Prologo

El cielo comenzaba a verse adornado por colores grisáceos, esos colores tan tristes estaban supliendo poco a poco los colores cobrizos y anaranjados de los cielos del otoño, proyectando así la llegada inminente de la ultima estación del año, la ultima y la que simula ser la más extensa.

Un pequeño y fino copo de nieve finalmente se había desprendido de las nubes grises, revoloteando ligeramente durante su descenso de los cielos, hasta que una gentil mano se preocupo por tomarla con sutileza.

Miró aquel pequeño pedazo de cielo que descansaba en su mano, se veía tan insignificante, tal vez para todas las personas que mirasen el primer copo de nieve que da la bienvenida al invierno lo mirasen de una manera insignificante, sin valor alguno... No para este hombre, ante su gentil mirar aquel pedazo de cielo que sostenía en su mano le decía mucho... Le prevenía de que se acercaba el momento en que debería partir de este mundo...

- "¿Qué es lo que ves con tanto interés?"- preguntó una voz a sus espaldas.

A través de la oscuridad de la habitación, era clara la silueta de un joven de cabellos plateados que se iluminaba por la luz que el atardecer reflejaba aun en ellos. El hombre simplemente sonrió al muchacho de alas plateadas al momento en que volvió su mirar de nueva cuenta al exterior, a través del cristal de sus gafas y de la gran ventana, observando como es que de un solo copo le habían seguido muchos más.

- "Las estaciones del año están cambiando de acuerdo al ciclo... La nieve... ¿no es hermosa?"- preguntó el hombre de cabellos negros que permitió a su vista regocijarse con aquel bello paisaje.

- "Sí... es muy bella, pero a mi parecer, me agrada mucho más la primavera, el verano, me agrada mirar nuestros arboles de cerezos en flor"- comentó el joven al concentrar su mirar al exterior.

- "Es una lastima que no vaya a poder mirarlos una vez más..."- murmuró inaudible el gentil hombre de gafas.

- "A cada venir de cada invierno siempre me pregunto ¿qué es lo que ese grupo de cabezas huecas se encontrara haciendo?- preguntó una tercera voz, proveniente de una criatura que se acercaba a donde se habían reunido.

- "Yo suelo preguntarme lo mismo"- agregó sonriente el hombre de gafas que no apartaba su vista de la blanca sustancia que ya adornaba el suelo.

- "Ah pasado mucho tiempo desde aquella vez... ¿lo recuerdan?"- preguntó al joven y a la criatura de pelaje dorado.

- "No creo que sea algo fácil de olvidar"- añadió del joven alado.

- "Considero que deberíamos tomarnos el próximo Obon para visitarlos"- agregó la criatura.

- "Eso me hubiese gustado mucho..."- murmuró el hombre de cabello negro al venir a su mente los recuerdos de un pasado ya tan lejano.

- "A pasado tanto tiempo desde que tuvimos la necesidad de pedir ayuda al legendario Rurouni pelirrojo, antiguo Hitokiri de los Realistas, muchos inviernos han pasado desde esa vez, y no ha pasado ninguno de ellos en los que no recuerde lo que sucedió en aquel invierno en Tokio, y nuestra búsqueda por el Amano- Nuboko..."

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