POSICIONES QUE PRETENDEN JUSTIFICAN
LA EUTANASIA...
Se suelen presentar las siguientes razones en pro de
la eutanasia voluntaria positiva:
1.-La vida de una persona que sufre de una enfermedad terminal ha venido a ser
inútil para su familia, para la sociedad y para el mismo paciente. Una
persona sana no debe cometer suicidio porque tiene muchos deberes para con su
familia, la sociedad y su propio desarrollo. Por el contrario, una persona que
sufre de una enfermedad terminal no tiene ya más deberes que cumplir,
sencillamente porque se encuentra en incapacidad de hacer algo por sí
misma o por los demás. Nadie saca ningún provecho de que su vida
continúe, cargada como está con el peso del sufrimiento. Por tanto
es razonable afirmar que tal persona se encuentra justificada para poner fina
a su propia vida, por su cuenta o con la ayuda de los demás.
2.-Cuando uno se encuentra ante dos males, tiene que escoger el mal menor. La
prolongación de un sufrimiento inútil es un mal mayor que el procurarse
una muerte inmediata, que de todas maneras pronto iría a sobrevenir.
3.-Resulta inhumano e insensato conservar en vida a un paciente terminal cuando
él ya no quiere vivir más, y una simple inyección podría
poner fin a su lamentable estado, sin dolor.
4.-Una persona que no cree en Dios puede razonablemente concluir que el hombre
es el dueño de su propia vida. En consecuencia, puede decidir libremente
poner fin a su propia vida, por su cuenta o con la ayuda de otros, cuando ya
no tiene más deberes que cumplir con respecto a su familia y a la sociedad.
5.-La libertad del hombre para obrar no debe cohibirse a menos que haya razones
convincentes de que su libertad entra en conflicto con los derechos de los demás.
Ahora bien, no puede demostrarse tal conflicto en el caso del enfermo terminal.
Por tanto tal persona tiene el derecho a morir como ella escoja.
6.-La eutanasia voluntaria positiva es un acto de delicadeza para con la propia
familia y para con la sociedad, ya que el enfermo terminal decide no seguir
siendo oneroso para ellos prolongando su enfermedad, con los consiguientes costos
y todo el trabajo de cuidar a un paciente enfermo de gravedad. Es mejor liberar
los escasos recursos médicos y financieros para que se empleen en curar
a aquellas personas que pueden llevar una vida útil.
7.-Los creyentes sostenemos que Dios nos dio la vida. De aquí no se sigue
que no podamos intervenir en ella, ya que Dios nos hizo sus admiradores. Es
sensato, por tanto, pensar que Dios no quiere que suframos innecesariamente
cuando podemos de manera fácil poner fin a nuestra desgracia.
POSICIONES QUE NO JUSTIFICAN EUTANASIA
1.- La tradición occidental y la filosofía
teísta se han manifestado contra la muerte directa de uno mismo, sea
solo, sea con la ayuda de los demás. La razón principal en favor
de esta posición es el que Dios pose el dominio directo sobre la vida
humana. Somos administradores de nuestra propia vida pero no sus propietarios.
Así como no podemos decidir el comienzo de nuestra propia vida, tampoco
nos es lícito determinar su final.
Aunque este argumento es válido con base en una filosofía teísta,
quizás no convenza a todo mundo, tal vez ni siquiera a los creyentes.
¿Podría aducirse otra razón?
2.- A través de toda esta obra hemos venido usando la naturaleza humana
racional como el criterio de moralidad. Hemos justificado la intervención
en nuestra naturaleza cuando es posible probar que una tal intervención
es razonable y sirve para promover nuestra dignidad humana. Preguntémonos
ahora: ¿es la eutanasia voluntaria positiva una intervención razonable
en nuestra naturaleza? ¿ Constituye dicha eutanasia un factor humanizante
o deshumanizante para el individuo implicado y para la sociedad?
. ¿Qué razón puede aducir una persona a su médico
para solicitarle que ponga fin a su vida? Tal razón puede ser la liberación
del dolor, ya que el hombre posee un deseo natural de vivir y, precisamente,
de vivir sin dolor y sin desgracia. Pero no resulta prudente ni sabio cortar
el dolor poniendo fin a la vida. Sería una intervención más
razonable tratar de aliviar el dolor más bien que matar al paciente.
Por fortuna la medicina moderna es muy eficaz para calmar el dolor. Supuesto
que es posible mitigar el dolor, parece ser más digno del hombre hacer
esto que administrar al paciente una inyección mortal.
3.- Cuando hablamos de eutanasia voluntaria se presume que el paciente solicita
libremente la muerte. Para evitar cualquier engaño o mala interpretación,
la solicitud del enfermo debe obtenerse por escrito y con la firma en presencia
de testigos. ¿Se encuentra un paciente, debilitado por una enfermedad
terminal, de hecho en capacidad de valorar su propia situación y de hacer
una petición con una mente lúcida? ¿Cómo pueden
los testigos dar testimonio de que el enfermo hizo la solicitud de su propia
muerte con mente sana y recta? Por tanto, existe el problema de la libertad
en la toma de decisión ¿Se pueden eliminar las presiones?. La
posibilidad de abuso no es imaginaria sino muy real, dados los encontrados intereses
financieros y de otros órdenes, de la familia del paciente y de la sociedad.
4.- Además, debe determinarse el tiempo exacto para la aplicación
de la inyección mortal. Esto se parece mucho a una ejecución.
La mayoría de los países acabaron con la pena de muerte porque
es una forma muy inhumana de castigo. Es cosa cruel anunciara una persona la
hora exacta de su muerte.
¿Queremos ahora nosotros introducir de nuevo dicha ejecución por
medio de la inyección en forma masiva? Como dijimos antes, muchos Estados
norteamericanos han aprobado leyes que determinan la ejecución de la
pena de muerte por medio de una inyección. Admitiendo que existe una
diferencia entre ejecutar a un criminal y 91 dar la muerte a un enfermo, con
todo las deshumanizantes y horripilantes circunstancias de la ejecución
y de la eutanasia son las mismas.
1 5.- ¿Además, quién va a aplicar la inyección mortal?
¿Van los médicos a aceptar el papel de administrar la muerte en
vez de la curación?'. Para quien va a aplicar la inyección no
se requiere que sea médico, ya que el sencillo procedimiento puede ser
aprendido por cualquiera, ¿ Va entonces a existir una nueva profesión
cuya tarea va a consistir- en dar la muerte, exactamente igual a los ejecutores
de la pena de muerte que reciben una paga por su"servicio"
6.- No faltará quien diga que esta descripción de la eutanasia
es exagerada o hasta sarcástica. No pensariamos así. No puede
pasarse por alto la realización concreta de la eutanasia. Teniendo en
cuenta todas las circunstancias' ,la eutanasia voluntaria positiva es dehumanizante.
No es un, "morir con dignidad" La posibilidad de abusos relacionados
con la legalización de la eutanasia podría aumentar el temor de
los ancianos de que una enfermedad grave es una ocasión que se presenta
a la familia o a las autoridades para despacharlos de este mundo. Está
mucho más en conformidad con la dignidad humana dejar que la naturaleza
siga su curso y aceptar la muerte cuando venga a través de factores que
no caen bajo el control humano.