Capitulo
13
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Resplandor de Esperanza (2da. Parte)
Kaoru
miraba impaciente hacia el exterior de aquel refugio que no solo los
resguardaba de la nieve y el frío intenso, sino de también aquellos seres
malignos que los merodeaban. Observó a aquel monje, el cual había sido
beneficiado por la llegada de ella y Yue, había sido salvado por ello. No había
sido hasta entonces que Kaoru hubiese visto bien a Kazuo Itami... Era un hombre
ya de mediana edad, su cabello era negro cubierto ligeramente con algunos
rastros de incoloración, y sus ojos de un color marrón con tonos tristes; él
había reposado y recuperado sus fuerzas perdidas después de aquella terrible
experiencia en la que pudo haber muerto. Estaba dispuesto a ayudar a aquella
pareja, regresar el favor... Sabiendo aun así que sería casi un acto suicida...
Repentinamente escucharon un terrible chillido proveniente
del exterior, uno que resonó diferente a la de los Hombres Cabeza de Araña que
custodiaban aquel lugar. Ante aquel aterrador llamado, las criaturas le
respondieron emitiendo un sonido similar. Kazuo sintió cómo es que las arañas
hubiesen comenzado a movilizarse, alejándose nuevamente y internándose en las
sombras del lúgubre bosque...
Kazuo:
Se han movilizado ante el llamado de su patriarca- dijo al volverse hacia la
chica.
Kaoru:
¿Cree que sea seguro el salir?
Kazuo:
No habrá mejor momento que este- dijo al rejuntar su bastón- Seguramente, la
Acromantula este reuniendo a los suyos para algo especial... oh simplemente que
se ah sentido temerosa y desea toda la protección posible- explicó.
Kaoru:
¿Qué es lo que recomienda que debemos hacer?
Kazuo:
¿Debemos?... Creo que es una misión de una sola persona en este caso- añadió al
querer salir de la pequeña cueva.
Kaoru:
Temo que no lo dejare ir tan fácil, iré con usted- dijo interponiéndose en su
camino.
Kazuo:
No hay nada que puedas hacer, pero yo si... tengo algo preparado para esos
engendros aquí mismo- comentó muy confiado al sostener con firmeza su báculo.
Kaoru:
Sé cómo defenderme- añadió.
Kazuo:
Claro... no es por ofender, pero no lo hizo nada bien allá atrás hace algunos
momentos...- dijo como un golpe bajo para la maestra del estilo Kamiya Kashin.
Kaoru:
Esta bien... acepto eso... Pero ahora sé a lo que enfrentamos y le aseguro que
voy preparada....
El
monje observó determinación en los ojos de aquella mujer... Era extraño en ojos
tan jóvenes en esta era... Y mucho mas el que se tratase en los de una mujer...
Kaoru:
... Vas preparada con disposición... Pero no veo que tengas ya un arma...-
comentó. Kaoru entonces recordó que había perdido su espada de madera allá atrás.
Kazuo:
Sin embargo, tengo esto que podrá serte de utilidad- añadió al entresacar algo
de entre sus largos ropajes- Sé que sabrás mejor que yo el cómo usarla...
Kaoru
contemplo aquella kodashi envainada que le extendió el monje- La tome, en
nuestra huida anterior de entre alguno de los capullos- había dicho él.
Kaoru
sabía que el estilo Kamiya Kashin no había sido ideado para derramar la sangre
de otros, simplemente para llevar la labor mas noble de todas, el proteger a
los demás y protegerse a si mismo, era mas una arte en la defensa que de
ataque... y no era costumbre el llevar a cabo aquel estilo con una arma con
filo... Estaba fuera de su filosofía a la no violencia y todas sus
convicciones. La tomó ciertamente titubeante, pero la sujeto al final con firmeza.
El que aun poseyese el estuche serviría para poder utilizarla con ello
puesto... Aunque se trataran de criaturas malignas, no tenia deseos de utilizar
el estilo de su padre para destruir vidas...- Esta bien, estoy lista, cual es
el plan?
Kazuo:
Unas de mis prioridades es terminar con lo que empecé al venir aquí en primer
lugar, ahora sabiendo lo que sucede sé cómo debemos actuar... Debemos eliminar
a la Acromantula que esta a la cabeza de todas las demás... Muchas presencias
sobrenaturales se están movilizando justo hacia el norte, se están reuniendo y
es justo lo que necesito para actuar.
Kaoru:
¿dónde entrare yo?
Kazuo:
Si nos descubriesen, confiare en ti para que me des el tiempo necesario para
terminar el conjuro con el que impregnare este báculo... pero a consecuencia
terminare tan exhausto que espero el que tu puedas terminar el trabajo... Es
algo que te explicare en el camino, ven, sígueme que hay poco tiempo para
lograrlo- añadió al comenzar su camino hacia el exterior. Seguido muy de cerca
por Kaoru Kamiya quien había preferido viajar ligero aquella vez y dejo todas
sus pertenencias atrás.
Sentía
todo su cuerpo desfallecer... Ningún rastro de fuerza quedaba en su cuerpo malherido y agonizante.... Aun no estaba
muerto, eso lo sabía puesto a que aun era capaz de percibir algunos sonidos, y
su olfato constantemente había detectado algunos variados olores, entre ellos
el aroma repugnante de aquellos insectos que lo mantenían cautivo, y cadáveres... así como el olor de su propia
sangre impregnada en sus ropajes que emanaban de las heridas dentro de las
cuales aun restos de esas criaturas se albergaban en sus entrañas... El dolor
ya había dejado de extenderse en todo su torso, ahora solo quedaba un despojo
de lo que realmente era. Si pudiesen mirarlo sentirían cierta lastima al verlo
en aquel estado; su cabeza caída, al carecer de fuerza alguna, era la única
parte de su cuerpo que no se encontrase adherido a la seda de la telaraña. Por su rostro corrían numerosas gotas de
sudor, ligeros síntomas del malestar que estaba consumiendo su cuerpo y
lucidez...
Desconocía
el tiempo que había estado en aquel lugar... Pero sus sentidos aun se mantenían
ciertamente alerta a su alrededor.
Sin
saberlo, se encontraba en medio de aquel nido monstruoso; inmovilizado
completamente por la constancia de la seda misma. Sabía que si no lo habían
matado aun, o aun no se encontrase en
el interior de alguno de esos capullos, se debía a que buscaban algo más de
él... qué podría ser, no tenia idea, ni le importaba en aquellas alturas...
Solo tenia deseos de entregarse a la inconciencia al sentirse tan exhausto...
Pero eso es algo que las criaturas no le permitirían.
Los
hombres cabeza de araña que custodiaban aquella parte del nido se movilizaron a
terrenos más alto al ver cómo es que mas de sus hermanas llegasen y tomasen
algun lugar entre las copas de los frondosos y oscuros árboles que los
protegían de la nieve y les permitían poseer un buen escondite. Todas ellas
sabían que su patriarca estaba por arribar.
Escuchó
cierta conmoción de parte de aquellas criaturas, todas en unísono como si
fuesen cánticos o alabanzas, que fueron respondidas por un gran estruendo que produjo
el sonido de las fauces de alguna otra bestia, que por el nivel sonoro que
produjo, debía ser algo enorme... Yue no intentó abrir sus ojos, pero la
curiosidad comenzó a invadirlo cuando sonidos extraños comenzaron a llegar a
sus oídos, sería difícil el poder explicarlos, pero eran tan resonantes y
continuos que lograría aterrorizar a cualquiera. Yue logró levantar su vista,
hacia el frente, solo para que una enorme extensión de alguna criatura
mantuviese su barbilla arriba y que él pudiese verlo.
Los
ojos casi felinos del guardián, permitieron exteriorizar la sorpresa que este
pudo haber tenido al ver a aquel monstruo tan inmenso frente a él... Podría ver
su claro reflejo en aquellos cuatro pares de ojos negros que la gran cabeza de
aquella monstruosa Acromantula poseía... Era una criatura tan inmensa, sus
numerosas patas eran gruesas y de gran longitud, al igual que las tenazas que
tenía como hocico...
Yue
sentía bajo su barbilla el áspero pelaje que cubría aquella pata de la araña
que mantenía su mentón arriba.
-
.... Así que... eres tu uno de los estorbos para el amo Gao..- escuchó de una
voz grave y sonora proveniente de la acromantula. Yue sabía de antemano que
aquella criatura tenia la capacidad de hablar como humano y darse entender a
los demás... Pero jamás lo creyó del todo... hasta hoy- ... No eres lo que
esperaba... Tampoco eres un ser como yo... El repugnante aroma de un humano
rodea tu esencia...
Yue
observó sin miedo a la criatura, y esto parecía complacerle. La acromantula
miró un momento hacia arriba, pudiendo
notar la presencia de todos los suyos, oh por los menos sus ojos que parecían
carbones encendidos- Vean aquí amigos míos- comenzó a hablar a las leales
criaturas- Es esto lo que debemos temer en un futuro... Seres creados por la
raza humana que desean suplir nuestro lugar que la naturaleza nos ah dado... El
nuevo mundo que el Señor Gao nos promete estará fuera de esta repugnancia...
Yue:
... ¿qué es lo que tienen.. que ver con ese hombre?..- logró preguntar
levemente, algo que la araña hubiese creido aun él pudiese hacer.
-
Ah... así que aun tienes la fuerza para hablar... Veamos si con esto puedes
hacerlo con más fuerza...- añadió cuando una de sus patas se hubiese colocado a
sus espaldas y que esta comenzase a remover con lentitud las extremidades de
las arañas que aun se mantenían atravesándolo, causándole mucho dolor que
complacía a la acromantula, pero el guardián era un tanto orgulloso y evitaría
el que alguna exclamación escapase por sus labios mientras que su sangre
comenzase a salir con mas abundancia ya que había disminuido un poco- El amo
Gao fue muy explicito en cuanto qué se debería hacer con ustedes... Pero antes,
necesitamos un favor- añadió casi en un susurró, al estar mas cerca sus tenazas
al rostro del guardián, quien no sabía como es que no se había desmayado ya...-
Necesito que hagas algo por mi primero... que me entregues el shintai que mi
amo, Gaho Etsuke, requiere con importancia...
Yue:
... ¿Cómo es que tú... puedes estar al lado de ese hombre?.... Como criatura de
la naturaleza... sabrías perfectamente lo que ocurriría si él... encontrase el
Amano Nuboko...
-
Él nos ah prometido sobrevivir... regresarnos lo que el hombre normal nos ah
arrebatado, nuestras tierras y riquezas minerales...- habló con cierto
resentimiento- Nosotros somos criaturas que hemos compartido este mundo al lado
del hombre... Alguna vez compartimos todo lo que había en este planeta por
igual, vivimos lado a lado... pero conforme el hombre comenzó a volverse
ambicioso y supersticioso, nos obligaron a tener que vivir en la oscuridad, en
los lugares mas recónditos de la tierra, escondidos... Somos considerados
demonios, cuentos para asustar a los niños... han dejado de creer en
nosotros... y nosotros estamos obligados a permanecer en el anonimato de todos
aquellos... Solo los conocedores de la magia saben de nosotros y son ellos
mismos quienes nos han relegado a deber escondernos de cualquier ojo humano...
Ellos han hecho las reglas que han limitado nuestra existencia y libertad.
Yue:
... Donde hay caos... pocos deben sobresalir para poner el control...- murmuró,
solo recibiendo mas dolor por sus palabras- ... Tienen rencor hacia el
hombre... y aun así... ¿trabajan y confían en uno?- preguntó agonizante.
-
El amo Gao es diferente... Él fundara un nuevo orden, con nuestra ayuda, y así
tendremos nuevamente un lugar acorde a nuestras necesidades... Él lo ah
prometido y por ello es merecedor de nuestra ayuda, de cualquier criatura como
nosotros... No sabes, lo que es haber confiado y ser traicionado por los
humanos... No eres como nosotros ya que tienes privilegios al ser un engendro
de la magia humana. No sabes como es que odiamos a los de tu clase, al igual
que a los humanos, seres tan mediocres...
Yue:
... Ciertamente los comprendo... no saben cuento...- murmuró cuando un hilo de
sangre se hubiese derramado de su labio mientras que la acromantula no dejaba
de remover los restos incrustados en su pecho. Pero ante las palabras de la
criatura, esta se detuvo.
-
¿Cómo podrías? solo eres una aberración de la naturaleza...
Yue:
... Yo sé... lo que es confiar y ser traicionado... por la raza humana...
-
Si eso fuese cierto... No serías considerado enemigo del amo... En vez de eso
ayudas a los humanos... te arriesgaste mucho para salvar a una...- comentó- Es
un desperdicio... Te arriesgaste tanto y ella huyo , y ¿acaso ah intentado algo
para ayudarte?... No ¿verdad?, el único humano bueno y digno, es el que esta
muerto... Ahora, agradécele a esa humana estos momentos de dolor agobiante... y
solo me detendré hasta conseguir lo que quiero- añadió la criatura al comenzar
a torturarlo nuevamente, esta vez logrando que él emitiese gritos que dejaron
exteriorizar su dolor, y en medio de aquella lluvia de sufrimiento, pensó un
poco en lo que la acromantula había dicho, sobre Kaoru... Se había arriesgado
él tanto para protegerla y no había hecho nada para sacarlo de esta
situación... Realmente, el haberse arriesgado por su seguridad había sido algo
intuitivo para él, jamás pensó en lo que esperaba de ello... pero ahora... El
dolor podría confundir cualquier mente y convicciones, y llevar a las malas
impresiones...
Yue:
... ¿Qué es lo que quieres de mí?!- preguntó invadido de dolor.
-
Ya te lo dije, el que me brindes el shintai que se resguarda en esta zona...
Yue:
Yo... Yo no sé nada sobre él!
-
Pero hasta ahora eres el único que puede alcanzarlo por mi...- la acromantula
detuvo aquella tortura cuando hubiese sido capaz de extraerle al guardián
aquellos trozos de su cuerpo, liberándolo de una gran carga para el ángel-
Nuestros sentidos son capaces de notar el intento de trampa que intentaron
tendernos... El shintai de esta región no se encuentra en el templo, sino en
una cueva al pie de la montaña... La localización fue fácil... pero no podemos
entrar.. Esta cubierta por un conjuro, ninguno de nosotros es capaz de
entrar... lo intentamos con un humano pero igualmente fue imposible... así que,
si ni las bestias ni los humanos tuvieron oportunidad.. ¿qué tal el intentarlo
con un híbrido de ambos?...
Yue:
... ¿quieres que te ayude?... por eso es que aun me mantienes con vida...
-
Precisamente... serías un apetitoso bocadillo... Pero si cooperas con nosotros,
te permitiré vivir...
Kazuo
y Kaoru habían sido muy cautelosos para movilizarse entre aquellos oscuros
bosques. Kazuo conocía bien la zona, y su habilidad de encontrar la presencia
de criaturas mágicas o sobrenaturales, era de mucha ayuda, para anticipar en
dónde se encontraban y poder evitarlos. Los hombres cabeza de Araña también
poseían esa peculiaridad, y el monje lo sabía, pero con lo que no contaban es
que él tenía métodos para evitar el ser detectados; había realizado un rezo
sobre ambos y serían indetectables para cualquier criatura.
Conforme
mas avanzaban, mas claramente era audible una voz... una lúgubre y resonante voz,
acompañada de un gran barullo de gruñidos de las arañas que erizarían la piel a
cualquiera. Finalmente, ambos fueron capaces de encontrar una excelente
posición para darse cuenta de la situación, sin dejar de ser cuidadosos; que no
pudiesen localizarlos por su presencia no significaba que no pudiesen verlos
con sus numerosos ojos o ante algun sonido que ellos realizaran. Kaoru no se
sentía muy cómoda tras una situación de tal magnitud... Y el verse rodeada de
aquellos grandes capullos, sabiendo su contenido, comenzaban a ponerla
nerviosa.
Kazuo:
Observa- le pidió a la joven después de deslizar suavemente algunos arbustos
para poder ver cual es la situación.
Kaoru:
Yue. Esta vivo... gracias a Dios- susurró más que aliviada.
Kazuo:
Pero se encuentra bien acompañado... Que gran Acromantula, creo que es la más
grande que eh visto... Será todo un reto- añadió ligeramente sonriente,
recordando sus tiempos de juventud en los que iba de un lugar a otro
exorcizando demonios o destruyendo criaturas como aquellas que se convertían en
una plaga peligrosa para todos- Muy bien Kamiya-san, ahora dispondré a realizar
el conjuro del que le hable, y esperar que todo salga bien...
Yue:
..... ¿qué te hace pensar... que cooperare contigo?...
-
No creo que tengas muchas opciones... Además, si lo que dijiste hace un momento
es cierto, sobre haber sentido la traición de la raza humana, acaso ¿no te
gustaría librar a este mundo de los humanos inútiles, de los que te temen y
desprecian?...
El
guardián no pudo evitar recordar un poco aquella mala experiencia... Pero las
palabras de su amo comenzaron a alejar aquellos malo recuerdos "No debes
dejarte llevar por la impresión que unos pocos te dieron..." había dicho
él hace tiempo...
-
Sería tentador ¿no te parece?...
Yue:
... Sí- respondió debilitado- ... es muy tentador... Pero solo para aquellos...
quienes han tenido el infortunio de solo conocer el lado malvado del hombre...
Si fuera como ustedes tal vez tendrían mejor oportunidad de hacerme cambiar de
parecer... pero como lo dijiste antes... jamás seré como ustedes... porque
aprecio ese vinculo que tengo con un humano por el cual daría mi vida... al
mismo humano por el que estoy aquí, y al cual no pienso traicionar!- habló
tratando ligeramente de juntar un poco de sus fuerzas, pero le era imposible.
-
Veo que fue tonto el creer que podrías ser de utilidad... De acuerdo...
entonces ahora solo serás mi alimento, será la primera vez en la que coma uno
de los de tu clase, solo espero y que no me causes indigestión- añadió la
criatura al abrir sus fauces dispuesto a devorar a su presa.
Si
tan solo pudiese moverse... pero todas sus extremidades estaban tan adheridas a
la telaraña que no tenía ni una oportunidad para defenderse... Súbitamente,
ocurrió algo inesperado...
La
acromantula chilló violentamente cuando una espada malgastada se hubiese
enterrado en uno de sus ocho ojos, logrando en su trayectoria liberar un brazo
del guardián. La acromantula se alejo al sentir aquel enorme dolor, sus
seguidoras se pusieron alerta al verla tan desesperada y fuera de control.
Todas ellas buscaban al atacante de su Patriarca, hasta que pusieron sus
nefastos ojos sobre Kaoru Kamiya, quien ante ver la precaria situación en la
que Yue se encontraba, no dudo en salir de su escondite, después de haber
buscado algo que le fuese de utilidad, y ahí, como si el destino la hubiese
colocado en aquel lugar, pudo observar una derruida espada sobresaliente de un
capullo, una espada que no salvo a su propietario pero si ayudo a salvar otra
vida. Ella había actuado de forma inconsciente ante el peligro que él corría,
sin escuchar al monje.... Y ahí estaba, sintiéndose un poco fuera de lugar en
aquella situación.
Yue:
Kaoru...- susurró sorprendido de que estuviese ahí, y hubiese sido tan oportuna.
Le alegraba verla sana y salva... y aun en su debilidad, el que tan solo
estuviese ahí comenzó a lograr que se sintiese repuesto, más bien, que fuese
capaz de guardar la sensación de dolor y cansancio...- Kaoru!! Vete de aquí,
pronto!!!- le pidió al ver como es que los hombres cabeza de araña que se
encontraban en los árboles descendieran rápidamente hacia quien había herido a
su patriarca, quien aun se veía afectado por el dolor.
Kazuo:
Muchacha tonta...- murmuró aun preparando aquel hechizo sobre su báculo el cual
comenzaba a cubrirse de un aura de
color violeta.
Kaoru
tomó posición de combate con aquella kodashi envainada entre sus manos, lista
para recibir a las criaturas. Por lo menos ya tenia una ventaja, ante el ataque
al líder, todos se dejaron ver frente a ella, por lo que no habría ataques
sorpresas de nuevo...
Yue:
No seas tonta! Corre!- lo intento nuevamente, pero Kaoru no cambio su
expresión.
-
El aroma de un humano!... es despreciable! elimínenla!- ordenó furiosa la
acromantula cuando se hubiese sobrepuesto un poco.
Una
por una, aquellas criaturas con sus movimientos rápidos fueron contra la mujer,
quien con actitud agresiva se defendió, golpeando a los hombres cabeza de araña
quienes poseían movimientos torpes, y para la maestra del estilo Kamiya-kashin,
era fácil el precisar lo que harían.
Con
su mano libre Yue lanzó su ataque de hielo, evitando que todas las criaturas
perdiesen el interés en Kaoru momentáneamente.
Yue:
... Maldición!... si tan solo pudiese... recuperar mis fuerzas...- pensó
agotado después de aquel intento de ayuda.
-
Olvidas acaso, cual es el origen de tu verdadera fuerza?- escuchó el guardián,
pero no por parte de la acromantula, o de Kaoru...- La fuerza por la que vives
y luchas siempre se encontrara intacta mientras yo lo este... no lo olvides, en
todo momento, mi fuerza será tuya, la condición de tu cuerpo y tu cansancio no
logra que la pierdas...
Kaoru
se mantenía firme aun cuando las criaturas hubiesen comenzado a trabajar con
más sincronización. Cuatro de ellas dejaron escapar su telaraña hacia la joven,
pero esta vez fue lo suficientemente ágil para esquivar aquellos abundantes
ríos de seda, Kaoru tomó ese momento en que bajaban la guardia para lanzar su
telaraña para acercárseles con rapidez y golpearlos violenta y
calculadoramente, tal y como siempre ella había actuado. Pero aunque sus golpes
fueran duros, no lograban mantener demasiado tiempo fuera de combate a las
arañas.
Yue,
aun aprisionado, observó cómo es que la Acromantula se encontraba deseosa de
intervenir. No podía permitir que lastimase a Kaoru... jamás se lo perdonaría.
Con su extremidad libre, logró que su
de energía la rodease formando la hojilla cortante con la que se liberó,
atrayendo la atención de la Acromantula y algunas otras criaturas. No sentía
las fuerzas suficientes como para volar, por lo que una vez que hubiese caído
al suelo no muy bien librado, su técnica de espadas de hielo se dispersaron con
rapidez sobre las cabeza de araña, a algunas tomo desprevenidos, pero otras
tomaron a sus compañeros heridos como escudos para evitar ser alcanzados por el
hielo. Las criaturas se dieron cuenta de su error al encontrarse juntas, por lo
que comenzaron a dispersarse. Yue se hubiese puesto de pie, de no ser porque la
enorme pata de la acromantula lo tumbó y retuvo en el suelo, intentando
cortarlo en dos con las tenazas de sus fauces, logrando solo herir su brazo ya
que antes que lo alcanzase desplegó una fuerza invisible que lograba mantener
al margen las fauces de la bestia.
Kaoru
observó que Yue necesitaba cierto apoyo, pero aquella distracción fue una
excelente oportunidad que las criaturas aprovecharon, una de las cabeza de
araña se lanzó sobre ella, Kaoru apenas y reacciono para haber interpuesto la
kodachi cuando saltó y cayó sobre ella, las fauces de la criatura mordieron el
arma, intentó arrebatársela, pero Kaoru apoyó bruscamente uno de sus pies sobre
el pecho de la criatura para que le sirviese de apoyo una vez que se dejase
caer hacia atrás para así arrojarlo por los aires. Kaoru intentó levantarse del
suelo, pero se percató que sería recibida por una columna de telaraña que una
criatura lanzó desde los árboles, la joven interpuso nuevamente su arma para
evitar ser atrapada, enredándose casi por completo la kodachi excepto el puño
por el cual Kaoru aun la sujetaba, sabía que si la perdía estaría acabada. De
un fuerte tiro, la araña espero lograr desarmarla, pero lo único que hizo fue
el privar la funda por la cual estaba cubierta la hojilla del arma por Kaoru.
Ciertamente Kaoru Kamiya no se percato de eso, ya que cuando hubiese sentido
liberada su arma, la utilizó para defenderse de una de las criatura que
deseaban atacarla a traición, por lo que rápidamente se volvió y golpeo a la
criatura por el cuello, esperando con aquel movimiento solo golpearlo, pero
cuando la sangre chispeo en su rostro y vestimentas se dio cuenta de lo
sucedido había sido demasiado tarde.
La
criatura cayo medio decapitada a sus pies... Kaoru observó aquella sustancia
oscura en la reluciente hoja de metal y se sintió ciertamente asustada... En
sus manos jamás había tomado un arma que hubiese derramado sangre de cualquier
tipo... El chillido de las demás criaturas se dejo escuchar ante la muerte de
aquel ser en especial, puesto que había sido eliminada por un ser humana...
Kaoru
sintió deseos de soltar el arma en ese momento, había traicionado la filosofía
de su estilo... Se sentía temerosa después de haber realizado tal acción...
Pero el darse cuenta que los monstruos hubiesen reanudado un ataque, le impidió
el que la soltase y con funda o sin funda la utilizo para defenderse... El
miedo a la muerte fue más grande que su conciencia como para no utilizar la
kodashi que aun sostenía, la oprimió fuertemente entre sus dedos y sin
miramiento alguno la utilizó de acuerdo a su estilo de pelea.
Yue
intentaba mantenerse al tanto de lo que sucedía con la joven, pero tenía sus
propios problemas... Pero lo que en ese momento ocurría logró que encontrase
poder en donde creyó que ya no abría; logrando hacer retroceder a la
acromantula con su presencia. La bestia intento aplastarlo con sus enormes
extremidades, Yue las combatió al envolver ambos brazos con hojas de energía, con las cuales pudo evitar
el ataque directo al golpearlas, esperanzado que pudiese cortarlas pero solo
chocó contra ellas como si fuesen de acero, sin hacerles ningún daño, justo
como las pinzas en su boca. Fue capaz de levantarse en vuelo, siendo rápido en
sus desplazamientos aun con aquellas heridas recientes en su pecho. En el aire
la enorme tarántula aun deseo tenerlo como presa. Yue sobrevoló sobre la
criatura y utilizó su técnica de hielo cortante, pero el hielo al chocar contra
la áspera piel de la bestia se despedazaban sin causarle daño. Sorpresivamente,
de las fauces de la araña salió disparada una columna de ácido, la cual Yue esquivo por mero instinto y solo
hasta ver como es que reaccionaba
contra el suelo y sobre algunos cabeza de araña que murieron consumidos por el
ataque de su patriarca.
Los
ataques de ácido continuaron, debiendo el guardián maniobrar ágilmente,
realizando algunas piruetas aéreas, aprovechando que los disparos de aquella
sustancia cayeran sobre las indefensas arañas a quienes la acromantula ya no
tomaba en cuenta.
Muy
tarde, la bestia se percato de lo que sucedía, y al hacerlo se sintió colérico
con el engaño, emitiendo una exhalación que dejo escapar su furia, para después
encontrar su oportunidad. El ácido nuevamente salió de su boca, pero esta vez
sobre Kaoru quien no tenía hacia donde correr, sin mencionar que sus piernas se
paralizaron por la ola de ácido cerniéndose sobre ella.
Yue
se percató de ello no siendo muy tarde como la ultima vez, sus alas
sobrepasaron el limite de lo que comúnmente podían dar al solo verla en
peligro. Voló hacia la humana y se aferró a ella al intentar apartarla del
rango de alcance, lográndolo satisfactoriamente, pero sus alas alcanzaron a ser
chispeadas por algunos rastros de la
sustancia. Kaoru se sujetó con fuerza de Yue cuando él no hubiese podido
sostenerse en el aire, debiendo descender en un aterrizaje forzoso, pero aun en
la caída, el guardián se las ingenio para él recibir todo el impacto de la
caída.
Kaoru
un tanto aturdida abrió sus ojos, y observó como es que se encontraban
indefensos y rodeados por el enemigo, y la acromantula comenzaba a acercarse
peligrosamente. Lo que restaba del nido se había dejado ver y concentrado en un
mismo punto... justo lo que el monje estaba esperando.
Kazuo:
... Kamiya-san! protéjanse!!!!!!- exclamó un tanto exhausto antes de que
hubiese lanzado el báculo de modo que al caer se hubiese incrustado en el
suelo, cerca de todas las arañas; ante el movimiento del rosario del monje y
las resonancias de los aros del bastón, el resplandor de este se intensifico e
inundo el suelo a su alrededor, subiendo por las extensiones de las criaturas
que tenían contacto con el suelo.
Yue
intuitivamente atrajo a Kaoru hacia él, hubiendo envuelto a ambos bajo la
protección de las alas del guardián. Ordinariamente, eso no hubiese bastado
para protegerse de tal suceso, pero la fuerza de alguien que posiblemente tenía
grandes influencias, fue capaz de interceder por ambos, formando un campo que
protegió a los dos.
Los
chillidos de las criaturas retorciéndose por el paso de aquella energía mística
por sus cuerpo helarían la sangre de cualquiera, fue por ellos mismos que Kaoru
se aferró con mas fuerza al guardián al sentir miedo y buscando conforte entre
sus brazos.
Todos
los hombres cabeza de araña se deshicieron en fuego púrpura, una a una,
quedando la acromantula aun con vida, su tamaño era un factor importante para
no ser vencida con tanta facilidad y eficacia a diferencia de las demás. La
bestia, entre chillidos agonizantes, pudo divisar al monje que había sido autor
de aquella treta... Los ojos de la acromantula mostraron consternación.
-
.... ¿Tú... pero... cómo?!!!!- gimió entre las flamas.
El
monje simplemente agitó su rosario una vez más y la acromantula había terminado
de consumirse por las llamas...
Todo
se encontró muy silencioso entonces... después de aquellos gemidos agonizantes,
el silencio prevaleció nuevamente en aquel bosque.
Las
alas del guardián se desplegaron para descubrirlos nuevamente. Kaoru se
mantenía abrazada a Yue aun... y no se sentía deseosa de cambiarlo... Pero
cuando el guardián hubiese querido separarse de ella, su cuerpo pareció perder
toda fuerza y cayó al suelo, siendo atendido rápido por Kaoru.
Kaoru:
Yue... Yue por favor resiste...- murmuró sosteniendo su cabeza en su regazo. El
darse cuenta de la verdadera condición de la criatura logró que una
culpabilidad la golpease profundamente, y un sentimiento extraño pero a la vez
antiguo la acongojara tanto como para comenzar a llorar.
El
guardián aun lograba mantenerse conciente, sus ojos de hielo se concentraron en
el rostro de la humana, quien lloraba... ¿Por qué es que ella lloraba? se
preguntaba sin apartar su ojos de ella... Desconocía que los humanos pudiesen
llorar y sonreír al mismo tiempo de aquella forma en la que Kaoru la hacía en
aquel momento. Hubiese deseado poder preguntárselo, pero aunque sus labios se
moviesen su voz misma se rehusó al esfuerzo de hablar.
Kaoru:
No te esfuerces ahora, todo esta bien ya- dijo al colocar sus finos dedos sobre
los labios de la criatura para que no se esforzase en hablar, sintiendo en
aquel contacto la elevada temperatura que su piel poseía en esos momentos.
Kazuo:
¿Cómo se encuentra?- preguntó una vez que hubiese recuperado su báculo y se
acercó a la pareja.
Kaoru
no tuvo el valor como para expresar un diagnostico de acuerdo a lo que ella
veía... Sus ropas manchadas de sangre y la agitación de su pecho y garganta al
luchar por seguir respirando, y la manera en la que su cuerpo comenzaba a
contraerse por los escalofríos que el exceso de temperatura trajo consigo, era
suficiente como para darse una idea.
Kazuo
lo examino por unos momentos- Si fuese un ser humano como tu o yo ya estaría
muerto... Pero la manera de un organismo como este tiene diferentes maneras de
curación, por lo que si actuamos de prisa podrá salvarse- añadió.
Kaoru:
¿Qué es lo que podemos hacer?- preguntó preocupada.
Kazuo:
Primero debemos estabilizar su condición, bajar la fiebre de la infección que
la secreción corporal de esas criaturas en la sangre produce en los seres
vivos- explicaba observando los rastros de cierta sustancia ajena a la sangre
que rodeaba las heridas del ángel- Temo que habrá que arriesgarnos a moverlo,
llevarlo a mi templo, si es de voluntad fuerte sobrevivirá el traslado.
Kaoru:
No veo que haya otra solución...- habló con angustia al volvérsele y
mostrándose serena ante su mirada de hielo, en la cual pudo notar un ligero
toque de calidez.
Aunque
el guardián lograse mantener sus ojos abiertos, no significaba que entendiese lo
que aquellos dos humanos hablaban. Su condición era tan deplorable que sus
sentido se habían consumido con rapidez y ni un sonido su oído era capaz de
captar. Pero eso no importaba... mientras aun pudiese contemplar el rostro de
la humana con solo eso podía sentirse seguro y protegido pese a conocer mejor
que nadie la situación por la que pasaba... Mientras ella le sonriese
significaba que aun había esperanzas... Podría confiar en verla de nuevo cuando
hubiese perdido el sentido completamente en sus brazos.
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En
alguna pequeña choza en las montañas cerca de la gran ciudad de Kyoto.
Con
una construcción sencilla pero firme, posiblemente era una vivienda en la que
algun leñador o ermitaño vivía. La temperatura en el interior era la adecuada,
y solo el sonido de las brazas era lo que indicaba que aun había un inquilino
dentro de ella.
El
bosque y la nieve rodeaban la construcción. Como si se hubiese tratado de un
espíritu del bosque, una silueta tomo forma, realizando casi una aparición
fantasmal. Su túnica se ondeo con el viento una vez que comenzase a moverse,
acercándose a la cabaña, olfateando el aire para asegurarse de que quién
buscaba efectivamente se encontraba ahí... Reconocería el aroma de ese sujeto
en donde fuese, sin mencionar que el olor a muerte era detestable para sus
sentidos.
Sus
ojos tintos se abrieron paso al interior de la construcción. Dentro, sintió la
agradable sensación del calor de las llamas. No se preocupo por examinar el interior,
ya que sus ojos se afianzaron en la única silueta que respiraba en el lugar.
Sus pies se abrieron paso sobre el mismo cuerpo de algun cadáver, seguramente
del originario propietario de la cabaña. Heizo se detuvo al tratar de guardar
cierta distancia con aquel sujeto, cuyos ojos parecían perdidos en la danza
hipnotizante del fuego frente a él que destellaban en su mirada. No se
dirigieron palabra hasta que la mano derecha de Gaho hubiese decidido tomar la
palabra.
Heizo:
Me puedes explicar qué es lo que estas pensando- habló con cierta rudeza.
-
¿de qué me hablas?- preguntó con aire de ignorancia aquel hombre de coleta
alta.
Heizo:
Sobre lo que ocurrió el día de hoy, has llamado ya demasiado la atención, ¿qué
derecho crees que tienes para actuar de esa manera tan libre y sin medir tus
acciones?!- lo recrimino- La policía de Kyoto y a sus alrededores se encuentran
en constante alerta solo porque has abusado de lo que se te ah dado!
-
El señor Gaho me dio la libertad de actuar a como se me plazca mientras
obedezca sus ordenes- dijo despreocupado sin volverse a él si quiera- Además,
no lo hice solo por diversión... bueno, sí tal vez un poco, pero, eso mantendrá
a la policía lejos de entrometerse en los planes del señor Gaho a futuro...
están tan ocupados buscando un rostro, que no le tomaran importancia a lo que
ocurre en las afueras o provincias pequeñas e insignificantes en donde la
verdadera acción se esta llevando a cabo, sin mencionar que han dejado un poco
desprotegida el interior de Kyoto por lo que será fácil el movilizarnos y
actuar como se nos plazca... creo que el Señor Gaho se sentirá complacido...
Heizo:
Y eso lo pensaste con tu cerebro de Lethifold* o como Battousai el
destajador...
-
¿Desconfías de mi acaso?...- preguntó al ponerse de pie y finalmente sostener
la mirada de su visitante- Yo creo que sí... O mas que desconfianza, creo que
son celos- habló con cinismo.
Heizo:
Mide tus palabras Lethifold...
-
Veo que no te agrada la competencia... ¿Qué sucede? ¿Temes que gane un mayor
valor para el señor Gaho, al punto en el que pueda desplazarte?
Heizo:
Nos somos iguales... Por qué temería de un inmundo ser como tu... Debajo de ese
rostro sigues siendo solo una inmunda masa putrefacta...
-
... Un golpe bajo... Por lo menos amigo mío, yo no dependo de Gaho Etsuke para
sobrevivir... Que él me hubiese otorgado esta nueva vida no es nada en
comparado el ser solo una criatura que nació de la nada... como tú... Los de tu
clase son tan despreciados por nosotros como no tienes idea...
Heizo:
Lo que los de tu clase opinen sobre nosotros no me interesa... Además, tal vez
no dependas del señor Gaho como yo... pero sigues dependiendo de otra
persona... Por lo que veo, somos criaturas igual de independientes, solo somos
parásitos, así que no hay nada de lo que puedas a señorearte ante mi...- habló
con despecho.
El
ceño del pelirrojo se frunció
débilmente ante el enfado que la insolencia de Heizo pudo causarle... Pero
logró contener sus deseos de ver su cabeza
atravesada por el filo de su espada.
-
No creo que solo hayas venido aquí solo para fastidiarme... ¿que rayos quieres?
Ya eh cumplido con lo que el señor Gaho me ha pedido...
Heizo:
Si, lo sé de antemano. Pero me envió a darte otras ordenes.
-
¿Por qué no pudo venir él mismo a hacerlo?
Heizo:
Él se encuentra atendiendo ciertos asuntos personales... Pero eso no significa
que puedas descansar y matar a tantos como se te plazca solo por
entretenimiento.
-
No puedes culparme... parte de mi estuvo demasiado tiempo inactiva y
ciertamente, fuera de limites que aprisionen sus acciones, esta un poco
'deseosa'...
Heizo:
Será mejor que comiences a medir lo que haces antes de que causes más problemas...
Ahora bien, tenemos a muchos de los nuestros en los cuatros puntos cardinales
en donde sin duda alguna se encuentra uno que otro shintai... Sabemos de
antemano que de igual forma, los otros tres restantes se encuentran cerca de
aquí, tenemos informes que un hombre en compañía de una criatura de Clow se
dispusieron a buscarlas... han encontrado uno...
-
Veo que ellos están mas preparados que nosotros- añadió burlesco.
Heizo,
quien omitió el comentario- Hay informes de que se dirigen al encuentro de un
segundo shintai...
-
Ah.. ahora entiendo.. Desean que los intercepte una vez que hayan encontrado
por nosotros esos dos shintais ¿cierto?
Heizo:
Precisamente...
-
Vaya, utilizar al pobre enemigo que hace tantos esfuerzos para encontrar lo
deseado, mientras que nosotros descansamos y nos divertimos... No esta mal para
provenir de un humano como el amo...
Heizo:
Sabes que no debes subestimar al señor Gaho... Siempre tiene preparado algo que
toma desprevenidos a todos sus enemigos...- dijo cuando hubiese dado media
vuelta y disponerse a partir del lugar.
-
No quisiera ser uno de ellos....- comentó- Bien, entiendo lo que me pides...
pero dime, ¿qué esperan que haga con esos dos una vez que dejen de ser de
utilidad?...
Heizo:
Lo que se te plazca...- dijo muy a su pesar al salir de la constricción.
-
Justo lo que quería escuchar...- sonrió maliciosamente, cuando al volver su
mirada fría y avivada por los deseos de un enfrentamiento hacia el fuego, sus
llamas se consumieron con el aire congelado que entro por la puerta y la cabaña
se cubrió en tinieblas.
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A
la luz de simples y pequeñas velas, Kaoru se mantenía en vela al lado del
guardián, atenta a cualquier cambio que su condición pudiese sufrir.
Con
ayuda de Kazuo, lograron traerlo hasta aquel templo y afortunadamente Yue logró
sobrevivir al traslado. Ni ella o el monje eran expertos en medicina, pero el
monje parecía ser un experto para contrarrestar males provenientes de algun
contacto de criaturas sobrenaturales, por lo que él había preparado algunos
brebajes con determinadas plantas, una debió ser suministrada vía oral a la
criatura, algo un tanto difícil ya que había comenzado a delirar por lo alto de
la fiebre, pero que el ingerirla logró un cambio rápido. Una segunda mezcla, la
cual tenia una consistencia más sólida, fue utilizada para limpiar la infección
que las heridas podían tener, las cuales las cubrieron por una venda que rodeo
todo el pecho y espalda de la criatura, claro, eso no hubiese sido posible si
sus dos enormes alas se encontrasen en su espalda, pero de alguna manera, las
blancas alas se ocultaron en el interior de la espalda de la criatura... como
si supiesen que estorbaban en aquella ocasión...
Sin
duda alguna, Yue había tenido mucha suerte. Al no ser humano, su cuerpo
reaccionaba de diferentes formas a las heridas y daños. Sus heridas habían
dejado de sangrar con rapidez aun sin haberse cerrado, pero Kazuo estaba
completamente seguro que el cuerpo de él debía poseer una mayor cicatrización
en la reconstrucción de sus tejidos, ello daba muchas esperanzas de que lograse
salir del peligro en el que su vida se encontraba... Si tan solo Clow estuviese
ahí... seguramente él sabría qué hacer mejor que nadie...
Milagrosamente,
cuando la noche hubiese avanzado ya, él se encontraba estable. La fiebre había
comenzado a ceder y un aire de tranquilidad rodeo al herido, dando muchas
esperanzas a Kaoru.
Cuando
esto hubiese ocurrido Kazuo partió del templo. Como sacerdote, tenía el deber
de responder ante todas las victimas que las arañas trajeron a aquella zona. El
destruir las telarañas, bajar todos los cuerpos suspendidos en ellas y darles
una adecuada sepultura, esperando que así sus almas pudiesen encontrar el
descanso eterno. Kaoru lo entendió, y hubiese estado deseosa de ayudar, pero en
aquel momento Yue le pareció mas importante que sus deseos de ayudar a los
demás...
Cambió
el paño que él tenía sobre la frente y aguardo silenciosa nuevamente, dentro de
aquella vestimenta de sacerdotisa que
le proporcionaron (No había alguna otra clase de ropa femenina en aquel templo
mas que el traje ceremonial para las mujeres que hubiese habitado antes)... Su
otra vestimenta se hubo estropeado de diversas formas, siendo las manchas de sangre las más repulsivas
para Kaoru, quien había logrado asearse, pero la sensación que le provocaba el
recordar que hubiese utilizado su arma de aquel modo tan destructivo no pudo
quitársela aun con el agua... Ciertamente no debía sentirse así... después de
todo, no habían sido vidas humanas las que había quitado... Sino de demonios,
monstruos... Aquella manera de pensar lograría reconfortar a cualquiera después
de pasar por algo de esa magnitud... Pero lo cierto era que Kaoru sentía
haberse traicionado a si misma y sus convicciones... Las de su padre y las de
su familia... Pero no llegaba a arrepentirse... por lo menos no deseaba hacerlo
porque creía el haber hecho lo correcto...
En
un profundo respiro que sus pulmones pudieron dar, la conciencia había vuelto
nuevamente al cuerpo de Yue como el mismo aire que ingirió. Sus ojos
cristalinos se abrieron torpemente, luchando para impedir que volviesen a
sumergirlo en la oscuridad.
Sus
ojos se concentraron en lo que había frente a él, en ese caso el techo, pero
pronto una imagen diferente se interpuso entre él y el techo de la habitación,
una que le dio mucho gusto ver.
Kaoru:
Bienvenido...- murmuró al sonreírle- Todo esta bien ahora, no te preocupes, ya
todo termino y estamos a salvo- dijo la humana al notar la interrogante en los
ojos de la criatura- Me alegra que ya estés mejor, me tenias muy preocupada-
dijo al haber pasado su mano sobre el rostro de Yue de una forma ciertamente
inconsciente.
Yue:
... Tú... estas bien?- habló aun notándose su cansancio.
Kaoru:
Si, no te preocupes por mí, estoy bien- habló un poco más cerca- Debo darte las
gracias por haber puesto tu seguridad para resguardar la mía, en dos ocasiones
ya... Gracias Yue, ahora sé que eres alguien con el que se puede contar y
confiar.
Yue:
... Te arriesgaste mucho... al haber vuelto... ¿Por qué lo hiciste?- preguntó interesado aun
recostado en aquel futon.
Kaoru:
Es lo menos que podía hacer ¿no crees? después de todo fue mi culpa por lo que
tuviste que pasar por esa mala experiencia. Sin mencionar que no permitiría que
ningún amigo mío estuviese en esa clase de peligro... Me preocupe mucho por ti
y no podía abandonarte...- explicó conservando la serenidad.
Yue:
... Aun así, no debiste... Pusiste tu vida en juego... no merezco eso...-
murmuró al desviar su mirada de la de ella.
Kaoru:
... ¿Por qué no has de merecerla?...- preguntó desconcertada.
Yue:
... No soy... no soy tan diferente a esas arañas... nuestra naturaleza es casi
la misma y ya viste lo crueles que criaturas como ellas o yo podemos ser...
Incluso yo... yo logre apoyar por un momento lo que ellas pensaban de los
humanos...
Kaoru:
¿Qué te hizo dejar de estar de acuerdo con esas ideas, sobre nosotros los
humanos?- preguntó.
Yue:
... El solo recordar a mi amo... Y también... el de recordar, que había alguien
como tu en ese mundo de humanos que ellos odiaban... y que yo no podría
odiar.... murmuró. sintió como es que la mano de Kaoru se postro sobre su
mejilla y lo obligó gentilmente a volverse a ella.
Kaoru:
Yue... arriesgaría tantas veces mi vida
como fuese necesario si con ello pudiese ayudarte... Mereces eso, una
criatura tan noble como tu merece eso y más... Aunque tu corazón guarde cierto
rencor hacia los de mi clase... Tú jamás podrás ser cómo ellos... Detrás de esa mirada fría con la que siempre
examinas tu alrededor, no creo que se encuentre alguien que pudiese desearle
verdadero mal a los demás...- explicó con cierta dulzura- Sabes?... es ahora en
que me alegra el haber tenido la oportunidad de conocerte y llegar a ser tu
amiga... Gracias Yue por estar aquí, por permitirme conocerte y que ya seas
parte de mi vida- murmuró.
El
guardián la escuchó con suma atención, y sus palabras, a su manera tan dulce de
decirlas llegaron a confundirlo, ya que pasaba en ese momento por algo nuevo,
una emoción que adopto su pecho con mucho recelo...
Yue:
... Gracias... por ser... también mi amiga Kaoru- murmuró al lograr curvear
ligeramente sus labios. Kaoru correspondió esa sonrisa del mismo modo.
Kaoru
dulcemente cedió un beso en la mejilla al guardián- Ahora descansa, tu cuerpo
necesita recuperar las fuerzas perdidas, y el sueño es la mejor manera para
hacerlo. Hablaremos despues- dijo al cubrirlo mejor con las mantas- Yo estaré
aquí si necesitas algo.
Yue
asintió levemente. Observó a la mujer una ultima vez antes de caer nuevamente
en el sueño... El sentir su sola presencia cerca de él lograba que se sintiese
bien y... feliz... No deseaba el tener que separarse ahora de su lado ya que
seguramente comenzaría a sentirse desdichado...
¿Qué
es lo que le estaba ocurriendo? se preguntó cuando hubiese cerrado sus ojos.
Aquella forma en la que miraba a aquella humana había cambiado... Ahora deseaba
el conocerla más, permanecer a su lado y que siempre al verla sonreír sintiese
esa calidez circulando por su pecho... Yue aun desconocía que de alguna forme,
él había comenzado a amar a esa mujer...
- Fin del Capitulo 13-
*
Ver Capitulo 7 si desean recordar qué papel han tenido los 'Lethifolds' en esta historia.
Ulti_SG: Un capitulo más terminado,
y aun no llegamos a lo 'bueno'..... vaya creo que me salen muchos capítulos que
no deberían, pero bueno, a veces las historias llegan a escribirse solas, y
dejas de tener el control de algunas cosas (en mi caso, el control del numero
de capítulos que en total me salen en cada fic...)
Espero
y los deseosos de ver este capitulo en especial no los hubiese decepcionado, de
ser así.... Lo siento mucho!! Pero no siempre llegare al gusto de todos los
lectores, ya que hay muchos lectores 'especiales' por ahí que no se les da
gusto cuando uno en verdad pone su esfuerzo.... pero olvidan que muchos autores
nos sentimos conformes mientras le guste a uno mismo! y que lo que piensen los
demás a veces puede valernos 'cero', pero aun así yo espero que hayan
disfrutado de este capitulo.
Ya
lo saben, comentarios, sugerencias a ulti_sg@hotmail.com