Un guerrero aun sin nombre se desplazaba por una especie
de vereda a mitad de lo que parecía un bosque, los arboles poseían
robustos troncos y las copas sobre ellos eran muy densas, apenas y permitían
que los rayos del sol se filtrasen a través de ellas.
Su caminar se vio obstruido con el paso de lo que parecía un pequeño
arroyo, pero el cual llevaba las aguas a altas velocidades., siendo en estas
en las que nuevamente se encontraba con aquel nuevo y desconocido rostro. Pero
su atención fue atraída a este lugar... le parecía tan
familiar... pero sus pensamientos se vieron obstruidos al sentir una presencia
que se había manifestado al otro lado de aquel arroyo.
- "Tu otra vez"- dijo seriamente.
Ansalon: Vaya, mírate nada más, quienes te conocieron serían
incapaces de reconocerte... te ves bien- agrego sarcásticamente.
- "¿Qué es lo que esta pasando? Sé muy bien que tú
y el otro tipo saben más que yo al respecto!- preguntó ciertamente
molesto.
Ansalon: Para eso estoy aquí.... ¿Cuál es tu nombre?- preguntó
ante el desconcierto de su acompañante.
- "¿Qué tiene que ver eso con...?
Ansalon: Solo es una pregunta, contesta, ¿Cuál es tu nombre?-
interrumpió.
- "Mi nombre es... soy... yo soy... A... Auricus...."- respondió
extrañado al momento en que ese nombre repentinamente se había
formado en su mente ante la pregunta.
Ansalon: Esa es una buena señal Auricus... Ahora viene la explicación...
Tres criaturas se han fusionado en una sola al momento en que uno de ellos absorbió
la esencia de los otros dos... ese fuiste tú. Al absorber la esencia
de la primera adquiriste todo sus deseos de destrucción, todo te parecía
normal hasta que te uniste con la esencia de Cell, al unirse las dos a la tuya
se han acomplementado y han hecho de ti lo que tus ojos ven.
Auricus: ¿Y eso que significa?
Ansalon: Que estas volviendo a ser el guerrero que alguna vez fuiste hace muuuucho
tiempo.
Auricus: Sigo sin entenderte.
Ansalon: Sería difícil que lo entendieras con esa escasez de recuerdos...
por ahora el amo te envía un mensaje... No creas que esto es el final,
es apenas el comienzo por lo tanto si quiere llegar al fondo de todo esto, recuperar
una memoria que alguna vez fue tuya, simplemente debes continuar en lo que te
quedaste... Seguir destruyendo, peleando, todo lo que se te haga placentero...
sobre todo pelear... mientras más pelees y destruyas los recuerdo volverán
a ti... poco a poco...
Oscuridad, lo único que era claro era la eterna oscuridad, cubriéndolo
todo.
Tenebrosa, tan fría, lúgubre y solitaria, no podía captarse
ninguna clase de sonido... Aunque desde hace unos momentos aquel infinito silencioso
cesó por unos constantes y leves sonidos... si uno agudizaba el oído
le pareciesen sollozos, ligeros y débiles sollozos, pertenecientes lo
más probable a algún infante.
Y ahí en medio de toda esa oscuridad, era clara una única silueta
que se negaba a sucumbir ante aquel manto oscuro, de la cual provenían
esos pequeños sonidos.
La silueta de un infante se encontraba sentado, abrazando ambas piernas con
sus cortos brazos, resguardando su rostro entre sus orillas.
Estaba asustado, tenía frío y no sabía en donde se encontraba,
ni a donde debía ir. Le angustiaba encontrarse él solo en aquel
lugar que desconocía... en el cual no deseaba estar.
Pero extrañamente sintió como es que un par de brazos lo abrazaron
tiernamente, proporcionándole una sensación de calidez con su
contacto. Se sintió entonces a salvo y... querido, amado...
- "Todo estará bien... no tienes porque tener miedo, aquí
estoy contigo"- escuchó de una voz suave y amable muy cerca de su
oído.
Esa voz... esa voz le resultaba tan familiar e inexplicablemente lo lleno de
felicidad al momento de llegar hasta sus oídos, como si no la hubiese
escuchado desde hace ya mucho tiempo...
Lentamente se atrevió a levantar su cabeza, tímidamente levanto
su mirada hacia aquel rostro con facciones casi angelicales quien lo observaba
tiernamente, proporcionándole una amable y cálida sonrisa. Ella
lo miraba con suma alegría, con un gesto muy comprensivo hacia él.
Era como si ella ya lo conociera pero... él era incapaz de reconocer
tan bello rostro. Al verla sentía un gran jubilo, nostalgia, tristeza,
vergüenza al no poder reconocerla... le transmitía muchas emociones
al simplemente observar el interior de aquellos despampanantes ojos azules.
Rápidamente él se aferro fuertemente de ella, correspondiendo
al abrazó, algo muy dentro de él lo impulso a hacerlo, aquella
misma nostalgia y tristeza tal vez. Escondió su avergonzado rostro en
su pecho al no poder recordarla, sintiendo como es que ella comenzó a
acariciar levemente su espalda para tratar de reconfortarlo ante aquel miedo
que ella sentía provenir de él, sintiendo el pequeño que
esto ya había sucedido con anterioridad...
Debía pelear, destruir si quería descubrir quien realmente era...
Durante toda su vida se había preguntado ¿cuál era su razón
de ser? Él no nació como ninguna otra criatura viviente en este
universo, su existencia fue inducida solo por la "ambición"
de un hombre sin razón aparente... Vivió una vida que no le pertenecía
por naturaleza, sino por la que su "creador" lo encamino... y parecía
suficiente para él , el convivir y vivir como un saiyajin no había
sido tan malo... Años después aparece otro ser como ella y le
planta que seres como ellos solo deben seguir el camino de la destrucción
y devastación... él se negaba a seguirlo pero... sus propios instintos
lo traicionaron... estos lo habían impulsado a fusionarse con sus otros
dos hermanos y ahora él se encontraba aquí, en este mismo bosque,
sentado, recargando su espalda en uno de aquellos gruesos troncos, escuchando
atentamente el sonido del agua correr mientras sus propios pensamientos pasaban
igual de rápidos.
Ese lugar le resultaba infinitamente nostálgico, pero su mente aun seguía
en blanco... ¿sería parte de esa memoria de la que Ansalon hablaba
o de otra....?
Aun estaba inseguro por lo que debía hacer. Antes todo era claro, hubiese
podido arrasar mil planetas con aquellos ánimos que poseía antes
de que esto sucediera pero ahora...!! Ahora se sentía diferente! ¿Qué
es lo que estaba pasando?!
Levanto levemente su mirada y frente a él observó una silueta
transparente, como si fuese una especie de fantasma u holograma, un recuerdo...
Se trataba de una niña de escasa edad, vistiendo un vestido sumamente
curioso y holgado, sus cabellos y ojos azules resaltaban sobre todo. Observaba
como es que ella perseguía a un insecto volador pero el mismo paso del
río se lo impidió, hasta que se aventuró a tratar de cruzar
por las rocas salientes de las aguas, todo parecía bien y que lo lograría,
sin embargo un pronto resbalón la hizo caer. Intuitivamente él
estuvo a punto de levantarse pero una silueta igual de pequeña que la
niña se le adelantó... ese niño... ¿era él?!
Aquellas imágenes se evaporaron en un instante al momento en que su mirada
se endureció nuevamente. Se puso de pie con un gesto molesto al encontrarse
en esta situación tan lastimera, sintió grandes impulsos por probar
sus nuevas fuerzas en uno que otro planeta, se sentía diferente, bien,
probaría que tan diferente en sus poderes y habilidades era ahora, Una
sonrisa torcida se formó en sus labios al momento de recobrar aquella
mirada tan devastadora que a pesar de ser portada por un individuo con figura
humana seguía siendo igual de intimidante como siempre.
El planeta Tierra sería excelente para comenzar pero.... no... había
algo que le gustaría probar primero, este planeta no tenia reto de no
ser por príncipe de la raza guerrera de los saiyajins, pero porque conformarse
con un solo saiya si había un planeta que estaba infestado de ellos con
los cuales seguramente podría entretenerse mucho mejor...?
En el Templo Sagrado.
Dende les había explicado con más detalle lo que había
sucedido con Gohan y los demás.
Pan: Es bueno saber que papá esta bien, que todos están a salvo.
Daizly: Kamisama me gustaría preguntar ¿por qué es que
esa Sacerdotisa fue capaz de comunicarse conmigo... es decir, soy común
y corriente y....?
Dende: Según lo que ella me explicó, al no poder comunicarse directamente
conmigo busco otra presencia con la cual podría entablar una comunicación,
y esa fuiste tu, al parecer tu presencia empatica resalto de todas las demás-
explicó.
Pan: ¿Y cuánto falta para que se cumplan las 24 horas?
Dende: Si comparamos la diferencia de tiempo en aquel planeta.... han permanecido
solo 10 horas adentro. Esperemos y sean por demás suficientes para lo
que esta por venir.
Pan: ¿Y ese sujeto a donde se habrá ido? Después de lo
que ocurrió desapareció...
Dende: Pero eso no quiere decir que no volverá..... Además no
a estado tranquilamente sentado esperando, ha estado muy activo sin mencionar
que.... Creo que no es únicamente a él a quien debemos temer.-
agregó.
Pan: ¿Qué quieres decir con eso?
Dende: Han sucedido demasiadas cosas Pan... Cosas que no puedo comprender aun
pero que son muy significativas, para todos...
Daizly: Eso no suena muy bien...
Dende: Tenemos suerte que se haya marchado, eso da tiempo de sombra a los demás
de prepararse, esto se complicara mucho más. Lo que deben hacer es regresar
a Capsule Corp y explicarles a los demás lo sucedido, estoy seguro que
les aliviara saber que ellos están bien.
Pan: Ya lo creo.
Daizly: No hay alguna manera en la que podamos ser útiles?
Dende: Me temo que no, aunque, la ayuda más pequeña siempre puede
lograr equilibrar la balanza en los momentos más oportunos.
Pan: Entonces regresaremos dentro de 14 horas, de verdad quiero ver que tan
fuertes esos muchachos van a salir.
Dende: Estoy seguro que harán su mejor esfuerzo.
En Capsule Corp.
Vegeta había arribado su hogar en el momento justo en el que ambas Son habían comenzado a explicar lo que Dende les dijo. Por supuesto que la noticia alivio a muchos, sobre todo a Maron, a Videl y a Mirai Trunks quien sabía que su hija no pudo haber muerto de una manera tan fácil, era difícil de roer, justamente igual a su madre.
Mirai Trunks observó como su padre se alejo en
silencio del grupo como siempre solía hacerlo, nadie se percataba de
ello, lo siguió discretamente.
Sus pasos lo llevó hasta la cocina en donde el príncipe de lo
saiyajins extrajo de la nevera una lata de cerveza de raíz, abriéndola
y dándole un prolongado trago, para después dejar escapar un leve
suspiro, siendo observado en silencio por su 'hijo del futuro'.
Vegeta: ¿Quieres una?- preguntó de espaldas.
Mirai Trunks: OO!! ¿eh?... no... no gracias...
Vegeta hundió los hombros y cerro la puerta de la nevera.
Mirai Trunks: Padre me gustaría atreverme a preguntar la razón
por la que no te presentaste en el combate... seguramente hubiese sido de mucha
ayuda...
Vegeta lo observó seriamente mientras daba otro trago a su bebida.
Vegeta: Pense que seis saiyajins contra uno solo sujeto serían por demás
suficientes- respondió- Sin embargo nuevamente me equivoque... Pero,
sabes que siempre he preferido luchar solo, simplemente no he tenido esa oportunidad,
pero te aseguro que esta muy cerca- murmuró al pasarlo de largo antes
de salir de la cocina.
Mirai Trunks: Cuando todo esto termine... para bien o para mal, destruiré
la maquina del tiempo- dijo repentinamente, por lo que Vegeta se detuvo.
Mirai Trunks: Aunque mi madre la construyo para hacer el bien, esta maquina
ha sido la causa de demasiado daño, Cell la uso para llegar hasta aquí...
Ahora Alessa la cual desato algo mucho peor... Lo pospuse demasiado y definitivamente
cuando regrese a mi tiempo destruiré todo lo referente a ella- explicó.
Mirai Trunks no podía dejar de sentirse ciertamente responsable de todo
lo que pasaba. Alessa era un problema de SU tiempo, el cual se le escapo de
las manos y que jamas debió llegar aquí, pero nuevamente la maquina
del tiempo, el único vinculo que unía a las dos líneas
de tiempo, había sido la causante de todo esto. Debe destruirla.... destruirla
aunque destruyera la única forma en la que podría ver a sus amigos
y a su padre los cuales le habían sido arrebatados por los androides
17 y 18 en su realidad...
Vegeta: Harás lo correcto... de verdad que es una buena decisión
Trunks. Sinceramente me alegra haber tenido la oportunidad de volver a verte
y que me demostraras que has madurado, ya no eres aquel mismo chiquillo de 17
años que vino la primera vez y eso hace que me sienta orgulloso- agregó
seriamente al momento de salir finalmente.
Vegeta daba el ultimo sorbo a su bebida al caminar por
el pasillo de la Corporación hacia (adivinen donde?) su cámara
de gravedad cuando la silueta de su hija venia en dirección contraria
a la suya. Vegeta se detuvo para permitirle el paso fácilmente ya que
el ancho del pasillo era reducido. El saiya se percató de la mirada tan
carente de aquel "dinamismo" que sus ojos siempre reflejaban, más
no quiso hacer notarlo en voz alta, dejándola pasar.
Eran pocas las veces en las que veía esa mirada en su hija, recordaba
los sucesos bastante bien, una fue la repentina muerte de su madre... el lento
y paulatino desfallecimiento de su esposo, un humano que no gano completamente
su aprobación personal, pero para su beneplácito logro hacer feliz
a su hija menor... aunque tuvo la desfachatez de destrozarla lenta y dolorosamente
al morirse... Y ahora otra vez, y no podía despachar la idea que era
por causa de él...
En algún planeta sin remembranzas.
El nuevo guerrero que se había autonombrado "Auricus"
introdujo sus manos en un conjunto de aguas cristalinas, observando como es
que pequeñas corrientes rojizas se formaban cuando la leve corriente
limpiaba sus guantes y dedos de aquella sangre.
Sencillamente ya estaba acostumbrándose a su nueva imagen, aquel aditamento
en su guante le permitía hacer sangrar a su oponente con un ligero movimiento
de su mano.
Si alguna vez la confusión lo apodero en un principio, de ella ya no
quedaba nada, el estar en continuos "juegos" en diferentes planetas,
en especial en el de los saiyajins... aunque solo se concentro en probar sus
habilidades...
Tomó un poco de agua, aprovechando la oportunidad. Se había dado
cuenta que este nuevo "cuerpo" traía consigo detalles como
el incremento de hambre, sed, del sueño, cosas que ya conocía
pero que en su antigua forma no requerían demasiado de su atención...
Se recostó en aquel suelo, disponiendo a tomarse uno o dos minutos para
recuperarse.
Había sido verdad, no solo disparates; a cada golpe, a cada técnica
utilizada, una imagen, un recuerdo era mucho más claro y comenzaba a
tomar sentido, aunque seguía sin entenderlo del todo... Había
un hombre... de cabellos alborotados de color negro pero con mechones en este
de colores blanquecinos, con unos ojos de color ámbar... pero su rostro
siempre estaba distorsionado, era incapaz de darle forma...
Sus pensamientos se vieron obstruidos al momento de escuchar esa misteriosa
voz de nuevo...
Auricus: Vaya.... Saludos de nuevo voz misteriosa- dijo sarcásticamente
permaneciendo en el suelo con las manos en la nuca.
- "No debería dejar que me hablaras de esa manera, pero por el
momento pasare eso por alto. Disculpa interrumpirte pero hay algo que me consterna...
de verdad pense que harías mucho más con los saiyajins.
Auricus: No necesitaba matarlos, aun, además, tal vez sean con los
únicos seres en el universo con los que podría divertirme...-
agregó sonriente- Cuando ellos ya no estén todo se volvería
monótono y aburrido para mi.
- "Te aseguro que encontraras asuntos más interesantes cuando
te unas a mi"
Auricus: ¿Quién dice que voy a unirme contigo? No estoy interesado
en trabajar para nadie, no he llegado hasta aquí para convertirme en
un perro faldero como lo es Ansalon contigo!- dijo seriamente al ponerse de
pie.
- "Auricus... cuando finalices el camino por el cual estas desplazando
te aseguro que querrás estar de mi lado"
Auricus: No lo creo...
- "Solo resta esperar ¿no lo crees? Pero dime, que es lo que
harás ahora?
Auricus: ¿Siempre así era de curioso? Pareces saber mucho sobre
mi pero en cambio yo no sé ni siquiera tu nombre, quien eres en realidad...
- "Mi nombre ha existido desde lo inicios de todo lo que tu vez....
más quedo en el olvido de todo ser viviente, solo algunos serían
capaz de recordarlo... es por ellos que debo tener cuidado a quien le confió
mi identidad..."
Auricus: Aparte de misterioso, excéntrico...- murmuró.
- "Pero lo sabrás, cuando estés listo tú solo serás
capaz de recordarme, al igual que el nombre de ese hombre a quien siempre vez..."
Auricus: ¿Cómo lo sabes?- pregunto consternado.
- "Tu destino y el mío están más unidos de lo que
tu crees, que no te sorprenda..."
Auricus: Ya me canse de escuchar tantas tonterías sin sentido, tengo
muchas otras cosas que hacer. Hay una "promesa" que debo cumplir a
alguien en la Tierra...
En el Templo Sagrado de la Tierra.
Popo: ¿Es verdad lo que dice?- preguntó
ante las palabras previas de Dende.
Dende: Sí, Piccoro me lo informó y pude verlo con mis propios
ojos... Definitivamente esto esta tomando un camino bastante serio, eh intentado
comunicarme con los Supremos Kaioh Samas pero me es imposible es como si.....
deliberadamente la comunicación con el Planeta sagrado fuese obstruida.
Popo: ¿Y usted cree que estos jóvenes podrán con lo que
esta por venir?
Dende: Por el momento ellos solo deben preocuparse en detener al nuevo guerrero
que surgió en el infierno y a ese sujeto con capa... esta muy cercano
el momento en que deberán enfrentar a esos dos...
Popo: ¿Cuánto tiempo falta bara que ellos salgan de la habitación?
Dende: Dos horas... Pero ellos comenzaran en menos de ese tiempo, solo espero
que el Señor Vegeta pueda manejarlo hasta que ellos salgan de la habitación.
Popo: Me bregunto que tan fuertes regresaran.
Dende: Gohan los esta instruyendo, y esos tres jóvenes siguen siendo
saiyajins, si un oponente los vence en su terreno, su determinación de
volverse más fuertes se vuelve casi una obsesión... algo ciertamente
peligroso, pero bajo estas circunstancias... Será para bien...
Capsule Corp.
La noche había pasado sin problema alguno.
Nos encontramos a un Vegeta que se encontraba inexplicablemente sentado en el
suelo, en medio de aquella cámara de gravedad, lugar en el que prácticamente
había pasado la mitad de su vida como terrícola, meditando.
Se observaba bastante concentrado en sus pensamientos, más sin embargo
eso no le impidió percatarse de la presencia de su pequeña nieta.
Sabía que lo observaba desde el marco de la única entrada y salida
de la habitación, siempre lo había hecho, claro cuando la puerta
la dejaba abierta... aunque debía admitir que una que otra ocasión
él dejaba la puerta abierta a propósito, le agradaba que ella
se sintiera atraída por lo que él hacia.
Vegeta: ¿Qué haces aquí Darla?- preguntó al voltear
y mirarla.
La pequeña entró sujetando afectuosamente una muñeca entre
sus manos.
Darla: Me siento solita- dijo apenada ante su abuelo.
Vegeta: ¿Y eso por que? Ven, ven aquí- dijo al sentarla sobre
sus muslos.
Darla: Mi hermano no deja esa tonta computadora ni un solo instante y mi mamá...
ella sigue estando muy triste- dijo- ¿Por qué abuelito? ¿tu
sabes por que mi mami no sonríe?- preguntó inocentemente.
La mirada seria y autoritaria de Vegeta no podía hacerse presente en
los momentos en los que compartía con su pequeña nieta, por lo
que cambiaba significativamente cuando miraba aquella mirada tan limpia e inocente.
Vegeta: Darla... aun eres muy pequeña para que tengas que preocuparte
por lo que sucede... tú mamá bueno... ella esta triste porque,
un amigo muy querido para ella tiene problemas... ¿Acaso cuando alguien
a quien tu quieres se encuentra en dificultades no te sientes triste?- preguntó
en voz baja.
Darla: Sí...- contesto tímidamente.
Vegeta: Pues eso es lo mismo que le pasa a tu madre.
Darla: ...No la había visto tan triste desde que mi papi se fue...
Vegeta: Se recuperara, ya lo veras... te prometo que ella volverá a sonreír
otra vez- dijo al acariciar levemente los cabellos azules de la pequeña.
Darla: ¿En serio?- preguntó con ojos chibis.
Vegeta: ¿Qué acaso tu abuelo te ha fallado con lo que te promete?
Darla: No...
Vegeta: Entonces tu no te preocupes y confía en lo que te digo.
Darla: Esta bien abuelito... uh?- la pequeña observó como es que
la mirada de su abuelo se tensó de pronto, observando inquieto a su alrededor.
Se puso de pie al hacer un lado a la pequeña.
Vegeta: Se que estas ahí... manifiéstate ahora- dijo.
Dentro de la Cámara de Gravedad una figura humana se manifestó
frente a Vegeta.
- "Deberás disculparme Vegeta, pero me fue muy difícil teletransportarme
hasta aquí desde un lugar tan lejano"- dijo aquel hombre de cabello
azul.
Vegeta lo miró de reojo al no ser capaz de reconocer a aquel hombre que
al parecer sí lo conocía; ese sujeto había ocultado su
presencia por lo que no podía identificarlo por medio de su ki.
Intuitivamente la pequeña saiya se colocó detrás de su
abuelo, aferrándose a su pierna.
- "Vamos Vegeta, que acaso tu misma vejez te impide ser suficientemente
capaz de reconocerme? Pero ni si quiera ha pasado medio día desde la
ultima vez en la que te prometí un combate ¿lo recuerdas?
Vegeta: ... N- no... no lo creo...- murmuró al momento de pasar una idea
descabellada por su cabeza- ... Eres tú... p- pero que fue lo que ocurrió?-
preguntó sorprendido.
- "Puedes llamarme Auricus, Vegeta"
Vegeta: No se que rayos te ha pasado insecto, pero debajo de toda esa... 'piel'
sigues siendo la misma sabandija de siempre. ¿Y que clase de estúpido
nombre es Auricus?- preguntó sarcásticamente.
Auricus: ¿Sorprendido? No te culpo, este cambio ha sido bastante drástico
¿no lo crees? Además el nombre vino junto con esta nueva apariencia
y poder.
Vegeta: Ante mis ojos pareces un saiyajin común y corriente... jamas
pense que podría ser capaz de verte en esa nueva forma... Pero me agradaba
más el otro 'disfraz' de halloween con el que contabas- agregó
sarcásticamente.
Darla: Abuelito... ¿quién es él?- preguntó.
Auricus volteo indiferente hacia la niña... era idéntica a la
misma niña que había visto aquella vez! ¿Sería la
misma? No... imposible, calculaba que aquel recuerdo era desde hacia ya mucho
tiempo atrás.... por lo que significaba que probablemente....
Vegeta: Sal de aquí ahora Darla- ordenó a la niña quien
titubeo en obedecer o no- Vamos, será mejor que te vayas!- la pequeña
se sobresaltó y salió de la habitación corriendo.
Vegeta observó como es que aquel hombre siguió a su nieta con
la mirada hasta que se perdió de su vista.
Vegeta: Y bien? ¿Qué es lo que planeas al venir hasta aquí
sin invitación alguna?
Auricus: Mis nuevas habilidades necesitan a un oponente adecuado con quien ser
probados, y como en aquella ocasión te debí una batalla, la cual
tuvo que ser pospuesta para que yo pudiera ir en busca de esto, así matare
a dos pájaros de un solo tiro- explicó refiriéndose a su
nueva apariencia.
Vegeta: ¿Debo considerar eso un honor? ¿Ser el conejillo de indias
de tus nuevas habilidades? Por favor.
Auricus: Te equivocas Vegeta, ¿crees que soy lo suficientemente estúpido
como para arriesgarme a enfrentarte sin saber mis limitaciones de este nuevo
poder? Ya los he probado en muchos otro y... vaya que fue entretenido.
Vegeta: Sea lo que sea que hayas hecho, logró que resaltaran en ti tu
herencia como saiyajins al poseer células mías y de los demás
a niveles que jamas creí posible... Y pensar que me sorprendí
al enterarme de que poseías una cola como la de nosotros y ahora esto...
debo decir que aparte de sorprendido me siento emocionado al poder tener un
enfrentamiento contigo, no negare que aun sigo siendo un saiyajin... no puedo
dejar de pensar en pelear...
Auricus: Sabía que el príncipe de los saiyajins no rechazaría
una batalla... Así que peleemos de una buena vez...
Vegeta: No, aún no...
Auricus: ¿Quién te crees para poder decidir eso?
Vegeta: Mira insecto si de verdad no quisieras pelear conmigo ya hubiese destruido
todo este sitio, incluso el planeta completo, sin embargo lo único que
buscas es pelea, así que sí quieres pelear deberá ser en
otro lugar, lejos de cualquier sitio en donde podamos causar daños ¿entendido?
Auricus: Jajaja, definitivamente te has vuelto un sujeto débil y sentimental...
Esta bien, aceptare tus condiciones, aunque no servirá de nada ya que
cuando termine contigo destruiré este planeta solo por diversión,
las células de Freezer que me brinda el cuerpo de Cell me hacen desear
ver unos hermosos fuegos artificiales...
Vegeta: Te veré en media hora, en los casquetes polares... creo que te
sentirás por demás cómodo en ese sitio, después
de todo ahí es donde muchos de tus 'compañeros' terminaron como
chatarra- agregó en tono burlón.
Auricus: Sería un error de tu parte en el que me compararas con alguno
de esos inútiles androides, Vegeta. Esta bien, treinta minutos, espero
y no utilices ese tiempo para ir y ocultarte debajo de alguna roca.
Vegeta: Lo mismo te podría decir yo...
Los dos hombres se miraron en silencio por unos minutos, como si jugasen a quien
parpadearía primero. Sin embargo detrás de Vegeta, debajo del
marco de la puerta, apareció una silueta más, la cual fue punto
central de la atención de el 'saiya' de cabello azul. Vegeta ser percató
de esto y dio un vistazo sobre su hombro, observando la silueta de su hija menor,
quienes los observaba a ambos pero en especial a ese hombre que estaba con su
padre.
Bra observaba directamente a los aquel 'desconocido'
hombre. Su mirada era tan dura y autoritaria, pero a la vez malvada y no reflejaban
ninguna clase de emoción, una mirada que temería alguien el tan
solo sostenerla... Pero era extraño, ella no se sentía intimidada
hacia ella... Le resultaba tan familiar... le transmitía una nostalgia
inexplicable.
Ese color de ojos, lo que su solo su mirar le transmitía... Su sola presencia
inconscientemente provocaba en ella una clase extraña de regocijo...
Y no sabía la razón! Pero repentinamente observo un cambio en
el mirar de aquel hombre...
El ahora guerrero conocido como Auricus observaba a aquella
hermosa mujer que había aparecido. Al principio le era indiferente que
estuviese ahí o no pero, al cruzar su mirada con la de ella fue incapaz
de apartarla hacia algún otro lado, era extraño...
Sin esperárselo ciertas imágenes nublaron su mente por un segundo,
peor fue suficiente como para sentirse por demás incomodo.
Una palabra comenzaba a formarse en su mente, la cual sus labios se esforzaban
por pronunciar.
- .... .... B-... ... Br-... ... Bra...- pronuncio tartamudeando ante su desconcierto
y el leve sobresalto de la mujer, por lo que intuyo que ese era su nombre...
Nuevamente ese nombre, Vegeta lo había pronunciado una vez y había
provocado en él lo mismo que ahora le ocurría. ¿Pero como
demonios fue capaz de reconocerla?! ¿Y por que rayos el tan solo mirarla
lograba que todo su cuerpo se estremeciera y paralizara de esa manera? Aunque
lograba ser discreto frente a ambos saiyas con los que compartía el espacio
de la habitación.
Sus labios se movieron para volver a hablar, sin embargo su mirada se endureció
nuevamente al sentir una extraña energía recorrer todo su cuerpo,
logrando borrar aquella confusión y esas sensaciones tan absurdas, volviendo
su atención hacia Vegeta nuevamente.
Auricus: Tenemos un compromiso, no lo olvides Vegeta- habló al saiya
antes de desaparecer.
Bra: ¿Quién era papá?- preguntó
consternada.
Vegeta: Llegaste en un muy mal momento hija- dijo al querer salir de la habitación,
mas su hija lo detuvo fuertemente del brazo para que no evadiera su pregunta.
Bra: Darla llegó aterrada a mí y me dijo lo que estaba pasando.
Papá ¿quién era ese hombre?- preguntó seriamente.
Vegeta: Mi pronto oponente, otro sujeto que quiere pasarse de gracioso causando
problemas...- respondió al intentar salir nuevamente, pero Bra se interpuso
en su camino.
Bra: ¿Era él no es cierto?- preguntó- Él era...
era...
Vegeta: ... Auricus...- interrumpió- Ese sujeto se llama Auricus... pero
me encargare de él- sutilmente apartó a Bra de su camino y salió
finalmente.
Bra: ... Ese hombre... eras tú ¿verdad Sett?...
- "¿Por qué, por que esa mujer logra que me sienta de esta
manera?- se preguntaba al mantener una de sus manos sobre su rostro- ¿Por
qué mi cuerpo temblaba con tan solo mirarla?- su cabeza había
comenzado a doler al momento de dejar aquella residencia, y por su mente ciertas
imágenes pasaban tan rápido, pero siempre seguidas por un manto
oscuro que se apresuraba por cubrirlas...
Se olvido de ello en cuanto la aproximación de un ki obtuvo su atención
completa.
Aquel territorio blanco e impío estaba a punto de ser deteriorado por
completo.
Vegeta descendió sobre la firme superficie cubierta de nieve encarando
al sujeto que lo había retado; fue incapaz de rechazar tal invitación
y más aun al hacer aquella visita rápida al templo sagrado.
Auricus: Puntual como siempre mi estimado Vegeta.
Vegeta: Así que, tú eres el resultado de la fusión de aquel
par de insectos.
Auricus: Vaya, al parecer te has estado informando...
Vegeta: Mas sin embargo aun no me explico cual es tu motivación ahora...
es decir, la ultima vez peleabas por alcanzar el estado que portas en estos
momentos... ¿y ahora, cual es tu razón para continuar?
Auricus: ¿Mi motivación?- pregunto seriamente- Dime Vegeta ¿tu
necesitabas una motivación o razón para destruir cualquier planeta
que se te viniese en gana?- preguntó sarcásticamente- Ninguna
verdad? Simplemente lo hacías por que era una delicia para ti y para
cualquier saiyajin en aquel entonces, estaba en tus instintos guerreros y aunque
trataste de oprimirlos en tu estadía en este planeta lastimero con criaturas
aun más patéticas te es imposible privarte de esos instintos que
te acompañaran hasta la tumba... y en ese aspecto me parezco a los saiyajins,
el único vinculo que me compara contigo... claro, sin tomar en cuenta
esta forma física que poseo ahora... No necesito una estúpida
razón para hacer lo que mejor se hacer... pelear... al igual que tu.
Vegeta: Me recuerdas a mi mismo hace ya mucho tiempo... Pero te equivocas si
es que no necesito ninguna razón por la cual pelear y vencer, de eso
me he dado cuenta desde que forme mi propia familia en este planeta, la cual
ha sido mi máxima y única motivación por la cual he peleado
desde entonces, por volver a ellos después de cada enemigo que quisiese
pasarse de listo... y esta vez no será la excepción... Cuando
alguien como tu pelea solo por 'diversión' o por seguir instintos internos
como si fuese un animal esa acabado incluso antes de comenzar a pelear. Me has
llamado débil desde que te convertiste en esto pero aquí el único
débil y patético eres tú al no ser capaz de controlar tu
propio destino al ser vilmente manipulado por otros que te han utilizado como
si fuese un títere!!!
Auricus: A callar de una vez! No estoy aquí para que me sermonees!- gruñó-
Vegeta, que te quede bien en claro que no soy la marioneta de nadie, esto lo
hago por mi propio y sano juicio!
Vegeta: Si a esto le puedes llamar 'sano'- agregó sarcásticamente.
Auricus: Alguna vez, hace años mi estúpido yo tuvo la oportunidad
de pelear conmigo, pero esta vez será diferente el trato.
Vegeta: Y no solo en ello... ya no nos vemos limitados por ninguno de los dos
inútiles a los cuales le debemos nuestra patética situación.
Auricus: Precisamente... Vegeta no te negare que no estoy ansioso por probarme
a mi mismo... Pero hay algo que me inquieta ¿deberá esperar intervención
de alguno de tus vástagos, descendientes, amigos?
Vegeta: No lo creo...
Auricus: De cualquier manera no debo preocuparme por nadie, el patético
humano que posee el poder de Boo, aunque se haya salvado no es lo suficiente
capaz para hacerme frente, tu hijo es más que inútil, los descendientes
de Son Goku son peor aun.
Vegeta: ¿Estas seguro?- preguntó- ¿Seguro que todos los
descendientes de Kakarotto entran en tu categoría de 'animalejos rastreros'?-
añadió a lo que su oponente no fue capaz de entender...- En cualquier
caso, ninguno de los que has mencionado vendrá a intervenir, eso tenlo
por seguro- dijo al momento de comenzar a incrementar su ki.
Auricus: Ah, vaya al parecer estas impaciente por comenzar al igual que yo...-
en unos instante en que elevo su ki alcanzando el nivel del SSJ2, esta vez no
solo sus ojos y cola de simio cambio, su cabello de igual forma de volvió
dorado, después de todo ahora poseía una anatomía similar
a la saiyajin.
Vegeta no se intimido y rápidamente alcanzo el nivel del SSJ4 sin problema
alguno.
Vegeta: Esta es una transformación muy superior a la tuya, ¿de
verdad crees que podrás mantenerte a la par conmigo?
Auricus: Hay una gran diferencia entre tu y yo Vegeta, y te aseguro que esto
será más que suficiente para poder vencerte.