Voces, era capaz de escuchar distorsionados sonidos a
su alrededor, tal vez voces...
Sus ojos luchaban por abrirse pero el efecto de aquella droga era demasiado
fuerte y su organismos apenas y comenzaba a contrarrestarla.
Sentía su cuerpo pesado, no era capaz de levantar su cabeza. Después
de varios intentos sus párpados lograron abrirse pero la diferencia no
fue mucha, no veía nada claro, todo borroso y giraba, estaba mareada.
Poco a poco comenzó a distinguir los colores y a darles formas a los
objetos a su alrededor.
Se encontraba en algún punto de aquel enorme recinto al cual había
entrado, hace cuanto? No estaba segura.
Su cuerpo se veía cautivo por un par de cadenas que sujetaban sus muñecas,
tobillos y garganta, manteniendo sus brazos extendidos. Curioso, simples cadenas
no serían capaz de retener a ningún saiyajin, pero su cuerpo estaba
por demás entumido, no tenía control sobre él y sus fuerzas
estaban desvanecidas. Se percató de cómo es que había sido
privada de su chaqueta, dejando a la vista sus ropas de saiyajin, así
como también notar como es que sus brazos estaban sangrando. Dos incisiones
en las uniones de sus brazos sangraban, todo indicaba que esas heridas eran
por demás recientes.
Intentó inútilmente un par de veces el librarse de esas cadenas
pero su debilidad no se lo permitió.
Esto era perfecto, estaba aquí en el interior de "la base enemiga"
sin poder hacer nada, indefensa y a merced del enemigo como si fuese una gatita.
El lugar estaba casi en penumbras y el saber que todos los posibles inquilinos
activos del lugar eran androides no podría asegurar en que lugar exactamente
se encontraban.
Fue entonces en el que fue capaz de escuchar el sonido de unos pasos que se
aproximaban. Divisó una silueta entre las sombras permaneciendo dentro
de ellas.
- "Vaya, veo que finalmente te estas reponiendo, es grato saber que mi
pequeña droga es por demás efectiva incluso contra un saiyajin...
había riesgos de que fuese por demás mortal pero no iba a saberlo
hasta probarlo"- dijo una voz en tono muy suave pero a la vez arrogante.
- "... Esa cosa si... logra que alguien de un gran paseo..."- añadió
dificultosamente.
- "Esperábamos tu llegada pronto aquí, el señor Ansalon
no se equivocó, es un sujeto muy listo.... demasiado listo y siempre
prevé todo."
- "Así que... ese sujeto del que hablas... es quien esta detrás
de todo esto?- preguntó la mujer.
- "Ah, eres muy curiosa... sigues siendo una chiquilla muy curiosa mi pequeña
Ezined"- murmuró.
Ezined: Es lógico que sepas mucho sobre mí, después de
todo ustedes los androides no hacen más que vernos como ratas de laboratorio-
agregó sarcásticamente.
- "Hahaha sinceramente no me interesa en lo mas mínimo saber más
acerca de individuos de la raza a la que alguna vez pertenecí, más
sin embargo el señor Ansalon lo creyó necesario"
Ezined: ¿A la raza a la que perteneciste? Explícate!
- "Siempre tan impaciente mi querida niña, siempre lo fuiste desde
que eras muy pequeña, tu madre nunca fue tan maleducada como tu"-
añadió al momento al adentrarse a la luz.
Ezined: No... no puede ser cierto...- dijo atónita ante aquel "hombre"
que estaba frente a ella- ... Padre...? Pero... ¿cómo?... ¿qué
te sucedió....? estabas...
- "¿Muerto? ¿Cómo todos los demás? No hija,
yo no corrí el mismo destino que los otros... No estaba preparado para
morir, un hombre me mostró eso. Toda mi vida viví para la ciencia
así que ¿qué mejor forma de pago que usar la ciencia para
sobrevivir?
La mujer observó el despojo de saiyajin que estaba frente a él,
no poseía una presencia por lo que ya no estaba vivo, había utilizado
tecnología, un cuerpo bionico y artificial para resguardar su conciencia.
Ezined: Pero... ¿Por qué?! Yo... yo...
- "¿Crees que eras la única que merecía sobrevivir
a aquella terrible enfermedad?"
Ezined: Fui la única que no se vio afectada por el virus ¿lo recuerdas?
Me pediste que no regresara al planeta, que salvara mi vida, te preocupaste
más por mi bienestar que por el tuyo!
- "¿Y que padre no querría lo mejor para su sangre?! Estaba
dispuesto a morir junto con todos los demás pero.... un hombre me hizo
ver que no era tiempo aun para mi, me impulsó a utilizar lo ultimo de
mis conocimientos para salvarme... Por supuesto que esto que ves jamas podría
haber sido de no ser por la influencia de a quien tengo el honor de llamar amo.
Él me salvo de dejarme morir aún teniendo mucho por hacer y las
herramientas para evitarlo..."
Ezined: Ese "amo" del que hablas es el tal Ansalon?
- "No, él amo esta sobre de él y de muchos otros, él
es quien esta sobre todos nosotros. Vio en mi un fuerte aliado y no por mis
capacidades físicas, sino por mis conocimiento."
Ezined: ¿Y esos "conocimientos" son los que te han llevado
a hacer todo esto?! A convertirte en una monstruosidad, un muerto viviente!
Y ser el responsable de esto!- dijo refiriéndose a toda aquella fortaleza.
Ezined: ¿Pero por que padre?! Al escucharte... no soy capaz de reconocerte...
Tu has sido el responsable de la creación y construcción de aquellos
androides en serie que nos han causado tantos problemas y percances... Fuiste
tu quien creaste a Alessa ¿no es cierto?! Pero por que, para que?! ¿Qué
propósito tenia ella el que la mandaras a otra línea alternativa?!-
exclamó- Aún recuerdo que ansiabas con crear a una criatura perfecta...
Pero esa idea la olvidaste al encontrarlo imposible! ¿Es acaso Alessa
esa criatura perfecta que tanto ansiabas crear?
- "En la otra realidad fui capaz de hacerlo...- murmuro ante el desconcierto
de la saiya- Nunca encontré el estimulo suficiente, creí que perdería
mi tiempo en alcanzar una meta que tomaría décadas diseñar
y con el fracaso que presento Cell al no desarrollarse completamente... Más
sin embargo me entere que en la otra realidad el sujeto que me equivale fue
capaz de crear a un guerrero, una criatura excepcional, un guerrero sobresaliente
que fuese la maquina asesina perfecta! El Cell que viajo hacia ella fue capaz
de alcanzar la perfección y ese fue el estimulo que mi equivalente en
aquella realidad necesitó para hacerlo posible. El amo me previó
de toda la información necesaria para crearle uno igual, al parecer le
interesaba contar con esa clase de maquina viviente... Alessa fue el pago de
lealtad hacia él... aunque me pareció extraño que me pidiese
que tuviese una forma femenina...
Ezined: ¿Entonces me quieres decir que en la otra realidad hay tres criaturas
de esas? Alessa, Cell y otro?- preguntó sorprendida- Imagino que fue
por él por quien mandaste a tu pequeño engendro a aquella realidad
¿no es así?
- Sí, eso podría ser- dijo una nueva voz que había entrado
repentinamente en la conversación.
- Señor Ansalon, no esperaba su regreso tan pronto"- dijo el androide.
Ezined: Así que tu eres quien ha arrastrado a mi padre en todo esto.!
Ansalon: Hahaha vaya me alegra ver que aun sigues siendo igual de fiera, al
amo le agradara eso- añadió al sujetarla por la barbilla.
Ezined: Hablas como si me conocieras infeliz- dijo tratando de que apartara
su mano de encima.
Ansalon: Te sorprenderías si te dijese que sí... Pero veo que
estas despierta y has hecho demasiadas preguntas. ¿Te sorprende el ver
que tengo a tu padre trabajando para nosotros? ¿El que él sea
el responsable de crear todo esto y del ejercito que esta por venir?
Ezined: ¿A que ejercito te estas refiriendo? Los androides que nos han
presentado son solo basura.
Ansalon: Pero esas chatarras a las que continuamente enfrentaron solo eran conejillos
de indias, ellos eran programados para ir en su búsqueda y hacerlos pelear
tomando registro de todo de lo que ustedes hacían sobre ellos, ustedes
tres saiyajins que viven en este planeta serán la base de nuestro ejercito,
su información será por demás valiosa y la que nuestros
androides nos proporcionaron de los otros guerreros que viven en la otra línea
temporal será por demás útil- dijo al extraer un delgado
y pequeño disco de entre sus ropas que entregó al androide.
- Eso quiere decir ¿qué todo a marchado bien?
Ansalon: Más de lo que yo hubiese podido desear- agregó.
- Entonces iré a revisar estos datos, te dejo a solas con nuestra invitada.-
dijo al introducirse de nuevo a las sombras y desaparecer.
Ezined: Miserable... jamas voy a perdonarte que le hayas hecho eso a mi padre,
él era un hombre que jamas hubiese utilizado sus conocimientos para causar
tanto daño y tu corrompiste su alma cuando él estaba muriendo!
Ansalon: Tu padre nos ha sido por demás útil, con sus conocimientos
en genética nos proporcionara un gran ejercito.
Ezined: Ese ejercito del que tanto hablas son esos individuos que se encuentran
en esos enormes tubos?- preguntó.
Ansalon: Si, dentro de poco lo serán... Podríamos construir androides
pero necesitamos guerreros frescos por lo que tomamos a unos centenares de inservibles
humanos y los trajimos aquí...
Ezined: ¿Experimentan con humanos?!
Ansalon: Hahaha ¿de verdad crees que las chatarras los atacaban sin propósito
aparente? A demás de conseguir sus datos eran una útil distracción
para ustedes cuando nosotros "recolectábamos" especímenes
de laboratorio... Fuimos lo más discretos posibles al tomarlos...
Ezined: Pero son solo humanos comunes y corrientes, ellos no presentarían
ninguna clase de amenaza.
Ansalon: Humanos si, comunes y corrientes dentro de poco, no. Gracias a la tecnología
de tu padre hemos manipulado el código genético humano y agregado
un poco de material que tu sangre nos ha proporcionado, proporcionándoles
a estos sujetos una fuerza sobrenatural y una extrema inmunidad en su cuerpo,
sin voluntad claro, solo programados para seguir ordenes.
Ezined: ¿Qué clase de ordenes?
Ansalon: Impaciente, siempre buscando respuestas rápidas y concisas,
pero me temo que aun no es momento de que ustedes lo sepan. Pero puedo decirte
que si esto resulta ser un éxito en humanos ¿te imaginas lo que
nuestro "método" será capaz de hacer con especímenes
de otra especie más superiores a los terrícolas?
Ezined: Nada bueno de seguro- añadió sarcásticamente- ¿Quién
eres realmente, a quien sirves?- preguntó.
Ansalon: A mi señor le gusta permanecer en la clandestinidad y lamenta
mucho no poder saciar tu curiosidad- dijo al dar una suave caricia en el rostro
de la mujer.
Ezined: No me toques.
Ansalon: Siempre has sido tan bella, es una lastima que siempre termines con
el hombre menos apropiado.
Ezined: Ja ¿un hombre como tu?- pregunto sarcásticamente.
Ansalon: Es curioso, pensar que en la otra realidad fuiste una cualquiera- agregó.
Ezined: No se conforman con saber todo sobre mi sino también de mi otra
yo? Cielos, eso es no tener una vida propia- respondió indiferente ante
el comentario.
Ansalon: Muy insolente, pero eso se terminara ya que terminaras por obedecerme
al pie de la letra.
Ezined: Ni en tu mejor día infeliz!
Ansalon: Todo indica que el efecto de la droga esta pasando- añadió
al ver como es que los movimientos de ella se volvían mucho más
bruscos- Y como aun tenemos mucho que hacer temo que tendrás que volver
a dormir.
Ezined: Creo que es preferible a seguir escuchándote.
Ansalon: No hay duda que tus mocosos son igual de insolentes que tú.
Ahora si me disculpas debo revisar un par de asuntos, enseguida le diré
a tu padre que venga a darte el beso de las buenas noches- dijo entre dientes
al comenzar a alejarse.
(Ulti_SG: Que quede claro que estos sucesos anteriores se están realizando en la Línea Temporal de la que Mirai Trunks es originario por lo que mis propios personajes en una diferente realidad obtuvieron diferentes historias y caminos, algo por demás lógico ¿no?)
En el Onreifni
Cell trataba de levantarse dificultosamente del suelo,
vaya, era la segunda vez que menos de dos golpes lo dejaban en este estado tan
deplorable, el primero fue aquel mocoso causante de estar en el Infierno y ahora
este "clon" suyo lo había vuelto a hacer. Genial, esta ves
fue un solo golpe, la vez anterior dos ¿qué seguía? Que
lo derrotaran con simplemente pensarlo?
- Ja, es verdad, el modelo antiguo no es nada comparado con un modelo mucho
mejor- habló el de colores oscuros.
Cell: Y yo que me creía único.... maldita la hora en la que permití
hacerme tan comercial- murmuró, incluso en momentos como estos uno debe
conservar el sentido del humor...
- "De verdad hermano mío, me agradaría mucho poder tener
una extensa conversación contigo, pero el tiempo apremia y no puedo esperar
para saber que clase de guerrero resultara de nosotros tres, se sincero conmigo
y no te atrevas a decirme que no te interesa ver el resultado.
Cell: Eso me recuerda a algo que una vez le dije a Vegeta- añadió-
Pero créeme aunque tuvieses razón no soy estúpido! Tendrás
que volver a matarme para lograrlo.
- En eso no habrá ningún problema, créeme.- dicho y hecho
el guerrero corrió hacia él, pero Cell fue capas de ver sus movimientos,
por lo que logró eludir sus golpes.
Cell logró golpear su contrincante, pero su oponente no parecía
afectado. Ambas criaturas se entablaron en una batalla de cuerpo a cuerpo, sin
embargo la diferencia entre ambos era por demás notoria.
El efecto de la batalla entre ambos guerreros era por demás notoria por
el choque de energías, muchos ogros habitantes del lugar observaban con
atención; tenían mucho tiempo sin ver esa clase de sucesos en
el infierno desde que aquel namekiano llego a ayudarlos en su labor de mantener
la calma en los alrededores. Otros espectros del infierno también se
percataron de aquel alboroto, pero era algo que no les incumbía, ya era
algo común observar esa clase de riñas así como también
sabían de antemano que muy pronto cesaría.
La silueta de Cell se desplazaba velozmente en el aire, seguido muy de cerca
por su "hermano". Este aumentó su velocidad y en instantes
se encontraba obstruyendo la trayectoria de la silueta verdosa, recibiéndolo
con un golpe que lo elevó más, chocando contra aquellos cúmulos
de nubes amarillentas que cubrían el 'cielo' que lo detuvieron, eran
tan duras como el acero, como si una clase de barrera invisible las cubriera,
después de todo del otro lado de aquellas nubes algodonosas se encontraba
el camino de la serpiente y los que habitaban el infierno no debían traspasar.
El impacto logro que la silueta de Cell rebotase en aquella barrera invisible
y cayera de pique dentro del estanque de sangre.
(Ulti_SG: Como se han de estar dando cuenta, estoy utilizando la ambientación
del infierno que utilizaron y vimos en DBZ, ya que me gusta más esa que
la que utilizaron en el DBGT ><)
El guerrero que se mantenía en el aire comenzó a descender lentamente
hasta detenerse cuando la planta de sus pies estaban por tocar la sustancia
rojiza, dando la impresión que estaba parado sobre las aguas (o será
mas correcto ¿Sobre las sangres? OO)
No era capaz de sentir el ki de su oponente pero por el reflejo que la sangre
le proporcionaba observo como una silueta se materializó a sus espaldas,
sujetándolo fuertemente, cayendo ambos en el interior del estanque. Cell
estrelló a su oponente contra el fondo del estanque, recibiendo como
pago un golpe directo que lo regreso a la superficie.
Un poco desorientado, Cell estaba en el aire cuando un brazo se enredo alrededor
de su cuello, inmovilizándolo.
- Creo que ya es momento de finalizar este juego hermano mayor- murmuró-
Aunque no estoy completamente seguro como es que voy a fusionarme contigo....
Alessa era más pequeña y eso lo facilito pero.....
Cell: Créeme niño... no hay instructivos... para tal cosa...-
dijo entre cortadamente.
- "Oigan! Ustedes allá arriba! ¿Qué demonios creen
que hacen?!"- intervino una voz que Cell conocía muy bien.
La criatura de colores oscuros desvió su mirada hacia el individuo que
les había hablado. Momento de distracción que Cell aprovecho para
quitárselo de encima, golpeándolo con la parte trasera de su cabeza.
Cell: Piccoro no me molestes! Que esta no es una riña cualquiera!- exclamó
al lanzar una mirada dura hacia el nameku que lo miraba desde las orillas del
estanque.
Piccoro: Lo que más me desconcierta ahora es ese sujeto se parece tanto
a ti, no tiene aureola así que...- se detuvo al momento de ver como es
que Cell fue golpeado por un energy ha, cayendo justamente a su lado., marcando
una zanja de cómo dos metros sobre la tierra.
- "Así que, tú eres Piccoro, vaya la vida me ha llevado a
conocer a todos los sujetos a los que les debo mi existencia- dijo el guerrero
oscuro que descendió a escasa distancia de donde Piccoro se encontraba.
El parecido con Cell era asombroso, pensar que apenas y pudieron contra uno
para que de la nada apareciera un segundo... Algo que no le daba agradaba para
nada.
Piccoro: No se quien seas, pero te pido que te vayas, no perteneces aquí.
No es que me importe lo que le suceda a este inútil pero no puedo permitir
que causen alboroto en este lugar.
- "Si me permites terminar con lo que vine a buscar me iré mucho
más pronto."
Piccoro: ¿Y que puede ser eso que buscas que tenga que ver con este bueno
para nada?
Cell: Lo que busca es algo muy parecido a lo que yo busque al viajar por el
tiempo nameku idiota- agregó al ponerse de pie.
Piccoro: ¿Qué quieres decir con eso? No me digas que él...
No, eso sería imposible.
Cell: Pues lo creas o no así es cara verde.
El tercer guerrero permaneció en silencio observando al par frente a
él, la manera en la que discutían el uno con el otro y por alguna
extraña razón a él la escena le parecía muy familiar,
muy nostálgica, escuchar esa clase de insultos y sarcasmos que se decían
entre sí.
Sacudió un poco su cabeza para apartar esa clase de tontas ideas de su
mente y mientras aquel par perdía el tiempo, él se preguntaba
como es que debía lograr el ultimo paso... No estaba seguro si podía
ser posible de la misma forma que con Alessa... Recordaba que con ella el método
resulto por demás impulsivo, instintivo pero ahora no estaba seguro...
Pero repentinamente sintió acceder a un nuevo conocimiento, como si alguien
hubiese quitado una venda en su memoria dándole acceso a una técnica
que sería lo que necesitaba para lograrlo, una técnica que se
encontraba latente en su memoria y que hasta ese momento encontró la
manera para emerger a la luz.
El guerrero camino lentamente hacia ambos y de un solo movimiento apartó
al namekuseijin; Cell rápidamente se puso en guardia, pero su oponente
ya no estaba para jugar más, utilizando su velocidad de acerco a él
colocando su dedo índice sobre la frente de su hermano mayor.
- Será muy denigrante para ti pero no hay otra salida- añadió
al momento de dejar escapar un aura rojiza que cubrió por completo la
enorme silueta de Cell ante el desconcierto de este.
Sentía como es que su cuerpo se volvía rígido, sin capaz
de evitarlo y en un instante el cuerpo de la criatura había desaparecido
tras una capa de humo rojizo.
Piccoro observaba extrañado la escena, después de haber sido arrastrado
por la intensidad del golpe se puso de pie.
El guerrero oscuro observo el suelo, divisando cerca de sus pie una diminuta
galleta...
Se agacho para tomarla y la observó con curiosidad, sus labios se curvearon
ante la ironía y a la vez satisfacción que sentía al verla.
Fue curioso, en cuanto tomo esa galleta entre su mano, cualquier rastros del
conocimiento de esa técnica tan especial se había borrado, tal
vez había sido cubierto por aquel manto negro en su memoria, como si
solo hubiese emergido única y exclusivamente para esta ocasión.
Piccoro: Lo convirtió en galleta! Pero pense que solo Majin Boo era capaz
de algo como eso!- exclamó sorprendido.
- Que ironía, el gran Cell convertido en una inofensiva galleta y a punto
de ser absorbido para formar parte de mi cuando él hace mucho tiempo
estuvo en mi lugar...- murmuró con una sonrisa maliciosa.
Piccoro: No lo hagas! Ni se te ocurra hacer tal atrocidad, no sabes en lo que
vas a convertirte!
- ¿Y de que te preocupa a ti si ni siquiera me conoces? ¿quién
te dice que yo no deseo convertirme en ese monstruo del que temes?- preguntó
sin quitar la vista de la galleta azucarada que llevaba en mano.
Piccoro: Aunque tengas razón, seguramente nada emergerá de la
unión de dos monstruos infernales como ustedes. Ni creas que voy a permitírtelo!-
exclamó en un intento de quitarle aquella galleta con la forma de Cell,
sabía que nada bueno resultaría de una unión de esa clase,
pero en su trayectoria chocó con una especie de barrera invisible que
le impidió el paso.
Sin esperar ni un segundo más, la criatura comió la azucarada
pieza. Vaya que este método de fusión era por demás ridícula,
pero no encontró otra manera posible, si a Majin Boo le fue tan bien,
¿por qué a él no?
(Ulti_SG: Recuerden que cuando el Majin Boo flaco se fusiono con el gordo,
a este lo convirtió en chocolate con esta técnica y resulto muy
bien... creo... ay mi memoria no es muy buena cuando de recordar esas partes
se trata ><)
Capsule Corp
Una joven de cabello negro se abría paso por los
pasillos desconocidos para ella de la Corporación mientras tanteaba la
pared para guiarse con su mano izquierda mientras que su mano derecha sujetaba
un delgado bastón que tanteaba el suelo.
Desafortunadamente aquella salida tan repentina de su hogar le impidió
poder traer a su perro guía con ella, vaya que lo necesitaba para encontrar
a su hermana mayor mucho más rápido.
Con aquella noticia de la posible muerte de su padre, su madre estaba desecha
a pesar de no estar comprobado, ella se encontraba igual hace menos de diez
minutos antes de que le diesen aquella noticia. Noticia por la cual debía
buscar a su hermana, sentía su ki pero el caminar por pasillos con los
que no estaba familiarizada le dificultaban las cosas, sin mencionar que durante
ya se había topado con una que otra mesa, hubiese pedido ayuda pero no
se encontraba con nadie en los pasillos. Pero como si alguien estuviese de su
parte escucho unos pequeños pasos, el sonido que brindaba sobre el suelo
le hizo notar que era alguien pequeño.
Darla: Hola Daiz ¿quieres jugar conmigo?- preguntó la pequeña
sosteniendo una muñeca.
Daizly: Lo siento Darla pero necesito encontrar a Pan ¿sabes donde esta?
¿puedes llevarme con ella?
Darla: La tía Pan estaba con mi mamá. Claro que te llevare- dijo
al tomar su mano- Pero promete que jugaras conmigo después.
Daizly: Por supuesto.
Bra aun permanecia en su habitación, en silencio,
no importando que Pan haya entrado desde hace unos minutos y comenzado a hablarle.
No tenía deseos de hablar con nadie en estos momentos y los comentarios
sin sentido de su amiga de la infancia no le importaban en lo más mínimo.
Tenía sus propios conflictos, temores y tormentos internos.
Pan se había recostado en la cama de la habitación al ver como
es que la había ignorada, vaya, y ella que había venido aquí
tratando de hablar con alguien, pero todo indicaba que había venido al
lugar equivocado.
Estaba a punto de levantarse y marcharse pero unos pequeños toques a
la puerta llamaron su atención. La puerta se abrió y entro la
silueta de la pequeña Darla, acompañada de su hermana menor.
Pan: ¿Qué sucede?- preguntó al enderezar su espalda al
presentir que algo pasaba.
Daizly: Pan, que bueno que te encontré, muchas gracias Darla- agradeció
al cerrar la puerta a sus espaldas.
Darla: De nada ^^.
Daizly: Pan, papá esta vivo- dijo con determinación.
Pan: Mira Daiz... yo sé que es duro pero debemos aceptar que...
Daizly: Esto es en serio. Papá, Vejita, Dana y Cort están vivos
y a salvo- dijo atreyendo la atención de Bra.
Pan: ¿Cómo puedes estar tan segura?
Daizly: Porque alguien me lo dijo... Pero eso te lo explicare después,
ahora, necesito que me lleves al Templo Sagrado.
Pan: ¿Para que?
Daizly: Necesito hablar con Kamisama, con Dende, después te lo diré
con más calma, pero necesito que me hagas ese favor!
Pan: Esta bien, esta bien te llevare, pero más te vale que me des allá
una buena explicación. Oye Bra ¿quieres venir?- preguntó
a la mujer quien simplemente cabeceo negativamente- Como quieras- se encaminó
hacia la terraza, recorriendo el vidrio dejando entrar una gentil corriente
de aire.
Pan: Vamos Daiz.
Darla: ¿Puedo ir con ustedes?
Daizly: Lo siento pequeña pero no creo que Pan pueda con las dos.
Darla: Pero yo quiero ir ><
Daizly: Es mejor que permanezcas aquí con tu mamá, ella te necesita
más- murmuró a la pequeña- Además si alguien pregunta
por nosotras informales de a donde fuimos ¿esta bien?- Darla asintió
energéticamente.
- Vamos, vamos Cort ¿eso es lo mejor que tienes? No me hagas reír!-
dijo la joven de cabellos morados al alejarse de su compañero de entrenamiento.
El saiyajin de ojos azules se detuvo unos instantes para tomar solo un poco
de aire. Ambos contendientes respiraban agitadamente después de varias
horas consecutivas con este combate, se veían por demás cansados,
las simultaneas heridas sobre su piel ardían al contacto con el excesivo
sudor que recorría su cuerpo. Se encontraban en la zona en donde la temperatura
se encontraba en altas proporciones y vaya que era por demás sofocante,
les dificultaba más la respiración, pero el poder entablar un
combate por más de cinco horas bajo estas condiciones ya era un logro,
al principio no eran capaz de resistir más de dos horas cuando sentían
que su cuerpo ya no podía dar más.
Cort: ¿Lista? Allá voy!- con un solo impulso de sus pies se lanzó
sobre la saiya quien lo apenas y logro retener aquella embestida.
Han pasado aproximadamente dos meses dentro de la habitación del tiempo
y los avances eran notorios aunque ninguno de los tres jóvenes se sentía
satisfecho con sus logros.
Gohan los estaba instruyendo bien, jamas pensó que algún día
sus experiencias del pasado pudiesen ser de utilidad para alguien más
que no fuese su hermano Goten, a quien entrenó por algún tiempo,
vaya que aun recordaba cuando le enseño a volar pero había sido
lo único, ya que después de que su padre regreso a la vida su
tiempo de maestro había terminado; con Pan no tuvo la oportunidad de
hacerlo de nuevo ya que su padre de nueva cuenta se quedó con el papel
de instructor. Estaba completamente seguro que si su padre estuviese en su lugar
ahora, estaría encantado al poder entrenar a estos tres jóvenes
guerreros, en estos momentos era capaz de entender la satisfacción que
provocaba el entrenar a alguien más al depositarle no solo su conocimiento
y experiencia sino su confianza.
Les había enseñado un par de técnicas, así como
también explicar algunas que ah visto durante toda su vida de guerrero;
ese muchacho no deseaba que su enemigo lo tomase desprevenido, había
sido muy listo, en esa clase de detalles le recordaba de igual manera a su padre...
Había pasado dos meses conviviendo con ese saiyajin y jamas ha hablado
demasiado de él, aunque claro debe ser algo aun doloroso por lo poco
que sabía.
El joven Vejita conservaba el mismo genio de su abuelo, le gustaba entrenar
solo y muy pocas veces aceptaba el entrenar con los otros dos y menos con la
joven que insiste en llamarlo "hermano", pero era claro que disfrutaba
los combates con el mayor de los tres. Al verlos en combate a ambos era como
ver a su padre y al señor Vegeta en un punto lejano de la historia...
En el Onreifni.
La criatura paso rápidamente la pieza de harina por su garganta, sintió
como esta le raspó la garganta hasta finalmente ingerirla por completo.
Permaneció inmóvil, atento ante cualquier nueva sensación
que pudiese recorrer su cuerpo. Permaneciendo con la vista en el suelo, impaciente
por sentir cualquier mínimo cambio... Pero no sucedía nada...
Piccoro observaba atento a aquel guerrero, no percibía ningún
cambio aparente ni en su físico ni en su ki, ninguna clase de incremento.
- "¿Pero por que no ocurre nada?!- se preguntó exaltado.
- "Es porque te niegas al cambio..."- escuchó una voz en
su mente.
- "¿Qué? ¿Quién eres?"- preguntó
al observar a su alrededor en busca del portador de aquella voz.
- "Aunque tu mente este dispuesta, tu espíritu se niega"
- "Eso es mentira! Estoy listo!"
- "No, no lo estas... inconscientemente te rehusas al cambio..."
- "¿Y que puedo hacer?!"
- "Permite que yo te ayude..."
- "¿Puedes hacerlo?
- "Si en verdad lo deseas..."
- "... ¿Quién eres? ¿qué querrías a
cambio?"- preguntó desconfiado.
- "Soy quien te envió a Alessa solo para ti... solo para que
llegases a este punto... No pido nada a cambio, simplemente quiero ayudarte...
ayudarte a que accedas a una existencia del pasado..."
- "Así que tu eres quien tira de los hilos de ese tal Ansalon"-
agregó seguro.
- "No tengo que responder algo que tu ya sabes."
- "No es bueno confiar en una voz que hace menos de un minuto conoces ¿sabes?...
sin embargo... Acepto tu ayuda... cualquier cosa para saciar mis deseos de poder
que mis instintos me están reclamando!"
Al finalizar su frase, una extraña fuerza rodeo su cuerpo, se percato
que no era suya, era una presencia externa que se abalanzó violentamente
sobre su cuerpo, comenzando a sofocarlo y ejercer demasiada presión sobre
él, al punto en que tuvo que interponer sus manos sobre el suelo para
no caer completamente.
Esta extraña energía sentía como es que comenzaba a volverse
suya poco a poco.
Piccoro observaba perplejo aquella aura maligna que rodeaba a ese guerrero,
tan espesa que daba la sensación que poseía volumen.
Repentinamente una corriente de dolor comenzó
a recorrer cada centímetro de su cuerpo, un dolor que no le permitía
respirar ni pensar en nada mas que no fuese el dolor propio.
Su cuerpo fue incapaz de sostenerle, cayendo finalmente al suelo del cual no
pudo ponerse de pie. Oprimía fuertemente sus dientes y manos para evitar
dejar escapar cualquier signo de debilidad, hasta el punto en que sus manos
comenzaron a sangrar por la fuerza ejercida. Su cuerpo comenzaba a convulsionarse
por aquellas descargas de dolor que comenzaban a aumentar desmesuradamente.
Esta vez era diferente, mucho más doloroso que cuando se fusiono con
Alessa, no había tenido que pasar por esto...
El par de oscuras alas que crecían de sus alas comenzaban a desaparecer,
introduciéndose dentro de las entrañas de su portador, sintiendo
esto en carne propia cada centímetro en que se abrían paso dentro
de su espalda para ocultarse, al igual que aquel artefacto que le sirvió
para la primera fusión.
Aunque no se daba cuenta aun, su cuerpo comenzaba a volverse menos corpulento,
mucho más estético, dejando atrás aquellas estructuras
azuladas, su pálida piel comenzaba tornarse de un color más saludable.
Aquella densa aura oscura comenzó a concentrarse en determinadas partes
de su renovado cuerpo volviéndose sólidas, vestimentas que ahora
lo cubrían, pero él aun no se percataba de todo esto, el tormento,
la agonía no se lo permitía.
Dejó escapar un grito angustioso y con él una ráfaga de
Ki que se volvieron vientos huracanados que levanto tierra, polvo, todo lo que
hubiese a su paso, incluyendo a los ogros y al nameku quien logro estabilizarse
en el aire, no podía dejar de ver el resultado de aquello que se había
formado en el infierno.
Su respiración era por demás agitada, levantando un poco de la
tierra en cada exhalación al permanecer aun en el suelo boca abajo. Poco
a poco el dolor comenzaba a desaparecer, el sudor recorría su nuevo rostro
hasta caer sobre el polvo. Mantenía sus ojos cerrados, tratando de apaciguar
el dolor, esperando a que desapareciera. Sentía como su corazón
palpitaba con demasiada fuerza.
Fue entonces en que comenzó a abrir sus párpados, poco a poco...
observo algo extraño, algo que recaía sobre su rostro, levanto
torpemente su mano para tratar de sujetarlo pero se detuvo en seco cuando se
dio cuenta que su mano... su brazo... había cambiado! Su piel adquirió
color... el color azul de aquella estructura había desaparecido, siendo
solo piel del mismo color que su mano la cual estaba ligeramente cubierta por
un guante de color negro.
¿Pero que tanto habría cambiado?! Se preguntaba confundido y a
la vez ansioso por descubrirlo.
Trató de ponerse de pie, pero lo máximo que pudo lograr fue darse
vuelta en el suelo, quedando boca arriba, pudiendo ver aquellas nubes amarillentas.
Coloco sus dos manos frente a sí y parecía desconcertado. Finalmente
llevo una de sus manos hacia su rostro, logrando tocar aquello que se postraba
sobre su frente... cabello... su cabeza estaba cubierta de cabello!
Logro ponerse de rodillas, desesperado en encontrar algo en lo que pudiese reflejar
su apariencia. Fue entonces en el que diviso aquel estanque, fuese de sangre
o de agua, le serviría para lo mismo.
Se levantó torpemente del suelo, tomando un minuto en observar las vestimentas
que lo cubrían ahora. Se encaminó hacia la orilla de aquel estanque
y observo su reflejo.
Sus aun rojizos ojos se abrieron desmesuradamente al ver aquello frente a él.
Cayó de rodillas nuevamente para verse más de cerca. Levantó
nerviosamente su mano, tocando su rostro, sin apartar la vista de su reflejo,
aun sin poder creerlo... Si alguien se lo hubiese dicho no lo hubiese creído
pero su apariencia ahora era... era... humana... ¡!!
En la Tierra.
La silueta de Pan se desplazaba por los cielos en dirección al Templo
Sagrado con su hermana menor sujeta a su espalda.
La joven invidente tal vez no sea capaz de ver a su alrededor, pero con el solo
soplar del viento sobre su rostro bastaba para darse cuenta de lo alto que debían
esta volando, por lo menos algo buena salía de esto, no podía
sentir vértigo a las grandes alturas...
Pan: Ahí esta el Templo, ya casi llegamos- anunció a su pasajera
al divisar la plataforma celeste.
Solamente Daizly ha visitado una sola vez el templo sagrado y vaya que le gustaría
saber como es, aun le cuesta trabajo darse a la idea que parecía un gran
tazón flotando en el aire estático... o por lo menos así
es como su hermana le había descrito el lugar.
Ambas saiyas descendieron sobre la plataforma sin problemas.
Pan: Vaya, este lugar sigue tan solitario como siempre- agregó al comenzar
a caminar por el lugar, guiando a su hermana.
Más adelante divisaron una rechoncha silueta que se encontraba al parecer
barriendo...
Pan: Hola Mister Popo!- saludo energéticamente la mujer.
Popo: Ah, bero si es la bequeña Ban, tenia mucho tiembo sin veros.- saludo
el hombre. Tenía mucho tiempo sin verla pisar la plataforma.
Pan: Mister Popo ¿no puedes dejar lo de "pequeña" ya
no soy una quinceañera como hace años- agrego un poco molesta.
Popo: Lo siento, bero es la costumbres- se disculpo- A veo que la bequeña
Daizly vino con usted.
Daizly: Me alegra verlo de nuevo.
Popo: Hace bocos sus amigos estuvieron aquí ¿díganme que
se les ofrece?
Daizly: Necesito ver a Kamisama, lo mas pronto posible- agregó de prisa.
Popo: El Kamisamas no puedo veros en estos momentos, se encuentra en meditación-
explicó.
Daizly: Eso explica el porque no pudo comunicarse con él...- murmuró.
Pan: Muy bien Daiz, creo que ya es tiempo que me des ciertas explicaciones,
actúas de una manera demasiado misteriosa- dijo cruzada de brazos.
Daizly: En vista de que Kamisama no puede atenderme aun, se los diré.
Verán de alguna manera alguien de otro planeta se comunico conmigo. Ella
dijo ser del planeta... del planeta... ¿Cuál era su nombre?...
Kel... Kelbo, si del planeta Kelbo.
Pan: ¿Qué?! ¿El planeta Kelbo?! Pero si es el mismo planeta
al cual visitamos Trunks, mi abuelito y yo!
Daizly: Efectivamente, recordé que me lo mencionaste. La persona que
me habló se identifico como la "Sacerdotisa" de ese planeta,
me explicó que su titulo es equivalente al del Kamisama de la Tierra.
Popo: Sí, eso es muy ciertos.
Pan: ¿Tu lo sabias Mister Popo?
Popo: Bor supuesto que sí, Mister Popo sabe muchas cosas.
Pan: Bueno y que fue lo que ella te dijo?
Daizly: Como le era imposible comunicarse con Kamisama... creo que es porque
se encuentra en momentos de meditación, me pidió que le dijese
que mi papá, Dana, Vejita y Cort están vivos, que estaban en su
planeta.
Pan: ¿Y como demonios llegaron hasta allá?!
Daizly: No lo saben... simplemente llegaron a ese lugar...
Pan: ¿Y como y cuando planean regresar?
Daizly: En estos momentos se encuentran...
- "Dentro de la habitación del tiempo"
Voltearon hacia donde una cuarta voz apareció.
Popo: Kamisamas.
Dende: La Sacerdotisa del planeta Kelbo te agradece las molestias Daizly, pero
ella ya logro comunicarse conmigo y sé exactamente lo que hay que hacer.
En el Onreifni.
Aquel reflejo.... lo mantenía consternado...
Si alguien lo mirase lo que vería ante sus ojos fuese la figura de un
saiyajin común y corriente (sin mencionar apuesto ^o^)... Su piel era
de un color moreno claro; seguía poseyendo la misma altura, sus ojos
se mantenían del mismo color rojizo intenso pero había algo diferente
en ellos, antes no reflejaba ninguna clase de emoción pero ahora la confusión
era por demás clara en ellos; su rostro ya no contaba con aquellos colores
púrpuras que recorrían verticalmente por sus mejillas, tenía
cejas; su cabeza ya no contaba con ese "casco", ahora se veía
cubierto por cabello, azul como el que alguna vez su cuerpo contó, este
no se encontraba parado como comúnmente los saiyas poseían mas
aun estaban levemente erizados.
Su cuerpo estaba cubierto con una armadura y aditamentos de colores oscuros,
una armadura similar a la que portaba aun los saiyas, la malla debajo de esta
era de un color mucho más opaco, botas que llegaban a cubrir hasta las
rodillas de una material que parecía metal. Sus manos estaban cubiertas
por guantes cortos, una simplemente cubría desde la muñeca hasta
los nudillos mientras que la otra cubría toda la mano teniendo aditamentos
extras metálicos al final de los dedos; y finalmente estaba su cola de
saiyajin, la cual se había logrado mantener desde su primera transformación.
- "Pero que significa... esto?"- preguntó en voz alta, dándose
cuenta que su voz no había cambiado.
- "¿Por qué?... no esperaba que el resultado de todo esto
fuese..."- observaba con frustración las palmas de sus manos, aunque
podía sentir una energía muy extraña que recorría
su cuerpo.
Por un corto de tiempo permaneció inmóvil tratando de poner en
orden el torbellino de ideas que había comenzado en su cabeza ante esto.
Finalmente había hecho lo que sus instintos lo impulsaron y ahora que
se encontraba al final del camino ¿qué es lo que debía
hacer? Sus pensamientos e ideas era confusos, no sabía lo que debía
hacer, fue como si al absorber a Cell hubiese perdido el camino por el que Alessa
lo indujo...
Colocó la punta de sus dedos sobre su frente, inseguro de a donde debía
ir, pero sabía que aquí ya no tenía nada más que
hacer, teletransportandose finalmente.
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En algún punto desconocido del basto universo....
Ansalon: Mi señor todo esta marchando tal y como
usted lo previó- dijo al mantener levemente inclinada la cabeza.
- "Sí, todo esta marchando de acuerdo a mis cálculos... Finalmente
las tres criaturas se han vuelto una sola, aunque ello trajo cierta confusión
en el portador de las otras dos esencias. Algo que ya había previsto...
algo lógico, después de todo esta volviendo a ser el que alguna
vez fue y como era su destino... claro... bajo mis condiciones y no la de esos
Kaiohsamas
Ansalon: Es extraño que no hayan intentado nada aún.
- "Ellos no acostumbran a intervenir tan directamente sobre los asuntos
de los mortales, siempre quieren dejar su responsabilidad en otros.... y esta
ves no será la excepción, salvaron a los cuatro saiyas que estuvieron
a punto de sucumbir ante los nuevos poderes de nuestro amiguito... Es curioso
que tiendan a utilizar mis propias "armas" contra mi"
Ansalon: ¿Cuáles son sus siguientes ordenes?- preguntó.
- "Ve con él nuevamente y explícale lo siguiente...."