THINKING OF YOU
Escrito Por Chi Chi
Traducida por
CAM
En el vestíbulo solo había silencio
esa noche, y la única señal de vida era bajo el corredor, apenas un movimiento
visible de las cortinas rojo sangre que se agitaban con el viento invernal que
entraba por las ventanas abiertas.
Era una noche fría,mas frío que en
cualquier lugar, pensaban los habitantes que no podían sentir el frío debido a
su piel ya acostumbrada.
Estaban de, altos y orgullosos sin
moverse y en silencio como soldados de juguete en fila aguardando cualquier
posición al final del corredor. Y cuando la puerta de entrada se abrió, una
ráfaga de viento helado entró, y todos las guardias antes inmóviles, voltearon
en sincronía a ver a la pequeña figura verde entrando al salón.
Vestía la usual armadura roja y negra,
con un scouter en su ojo izquierdo, tenia un poco de nieve sobre sus hombros,
miró alrededor sin ver.
Cuidadosamente observó a todos los
guardias quienes lo miraban con rabia con sus penetrantes ojos negros, cuando
él atravesó el vestíbulo para entrar al salón del trono.
La enorme puerta al final estaba bien
protegida por muchos guardias, que se inclinaron ante la criatura con ilegible
expresión, sin moverse, tomaron sus armas en posición de saludo. Tomó un documento,
era oficial, tenia el sello del Consejo Real.
“Tengo un mensaje para Sukuashi, debo
entregarlo inmediatamente” bajo su tono
de voz “ Es acerca de él”
Todos los guardias levantaron las
cejas inmediatamente, dieron un paso atrás mostrando la gran puerta de madera
del salón del trono, elevaron su rostro, la criatura empujó la puerta
fastidiado y continúo, tomando orgullosamente el sobre.
La puerta se azotó tras el con gran
estruendo. La habitación estaba sorprendentemente obscura, y la criatura luchaba
por ver claramente, entrecerrando los ojos en la oscuridad, solo entraban rayos
de luz a través de las cortinas rojas y la luz del sol se reflejaba en la nieve que estaba afuera., por un rayo de
luz, apenas si distinguió los rasgos de Sukuashi quién estaba regiamente
sentado en el trono, haciendo que bajara la vista, con una expresión de
aburrimiento.
Era el líder de es gente, y se basaba
en la extraña regla de siempre retar.
Durante
el curso de su reinado, la economía había sido buena, no había pobreza, se
habían comprado mas esclavos y obtenido riquezas con facilidad.
De cualquier manera ellos aún
permanecían en aquel abandonado planeta, donde la temperatura era bajo cero, y
la nieve siempre caía sobre las calles de la ciudad.
Ya Sukuashi no le gustaba, al
contrario, lo odiaba. Entre las muchas cosas que odiaba estaban: el clima frío,
ningún tipo de trabajo casero, los antiguos lideres y en particular,
despreciaba a su esposa, y mujeres en general.
Las mujeres Saiya-jin eran usualmente feas, llenas de músculos y varoniles
para su gusto y ellas al contrario parecían enjambre a su alrededor, como
zánganos en época de reproducción y lo
ponían enfermo.
Koronu, su esposa, era diferente del
resto, la oveja negra entre las demás, en lugar de las marcadas características
y el gruñido constante que tenían en sus rostros, Koronu tenia rasgos suaves y
una bonita boca rojo sangre, parecía estar molesta siempre pero no gruñía.
La había escogido entre miles que
querían estar con él, mientras aún
vivían en Vejita, ella estaba reacia a ser su pareja, pero no tuvo opción.
Y cuando todo acabó y escaparon de ese
planeta para vivir en este nuevo e inaceptable lugar, ella no quería seguirlo,
pero lo hizo.
Le dio dos hijos en los siguientes
años y todos se sorprendieron de que hubiera sido capaz de encargarse de los
nacimientos sin el menor problema, como las demás.
Solo fue hasta que descubrió algunas
cosas acerca de su esposa, cuando comenzó a odiarla y mas le mostró su
aborrecimiento, se volvió menos sumisa y mostraba una verdadera insolencia.
Ahora porque se negaba a estar con
ella, ella lo había atacado en el consejo, mostrando evidencia de que Sukuashi planeaba destruir el planeta, con
todos aquí. El consejo le había advertido que ninguna amenaza de Koronu sería
recibida, o de cualquier otro, fuera del lugar de actividades, pero si recibían
mas pruebas de su complot, sería sentenciado a muerte.
Odiaba a esa mujer, frunció el ceño
tan profundo que casi cruza su atractivo rostro, y sus manos apretaron los
brazos del trono, y miró con enojo y severidad.
“Mi lord, lo
han encontrado”
La expresión de Sukuashi no cambió,
pero sus ojos mostraron interés. Habló
suavemente, manteniendo ese tono
agresivo en su voz.
“¿Estás seguro esta vez? ¿es realmente
él y no otra pista falsa?”
La criatura abrió el sobre y desdobló
el documento, mostrándolo con una gran sonrisa de orgullo
“Tengo aquí el documento de un
sirviente de Freezer quien afirma que ambos, Vejita y Kakarotto están vivos y
viviendo en la tierra. Tienen algunos años ahí y afirman que son muy fuertes, y
aún deben estar vivos”
Lo miró fríamente
“Así que ¿tratas de decirme que no
tienes pruebas de todo esto? ¿estás basando su búsqueda en rumores”
El tono de su voz marcaba cada palabra
y la criatura se retiró un poco, su sonrisa titubeaba.
“La información es confiable señor, y
creo que es verdad. La única forma de saber si Kakarotto está ahí es viajar a
la tierra”
Sukuashi sintió que sus ojos
atravezarian a al criatura, en la esquina de la habitación donde una sombra se
acercaba sigilosamente, acercandose tortuosamente a donde estaba sentado, sabía
qué, o mejor dicho, quién era esa sombra, así que no le prestó atención, le dio
un vistazo al horrible sirviente tras el.
“Este documento tiene todos los
detalles que necesitamos de él, el cuál estoy seguro, pagará un precio
razonable a mi fuente” Dijo sintiéndose orgulloso.
“¡¿Pagaste por esta información?!”
preguntó Sukuashi y miró la sombra, la cuál rápidamente se acercó a ellos.
La criatura se inclinó “El tarto no
puede hacerse sin una pequeña compensación”
La sombra apareció atrás de la
criatura, tomando la forma de una persona, atravesando los rayos de luz hasta
llegar a su lado. La criatura volteó rápidamente lanzando un chillido de
sorpresa al ver a la chica tras él. Ella sonrió.
Un rayo de luz escapó de sus manos y
atravesó el corazón de la criatura, y cayó al suelo, aún hablando y
sacudiéndose.
La mano de la chica se volteó
delicadamente la llevó a sus labios rojos, mofándose.
“Oh cariño ¿qué he hecho?” La voz
femenina sonaba tranquila, fingiendo consternación. La figura salió de las
sombreas y saludó frente a Sukuashi
“Padre”
El sonrió un poco, el borde de su boca
creció un poco más.
“Si sigues
haciendo esto nos quedaremos sin sirvientes”
La chica puso sus manos en sus caderas
y lo miró con sus ojos negros.
“Tengo que practicar ¿o no? en
cualquier caso creo que deberiamos viajar a la tierra, me divertiría
matándolo”}
Sukuashi se levantó y rozó la capa
rojo sangre que llevaba.
“Está bien. Hay muchas naves esperando
órdenes, si deseas venir, puedes hacerlo”
Las puertas del salón del trono se
abrieron con estruendo y otra mujer entró, hirviendo de furia, arrastrando el
cuerpo sin vida de un guardia con facilidad.
Tenia salpicado su bellos rostro con sangre,
su capa y su ropa estaban rasgados y ensangrentados en muchos lugares. Arrojó
el cuerpo al suelo que se resbaló por la superficie llegando a los pies de
Sukuashi se desplomó.
“¡¿Es tu empleado?!” gritó “¡¿Para
matarme?!”
El la miró sorprendido por un momento
y golpeó el cuerpo con la punta de su
bota.
“Koronu, regresa a tu habitación, esto
no te concierne mujer”
“¿No me concierne? Contratas a un
guardia para que me mate mientras duermo ¿cómo no me concierne?” lloró
apretando sus puños ensangrentados.
“El consejo sabrá de esto Sukuashi,
cuenta con eso”
La chica hizo un gesto de desprecio
“Cállate madre, siempre hablas
demasiado. Mi padre y yo tenemos negocios que atender” Volteó y caminó por el
salón, sus ojos negros vieron con fiereza a su madre.
Sukuashi se detuvo un momento, y entonces abofeteó a Koronu,
haciendo que atravezara el salón, cayendo en el frío suelo, cuando apretó su
puño en dirección a ella.
“¿Cómo te atreves a cuestionar mi
autoridad? La insolencia no es aceptable”
Koronu escupió
sangre y lo miró mientras se levantaba
“Ninguno es asesino Sukuashi, no para
ti, el consejo no te dejará si muero”
El volteó y comenzo a salir del salón
lentamente, su capa arrastrando tras el.
“Tengo otros que mataron primero, mi
querida esposa, así que tú morirás muy pronto”