Soy vecino de este mundo por un rato
Y hoy coincide que también tú estas aquí
Coincidencias tan extrañas de la vida
Tantos siglos, tantos mundos,
Tanto espacio Y coincidir
Si navego con la mente los espacios
O si quiero a mis ancestros retornar
Agobiado me detengo y no imagino
Tantos siglos, tantos mundos,
Tanto espacio Y coincidir
Si en la noche me entretengo en las
estrellas
Y capturo la que empieza a florecer
La sostengo entre las manos... más que
al alma
Tantos siglos, tantos mundos,
Tanto espacio Y coincidir
Si la vida se sostiene por instantes
Y un instante es el momento de existir
Si tu vida es otro instante... no
comprendo
Tantos siglos, tantos mundos,
Tanto espacio Y coincidir.
SANTIAGO
Querida Candy:
Primero
que nada, quiero desearte un Feliz Cumpleaños, que todo lo que deseas se haga
realidad, por que no hay otra persona en el mundo lo merezca como tu, espero
que te gusten estos presentes, unas sencillas joyas, unas bella esmeraldas como tus ojos. Te preguntaras por que
después de tanto tiempo te escribo, bueno en realidad tengo una y mil razones
para hacerlo pero la primera que te daré es la siguiente: obviamente por tu
cumpleaños que es el día de hoy, quería hacerte saber, que, aunque no esté contigo,
siempre me acuerdo de ti.
Y
te preguntaras ¿por qué me viene a decir esto?, La razón es sencilla, el
compromiso que me ataba a un matrimonio sin amor, no se realizara, Susana me ha
dejado libre, no sé que fue lo que pasó en ella, sólo me dijo que no podía
vivir con alguien que amaba a otra persona. Y es verdad, yo no la amaba, por
que en mi corazón no existe nadie más que tú, que te ganaste mi corazón con tu
forma de ser, tu manera de ver la vida y sobre todo por que creíste en mí
cuando nadie más lo hacía. Y eso me lleva a la segunda razón de mi carta.
En
unos días estaré en Chicago con la compañía de teatro, presentaremos
Macbeth para una función de caridad
donde estará presente toda la alta sociedad de Chicago, así qué como
comprenderás tu familia está invitada
y Albert me ha confirmada su presencia en la misma. Por lo que quisiera saber
si aceptarías hablar conmigo, no te pido más que unos minutos de tu tiempo,
creo que la última vez dejamos algunas cosas sin aclarar, y necesito saber las
respuestas de ellas.
Así
que después de la obra, si aceptas mi invitación, espera a que la sala se haya
vaciado y espérame frente al escenario, si no la aceptas entenderé
perfectamente que no tienes el menor interés por saber de mí, pero si eso pasa
solo quiero que sepas que lo que dije antes es verdad, tu eres y serás la única
persona en mi corazón y aún tengo las esperanzas de que para ti yo sea lo
mismo.
Con
esto último me despido, dándote también las felicitaciones de mis padres,
deseándote lo mejor. Espero verte en
unos días y una vez más espero aceptes la invitación.
Eternamente
tuyo
Terrence G. Grandchester
No lo podía creer, ¿de verdad estaba pasando?, ¿Terry
volvería por ella?. Si lo decía la carta y su corazón volvió a latir
nuevamente, su esperanza de volverlo a ver se convertiría en realidad. Pero...
¿Qué se pondría?, Tenía que verse realmente hermosa esa noche, le pediría ayuda
a Annie para escoger un vestido y a Patty para que le ayudara con el peinado.
Tan solo faltaban 4 días para volverlo a ver y no podía esperar y con este
pensamiento se empezó a arreglar para bajar a desayunar con sus amigos.
Había pasado toda la tarde en compañía de sus amigos lo
cuáles le festejaron con una comida en el hogar de Pony donde todo mundo la
felicito y le deseo toda la felicidad. Sus amigos se enteraron de la carta
después de un rato y estaba escéptico por saber que pasaría cuando él llegara a
Chicago.
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Los días habían pasado volando, cuando menos se dio cuenta
había llegado el momento del reencuentro con Terry. La compañía había llegado
la tarde del día anterior a la ciudad y
los actores se estaban hospedando en el mejor hotel de la ciudad. Así que los Andley hicieron lo
propio y se movilizaron a la mansión que tenía ahí. Toda la sociedad de Chicago
estaba al pendiente de la obra por que sería una ocasión única de ver al famoso
Terrence Grandchester regresando a la actuación junto a su madre Eleonor
Backer.
Esa tarde estaban todos en la mansión, todos sabían que Candy
estaba sumamente nerviosa, y había pasado
algo increíble, Candy no había probado
bocado durante el almuerzo, eso les sorprendió pero a la vez lo
entendieron. Cuando empezó a atardecer
todos se empezaron a alistar para la función, al ser de gala todos debían ir
impecables, las chicas se estaban terminando de arreglar mientras los chicos se
encontraban en la biblioteca hablando sobre negocios.
Candy estaba totalmente a punto de un colapso
nervioso, la sola idea de volver a ver
a Terry la ponía a mil por hora, caminaba desesperada por toda la habitación,
buscando sus zapatos, poniéndose los últimos detalles, mientras Patty y Dorothy
trataban en vano de perseguirla por
toda la habitación.
b Candy,
podrías mantenerte quita por solo unos minutos, no puedo terminar tu
peinado-decía Dorothy que ya se había cansado de perseguirla por toda la
habitación.
b Lo
siento, es que estoy sumamente nerviosa... no sé que pueda pasar esta
noche-respondía Candy mientras volvía asentarse en el tocador.
b Calma
Candy, veras que todo saldrá bien-decía Patty mientras se acercaba a su amiga-
ya casi estamos listas para ir al teatro, veras como todo estará bien.
b Pero...
y si no arreglamos nada... y si él al verme, descubre que realmente no me
ama-decía mientras un miedo llegaba a
su corazón
b No
digas tonterías-decía Annie que iba entrando a la habitación arreglada y lista
para irse- si no te amara no hubiera mandado la carta, ni los regalos, ni las
flores que están encima de esa mesa-decía señalando un ramo de rosas que había
llegado esa mañana.
b Tienes
razón, pero es que ha pasado tanto tiempo que no sé que pasará.
b Verás
que todo estará bien, y mira ya estas lista- decía Dorothy mientras paraba a
Candy para que se viera en el espejo, llevaba un hermoso vestido en tono
esmeralda que hacía juego con sus ojos, tenía un coqueto escote en v, era
pegado hasta su cintura y la parte de abajo tenía un poco de vuelo, junto con
unos guantes en color blanco. Colgado a un lado de su vestido llevaba una
pequeña insignia que hacía que se reconociera como parte del Clan Andley,
además de la heredera del mismo, su cabello lo llevaba recogido en un rodete
con unos cuantos chinos rebeldes sueltos alrededor de su sien- solo te hace
falta el último toque- dijo Dorothy mientras tomaba del tocador el collar y los
artes que le había mandado Terry hace unos días- Listo te ves hermosa, pareces
una princesa.
b Gracias
chicas, de verdad gracias por estar conmigo.
b No-té
preocupes-dijo Patty mientras la abrazaba-solo puedes agradecernos encontrando
tu felicidad y no dejando ir el amor una vez más... lo prometes.
b Lo
prometo-dijo con una sonrisa
b Bueno,
chicas es hora de irnos-dijo annie mientras arrastraba a las otras a la puerta.
Cuando las chicas iban bajando Archie y Albert ya las
estaban esperando en las escaleras, se quedaron con la boca abierta la ver como
lucían, Annie llevaba un hermoso vestido rojo, con un escote cuadrado
ajustado a su cuerpo, con unas mangas
con un poco de volumen y unos guantes en color blanco, con el cabello suelto
únicamente con unos prendedores de
diamantes alrededor. Mientras que Patty llevaba un hermoso vestido negro con
una pequeña cola atrás del vestido en gasa con un podo de pedrería, unos
guantes igualmente blancos con su cabello ya un poco largo recogido en una
media coleta con unos caireles que
Dorothy le había hecho.
Mientras que los chicos cada uno llevaba un frac en color
negro con el pelo peinado para tras impecable, Albert llevaba su cabello
recogido en una coleta, ambos lucían en la solapa del saco la insignia de los
Andley, Albert no lo quería llevar pero a última hora se la puso como petición
de Archie. Después de unos cuantas halagos a las señoritas, salieron de la
mansión para dirigirse al teatro, Candy iba viendo todo el paisaje mientras sus
manos se entrelazaban por el nerviosismo, la hora estaba cerca.
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Mientras tanto en el teatro, el actor Terrence Grandchester
no dejaba de dar vueltas en el camerino de su madre, quien a petición de
Hattaway aceptó interpretar a Macbeth una vez más, mientras ella lo veía
divertida, nunca lo había visto tan nervioso ni si quiera durante o antes d una
presentación.
b Terry
querido, cálmate-decía Eleonor a su hijo- veras que ella vendrá.
b No
estoy seguro mamá, y no acepta la invitación... y si viene y me dice que no me
ama-decía mientras seguía caminando de un lugar a otro.
b No
seas pesimista Terry, eso no sucederá-dijo mientras se levantaba del tocador y
lo abrazaba
b Y si
sucede-dijo Terry viendo su reflejo en sus ojos como queriendo encontrar una
respuesta en su mirada que le trajera paz.
b Yo
estaré contigo, pero ten por seguro que no será necesario.
b ¡¡¡TODOS
LOS ACTORES A ESCENA!!!-grito uno de
los tramoyistas.
b Vamos
Terry la función esta a punto de empezar y seguramente Robert quiere hacer una plegaría antes de
comenzar.
b Muy
bien, vamos.
Cuando salieron del camerino, vieron que todos salían
corriendo de un lado a otro, cuando llegaron a un lado del escenario, dos
maquilladoras los interceptaron para darles los últimos retoques.
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Mientras tanto afuera del teatro, el carro de la familia
Andley había arribado a su destino, primero bajaron los dos caballeros e
inmediatamente después alas tres damas que los acompañaban, cuando entraron al
teatro, no pudieron evitar los murmullos acerca de ellos. Las señoras hablaban
sobre la hermosa familia que hacían, otras más acerca de que suerte había
tenido Annie en conseguirse un novio como Archie, otras más hablaban de lo
afortunada que sería la mujer que Sir William Albert escogiera como esposa,
algunas jóvenes envidiaban a Candy y a Patty, por que Albert solo tenía ojos para aquellas dos mujeres, mientras otras más se decían a si
mismas que tenían que lograr una oportunidad para conocerle, algunos murmullos
decían que Patty y Albert hacían una pareja formidable, cosa que a Patty hizo
sonrojarse.
Mientras tanto Candy iba con la mirada abajo, nerviosa y
pensando en que le diría a Terry cuando lo tuviera enfrente. Cuando al fin llegaron a su balcón todos se acomodaron
en sus lugares, de repente todo se obscureció y la obra empezó.
Terry no salió inmediatamente debido a su papel, era Malcom
y como tal no salía en todas las escenas, pero eso no le impedía espiar y
buscar un par de ojos esmeraldas que le
habían robado muchas noches de sueño, se topo con él balcón de la familia de
ella, donde pudo ver a Albert junto a
una chica de cabello castaño, a Archie y a dos mujeres que no lograba
distinguir desde donde estaba, pero su corazón no le podía mentir por que cuado
vio a la última chica sintió que su corazón daba un salto de felicidad que
creyó nunca volver a sentir..
De repente le anunciaron que era su turno de salir al
escenario, se planto junto al escenario con pasó seguro, no era la primera vez
que pisaba un escenario pero el saber que ella estaba ahí le hacía querer dar
más de lo que tenía, quería que saliera
perfecto, quería que ella se diera cuenta de que era por ella que se entregaba
en cada frase, que era su inspiración, que ella siempre había estado presente
en su memoria. Cuando se abrió el telón, los aplausos no tardaron en escucharse
y a la primera frase Candy sintió una
especie de Deja Vú que hizo que se le enchinara la piel. Y por un momento creyó
que moriría cuando él le lanzó una mirada,
lo cual hizo que ella se sonrojara por completo.
Definitivamente Terry había nacido para hacer eso, en cada
frase ponía el alma y la gente se daba
cuenta de eso, había una nueva chispa en sus ojos y cuando volteaba a ver al
balcón de su amigo, la buscaba con la mirada
tratando de distinguirla entre sus amigos.
Y así se fue
desarrollando la obra hasta que el final llegó, Terry era quien tenía la última
escena y salió mientras una sola luz lo
alumbraba.
b “No
dejaremos pasar largos días sin haber ajustado cuantas con vuestras
afecciones y sin saludarlas por vuestra
parte. Mis thanes y parientes: desde hoy serán condes, y los primeros en llevar
ese título en Escocia. Lo que resta por hacer, y que debe instaurarse con las
nuevas circunstancias (como llamar a sus hogares a nuestros amigos desterrados
en el extranjero, que huyeron de los lazos de la vigilante tiranía; instruir el
proceso de los crueles ministros de ese verdugo muerto y de su infernal reina,
que, según se dice, se quito la vida con sus propias manos); esto y todo lo
demás que sea preciso y nos incumba, por la gracia de la Gracia, los
cumpliremos a su medida, tiempo y espacio. Así, pues, gracias a todos y cada
uno de vosotros, a quienes invitamos a vernos coronar en Scone” (clarines y
trompetas. Salen)
Cuando se bajo el telón,
los aplausos no se hicieron esperar, toda la gente se puso de pie
aclamando los nombres de Terry y su madre, había sido una actuación soberbia,
toda la gente se puso de pie. En al balcón de Candy todos estaban de pie aplaudiendo su actuación, Candy estaba muy
emocionada, recordaba la vez que li vio actuar en Chicago y realmente había
mejorado. Después de un rato de aplausos, la gente comenzó a salir y a reunirse
en el lobby, había una gran cena después de la obra, así que la gente salió para
dirigirse al hotel donde se realizaría,
los Andley que también estaban invitados estaban apunto de irse.
b Muy
bien chicos, llegó la hora-les dijo Candy-deséenme suerte
b Suerte
Candy veras que todo saldrá bien-le respondió Annie abrazándola y dándole lugar
a los demás para hacer lo mismo.
b Gracias,
bueno... es mejor que vaya, nos veremos en un rato-y justo cuando Candy dio la
vuelta, sintió como una mano la detenía.
b Será
mejor que no dejes escapar la felicidad esta vez-era Archie quien trataba de
darle animo. O se las verán conmigo los dos.
Candy solo atinó a sonreírle a su primo y siguió su camino
a la entrada del escenario. Mientras caminaba al escenario, empezó a sentir un
hormigueo en su estomago, eran los
nervios que no la dejaban en paz, y mientras más se acercaba al escenario más
intenso se asía. Al llegar al final del pasillo, no vio a nadie, decidió esperar un momento, si él no
llegaba, entonces sabría que realmente nunca le intereso, pero si llegaba sería
hora de enfrentar y hablar las cosas que pasaron hace poco tiempo. Candy se
sentó en una butaca de la primera fila y espero, habían pasado unos 5 minutos,
cuando sintió en el pecho una especie de punzada que le hizo alzar la cabeza.
Era él, en un sencillo traje color negro, parado frente al
escenario, se le veía más alto, más fuerte, más guapo, ella sintió que él aire
le faltaba al verlo a los ojos y ver que se acercaba cautelosamente. Ella se
levantó y empezó a caminar hacía donde estaba él, a cada paso que daba su
corazón latía con más fuerza, no podía creer que él estuviera ahí frente a ella
después de tanto tiempo, después de tantas lágrimas derramadas. Mientras tanto
él estaba aún más sorprendido, recordaba que era hermosa, pero la visión que
tenía frente a él era simplemente increíble, estaba más hermosa que nunca,
llevaba ese hermoso vestido en tono esmeralda que hacía que si figura se
enmarcara más, dejando ver las curvas de su cuerpo, ahora más maduro, el
cabello recogido y las joyas que él el había regalado.
Cuando los dos estuvieron frente a frente, no sabían que
decir, como empezar, el había bajado del escenario y la alcanzo a medio camino,
por un momento el silencio fue lo único que reino entre ellos, no era incomodo, simplemente era como si sus
almas se volvieran a conectar. Después de un rato él fue quien rompió el
silencio.
b Hola-dijo
él sin quitarle la vista de encima
b Hola-
respondió ella mientras sus mejillas se llenaban de carmín al ver la forma en
que la miraba.
b Me
alegra que hayas aceptado venir- le
dijo él invitándola a toma asiento por un momento, sabía que debía ir despacio
y no apresurar las cosas.
b No,
al contrario gracias por invitarme-le respondió ella, bajando la mirada- no
esperaba que te acordaras de mí después de tanto tiempo, y mucho menos que
recordaras mi cumpleaños, creo que debo darte las gracias por estos hermosos
regalos.
b ¿Cómo
podía olvidarme de la persona más
importante en mi vida?, ¿Cómo olvidar, a la única persona que creyó en mi
cuando nadie más lo hacía?-le decía mientras se acercaba más a ella, hasta que sus
rostros casi podían tocarse- ¿Cómo
olvidar quien hizo que recapacitara y volviera estar con mi madre? ¿Cómo
olvidar a la persona, que me enseño lo que es el amar a alguien y dar todo por
esa persona?
b ¿Quién
te oyera diría que te di una nueva vida? - respondió mientras su respiración se
aceleraba cada vez más al sentirlo a solo unos centímetros de su boca
b Y lo
hiciste, me diste una nueva vida y una razón por la cual vivir-decía mientras
su mano con un toque nervioso rozaba un poco su mejilla
b Pero
te abandone... –le dijo con un nudo en la garganta y los ojos cristalinos al
recordar lo que había pasado unos meses atrás- aquella noche en las escaleras
yo...
b Calla,
no fue solo culpa tuya-dijo tocando con su dedo índice los labios de
ella-también fue la mía, por no saber que hacer por no luchar, por no ir tras
de ti.
b No
podías hacerlo, ella te necesitaba a su lado-le dijo con una lágrima
humedeciendo su mejilla, mientras él la
secaba con el toque de sus manos
b Pero
yo necesitaba más de ti, no lo entiendes-le dijo mientras alzaba su cara para que lo viera a los ojos- cuando te
fuiste, mi alma y mi vida se fueron contigo, yo solo era una muñeco, un títere,
solo podía pensar en ti.
b ¡Perdóname,
por haberte dejado!-dijo bañada en llanto mientras abrazaba a Terrence con
todas sus fuerzas, y el correspondía abrazándola fuertemente, temiendo que
desapareciera- te extrañe tanto, esa noche también deje mi alma y vida se
quedaron contigo y no sabía si algún día lo recuperaría.
b Yo
tampoco lo sabía, pero ahora... -le dijo tomando su barbilla y secando sus
lagrimas en un gesto sumamente dulce- la vida nos da otra oportunidad para
enmendar nuestros errores, y no sé tu pero yo no quiero separarme de ti una vez más, te necesito y
quiero que continuemos con lo que dejamos hace unos meses- de repente Candy
ante su sorpresa vio como Terry rompía el abrazo y se arrodillaba frente a
ella buscando algo en la bolsa interior
de su saco
b Terry...
b Candy,
sé que no soy el mejor de los hombres, sé que he cometido errores, pero tengo
que decirte que TE AMO, que nunca nadie ocupara tu lugar y eso lo supe el
tiempo que estuve lejos de ti, por lo que ahora te pido... no te suplico que te
cases conmigo, quiero despertar cada día de lo que me resta de vida despertando
a tu lado. Candy ¿Aceptarías ser mi esposa?
Candy estaba asombrada, nunca pensó que con el reencuentro
de ellos sucediera algo así, se había quedado sin había se había puesto muy
nerviosa, pero con todo eso no dejaría escapar la felicidad una vez más. Terry
por su parte esperaba la respuesta de ella, nervioso por que no sabía que era lo que
le respondería la incertidumbre lo tenía algo temeroso, pero solo duro
un momento cuando vio que ella le hacía un gesto para que se levantara, y cual
fue su sorpresa cuando ella se volvió abrazar a él y le dio un beso que decía más que mil palabras, el correspondió a este con una sonrisa. El beso
empezó como un pequeño roce de labios, después
se volvió más intenso, él empezó a imprimirle la pasión y todo el amor
que había guardado por años desde la primera vez que la beso, sin saber como
ella entre abrió los labios permitiéndole acceso total, sus cuerpos estaban unidos a un abrazo intenso y el beso
se hizo a un más largo.
Cuando el beso terminó los dos tenían los ojos cerrados,
sus respiraciones eran agitadas, pero todo estaba perfectamente bien, todo era
perfecto y nunca más estarían lejos uno del otro. Después de un silencio largo
ella le respondió.
b TE
AMO, y nada me haría más feliz que ser tu esposa
Él abrió los ojos la separo un poco, sonrió y deslizo en su
dedo anular el anillo de compromiso, Candy se sorprendió al ver el anillo era
hermoso y ese tono rosa era algo magnífico. Terry le platico la historia de él
anillo y ella quedo sorprendida por lo
que había dicho él padre de Terry acerca de ella. Unos minutos después de esto,
ambos se retiraron a la fiesta, donde sus amigos esperaban con curiosidad de lo
que había pasado con ellos.
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Ellos no lo podían saber, pero mientras pasó todo, unos
ojos azule había visto toda la escena y
brillaron maliciosamente al ver el anillo que entregaba Terry a Candy. Ese era
su objetivo y ahora podría conseguirlo, pero tendría que esperar unos días
más hasta el día de la presentación de
Sir William Andley, y claro que sus socios le dieran todas las indicaciones
para empezar el plan.
Continuara...
Notas de la
autora:
Hola a todos y
todas, se que me tarde mucho con este capitulo pero debido al trabajo, pero
aquí lo tienen, terminado, espero que les guste y ahora que tengo mas tiempo
prometo no tardarme para escribir el siguiente. Cualquier sugerencia, tomatazo
y felicitación màndenlo a mi mail helenlashmik@hotmail.com