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Julio Manuel Gavilán. 63 años, Presenta síndrome cerebroso, lo cual motiva ATAXIA o sea manifestación de inestabilidad que especialmente en marcha; y de alteraciones en la coordinación de sus movimientos (pérdida de equilibrio).

Menor tono muscular que agrega dificultad para articular las palabras (disartria).

Se estudió hace 2 meses en el CASMU por TAC y Resonancia Magnética. Con estos exámenes se evidencia atrofia cerebrosa (vernina).

El médico tratante Dr. Pebet, diagnostica enfermedad heredo-degenerativa. La cual no tiene cura, pero puede detenerse en parte, la evolución de deterioro funcional. Esto se beneficiaría con el tratamiento neurorestaurativo, en especial en Cuba que tiene una atención global apenas se hace cargo del paciente.

Actualmente se abrió la posibilidad de su atención en España de donde él es ciudadano y donde existen centros especializados para el tipo de dolencia que padece; se están realizando conversaciones con la embajada de España así con representantes de gobierno y juntas locales.

Compañeros : Los necesitamos y les pedimos su apoyo.

Para colaborar se han puesto los siguientes números:

0900-9151 : $20     0900-9152 : $50        0900-9153 : $100

También podes depositar dinero directamente en la cuenta de COFAC centro Nº 25.094.

"me hirieron/ y me golpearon/ y hasta me dieron muerte/ pero jamás me doblaron..."

POR EL GAVILAN, POR LA PAZ Y CONTRA LA GUERRA

POR LOS GAVILANES

   Hace una punta de años, muchos o tal vez no tantos, solía verse, frente a la Caja de Jubilaciones una montonera de hombres, formados para la foto. Trajecito único, bien cuidado; se les veía los años muchos y la dignidad mas, mas que las arrugas y la seriedad en aquellos hombres en que se les veía el mestizaje de la campaña.

   Andaban todos de golilla blanca. Y un solo cartel, sostenido por el asta, donde por mucho siempre, todos los años, se leía: “SERVIDORES DE 1904”. Ellos, los viejos alzados de Aparicio, los del aire libre y carne gorda, los que habían recibido algún sablazo o bala o muerte, y como compensación, cuatro reales.

   Nosotros venimos de un país de alzados y alzados fuimos. Y fuimos combatientes y carne de biaba, y tuvimos cientos de caídos, y en cana muchos mas, y en el exilio. Y todo lo hicimos por eso que nos hace andar hacia un horizonte donde florecen las utopías, que como nadie define el Nuevo Testamento: “Los primeros cristianos tenían todo en común y cada cual retiraba según sus necesidades”. Y la cita es tan textual como subversiva.

   Y en ese espíritu estamos, “unios, caros compatriotas” decía José Artigas, “para que los mas infelices sean los mas privilegiados”. Y esto los estampaba en un reglamento de tierras, que repartió entre indios y gauchos pobres, “por que ellos tienen el principal derecho”.

   Pero ocurre que los años oscuros se computan por almanaque. Tantos años preso, tanto de biaba, tanto de exilio. Y ahí te sale una ley que te computa para la jubilación (jamás aceptaremos la pasividad...) solo el tiempo. No incluye años de padre, de familia perdida o rasgada, de estudios a medio terminar, y de salud, siempre, y todos, de una u otra forma quebrantada.

En Estados Unidos detectaron graves afecciones a los soldados que venían de Vietnam, enteros, a los cuatro o cinco años de integración a la sociedad. Los que acá estuvieron mal comidos, constantemente presionados, sin asistencia medica efectiva, han salidlo, todos, por lo menos con las defensas bajas; brechas por las que entran las afecciones que de no ser por la peripecia de los días negros, no anidarían en el organismo. En suma, son heridos de guerra. Y como tales tienen que ser considerados. Porque el Estado se hace cargo de su responsabilidad en otros segmentos , y está muy bien. Pero en este rubro, le queda una materia pendiente.

   Que nosotros estemos, como siempre y para siempre, hombro con hombro, para sostener y sostenernos, no libera de responsabilidad a los que hoy abren una rendija sobre el tema de los compañeros desaparecidos o sobre la validez de los años de cana para tramites que no deberíamos estar haciendo. Como los servidores de 1904, que combatieron por la divisa saravista de “defensor de las leyes”.

   Hoy tenemos, entre tantos, a Gavilan en las malas. Echaremos el resto para que vuelva a volar. El, que supo ser textil de Sudamtex y cazador de Jabalí en los montes.

   Y le dejo a él y a tantos como él, un verso canero escrito a nudillo:

“Y si este fuera

mi último poema,

insumiso y triste,

raído, pero entero,

tan solo una palabra

        escribiría:

                  compañero.-

... o...