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Colectividad Canaria del Depto. de Maldonado

-Uruguay-

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 EL BARROCO

 El primer y más sorprendente poeta del barroquismo canario es Fray Andres de Abreu (1647-1725). Su obra  esta circunscripta al romance dedicado a la Vida del Serafin en carne y vera efigie de Cristo, San Francisco de Asis (1692). Encontramos en él otro ejemplo de autor barroco que se sumerge en la poesía mística y rescata al martirio como vía de salvación. Su Francisco de Asís está muy lejos del asceta lírico de la fraternalidad universal que hoy recordamos. Es un martirizado que alcanza la gloria por la identificación corporal con la pasión del Mesías cristiano. Todo el poema gotea cruento sufrimiento, contra un telón de fondo de excelsitud renacentista. Su lectura es una zambullida en una sicología inhumana, y para semejante hazaña es necesario estar preparado. 

Un dato importante: Andrés de Abreu fue Comisario del Santo Oficio (Inquisición) en Canarias; aunque también es bueno precisar que esta terrible institución eclesiática sólo dictaminó cuatro condenas a muerte en la historia de las islas, y las cuatro se verificaron "en efigie". 

La influencia  de Calderón es inocultable. No obstante ello, la originalidad de las metáforas, algunas de las cuales hacen pensar en los poetas simbolistas, y otras se anticipan en dos siglos a los hallazgos del "creacionista" Vicente Huidobro, traslucen una identidad poética rotunda, y casi impar en todo el ámbito del barroco español.

Llama a los pájaros "ramilletes de gorjeos", a los nidos "auditorios de plumas", y define el ensangrentado periplo por el que arrastra al lector: "Sin más Santelmo que el mar/ bermejas ondas navego" 

En lo formal: se trata de un larguísimo romance (828 cuartetas) de versos octosílabos de rima asonantada invariablemente en "éo"en los pares. La obra está dada en un solo cuerpo, sin ninguna forma de división, lo que acentúa su dificultad, ya de por sí grave por lo que tiene de culterano, pues el poeta se preocupa en glosar, poetizando, anécdotas que, sin razón, asume como conocidas por el lector, al tiempo que el vocabulario se nutre en los rincones menos frecuentados del idioma.

Tampoco se puede desconocer el conceptismo quevediano, en esta perfecta síntesis del barroquismo hispano que asume y representa de Abreu. Un solo ejemplo de los tantos que se pueden encontrar en su obra:

  "Que en descollado edificio

     sepultado los cimientos,

     la última piedra es altura

    de cuantas le precedieron. "

Despreciando la espontaneidad, se preocupa en burilar el verso y la expresión, lo que desemboca con grata frecuencia en notables hallazgos. Es permanente el uso del hipérbaton, no limitado a fáciles transposiciones, llegando incluso a la confección de verdaderos "puzzles" sintácticos:

(estrofas 258 a 261)

"Esta que sirvió de abrigo

a rústicos ganaderos

contra despeños de nieve

en las cóleras del cierzo;

dedicada al horizonte

de la eternidad y el tiempo

en cuya luz cielo y tierra

fueron unión siendo extremos

casa sobre cuyas ruinas

levantó Francisco obsequios

porque empezasen en obra

reparos de entendimiento

fue de aquél sol y estos astros

abreviado firmamento

en que ángeles y menores

confundieron sus derechos." 

(Esta casa fue de aquel sol y estos astros abreviado firmamento)   

Capítulo aparte merecerían los apareamientos (*) que constituyen la columna vertebral del código al que se ciñe el poema, y que se advierten con total claridad en el ejemplo anterior. "despeños de nieve"/ "cóleras del cierzo" - "horizonte - luz/ eternidad -tiempo/cielo -tierra/ "ángeles-menores" - "Aquél sol- estos astros" Etc. 

(*) Ver: "Estructuras lingüísticas en la poesía" de Samuel R. Levin. Ed. Cátedra- Madrid- 1979.

Otras cuartetas escogidas de "Vida del Serafín en carne y vera efigie de Cristo, San Francisco de Asís"   

 

En un segundo plano es de destacar la obra del poeta de La Palma, Juan Bautista Poggio (1632-1707). Esta formada por una serie de poemas religiosos y moralizantes.  «Medita los beneficios de Dios» y  sus tres sonetos dedicados a Fabio, conforman lo mejor de este autor.

Hay también en sus versos, densos y trabajados en exceso, algunos detalles que se adelantan al neoclasicismo.

Lo más popular de su obra está dedicado a la celebración regional de la "Virgen de las nieves", y esto ha hecho que su obra permanezca vigente en la conciencia de su pueblo, que con cada nueva reiteración litúrgica repetirá sus versos, en medio de un particularísimo "Auto de Fe".

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