un poco lento ya que de lo contrario ambos
podríamos morir, esto no será como en los videojuegos... es real y sólo hay una
vida.”
Esto último bastó para alarmar a Paul,
como que morir... pero estaba atrapado y no tenía otras opciones, y si volvía
que iba a encontrar, la misma realidad en la que estaba, ¿porqué no? Esperó a
que el holograma desapareciese y encontró ambos objetos: el sable de luz y la
Armor Capsule, el sable se introdujo en la Armor Capsule de golpe; al parecer
su armadura no aparecería por ahora cuando en eso escuchó una explosión de unas
calles cercanas al parque.
Al parecer ocho soldados armados con
pistolas-láser y vestidos de negro estaban saqueando los negocios y asesinando
a varias personas que pasaban por allí... y no estaban solos, sino que estaban
allí las cartas Disparo, Pelea y Sombra junto a cuatro Flymons y tres
Tyranomons. Dicen que en el ser de cada persona habita un guerrero, y en el
caso de Paul Tapia, eso era algo literal. ¿Por qué no?, pensó Paul antes de
mandar una esfera de energía contra ese grupo para tomarlos por sorpresa,
aprovechando el desconcierto inicial, el joven Tapia golpeó a uno de esos
soldados y lo mandó a volar contra lo que quedaba de una tienda de ropa.
-“¿Quién eres y a quién sirves,
basura?”-siseó Paul.
-“Soy un soldado del imperio de
Caronia.”-contestó el imperial.
-“¿Y a qué vinieron?”
-“A nada que te incumba, asqueroso
aprendiz de Guardián. Ustedes son la peor amenaza del emperador, y es preciso
que mueran.”-respondió, antes de desenfundar una pistola-láser y disparar
contra Paul.
Fue un impacto menor contra el costado
izquierdo, sin embargo al acabar el impacto, Paul reapareció un instante
después, sólo que investido por una armadura celeste con partes blancas y
portando un sable de luz verde, el modelo de la armadura era muy parecido a la
Ultimate Armor. El imperial quedó completamente paralizado, pero antes de que
pudiera hacer algo un potente derechazo lo mandó a volar con una fuerza tal que
al caer a la pista su cuello se rompió. Todos los que colaboraban en la
destrucción de la zona(entiéndase digimons, Sakura Cards y soldados imperiales)
voltearon por un segundo a ver quien había provocado algo así. Al mismo tiempo
todos aquellos que habían sentido la llegada de Paul a esa dimensión,
reconocieron en aquél instante que aquellas pesadillas podían ocurrir, siendo
precisamente Sakura y Kerberos los primeros al estar más cerca del lugar de la
batalla; casi al mismo tiempo Davis, T.K., Izzy, V-mon y Patamon iban al lugar
desde otra ruta al detectar la presencia de varios digimons así como de un gran
disturbio en Shinjuku.
Mientras ellos trataban de llegar, Paul
peleaba contra todos los que estaban destruyendo el lugar hasta hace un
segundo. El grupo que había llegado a destruir el lugar sólo pudo ver como Paul
reflejaba los disparos de láser con su sable hacia los digimons y las Sakura
Cards, que recibían la mayoría de los impactos. Bastaron sólo algunos mandobles
a velocidad supersónica para eliminar a la mayoría de los soldados caronianos.
Los digi-destinados(a los que pronto se unirían Tai, ari, Yolei, Cody y Ken
junto a sus respectivos digimons, a excepción de Tai), así como Sakura y
Kerberos sólo pudieron ver como un desconocido con un sable brillante y una
armadura celeste estaba barriendo el piso con los invasores, aunque ellos bien
podían sospechar de ese sujeto.
-“¡Saber Tornado!”-anunció Paul, antes de
girar a gran velocidad e impulsarse varios metros por los aires mientras
debilitaba a los Tyranomons a punta de mandobles, antes de rematarlos con unas
esferas de energía.
-“¡Poder!”-convocó Sakura, antes de
tratar de enfrentar a Pelea, pero antes de que pudiera hacer algo, bastó sólo
una llave de Pelea para enviar a volar a Sakura contra el piso, de no haber
sido por la resistencia de Poder, Sakura hubiese muerto allí mismo. Kerberos
intentó detener la caída, pero una serie de ataques de Disparo y Sombra
combinados impidieron que hiciese algo para socorrer a Sakura.
Los digimons iban a intervenir pero
Patamon y Hawkmon fueron heridos gravemente por los ataques de los Flymons, y a
la vez los únicos tres soldados caronianos que seguían luchando dispararon sus
armas contra los digi-destinados directamente obligándolos a refugiarse tras
los escombros de un edificio, sólo Paul Tapia era el único que podía vencerlos,
y decidió hacerlo. Con un ataque en base a telequinesis envió a volar a los
Flymons, así como a las Cartas Sakura que enfrentaban a su dueña y su
guardián(las Sakura Cards estaban imponiendo condiciones), sólo para mandar una
ráfaga de energía que eliminó a dos de los tres soldados caronianos, y dejó al
tercero gravemente herido, para luego eliminar a los Flymons que estaban
rodeándolo con un Saber Tornado, y debilitar a las Sakura Cards que allí
estaban a base de golpes a gran velocidad imponiendo condiciones con rapidez.
-“¿Qué esperas?”-dijo Paul, refiriéndose
a Sakura.
-“Disculpe.”-contestó una extrañada Card
Master.
-“Ya sabes, regrésalas a su forma como
cartas... supongo que ahora no podrán hacer nada.”-repuso Paul.
Hizo el conjuro para volverlas cartas, y
éstas regresaron a su forma anterior a su desaparición(entiéndase del mismo
color rosa y símbolo de la estrella que tenían), Paul iba a retirarse pero notó
que el único caroniano que quedaba vivo iba a disparar su rifle-láser contra
cualquiera de los que estaban allí, y se le adelantó sujetándolo por el cuello.
-“Muy bien perro, ¿porqué hicieron esto?”
-“Sólo... obedecíamos órdenes... por
favor... me rindo.“-decía el aterrado imperial.
-“Mataron a mucha gente en este ataque,
¿cuántos?... veinte, treinta... sé que no dirás nada importante, aunque quizá
si lo haces perdone tu vida... pero no servirá hacerlo ya que tratarás de
atacar a traición apenas puedas... ¿acaso sentiste lástima al atacar de esta
forma?... es obvio que no, así que muere.”-musitó Paul, antes de eliminar al
imperial, decapitándolo de un mandoble.
El ver este hecho así como el rango de
destrucción y muerte que había en esa zona había dejado prácticamente mudos a
los digi-destinados y a sus digimons(incluso Yolei y T.K. dejaron de atender a
sus digimons por unos instantes al ver como ese soldado era decapitado), así
como a la Card Master y al guardián de las Sakura Cards por unos instantes; a
la vez habían varias preguntas que se tenían en mente y la más grande sería
formulada por Davis:
-“¿Quién eres tú?”-preguntó, refiriéndose
al desconocido de armadura blanca y celeste.
-“Déjenme adivinar, debo dar
explicaciones por todo esto.”-musitó Paul en forma sarcástica.
-“Tú emitiste esa extraña presencia
anoche, sin embargo no entiendo porque pero pareciera que tus fuerzas se están
incrementando.”-recordó Sakura.-“¿Qué tienes que ver con la transformación de
las cartas?”
-“Un momento... nosotros preguntamos
primero.”-reclamó T.K.
-“Oye, esa no es... “-reclamaba Kerberos,
ante la interrupción de T.K.
-“Muy bien, si van a decir algo háganlo
uno a la vez.”-farfulló Paul, deteniendo la discusión.-“Sólo puedo decirles que
respecto a mi identidad y la naturaleza de mis poderes no podrán saber nada por
ahora, y la transformación de esas criaturas no tengo idea que la provocó.”
-“¿Porqué asesinó a ese hombre si se
había rendido?”-reclamó Tai.
-“¿Y qué hay de esos digimons? Ellos no
tenían porque ser asesinados.”-dijo un furioso Cody.
-“Ese tipo pensaba atacar a traición, y
respecto a los digimons y a las Sakura Cards... no tengo idea de que provocó el
cambio, sólo sé que esos digimons y Sakura Cards tenían un aura siniestra, y en
los digimons no había remedio... iban a morir.”
-“Otra cosa más... ¿cómo es que sabe de
las Sakura Cards?”-inquirió Kerberos.
-“Lo diré de esta manera: no te
importa.”-contestó un hastiado Paul.-“Ahora si me disculpan, debo irme... verán
tengo cosas que hacer.”
-“Un momento, usted parece saber muchas
cosas respecto a los digimons también.”-musitó Kari.
-“Sé varias cosas... pero tengan por
seguro que no puedo explicarlo en este instante.”
-“Así como del hecho que el acceso al
digimundo ha quedado casi bloqueado.”-inquirió Izzy.
-“¿A qué se refieren?-preguntó Paul.
-“No sé que ha ocurrido en el digimundo,
pero la puerta está bloqueada.”-respondió Ken.
-“Bien, ese no es mi problema... como sea
debo irme.”
Paul Tapia iba a irse, sin embargo pudo
detectar como unas nueve presencias venían hacia donde estaba, no eran muy
fuertes aunque sobrepasaban largamente el poder de un humano normal hasta que
finalmente llegaron.
-“Alto... ¿cómo te atreves a causar este
caos y muerte en esta pacífica ciudad? Nunca te perdonaremos por esto, yo
Sailor Moon te castigaré en el nombre de la luna.”
-“Y nosotras estamos con ella.”-dijeron
las otras Scouts que extrañamente estaban reunidas en un mismo punto, cuando
usualmente Inner y Outer Scouts están en grupos separados.
Todos los allí presentes desde Paul Tapia
hasta Sakura Kinomoto, pasando por Kerberos, los digi-destinados y sus
digimons; quedaron extrañados con esa “entrada”, claro que habían oído de las
Sailor Scouts, pero esta era la primera ocasión en que las veían en persona y
en verdad aquella presentación las hacía ver como bastante cursis; sólo Paul
Tapia fue el único que pudo tener una reacción más clara que la de otros, y fue
la de reírse a carcajadas ante todos mientras caía al piso.
-“Jajajajajajajajajajaja... esto es lo
más divertido que he visto en mucho tiempo... jajajajaja... no puedo creer que
alguien diga y haga estas estupideces... jajaja... “-trataba de decir Paul.
-“¿QUÉ?¿Cómo te atreves a... “-decía
Sailor Moon.
-“No me digan que ustedes van a ordenarme
algo, ¿o sí?”-interrumpió Paul.
-“Pues sí... es mejor que vayas
explicando todo este caos.”-contestó una hostil Uranus.
-“Se refieren a esto... pues yo no soy el
responsable, además no tengo porque darle explicaciones a un grupo de locas con
patéticos poderes.”
No hacía falta decir que aquello
enfureció a las Scouts, esto provocaría una batalla verbal, Paul sabía que
podían responder y decidió adelantarse a las Scouts antes de que esto trajese
mayores consecuencias.
-“No puedo explicarlo con gran detalle,
sólo sé que una gran amenaza está contra todos... “
-“No lo dudo, tú eres el sujeto que
emitió esa extraña presencia anoche y que puede ser esa amenaza.”-interrumpió
Mars.
-“Será mejor que aclares todo esto punto
por punto, a menos que quieras vértelas con nosotras.”-dijo una amenazante
Saturn.
-“Tienes razones fuertes para hacer que
yo temblase de miedo, niña... podrías acabar con un planeta... pero crees en
verdad poder contra mí.”-musitó Paul, antes de leer las mentes de Mercury e
Izzy.-“Ahora desearían medir mi poder, es una pena que sus máquinas no puedan
lograrlo.”
-“¿C... cómo... es... “-decía Izzy, que
estaba tan sorprendido como Mercury.
-“Desearía saberlo, así como muchas otras
cosas pero... “-respondía Paul.
-“Este fanfarrón no hace nada más que
hablar, es obvio que tiene miedo.”-intervino Davis-“Listo Ken... “
-“Digi-evolución DNA, creen acaso que no
sé sus trucos. Se los diré por una última vez, no se metan conmigo.”-cortó
Paul.
-“He visto el futuro y es completamente
sombrío, y extrañamente apareces... que tienes que ver con eso.”-inquirió Plut.
-“Se los diré nuevamente... no lo sé y
aún si lo supiera porque debería responderles.”
-“Somos las defensoras de Tokio y...
“-argumentaba Júpiter.
-“Eso no es suficiente para que responda,
porque en primer lugar no sé gran cosa de éste ataque.”
-“No mientas... estuviste aquí desde un
inicio.”-dijo Venus.-“Admítelo ahora.”
-“Eso te hace el gran sospechoso de este
alboroto.”-señaló Neptune con tanta hostilidad como Uranus.
-Por lo menos yo estuve aquí para evitar
que hubiera corrido más sangre, no como ustedes... remedo de payasos.”-contestó
Tapia.
-“Eres un miserable, ejecutaste a uno de
los que se rindió ante nosotros.”-reclamó Kerberos.
-“Así como a todos esos digimons,
asesino.”-reclamó Cody.
Definitivamente esto no iba bien para
Paul Tapia, ni para las Scouts, ni para los digi-destinados y la Card Master.
Las posibilidades de arreglar las cosas quedaron fuera, debido a la hostilidad
de Uranus y Neptune entre las Scouts(que al ver al Guardián de Bronce
reconocieron a un invasor), así como de los digi-destinados y sus digimons
junto a Sakura y Kerberos(que vieron como eliminó a todos esos digimons y
degolló a ese soldado). Tapia no podía hacerles entender que ese grupo había
sido enviado a la muerte desde un inicio por su forma de actuar; sólo las
Sakura Cards podían ser salvadas debido a su propia esencia mágica que las
hacía únicas, Flymons y Tyranomons habían sido enteramente controlados y
enviados a la muerte desde un inicio así como los imperiales.
-“Este ataque fue planeado desde un
inicio.”-teorizó Paul para si mismo, antes de sentir una presencia
siniestra.-“Muy bien, muéstrate ahora quienquiera que seas.”
Apareció en aquél momento un individuo
que portaba una armadura enteramente negra, con una pequeña espiral roja en la
parte derecha del pecto, mientras sostenía un sable de luz púrpura. Mercury e
Izzy analizaron su poder, y quedaron azorados; Mars, Sakura y Kerberos pudieron
sentirlo con facilidad; era enteramente maligno y pudieron notar que a
diferencia de éste, el individuo de armadura celeste tenía un poder que era más
bien neutro.
-“¿Quién eres tú?”-preguntó Paul.
-“Es extraño que no lo sepas; yo soy el
Shadow Warrior Thanus; el encargado de liquidarte así como a aquellos que
pretendan detener al imperio de Caronia.”-respondió el de armadura negra.
-“Entonces, sí lo conoces... debes de ser
un invasor.”-acusó Uranus.
-“Cierra tu boca estúpida... el sabe
quien soy pero yo no lo conozco.”-replicó el Guardián de Bronce.-“No me digas
que crees ganarme, ¿o sí?”
-“Insolente... te voy a... “-decía Thanus,
antes de recibir un codazo directo al rostro por parte de Paul.
-“Disculpa... creo que bajaste tanto la
guardia que decidí atacar primero. Ah... otra cosa, no intervengan o los
mataré.”-dijo, volviéndose hacia donde estaba ese heterogéneo grupo compuesto
por Sailor Scouts, digi-destinados, y la Card Master.
-“Aghhh... miserable, me las pagarás por
esto.”-dijo, con dificultad antes de levantarse y lanzarse contra Paul. Ambos
rodaron como fieras salvajes en el piso, antes de levantarse e intercambiar golpes
y mandobles a velocidad supersónica. Thanus mandó varias esferas de energía que
Paul desvió con su telequinesis contra los restos de una tienda de ropa, antes
de contraatacar usando su telequinesis para levantar un automóvil y lanzarlo
contra Thanus que escapó a duras penas.
El grupo que estaba allí sólo podía
quedarse viendo como transcurría la batalla o mejor dicho tratando de ver,
estaban asombrados ante el hecho de que estén allí dos fuerzas tan tremendas.
-“¡Increíble!”-fue lo único que Sakura pudo
decir.
-“Debemos intervenir... a este paso esos
dos destruirán todo este lugar.”-musitó Uranus.
-“La gran pregunta es... cómo.”-respondió
Izzy- “Su fuerza es bastante tremenda y parece incrementarse cada vez más.”
-“En todo caso... ustedes no deberían
estar aquí.”-dijo Moon.
-“El problema es que... ¡cuidado!”-atinó
a decir Tai, antes de que una esfera de energía llegue a darles.
-“¡Silent Wall!”-reaccionó Saturn,
activando su barrera y conteniendo aquella esfera.
Mientras tanto, la batalla continuaba y
parecía ser que Paul llevaba la mejor parte, tras haber agarrado del cuello a
Thanus, saltar unos cuantos metros por los aires y estamparlo contra la pared
de un edificio.
-“Maldito... a este paso me va a matar...
deberé atacarlo desde el aire.”-dijo Thanus, quien comenzó a levitar para
sorpresa de Paul, y a atacarlo mediante esferas de energía.
-“Con un demonio, ese bastardo puede
volar... bien, si así desea jugar.”-reflexionó, antes de comenzar a saltar
usando los edificios de esa calle como punto de apoyo y desviando los ataques
de Thanus usando su sable, antes de llegar a la azotea de uno de éstos y
ejecutar un tremendo Saber Tornado que destrozó la armadura de Thanus.
-“¡Quick Cut!”-reaccionó Thanus, hiriendo
a Paul en el abdomen y sacándolo de la azotea.
La caída era inminente, Paul sólo pudo
pensar en que aquella caída lo mataría allí mismo. Sin embargo, en un momento
no sintió el impacto; se dio cuenta de su situación y pudo ver que podía
levitar al mismo tiempo que una voz en su mente le decía: “No sólo debes
confiar en tus instintos, recuerda además que si tienes alguna técnica que yo
no conozca y puede servir... ¡ÚSALA!”; antes de volar directamente hacia donde
estaba Thanus y enfrascarse en un duelo de sables en el que el joven Tapia
resultaría con la mejor parte.
-“¡Raijingeki!”-musitó Paul, mientras una
potente estocada eléctrica de su sable atravesaba el cuerpo de Thanus creando
serias quemaduras en todo su cuerpo, antes de conectarle una patada que lo
mandó contra la pista, destrozándola.
Paul cerró su puño derecho, colocándolo
al frente y concentrando una enorme energía, mientras un aura celeste se
manifestaba en él.
-“¡X-BUSTER!”-gritó, al mismo tiempo que
una enorme esfera de energía iba a gran velocidad contra Thanus, que recibió de
lleno el impacto y murió; llevándose de paso los restos de varios edificios.
Todos los allí presentes(Sailor Scouts,
digi-destinados, digimons, Sakura y Kerberos) quedaron literalmente sin
palabras al ver aquella demostración de poder. ¿Cómo demonios puede tener
alguien tanta fuerza y velocidad(sin contar con esas habilidades psíquicas y
esos sables brillantes)?; era lo que todos pensaban. Parecía que todo iba a
acabar tranquilamente para Paul, o al menos eso era lo que pensaba.
-“Espera un segundo... no te puedes ir
así nada más.”-dijo Uranus, cerrándole el paso a Paul.
-“No me digas que vas a tratar de
detenerme, ¿o sí?”-contestó Paul con frialdad.
-“Pese a todo, tú eres el responsable de
esta destrucción y de esas muertes.”-farfulló Mars.
-“¿De qué destrucción... “-decía Paul,
antes de voltear a ver el paisaje que había atrás de él. Automóviles
incendiándose, restos de vidrios por todas partes, pistas seriamente dañadas,
tiendas destruidas, edificios derrumbados o incendiándose, postes de
electricidad caídos, restos de soldados caronianos y de civiles sangrando y
pudriéndose.
-“Ejem... admito que se me pasó un poco
la mano pero... “-carraspeó Paul.
-“¿Un poco?... Asesinaste a varios
digimons en el proceso.”-reclamó Cody.
-“Eso sin contar con el sujeto que se
había rendido y al que asesinaste.”-aclaró Kerberos, antes de lanzar una bola
de fuego contra Paul.
-“¡Crystal Bubble!”-reaccionó Paul,
mientras formaba una barrera que disipaba el ataque de Kerberos, antes de
dirigirse hastiado a sus posibles contrincantes.-“Se los advierto, no quiero
pelear contra mujeres y niños... pero mi paciencia se está agotando, o me dejan
salir tranquilamente o saldré por la fuerza.”
-“Esta es nuestra respuesta... Tierra...
tiembla.”-respondió Uranus.
-“Uranus, espera... “-trató de decir
Mercury, pero fue tarde.
-“Si eso es lo que desean... lo
tendrán.”-dijo Paul, antes de desviar el poder de Uranus de una patada contra
las propias Scouts.
Al mismo tiempo; V-mon, Wormmon, Tailmon
y Armadimon pasaron a sus formas de X-Veemon, Stingmon, Nefertimon y Ankylomon;
mientras que Sakura alistaba sus cartas y Kerberos esperaba una orden para
enfrentar a Paul. Era evidente que todos estaban listos para enfrentar a un
Guardián de Bronce que parecía estar cansado por la pelea que tuvo hace un
rato, de hecho Paul estaba considerando la idea de golpear y correr.
-“Demonios... esto no se ve bien, estoy
herido y para colmo debo pelear con mujeres y niños.”-murmuró para sí mismo.
-“Es verdad no se ve bien... pero hay
algo que debes saber y es que puedes manejar esta pelea.”-le “respondió” la voz
que estaba en su conciencia.
-“Listo Ken... digi-evolución
DNA.”-anunció Davis.
-“Listo Davis.”-asintió Ken.
-“Esta bien que estén listos... es una
pena que yo no les permita tal cosa de momento... X-Buster.”-dijo Paul, antes
de mandar aquella esfera de energía contra X-Veemon, quien recibió el impacto y
fue mandado contra el piso, llevándose a Saturn y Neptune de paso. Antes de que
los otros digimons pudiesen reaccionar, una serie de esferas de energía fueron
enviadas contra Nefertimon, Ankylomon, X-Veemon y Stingmon(sólo Stingmon podría
estar en condiciones dignas para continuar la batalla, ya que los demás estaban
bastante cansados); las Scouts decidieron mandar sus ataques al mismo tiempo.
-“Burbujas de Mercurio... estallen.”
-“Beso de amor y belleza de Venus.”
-“Tiara lunar... acción.”
-“Fuego de Marte... enciéndete.”
-“Hojas de roble de Júpiter.”
-“Tierra... tiembla”
-“Grito mortal.”
El impacto produjo una tremenda explosión
en el lugar donde se encontraba Paul, aparentemente el Guardián de Bronce había
sido derrotado, pero pronto todos confirmarían con algo de miedo que esto no
era verdad.
-“Hey... no sé si lo notaron pero
únicamente han levantado el polvo.”-habló Paul con un enorme sarcasmo que se hacía
notar en su voz, desde la azotea de un edificio.
-“Miserable... toma esto.”-musitó
Kerberos, mandando varias esferas de fuego.
-“Fuego.”-dijo Sakura, saliendo de su
carta una gran llamarada de fuego.
-“Ataque de aguijón”-anunció Stingmon.
-“Veo que no entienden verdad... Bólido
Destructor.”-respondió Paul, antes de hacer que su energía rodeé completamente
su cuerpo, lanzándose y golpeando severamente a Kerberos, Ankylomon,
Nefertimon, X-Veemon y Stingmon haciendo que regresen a sus formas anteriores(en
el caso de Kerberos a su forma falsa).
-“No pueden vencerme, varios de ustedes
han caído... acaso hay alguien más en la lista.”-mintió Paul, ya que a medida
que la batalla se iba alargando sentía que esa dichosa herida en el pecho
estaba haciéndolo perder más sangre.
-“Ese quizás sea yo.”-dijo Yue, que
apareció por sorpresa lanzando una serie de cristales cortantes que por muy
poco le dan a Paul.
-“Fuera de aquí... me
estorbas.”-respondió Paul, mandando un mandoble en el brazo izquierdo del otro
guardián de las Sakura Cards seguido de un rayo de energía que lo hizo derribar
un poste de electricidad antes de caer inconsciente.
-“Ya que no entienden de una manera lo
entenderán de otra.”-dijo, antes de desaparecer y hacer que varias imágenes de
él mismo apareciesen en frente de los digi-destinados, de Sakura y de las
Scouts, consiguiendo una reacción simultánea de pánico.
-“¡AAAAAAHHHHHHHHHH!”-gritaron al
unísono.
-“Son sólo proyecciones de mi mismo... si
no pudieron entender eso significa que no hay sentido en que continúe esto,
ah... si intentan detenerme por esa excusa de quién diablos soy... les diré que
por ahora mi nombre no interesa.”-musitó antes de salir volando por los cielos
a gran velocidad, ya cansado por la herida que tenía en el pecho; de haber continuado
esto quizás hubiera sido derrotado, pensó antes de salir a alguna parte de
Tokio a curarse, si es que podía.
Mientras tanto, sólo quedaban en el lugar
aquellos que habían tratado de enfrentarlo y según ellos no habían podido
vencerlo, sentían miedo del poder de aquél Guardián de Bronce que parecía tener
actitudes bastante frías y era respaldado por un enorme poder y para colmo de
males sentían que su fuerza había aumentado bastante durante toda la pelea, no
lo admitirían así nada más pero sintieron algo de temor. Pero hubieran sentido
más temor si hubiesen sido un poco más observadores, pues en el techo del único
edificio que había quedado relativamente bien una extraña y siniestra presencia
había visto todo lo ocurrido.
-“De modo que eso es todo lo que puede
oponer este mundo, sólo mujeres y niños con poderes insignificantes... no creo
que esto sea lo único... quizás deba intervenir, en especial contigo aquí...
Paul Tapia.”-dijo el desconocido, antes de desaparecer aprovechando las
primeras sombras de la noche.
Notas del Autor:
Finalmente pude terminar este primer
capítulo de “Las Dos Caras del Ser”, gracias a Dios. Habrán notado que el Paul
Tapia que tengo en esta extraña dimensión es un ser compuesto de dos personas
provenientes de dos dimensiones(uno es del “mundo real”, y otro proviene de una
época futurista en el año 2350), una especie de fusión si quieren ponerlo así,
lo he creado así porque tengo planes para él mas adelante. ¿Y cómo diablos es
que el Shadow Warrior que Paul enfrentó no parece tener ningún tipo de
problema? Eso es algo que poco a poco iré explicando, ¿y quién es el sujeto que
parece conocer a Paul?... bueno... lo sabrán después... apuesto a que desearían
matarme por no dejarles saber todo de un solo golpe, pero es necesario.
¿Cuáles son esas bases sólidas en las que
uno puede decir que la realidad mundial es una mierda y que uno puede asumir
las actitudes con pesimismo? Bien, podría tardarme horas tratando de explicarlo
pero seré breve: generalmente las personas se mueven en base a intereses
personales(todos sin excepción pensamos en nosotros primero y en nuestro
prójimo después, si dicen que no estarán mintiendo y ustedes serán los primeros
en saberlo), y los poderosos se empeñan en defenderlos a toda costa sin
importarles en lo más mínimo sacrificar vidas y los intereses comunes en el
proceso(de alguna manera es en base a esto por lo que se dan las guerras), a la
vez hay que tomar en cuenta cuanta gente muere de hambre, o no sabe leer y
escribir, etc. No les pido que concuerden con lo que digo, sólo doy mis ideas
en este fanfic de uno u otro modo.
Ah, deben preguntarse quién es César
Hildebrandt, ¿no?... él es el periodista más incisivo y tenaz en todo el Perú.
Mucho más culto que la mayoría de sus colegas, mordaz, con un gran equipo de
investigación, se ha enemistado con los dueños de los medios en los que
trabajaba debido a que no aguantaba la presión que los dueños trataban de
ejercer sobre él a la hora de sacar los contenidos de algunas noticias debido a
que querían mantener buenas relaciones con los gobiernos de turno. Ahora puede
decirse que está un poco más calmado que antes debido a que ya no existe una
gran presión sobre los medios en el Perú; sin embargo Paul Tapia lo dejó en
claro, todos somos únicos y eso es lo que nos hace valiosos.
El Raijingeki es una técnica que Zero
tiene en Megaman X4, y el X-Buster es el arma que X posee, pero que he adaptado
como si fuera una técnica de pelea; los videojuegos de Megaman X son propiedad
de Capcom LTD; ya que Tapia sabe algo de videojuegos y de animes lo más usual
sería que el recordara alguna técnica y dejó que su instinto la aplicara. El
bar “La Catedral” viene de “Conversación en la Catedral” de Mario Vargas
Llosa(aunque no la he leído, si recuerdo de donde viene el nombre del bar en
cuestión y del porque se llamaba así).
Opiniones, comentarios, críticas,
amenazas, y demás pueden mandarlas a falcon_blueaura@hotmail.com.