Capitulo 16
* Enseñanzas a Prueba
(Primera Parte)
No podía creerlo... ¿tanta sería
su desgracia?... acaso ¿todo lo que ella tocase estaba condenado a perecer?
Acaso ¿Todos aquellos a quienes sus ojos mirasen estaban destinados a ser
alejados de ella...? ¿Qué es lo que había hecho para estar condenada a la
completa soledad?... Estas clases de preguntas acongojaban su corazón y
atormentaban sus pensamientos mientras permanecía al lado del hombre a quien ya
había confesado amar, al lado de quien había buscado ese mismo sentimiento que
se encontraba reprimido en su pecho y que solo hace unas horas ella había
dejado escapar y manifestado por medio de ese signo que los humanos utilizan
para manifestar su amor... su primer beso... fue como si con aquel contacto,
esos ligeros momentos de dicha que pudo sentir en su corazón, hubiesen
condenado a Cort a esto... Así es como se sentía en ese momento pese al no
tener alguna lógica vinculación... Pero para ella era evidente ya, que todo lo
que ella llegase a tocar se marchitaría frente a si...
Su angustia crecía cada vez que
escuchaba aquellos incesantes y seguramente dolorosos sonidos que el saiya
producía aun en su inconciencia dentro de su pecho que cada vez parecía
incrementarse, sonaba como si sus pulmones intentasen salir por su garganta
hacia el exterior.
Era difícil el verlo en un estado
tan lamentable, tan enfermizo. La fortaleza que su imponente figura siempre
demostró desde que lo conoció, se hallaba ahora tan demacrada frente a sus
ojos...
Como desearía que él despertara,
parecía sufrir tanto pese a estar inconsciente, de eso podía darse cuenta con
tan solo ver su semblante, sus muecas y la manera en la que jadeaba ya que sus
pulmones luchaban por introducir algo de aire para abastecerlos. Se sentía
desesperada al no saber que es lo que debía hacer, sobre todo después de haber
escuchado el diagnostico de Hakuba gracias a los avances tecnológicos que todo
su mecanismo portaba... Él iba a morir...
Serena miraba al interior de esa
habitación por la ligera fisura de la puerta entre abierta. Sentía una gran
tristeza invadirla, después y a pesar de todo sentía un gran aprecio hacia
Cort, y podía imaginar el posible dolor que Yakumo pudiese sentir en esos
momentos...
Serena: Oh Hakuba... ¿Estas seguro
que no hay algo que podamos hacer?- preguntó al haber cerrado finalmente por
completo la puerta por la que 'fisgoneaba', mientras que la cabeza metálica de
Hakuba lograba colarse por la ventana más cercana.
Hakuba: Temo que no, el
diagnostico es claro.
Serena: Pero debe haber algo que
podamos hacer, o tal vez tu estés equivocado, alguna avería de tu parte.
Hakuba: Ciertamente me alegraría
que ese fuese el caso, pero mis sistemas funciona al 100%, a la perfección y
sincronía, ninguna clase de parámetro de error existente.
Serena: Esto es desesperante...
siento mucha pena por él, y la siento aun mas por Yakumo, debe estar sufriendo
mucho, y ella lo que menos necesita es más sufrimiento...- comentó- Es
increíble ver como es que un hombre con su fortaleza sea vencido de esa
manera...
Hakuba: Puede que los saiyajins
poseen una fuerza y habilidades sobrehumanas, pero anatómica y esencialmente
hablando, su organismo resulta ser igual de vulnerable a alguna sustancia
toxica como en cualquier humano.
Serena: Me siento un poco
culpable... después de todo él fue infectado esa vez en la que salió a ayudarme
con esas criaturas... y yo no pude hacer nada...
Hakuba: Fue algo que nadie hubiese
podido anticipar, quién diría que esa sustancia que inhaló pudiese resultar tan
devastadora. Pero de cualquier forma, por lo que pude analizar, el efecto de
esas sustancia es el mismo tanto lo inhales o que solo roce y sea absorbida por
la piel...
Serena: Que horrible... No quiero
ni llegar a pensar lo que sucedería si él...
- Ni siquiera lo digas Serena...-
la interrumpió la humana de cabellos cobrizos al haber salido con sigilo por la
puerta de la habitación.
Serena: Yakumo... ¿cómo esta?
Yakumo: No deberías preguntar...
algo que ya sabes..- murmuró con el rostro ensombrecido.
Serena: Lo siento, yo...- no pudo
continuar ya que Yakumo comenzó a desplazarse pasándola de largo, dispuesta a
entrar a su habitación.
Hakuba: Yakumo... ¿que planeas?-
preguntó el robot como si intuyese algo.
Yakumo: ... No permitiré que
vuelvan a hacerlo...- murmuró con cierto rencor en su tono, algo muy extraño en
ella- ... Los guardianes son una única alternativa en este momento...
Hakuba: Pero...
Yakumo: Serena, te pido que lo
cuides mientras me ausento por unos momentos ¿puedo contar contigo?
Serena: Claro, puedes confiar en
ello.
Yakumo: Te pediré también que no
entres a la habitación ¿esta bien?
Serena: Entiendo.
Yakumo: Gracias... Hakuba,
podrías estar alerta de ahora en
adelante? Probablemente tendremos visitas inesperadas...
Hakuba: De acuerdo, lo haré.
Era extraño escuchar hablar a
Yakumo tomando decisiones con tanta seguridad y hasta con cierta voz de
mando...
Entró a su habitación, y se
preparaba para viajar hacia aquel espacio 'celestial', los guardianes le habían
enseñado como hacerlo por su cuenta. Solo requería algo de concentración, algo
plenamente fácil para ella ahora...
A aquel reino celestial se le
fueron abiertas las puertas desde hace ya tiempo, pero era la primera vez en la
que desobedecería y arribaría a él sin ninguna clase de aviso...
Su silueta nuevamente se
encontraba en medio de aquel peculiar plano astral en donde todo simulaba
encontrarse en el espacio exterior, no fue mucho el tiempo que transcurrió
cuando las voces de los guardianes celestiales se dejasen oír...
- No recordamos haberte pedido
venir a este reino Celestial- solo era capaz de escuchar las diferentes voces
que parecían turnarse para cada oración.
Yakumo: Seguramente ustedes saben
a la perfección a lo que he venido ante ustedes- dijo seriamente y sin pedir
ninguna clase de disculpa por su acto, sin ningún rastro de respeto en sus
palabras o en su semblante- Así que no quisiera perder el tiempo y díganme lo
que busco.
- ¿Exiges?
- ¿Qué derecho crees que tienes
para exigirnos algo de esa manera?
Yakumo: ... Jamás les he pedido
nada... y ni siquiera esta vez estoy pidiendo algo para mí, y lo saben, sino
para salvar una vida.
- Ah si. La vida del saiyajin...
- Su vida no recae en nuestra
lista de responsabilidades- dictaminaron.
Yakumo: ... ... ¿No es... su
responsabilidad?...- susurró en voz muy baja como si le costara creer lo que
escuchaba.
- Si su destino es morir, entonces
que así sea.
Yakumo: ... ¿có.. cómo se atreven
a hablar de esa manera?... Seres cínicos! No tienen ningún derecho de hablar
sobre el destino! Ustedes, quienes
juegan con las vidas de los seres vivos y el destino de otros solo para
moldearlos a sus propósitos!!!- exclamó con cierta furia, algo que su semblante
solo por segunda vez manifestaba.
- ¿Cómo osas hablar de esa manera
ante nosotros?!
Yakumo: Es lo menos que se merecen
de parte mía... después de todo lo que me han negado...- decía con la voz
entrecortada- ... después de todo lo que me han hecho!... Lo único que les debo
agradecer es haberme dado a quien escogieron para mi 'maestro y protector', ya
que él ha sido el único que me ah abierto los ojos respecto a todo esto!-
agregó al instante en que de su cuerpo se manifestaba un aura dorada.
- ¿osas levantar tu energía hacia
nosotros?
Yakumo: ¿Por qué no debería
hacerlo? Por ustedes ahora no puedo sentir nada que pueda considerarse respeto!
Ustedes dicen ser dioses, pero son solo dioses falsos!
- Eres una blasfema!
Yakumo: Solo hablo con la verdad!
Todo dios debe estar hecho de amor, pero ustedes son dioses falsos así que
deben ser ustedes los que no deberían blasfemar!- era la primera vez que se
sentía tan furiosa, y que se expresaba de esa manera, debería de sentir alguna
clase de temor al revelarse de esa manera ante 'divinidades', pero eso no
sucedía... es más, sentía que se encontraba respaldada por algo que serviría
para que fuese imposible para ellos el lastimarla de algún modo. Una esencia
que no le permitía sentir temor para expresarse de esa manera frente a ellos-
Eh tratado de comprenderlos, Dios, claro que lo he intentado... Pero sus acciones
me confunden!! Yo sé que no tengo otra opción, estoy condenada por ustedes a
vagar en la soledad hasta la misma muerte... Pero no pienso permitir que
vuelvan a hacerlo... Que vuelvan a quitarme a las personas que más quiero... No
permitiré que Cort muera! que ustedes lo dejen morir de esa manera!! que
quieran apartarlo de mí!
- Ya hemos hablado...
Yakumo: ... ¿Me odian tanto
acaso?...- interrumpió fríamente- ... Pese a ser yo tan importante para ustedes
como dicen que soy, me han dado muy poco en realidad... Y todo lo bueno que han
llevado a mi vida me lo han arrebatado... ¿Acaso... solo se niegan a
ayudarlo... por qué lo amo?... es eso?- decía nuevamente con su voz
entrecortada. Finalmente había dejado escapar toda esa frustración que en su
pecho guardaba desde que se entero de lo que pasaba en su vida en realidad...
finalmente tuvo el valor de hacerlo, debería sentirse dichosa, pero en vez de
eso simplemente sus lagrimas comenzaron a brotar por la aun frustración que no
desaparecía, dejándose caer sobre sus rodillas rodeada de un completo silencio.
Si los guardianes tuviesen un
corazón misericordioso, de verdad se conmoverían por aquel ser humano que
lamentaba todo lo que sucedía a su alrededor, que lamentaba su futuro...
Sus lagrimas no cesaron pese a que
el tiempo pasaba, pero pronto fue capaz de escuchar una voz muy diferente a las
demás que había escuchado... una que desprendía calidez en su simple sonar... Y
no solo eso, sintió un ligero contacto
al momento en que unas manos recayeron con gentileza sobre sus hombros,
y al levantar su rostro cubierto de lagrimas se encontró cara a cara con uno de
esos Guardianes Celestiales.
- ... No llores pequeña nuestra...
Comprendemos tus lagrimas... comprendemos tu dolor...- habló con mucha calidez
y amabilidad- ... Tus ojos...
definitivamente tu mirada pura no es lugar para que el rencor albergue en
ella... No llores... No sabes cuanto nos lastima que pienses de esa manera
hacia nosotros...
Yakumo: .. No me han dado algo que
pueda valorar para sentirme agradecida con ustedes... lo único que me han dado
es una miserable existencia, y lo poco bueno que me han cedido se lo llevan de
una manera repentina... ¿cómo esperan que después de eso pueda encontrarme
agradecida hacia ustedes?...
- La primera vez que pude hablar
contigo, te dije que faltaría mas tiempo para que llegases a comprender el por
qué de todo esto Yakumo... La razón por la que tú fuiste escogida no fue por
azar...
Yakumo: ... Me agradaría en verdad
llegar a comprenderlo todo... encontrar la respuesta de por qué debo ser yo
quien pase por esto...
- Esta muy cerca el momento en que
lo harás... créeme... Enterra será quien te guié a su debido tiempo, ella te
mostrara quien en verdad eres y lo que representas en este mundo... Incluso,
llegaras a aceptar lo que deberás hacer a su debido tiempo, ya que esta en ti
el servicio del sacrificio para el salvaguardar de la humanidad incluso al
tener que rechazar el don de la vida...
Yakumo: ... No puedo negar... que
siento miedo ante ello...- murmuró- ...
- No deberías temer... después de
todo, la muerte es el destino al que todo ser humano debe llegar algún día.
Yakumo: ... Quisiera en verdad
entender lo que dicen... desearía no
sentir miedo ante la muerte...- susurró tratando de contener las lagrimas de su
frustración.
- ... Yakumo... ¿tanto amas a ese
hombre como para haber levantado tu ki hacia nosotros?- preguntó casi en un
susurro.
Yakumo: ... Estoy desesperada...
No entiendo el por que se niegan a ayudarme... Me molesta.. el no lograr
comprenderlos...
- Lo harás... pronto, ya lo
veras...- dijo al tratar de darle conforte, para que otro espacio de tiempo se
congelase en solo silencio.
- ... Puede...- comenzó a hablar-
que haya una manera en que puedes ayudarlo...
La humana levanto nuevamente su
mirada sorprendida por el cambio, y en su mirar el guardián pudo ver un brillo
de renovadas esperanzas.
- ... Pero no te aseguro que sea
fácil...
Yakumo: Intentare lo que sea...-
dijo rápidamente- Pero... ¿por qué me ayudas? es decir... dijeron que...
- ... Tenemos nuestras 'reglas',
es cierto pero... estas pueden torcerse
un poco para poder ayudarte esta vez...- susurró con discreción.
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Han esperaron 500 años debajo de
este planeta que los había alojado en sus entrañas... ¿qué es lo que en verdad
esperaban?... Tantos años y parecían haber olvidado sus principios, pero era
evidente que no olvidaban su odio hacia el Rey Cardian Lanancuras, quien
destruyó sin piedad su bello planeta.
Juraron que lucharían con todas sus fuerzas hasta verlo finalmente destruido y
que pagase todo lo que les había hecho pasar.
Aun recordaban aquella terrible
guerra... y era eso mismo lo que lograba que se mantuviesen firmes en su decisión,
inclusive si eso representaba revelarse contra los deseos de los guardianes.
Tenían ya un concepto sobre ellos, de solo ser seres arrogantes... No les
permitirían que otro catástrofe volviese a ocurrir solo por las erróneas
decisiones que creyeron haber tomado en aquel entonces, y ahora veían que
estaban cometiendo un error mucho peor... el confiar en un simple ser humano
para enfrentarse al destructor de planetas!! Que estupidez! Esas fueron los
puntos de vista que aquel misterioso 'Oráculo' les ha transmitido desde su
aparición ante ellos y pese a que en un inicio se resistieron a creerlo, las
pruebas era evidentes... Ellos estaban equivocados y el Oráculo tenía la razón.
Lo consideraban un ser muy sabio al cual podían invertir total y ciegamente su
confianza...
Habían esperado tanto tiempo para
actuar y lograr que todo finalmente llegase a su fin y poder consumar su
venganza, la de ellos y la de todos aquellos guerreros que cayeron siglos atrás
en contra del Imperio Cardian.
Ahora, finalmente el Oráculo se
había manifestado nuevamente en un plano terrenal solo en forma de aquel aro de
llamas que se mantenía suspendido en el aire, frente al líder Isamu, quien
ahora se había encaminado hacia el interior de una gran habitación que estaba
cubierta por murallas que dejaban notar su antigua arquitectura que se mantenía
en perfectas condiciones. Se aproximó firmemente hacia el centro de aquella
habitación, deteniéndose al instante en que una especie de flamas de colores
púrpuras rodeasen sus garras que al momento
de hincarse apoyo sobre el suelo de piedra y los rastros de aquellas flamas se
expandieron por el suelo, subiendo por las paredes dejando su rastro a su paso
y poco a poco algunas se consumieron pero otras permanecieron a la vista de
cualquiera al estar formando deliberadamente algunos símbolos, tanto en
paredes, como en el techo y el suelo. Instantes después, esas mismas flamas
formaron un gran circulo en el aire frente al siroi quien inclino con respeto
su cabeza ante la presencia del Oráculo.
Isamu: Recibí su llamado, y como
lo pidió aquí me encuentro ante usted- habló respetuosamente.
- Me complace ver que aun conserve
su respeto ante mí- habló una voz fría, casi de ultratumba.
Isamu: No veo por el que debiese
olvidarlo, después de todo, es usted, bajo sus consejos y enseñanzas, quien nos
ha permitido sobrevivir tanto tiempo al haber sido olvidados por los mismos
Guardianes Celestiales.
- Lo Guardianes... que nauseabunda
palabra, esos seres tan patéticos no tienen ningún derecho de presumir su
poderío y que alguien llegase a tenerles ninguna clase de devoción o respeto,
no son nada...- habló con desprecio.
Isamu: Concuerdo con usted. Pero
me intriga el por qué me ha llamado.
- Ah, creo que te agradara saber
que finalmente ah llegado el momento propicio para comenzar- habló con
tranquilidad.
Isamu: ¿Qué dice?
- Ese ser a quienes los guardianes
escogieron para ser un obstáculo no presenta ya ninguna clase de peligro para
nosotros...
Isamu: ... Por fin... Llegue a
pensar que no resultaría...
- Eso te enseña a no dudar nunca
de mis predicciones...
Isamu: De verdad lo siento... pero
debemos admitir que tomó más tiempo del que calculamos, la sustancia debió
actuar en su amplitud en menos de 36 horas... Pero posiblemente la fortaleza de
ese sujeto ayudo para que fuese un proceso mas lento... peor para él, la agonía
debió haber sido mayor...
- Aun no esta muerto- aclaró- Pero
en su estado, no les será tan difícil el eliminarlo, y traer a las dos humanas
que estaban bajo su protección.
Isamu: Entonces, actuaremos lo mas
rápido posible.
- Pero ten cuidado...
Isamu: ¿Por qué deberíamos? Solo
se tratan de dos humanas, un robot y un guerrero desahuciado.
- Porque el poder de la humana
Yakumo ah alcanzado ya niveles insospechados que podrían poner en riesgo a
cualquier guerrero que intentase doblegarla... y es mucho más peligrosa ahora
que se encuentra dominada por la confusión y el sufrimiento...
Isamu: Tomaremos en cuenta sus
consejos... Díganos lo que debemos hacer.
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Serena: Estas muy equivocada si
crees que te permitiré que vayas tu sola- dijo de forma determinante a las
espaldas de Yakumo quien se encontraba guardando algunas cosas dentro de una pequeña
mochila que llevaría a sus espaldas.
Hakuba: Trata de ser razonable
Yakumo- habló desde el exterior de la construcción.
Yakumo: Estoy siendo lo más
razonable que puedo ser- agregó decidida.
Serena: Entonces sino deseas
cambiar de parecer, yo iré contigo.
Yakumo: No Serena, quiero que tu
vayas con Hakuba y los dos cuiden a Cort mientras yo busco a esa persona que
puede ayudarlo.
Serena: Pero Yakumo...
Yakumo: Es peligroso que
permanezcamos en este lugar por más tiempo, seguramente esos seres saben de esta
situación y no tardarían en comenzar a cazarnos- explicó confiada de su
predicción- Así que, propongo que ustedes lleven a Cort y vayan al 'Monte
Shinzo'.
Serena: ¿El Monte Shinzo? ¿dónde
queda eso?
Yakumo: Imagino que tu lo sabes
Hakuba.
Hakuba: Así es, fue algo difícil
de localizar pero después de algunos días pude hacerlo.
Serena: Eso quieres decir que en
tu ausencia eso es lo que estabas haciendo?
Hakuba: Efectivamente...
Serena: ¿Y por qué nunca lo
dijiste? o mejor aun ¿qué es el Monte Shinzo? o.ó
Yakumo: Hakuba te lo explicara en
el camino- dijo al colocar su ligero cargamento sobre su hombro.
Serena: Yakumo... permíteme
acompañarte, prometo no estorbar, déjame ayudarte en esto- insistió la joven al
interponerse ante ella- No permitiré que vayas tu sola... Hace poco, Cort y yo
prometimos que te ayudaríamos en lo que fuese... que no permitiríamos que
enfrentases las cosas por tu cuenta tu sola, y pienso cumplir esa promesa que
me hice hacia ti- habló con determinación.
Yakumo: ... Agradezco lo que dices
Serena... Pero me ayudarías mucho mas al permanecer al lado de Cort, y saber
que estará en buenas manos...
Serena: Si Cort pudiese opinar, te
aseguro que él preferiría que no te permitiese hacerlo- dijo- Él nos necesita,
es cierto, pero imagina lo que sucedería si fueses tu sola y no fueses capaz de
enfrentar la situación y no lograses llegar a tiempo... ¿que crees que
sucedería con él?
Yakumo: ... Pero si lo dejamos
solo... sería un blanco fácil...- dijo cabizbaja.
Hakuba: Yo lo protegeré con mi
vida si fuese necesario- habló el robot / protector.
Yakumo: Pero Hakuba... sería
demasiado para ti.
Hakuba: ¿Acaso no me tienes la
suficiente confianza?...
Yakumo: ... No es eso, es solo
que...
Hakuba: Yakumo, puede que no haya
logrado acciones tan valerosas como las que tus guardianes han logrado en las
experiencias pasadas, pero de algo estoy seguro, estoy capacitado para proteger
a quien sea de cualquier peligro, recuerda que te protegí dentro de mi por 500
años, creo que podrías confiar en mí...
Serena: Además, ten la seguridad
que no estará solo... En situaciones en las que mis amigas y yo hemos tenido que
separarnos por algún motivo, me gusta pensar que ningún ser vivo en este mundo
o en otro se encuentra completamente solo o desamparado, siempre existirán
seres que nos protejan y nos acompañen pese a que nosotros no seamos capaces de
verlos... Incluso me ah ayudado a seguir adelante el pensar que jamás nos
separamos ya que siempre nos acompañamos en espíritu... Si te sirve de
consuelo, te aconsejaría que le dieses cavidad a esa creencia en tu corazón.
Yakumo miró a la sailor por unos
instantes... y le recordaron las ultimas palabras que escucho de su padre hace
500 años... 'Él siempre estaría con ella, jamás la dejaría sola' y que la
llamasen loca, pero algunas veces, en antiguos momentos de separación ella
podría jurar que sentía como si alguien sujetase su mano para animarla a
continuar su camino cuando todo parecía perdido, que alguien le daba ánimos
cuando se daba por vencida o le faltaban las fuerzas para continuar, como si
alguien la protegiese a sus espaldas de cualquier mal que pudiese asecharla...
Recordaba los relatos sobre 'Ángeles guardianes' que cada uno poseía ¿de eso es
lo que Serena se refería? ¿o se refería a seres como los Guardianes
Celestiales?... De una forma u otra ella tenía un punto a su favor: si ella
fracasaba... No, no quería ni pensarlo, pero seguramente ambas tendrían una
oportunidad mayor de éxito, regresar con bien y a tiempo... La unión hacia la
fuerza eso lo sabia pero... temía el dejarlo solo en esas condiciones y así
perderlo para siempre... ¿Por qué tenia que suceder esto? después de que
finalmente ella había dejado escapar esas emociones y que sucedía? el hombre
con quien había logrado ese vinculo de sentimientos había caído y estaba a
punto de morir... (Esta si que es mala suerte ._.)
después de recapacitarlo unos
instantes más, Yakumo se volvió hacia Hakuba con una mirada que dejaba notar su
decisión.
Yakumo: Hakuba... confiare
plenamente en ti- dándose a entender con esa ligera frase.
Hakuba: Puedes hacerlo
ampliamente. No te defraudare!
Yakumo: Serena... si aun deseas acompañarme,
será mejor que te movilices rápido que partiremos en seguida.
Serena: Sabía que aquí trataba con
una chica razonable- dijo con alegría de que recapacitase.
Ambas humanas tomaron lo necesario
para emprender nuevamente un camino el cual se encontraba en penumbras frente a
ellas... Yakumo creyó siempre haber visto el camino claro para ella, sin
embargo ahora estaba frente a un camino completamente desconocido, Shinzo había
pasado a algo secundario al fin de cuentas, y la única razón por la cual continuaba
moviéndose solo por él...
Entre las dos, no fue tan difícil
el lograr depositar al saiyajin dentro de Hakuba, lo más cómodamente posible
que pudieron.
Yakumo lo miró nuevamente, parecía
tan agotado pero le sería imposible el descansar con tanto dolor que pudiese
estar atormentando su cuerpo...
Hakuba notó ese semblante tan
triste de su protegida que aseguraba que tuviese un corazón de verdad se
sentiría bastante triste por lo que sucedía... Jamás creyó que alguna vez iba a
llegar el día en que Yakumo llegaría a amar a un ser humano de una manera
'personal', sabía de antemano que ella era un ser humano que lograba brindar
ese sentimiento de amor a los que la rodeaban pero este caso era diferente...
Ciertamente le alegraba el que por lo menos ella tenga la oportunidad de
experimentar ese amor que solo una mujer puede brindar y sentir hacia un
hombre... Por lo menos, así su corta vida sería un poco más completa...
Yakumo: Ojala hubiese algo que
pudiese hacer ahora...- susurró.
Serena: Fue un grandísimo tonto-
murmuró con cierta desesperación- Si no lo hubiese guardado como un secreto...
Debimos habernos dado cuenta antes.
Yakumo: ... Yo lo había notado
extraño... incluso débil y a veces más distante de lo que acostumbraba... Pero
cuando se lo hacia ver él lo negaba todo... pero ¿que podríamos esperar
proviniendo de un saiyajin? ¿de un ser que cree que cualquier debilidad es de
avergonzarse o por lo cual alguien va a sentir lastima por él? De alguien a
quien le resulta difícil ser sincero con los demás... Fuiste un completo tonto
para no tenerme la suficiente confianza- añadió.
Hakuba: No lo recriminen de esa
manera... Seguramente él creyó que lo mas conveniente sería el no decirlo...
Serena: Pero por eso mismo se esta
muriendo- agregó- No importa que tan orgullosa sea una persona, el pedir ayuda
no significa que sea débil... Pero creo que eso es algo que deberemos ponerle
en claro después.
Yakumo: Hakuba, debemos irnos ya
¿crees poder manejarlo?
Hakuba: No lo dudes, cumpliré con
mi parte. Además, creo que hay algo en mis sistemas que podría ayudar a
amortiguar su dolor- dijo al instante en que unas clases de proyectores
emergieran dentro de aquella cúpula de cristal que servía de refugio para
cualquiera que estuviese necesitando aquella modalidad del robot, de los cuales
despidieron instantes después una ligera y muy tenue luz de color verde sobre
el usuario de la cabina.
No parecía tener sentido, pero las
pruebas eran contundentes ante los ojos de Yakumo que notó con gratificación
que el semblante de Cort poco a poco fue capaz de relajarse, así como su misma
respiración, hasta el punto de parecer que había quedado sumergido en un
profundo y placentero sueño.
Hakuba: Listo, veo que funciono.
Serena: ¿Qué fue lo que hiciste?
Hakuba: Simplemente logre
amortiguar un poco el dolor, será capaz de poder dormir un poco, pero eso no
quiere decir que se reestablecerá de ese mal- explicó al dar a entender que era
lo menos que podrá hacer para disminuir la agonía que circundaba su cuerpo.
Yakumo: Entiendo... gracias
Hakuba- agradeció de todo corazón- Serena, podrías volver la casa en una
cápsula?
Serena: Claro, siempre he querido
ver si lo que decían es cierto sobre esta casa- añadió al volverse hacia la
construcción, entendiendo que Yakumo necesitaba unos momentos.
Yakumo dirigió una ultima dulce
mirada al saiyajin al estar cerca de él y pasar su mano sobre su frente para
como si se tratase de una dulce caricia.
Yakumo: Te prometo que todo estará
bien, seré fuerte y pondré a prueba todo lo que me has enseñado de ser
necesario, incluso mi vida estaría a disposición de cualquiera si eso
significaría el ayudarte tal y como tu lo has hecho desde que llegaste a mí...-
murmuró sonriente esperando que él de alguna forma pudiese escucharla- Debo
compensar tus molestias... Ya que... de no haber sido por mí, tu jamás hubieses
sido llamado a ser participe en todo esto... Perdóname- susurró sonriendo con
cierta ironía.
De un momento a otro, se dejo
escuchar un ligero POW en los alrededores mientras que a la vista una gran nube
cubría el lugar en donde instantes antes se encontraba la Casa cápsula- !!Wow
no puedo creer que esto haya sucedido!!- se escuchó que la sailor exclamó con
expectación ante aquello, jamás creyó que sería capaz de sostener una casa solo
en la palma de su mano!
Yakumo: Je, prometo también que la
cuidare a ella. Imagino que ciertamente te sentirías bastante incomodo si
pudieses ver lo dispuesta que esta por ayudarte después todas tus 'maldades'
hacia ella...- susurró antes de buscar algo de entre sus bolsillo y extraer
algo entre su mano que simulaban ser tres pequeñas gemas de colores diferentes
entre sí- Lleva esto contigo... Estoy segura que el noble espíritu que habita
en estas joyas te protegerán- dijo al colocarlas en la manos de Cort, quien por
mera reacción las sujetó con cierta firmeza entre su mano- Mis pensamientos
igualmente estarán contigo Cort... Espero y también los tuyos deseen estar a mi
lado- murmuró al proporcionarle un ligero beso sobre su frente en signo de despedida
antes de permitirle a Hakuba el cerrar completamente la cabina.
Hakuba: Debes concentrarte en lo
que debes hacer Yakumo, concentra todos tus sentidos en ello y no te preocupes
demasiado por lo que pudiese ocurrir.
Yakumo: Lo sé Hakuba... Cuento
contigo para que lo mantengas a salvo.
Hakuba: pondré todo mi empeño, sé
que es alguien importante para ti y no pienso permitir que pases por más
momentos amargos por mis descuidos.
Yakumo: Hakuba, sabes que no hay
resentimientos.
Hakuba: Aún así, siento como si hubiese
traicionado todo lo que hemos hecho al esconderte información... pero los
Guardianes me limitaron... Pero pagare ese error de algún modo.
Yakumo: Sí así piensas, entonces
no me falles y todo estará saldado. Además recuerda que ahora también llevas algo
de igual importancia contigo.
Hakuba: Las gemas de Mushrambo,
demasiadas responsabilidades... pero podré con ellas- dijo con determinación-
Los protegeré con mi vida.
Yakumo: Pero recuerda que tu
seguridad también es importante- habló con comprensión y con su característica
bondad- Cuídate tu también.
Hakuba: Lo mismo puedo decirte a
ti.
Yakumo: ... Lo recordare... - dijo
al acariciar con lentitud la metálica coraza que cubría el mentón del robot /
transporte- Por favor, cuídalo y vayan con bien- murmuró en signo de despedida
al instante en que notó que todo ya estaba listo.
Fue difícil para ella el ver
partir a Hakuba, ya que la posibilidad de haber sido aquella la ultima vez que
ella pudo tener a su lado con vida...
Serena: Yakumo ¿nos vamos?- añadió
con su peculiar gesto despreocupado al atraer su atención al sujetarla por el
hombro.
Yakumo: Sí... tienes razón,
debemos apresurarnos, no sabemos cual es el tiempo exacto el que tenemos para
buscar a esa persona- dijo con determinación al instante en que emprendió el
vuelo, seguida por el vuelo un poco 'inestable' de Serena, quien conforme
pasaba mas tiempo en el aire, lograba estabilizar su cuerpo y afinar su
desplazamiento en los aires.
Serena: Oye Yakumo ¿y tu sabes
exactamente a dónde es qué debemos ir?
Yakumo: Así es, uno de los
Guardianes me lo dijo, en una región hacia el Norte debemos buscar a una
persona de nombre 'Sagame', ella nos ayudara.
Serena: ¿Y confías en que será
benéfico?
Yakumo: benéfico o no, lo único
que sé es que es la única oportunidad que Cort tiene y no pienso dejarla escapar- respondió.
Serena: Entiendo... espero que
podamos encontrarla. Algo más... hace algunos momentos Hakuba y tú hablaron
sobre un tal 'Monte Shinzo' ¿no?, tiene alguna relación con el sitio que has
buscado desde hace mucho tiempo?- preguntó al no estar informada de lo que
'llegar a Shinzo' en verdad significaría para ella, pero Yakumo no estaba
deciosa que se enterase de ello... Cort se entero porque en aquel momento su
angustia le impidió el poder esconderlo, pero ahora que había dejado escapar
esas angustias era capaz de disimular la verdadera realidad de las cosas
nuevamente y con mas serenidad...
Yakumo: Tiene cierta relación
Serena... Ese sitio podríamos decir que es vinculo en esta tierra que resulta
se él más cercano a 'Shinzo' que pudiese existir...- explicó en un susurro,
pero en definitiva la sailor no entendió en lo absoluto... todo esto para ella
resultaba bastante complicado, demasiados conceptos y ella tan poco paciente no
ayudaban a que pudiese comprenderlo...
Serena: ¿confías en lo que los
Guardianes te han dicho?- preguntó de pronto.
Yakumo: No confió en todos
ellos... pero existe uno quien me hablo con bondad y sus palabras fueron las
únicas que sonaron sinceras para mí... Creo que es el único guardián en el que
puedo sentir confianza en sus palabras, y lo comprobare si sus indicaciones me
llevan a lo que busco...
Serena guardo silencio por unos
instantes mientras contemplaba con discreción el semblante de Yakumo, había
cambiado... desde su estancia a su lado siempre la había visto mostrar un
semblante muy cálido y alegre, pero ahora era lo ultimo que vería en su rostro
a su parecer... Era increíble ver como un solo hecho podía hacer cambiar la
actitud de una persona.
En aquellos momentos de vuelo era
cuando Serena recordaba que este no era su mundo, que solo por un accidente
había llegado hasta aquí, y era cuando se preguntaba lo que sus amigas estarían
haciendo o pensando en este momento por su 'desaparición'... seguramente
estarían muy preocupadas, ¿y su familia? Desearía poder volver a casa pronto...
No, mentía... no deseaba volver a su hogar aun... 'Hay que devolver los favores
a las personas que te ayudan' solía decir su madre, y no estaba dispuesta a
abandonar aun este mundo sin terminar de pagar sus atenciones a sus dos
anfitriones, quienes le han enseñado tanto y gracias a sus enseñanzas llegaría
a ser algún día una 'soberana' mucho más completa...
El viaje fue silencioso, Serena
debía esforzarse mucho para que Yakumo no la dejase atrás, pero comprendía el
motivo de su prisa, ella sabía por experiencia la desesperación que pudiese
invadir tu alma cuando la persona que amas pasa por un peligro que pone en
riesgo su vida...
La Humana Yakumo sabía exactamente
a donde ir, resultaba extraño pero mientras más se acercaban a la posible
localización, más era para ambas la sensación de nostalgia que sentían en sus
alrededores. Yakumo logro divisar una enorme cordillera rocosa que se extendía
de manera impresionante alcanzando hasta las propias nubes, esa era la señal de
que estaban cerca de aquella persona llamada Sagame. No fueron específicos
sobre esa persona... ni siquiera sabia si se tratase de un 'él' o un 'ella'.
Ambas descendieron hacia donde
observaron una construcción de sencilla madera. Serena se adelanto un poco al
cruzar el umbral de un pequeño cerco al sentir suma nostalgia ante aquel lugar,
el cual le recordaba tanto al templo Hikawa de su mundo, en donde vivía Rei con
su abuelo y Nicolas; pero tenían sus diferencias.
Yakumo: será este el lugar?- se
cuestiono al verlo todo tan tranquilo y silencioso...
Era un templo muy bello que
lograba conservase tras poseer una arquitectura muy antigua. Parecía estar
deshabitado, pero el cuidado de este sitio no le permitía a Yakumo estar tan
segura...
Miró hacia donde Serena se
encontraba tratando de echar un vistazo por alguna de las ventanillas.
Serena: Vaya, si que este sitio me
recuerda mucho a donde mi amiga Mars vive- comentó al permanecer atenta a
cualquier posible movimiento del edificio- ¿Segura que es en este lugar?
Yakumo: ... Solo espero que sí...-
añadió al volverse solo por un momento, y ante esa ligera distracción logró
escuchar un fuerte chillido, como si se tratase de un ave sobre su cabeza.
Por instinto Yakumo se volvió
rápidamente a donde aquel sonido provino, justo a tiempo para poder esquivar la
embestida de una posible criatura voladora, cayendo al suelo de espaldas.
Serena no había tenido demasiada
suerte, y sin que se diese cuenta, unas garras la habían sujetado por sus
hombros, elevándola junto consigo por los aires.
La humana de cabellos cobrizos
levantó su vista al cielo y fue capaz de observar a dos 'aves guerreras',
poseían facciones pertenecientes a los cuervos, pero se erguían en dos patas
poseyendo torso y brazos humanos muy fornidos, mientras que de sus patas y
manos descansaban garras de aves, el aleteo de sus grandes alas oscuras les
permitían desplazarse cómodamente en el aire; uno de ellos tenía a la sailor.
Serena: !Yakumo! T-T- se veía en
las garras de aquel ser la cual ciertamente no la había lastimado aun al
sostenerla con sus filosas garras.
Yakumo: Serena!- estaba dispuesta
a hacer uso de sus poderes, pero al momento en que uno de esos seres tomo la
palabra la frenaron completamente.
- Los humanos no son bienvenidos a
este recinto sagrado- habló con una voz entre grave y aguda- Y aquellos que se
atrevan a irrumpir en este sitio sagrado por la fuerza son considerados
nuestros enemigos, así que, váyanse humanas que este no deben permanecer aquí!
Serena: Hablan O.O
Yakumo contempló a esos seres y le
recordaban a los 'Guerreros aves' a quienes Mushra enfrentó hace mucho tiempo y
estaban bajo las ordenes de Rusfine... pero ellos dos eran diferentes... No
eran enterricolas pese a que su apariencia fuese contradictoria.
Yakumo: No fue nuestra intención,
perdónennos, desconocíamos que este sitio se encontraba vedado para los de
nuestra clase- habló con cierta humildad ante la situación en la que se
encontraba su compañera- Pero nuestro atrevimiento tiene justificación,
buscamos ayuda.
- Ayuda? Los humanos ya no son
dignos de recibir ayuda de nosotros- interrumpió el que sujetaba a la sailor.
Yakumo: Seguramente han tenido
malas experiencias con los hombres para hablar de esa manera... pero no es
correcto en que juzguen a todos los humanos por esas vivencias!...- dijo de una
manera inconsciente pero observo su error al ver el semblante agresivo de
aquellos 'cuervos'- ... Discúlpenme por favor, el venir aquí no es para
juzgarlos ni para tentar contra la integridad de este sitio que protegen...
pero necesito encontrarme con una persona de nombre Sagame- añadió con
nuevamente signo de respeto.
- Ah Sagame?!
- ¿Cómo puedes saber el nombre de
la sacerdotisa?- se preguntaron con desconfianza... no existen seres humanos ya
que conozcan la ubicación de Sagame, por ende creyeron que se trataban de 'enemigos'.
- Aquellos que intenten llegar
hasta nuestra Señora Sagame son nuestros enemigos!- dijo uno de ellos con suma
determinación al extraer una especie de lanza de su espalda al instante en que
desplegó sus alas para comenzar un rápido descenso sobre la humana.
Serena: Esperen! no se precipiten
tontos, no intentamos hacerle daño a esa tal Sagame!! >o<- decía al
patalear de forma brusca para que el ser la soltase, pero en vez de eso solo
causo que el 'cuervo guerrero' sonriese cínicamente y sujetase con mas fuerza a
la sailor por los hombros al comenzar a volar con violencia llevándola con él.
Yakumo vio venir nuevamente a
aquel guerrero volador apuntándola con determinación a utilizar su arma contra
ella. Tiempo atrás, siempre fue creyente que a través de sus palabras podía
llegar al corazón de su enemigo, hacerlo razonar y que comprendiese... pero
ahora su mentalidad era totalmente diferente, las palabras jamás llegan a todos
aquellos que quieren lastimarla, por lo que la fuerza siempre era la mas
acertada opción!
Sin miramientos Yakumo expulso
levemente su ki, el necesario para crear una onda turbulenta de aire para que
el vuelo de aquel guerrero fuese imperfecto y se viese obligado a desviarse y
retroceder.
- ¿Qué clase de poder es ese?- se
preguntó el guerrero al sobrevolar a su 'presa'- ningún humano puede poseer tal
energía... definitivamente es peligrosa...
El segundo cuervo guerrero, se
'entretenía' al llevar a su presa entre sus garras por los aires con violencia,
y volar bajo para que el cuerpo de su presa se sumergiera en las frondosas
copas de los árboles, topándose con toda clase de ramas y espinas que pudiesen
raspar su piel y desaliñar su aspecto. Para esta criatura le resultaba
divertido el 'atormentar' de esa sencilla manera a su presa, quien le recordaba
a una asustada conejita de las cuales él disfrutaba tanto el alimentarse, no
presentaba un 'enemigo poderoso', pero veía que su compañero si tenia problemas
con la otra humana... Bien, habría que terminar rápido con aquella basura...
Elevó a su presa consigo, la cual
presentaba muchas ramas y hojas entre sus cabellos y ropas y algunos raspones,
se dispuso a atravesar aquella tierna piel de la cual sus garras se adherían,
pero antes de eso, sintió como aquella humana de extraño peinado sujetaba con sus
manos de sus tobillos, ¿que pretendía?
Serena: Pajarraco abusivo, ahora
si me hiciste enojar >)- dijo con una sonrisa cínica en su rostro- No me
quieres soltar? bien, no lo hagas...- y al instante de estas palabras, aquel
cuervo sentía como las plantas de sus garras y el lugar en donde la humana lo
sujetaba comenzaban a quemarse! sentía como si sujetase una viga de metal
ardiendo!
Serena había aprendido uno que
otro truco ahora que era capaz de controlar su energía interna, transformada o
no, tenia sus 'trucos', por lo que el
elevar su ki y permitirle rodear su cuerpo, su misma energía quemaría a
cualquiera que la estuviese sujetando o a lo que ella estuviese tocando...
Por ende, el dolor fue tanto que
aquel ser volador la soltó de inmediato, pero Serena logro mantenerse en el
aire festejando su pequeñísima victoria.
Serena: Hehehe n.n si las chicas
pudiesen verme ahora! les sorprendería el verme!- decía con el pecho inflado de
orgullo, lo cual no duro mucho ya que el chillido que la garganta de aquel cuervo
dejo escapar la alertó de que no había terminado, pero en vez de soltarse
gritando o temerosa permaneció en su lugar encarando al emplumado.
Yakumo quien permanecía en tierra
observó como es que su atacante desplegó totalmente sus alas negras para que en
un movimiento de estas algunas clases de proyectiles se desprendieran en formas
de plumas las cuales resultaban muy filosas ya que se clavaban al piso con
facilidad, pero resultaba igual de fácil para la humana Yakumo con su campo de
energía el librarse de cualquier daño que estas pudiesen hacerle, sin embargo,
le sorprendió mucho el hecho que un par de ellas fueron capaces de traspasar su
campo, por lo que tuvo que rodar un poco en el suelo para evitar ser lastimada,
incluso uno fue capaz de dar certeramente para que se incrustase su ropa al
suelo y quedase 'atrapada'.
El cuervo vio esto como una
oportunidad única, por lo que nuevamente sujeto con determinación su lanza y
sin miramientos la lanzó contra la humana, Yakumo al principio no negaría que
quedo paralizada por el posible aliento de la muerte recorrer su nuca al ver
aquella arma tan de cerca de si... ¿Por qué tenia miedo a morir? de cualquier
forma lo haría pronto... Inconscientemente, aun se aferraba a la vida!
Su mente fue capaz de pensar en algo
rápido y oportuno, estiro su mano hacia el frente, como si con ella intentase
detener el avance de aquel proyectil, algo que parecía imposible para el cuervo
guerrero, pero más grande fue su sorpresa al ver como es que su lanza se había
detenido a escasos centímetros de la
humana, y con un movimiento de la mano de esta, la lanza había girado cambiado
su dirección hacia él la cual nuevamente se puso en marcha con la misma
velocidad. Aquella criatura logró reaccionar a tiempo, pero el proyectil había
logrado pasar a través de su ala izquierda como si esta se tratase de una
frágil hoja de papel...
Un chillido agudo de dolor logro
estremecer a su compañero guerrero quien solo alcanzó a girar en el aire para
ver como es que este estaba comenzando un descenso repentino al no ser capaz de
mantenerse en el aire con su ala mal
herida. Su instinto de compañerismo lo obligó a alejarse de su presa para ir en
su ayuda.
El cuerpo del ave resintió todo el
impacto contra el suelo, dejándolo completamente aturdido como para pensar si
quiera en continuar. Su compañero rápidamente llego a su lado para impedir que
intentasen atacarlo nuevamente.
Serena: Yakumo ¿te encuentras
bien?- preguntó a su compañera quien logro liberarse de lo que la mantenía en
el suelo y ponerse de pie.
Yakumo: Estoy bien, no te
preocupes- respondió de una manera despreocupada- Pero tu...
Serena: Oh no te preocupes, son
solo pequeños raspones nada más. Y una que otra hoja enredada en mi cabello T-T
es un desastre.
Yakumo: ^^°
Aquel guerrero observó como es que
ambas habían bajado sus defensas completamente, era una oportunidad única para
atacarlas, pero antes de que eso ocurriese, alguien que se aproximaba se había
percatado de sus intenciones y con una voz firme contuvo los deseos de su
guerrero.
- Ofein, detente inmediatamente!-
Yakumo y Serena voltearon hacia
donde aquella voz provenía, se trataba de una mujer...
Ofein: Pero mi señora, ellas...
- Sé exactamente lo que sucedió
aquí, así que guarda silencio y obedece...- dijo de una manera que intimido a
la feroz bestia.
Frente a ellas tenían a una joven
mujer, con su largo cabello violeta recayendo sobre su espalda al encontrarse
recogido por una bien tejida trenza, sus ojos de color cafés claros no
combinaban con el vestuario de antigua sacerdotisas budista/shintoista que
portaba de un color intenso color rojo. Serena no pudo evitar por un instante
el compararla con Rei Hino...
Aquella mujer se acercó un poco al
par de jóvenes al momento en que uno de sus protectores desaprobaron aquel
acercamiento tan impetuoso.
- No deseo llegar a ser grosera
con ustedes, pero les pediré de la manera más atenta que se marchan de este mi
templo- habló determinantemente.
Yakumo endureció un poco su mirada
al ser capaz de sentir el aura tan extraña que rodeaba a aquella mujer.
Yakumo: Lo lamento, pero he dicho
claramente que no me iré sin antes poder tener una audiencia con aquella
persona de nombre Sagame.
- Desconozco los motivos por los
que la buscan... pero pueden hablar abiertamente, las escuchare...
Serena: Tu eres Sagame?
Sagame: Es un nombre que tenia
mucho tiempo que no escuchaba de labios de otro ser humano...- añadió sin
apartar su semblante tan serio, indiferente o carente de emoción- Yo soy a
quien buscan.
Yakumo: Primeramente, le ofrecemos
una disculpa por nuestro comportamiento anterior...
Sagame: No son ustedes quienes
deben disculparse, sino este par de seres impetuosos quienes las juzgaron como
nuestros enemigos antes de que pudiesen concretar un juicio mas apegable a
ustedes. Espero y ustedes puedan disculpar su impetuosidad... pero su
precauciones con los extraños son justificables... así que en el nombre de
ellos, nuestras más sinceras disculpas- dijo realizando un ligero incline de
cabeza.
Yakumo: Para tener esa clase de
precauciones quiere decir que han tenido momentos difíciles.
Sagame: Desde hace ya mucho tiempo
los únicos seres que han llegado hasta este Templo solo lo han hecho con fines
que nos ponen en la situación de defender este lugar... Pero por lo que pude
ver, ustedes no vienen con esa clase de intenciones- agregó.
Serena: Y tienes razón, no
queremos hacer daño a nadie, solo necesitamos su ayuda.
Sagame: ¿Ayuda? ¿Que clase de
ayuda creen que puedo brindarles yo?
Yakumo: Algunos de nuestros...
'aliados' nos hablaron de ti, que serias capaz de ayudarnos en los que
buscamos...
Sagame: Sean quienes sean esas
personas a las que te refieres, temo que no soy capaz de ayudar de ninguna
forma, así que ahora, váyanse- dijo determinante al girar sobre sus talones y
comenzar su avance hacia donde sus dos guerreros permanecían.
Serena: El nombre de los
'Guardianes Celestiales de Shinzo' te dice algo?!- habló con rapidez la sailor y al instante en que ese titulo
llegase a oídos de aquella mujer, esta había volteado nuevamente hacia ellas,
mirándolas con incredulidad.
Sagame: ... ningún humano en esta
época puede saber de la existencia de seres primordiales como los
guardianes...- murmuró a su guerrero.
Ofein: Es lo mismo que Teski y yo
pensamos al saber que conocían su nombre mi señora...
Sagame: ... Eso quiere decir que
estas jóvenes son... no... no lo creo...- susurró, pero su conciencia jugó un
poco con las dos siluetas que tenia frente a ella, logrando dibujar frente a si
a dos personas que alguna vez, hace ya mucho tiempo había conocido.
La sacerdotisa Sagame nuevamente
se dirigió hacia ellas, examinándolas un poco.
Ambas jóvenes lograron notar como
es que el semblante de Sagame logró ablandarse de un momento a otro, pero su
gesto de seriedad parecía ser permanente.
Sagame: ... Esta bien, escuchare
lo que la elegida de los Guardianes Celestiales tiene que decirme...
- Fin del Capitulo 16-
Notas de Ulti_SG:
Bueno, aquí va otro capitulo
más. como han de notar, estoy sacando a la luz 'detalles' que parecen no tener
ninguna clase de sentido, ah! pero lo tendrá! créanme, y todos esos detalles
tienen mucha relación a los 'hechos' que pudieron haber sucedido en aquella
antigua guerra hace mas de 500 años, en las que los Cardians llegaron a la
Tierra y los enfrentaron 'guerreros en armaduras doradas' y 'la Dama de la luna
que poseía un cristal'. Por lo que pongan mucha atención en los próximos
capítulos.
Antes de cualquier cosa creo
que debo explicar algunos detalles para aquellos que no han tenido la
oportunidad de ver esta serie, y para los que si la han visto servirá para que
si ustedes tienen su propia idea puedan acoplarse a la idea que yo tengo sobre
el concepto de SHINZO, la verdad a como yo lo entiendo y a como yo lo estoy
manejando en este fic es el siguiente:
SHINZO es un concepto fuera del
mundo mortal y terrenal, que se refiere a un 'nivel astral' que trasciende más
allá de la vida y de la muerte (por esto mismo lo he tendido a comparar como en
la adquisición del "8avo. Sentido" de la serie 'Saint Seiya', pero NO
igual) por lo tanto Yakumo debió haber pasado por la vida tanto como por la
muerte para poder acceder a Shinzo. Según con todo este viaje que ella realizó
los guardianes pretendían que Yakumo desarrollase sus poderes, habilidades y
con las experiencias que ella hubiese tenido en su vida al final su espíritu,
su esencia seria capaz de acceder a 'Shinzo' al 'morir'. Por lo que ciegamente
esta pobre mujer ah caminado a ese destino durante toda su vida ._. No le
encontré razón lógica en la serie el por qué ella había sido tan 'buena' como
para aceptar un destino así, por lo que en este fic, por lo que me ingenie yo
algo para explicar el por qué (ya que ayudara en algunas ideas para fics en el
futuro :p)