CAPITULO 3 : EL REGRESO DE SAYO
La śltima vez dejamos a Kotaro discutiendo con
Sanosuke debido a que este śltimo no le cree nada, despuŽs de todo, era pariente
del hombre que les causo tanto problemas hace a–os, molesto por la actitud del
guerrero, Kotaro se levanto intempestivamente y se dirige a la puerta.
Kaoru:
Espera, Ŕa donde vas?
Kotaro: Regreso a Mitakata. Ya cumpl’ con lo que ten’a que
hacer
Kaoru: Espera. ŔPorque no te quedas unos d’as?
Kotaro (extra–ado): ŔQuŽ?
Sano: ÁŔPero que estas diciendo Kaoru?! ÁŔPiensas invitar a este criminal a tu
casa?!
Kaoru: Bueno, despuŽs de todo es amigo de Kenshin y tendr‡n mucho de que
hablar. Adem‡s, la verdad no creo que seas una mala persona
Sano: Haz lo que
quieras
Kotaro: No lo se
Yahiko: Deber’as aceptar. Generalmente Kaoru no es tan
atenta
Kaoru: ÁŔQuŽ quisiste decir Yahiko?!
Yahiko: Pues que es raro que una fea
como tś sea tan amable
Kaoru: ÁŔA quiŽn llamas fea?!
Yahiko: ÁA ti, fea!
Kaoru
se lanzo sobre Yahiko quien se echo a correr, Kotaro los vio con cierta
nostalgia, en cierta forma le recordaban a Žl y Soujiro cuando eran m‡s j—venes.
Pero lo que m‡s le sorprend’a, era que Kaoru fuera tan amable con el, a pesar de
su parentezco con el hombre que les causo tantas desgracias y de las noticias
que hab’a llevado, Ŕrealmente no le importaba? Ŕde verdad no lo consideraban
una mala persona?
Kenshin: Deber’as aceptar la invitaci—n de Kaoru
Kotaro:
Kenshin
Kenshin: Estas algo tenso por lo que ocurre. Te har‡ bien relajarte un
poco
ŔŔŔ: ÁBuenas tarde! ÁŔHay alguien?!
Kenshin: ŔQuiŽn ser‡?
Megumi: Descuida
Ken, yo atenderŽ
Kenshin: Gracias Megumi (retomando su conversaci—n con Kotaro)
ŔY bien? ŔQuŽ dices?
Kotaro: Es que no se
Kenshin (d‡ndole una palmada en la
espalda): No te preocupes, no tengo nada contra ti por lo de Kioto. DespuŽs de
todo, tu no tuviste nada que ver en eso. Kaoru y los dem‡s tambiŽn lo entienden
Kotaro (un poco m‡s animado): Esta bien, aceptare su invitaci—n
Megumi (que
regresaba de atender la puerta): Ken, toma esto
Kenshin: ŔY esto quŽ es Megumi?
Megumi: Me lo dio el hombre que estaba en la puerta
Kenshin: Esta carta es para
Kaoru
Kenshin le aviso a Kaoru (quien ya hab’a alcanzado a Yahiko), de la carta
que hab’a llegado, as’ que solt— a su pupilo y tomo la misiva, tras leer la
carta por unos instante se sorprendi— por el contenido de esta.
Kaoru: ÁNo lo
creo!
Kenshin: ŔEs algo malo?
Kaoru: No nada de eso. Parece que Sayo Amakusa
regresa Jap—n
Sano (arrebatando la carta): ÁŔEn serio?! ÁŔSayo regresa?!
Kaoru
(golpeando a Sano y quit‡ndole la carta): ÁNo seas maleducado Sanosuke!
Kenshin:
ŔShougo tambiŽn viene?
Kaoru: No. Solo viene con Shouzo, al parecer Shougo se
retrasara un poco
Kotaro: ŔMe podr’an decir quien es Sayo Amakusa?
Sano (en un
tono nada agradable): Eso a ti no te importa
Kotaro: No vuelvas a hablarme en
ese tono
Sano: Te hablo como me plazca, maldito criminal
Megumi: Ya basta.
Deber’as comportarte un poco, despuŽs de todo, Kotaro ahora es invitado de Kaoru
Sano: No tengo porque hacerlo
Kotaro: Realmente no espero que lo hagas
Kaoru:
Bueno, ser‡ mejor arreglar todo para que puedas quedarte aqu’ Kotaro. Y tambiŽn
preparar un lugar para Sayo y Shouzo
Kotaro: No te molestes Kaoru. Pienso
alquilar un cuarto, en alguna posada cercana
Kaoru: ÁPor supuesto que no! ÁComo
anfitriona no puedo permitir que hagas eso!
Megumi: ŔPorque no te quedas en casa
del Dr. Genzai? All‡ tenemos un cuarto disponible
Kotaro: No gracias, no quiero
ser una molestia
Megumi: No ser‡s ninguna molestia. Por a favor acepta
Kotaro se
mostraba renuente a aceptar la invitaci—n de la doctora, pero entre ella y
Kaoru se encargaron de convencerlo, de que si no se quedaba en el dojo, por lo
menos accediera a la sugerencia de Megumi
Kotaro: De acuerdo, pero ahora tengo
que buscar un lugar para dejar mi caballo
Kaoru: Por eso no te preocupes. Puedes
dejarlo en la parte trasera del dojo
Yahiko: Yo lo traerŽ
Kotaro: ÁEspera!
Cuando Yahiko tomo las riendas del animal, este se encabrito e hizo que el chico
cayera hacia atr‡s. Lo hubiera lastimado de no ser porque Kotaro llego a tiempo
de calmarlo.
Kotaro: Lo siento, deb’ advertirte. A Akira no le gusta que nadie,
a excepci—n m’a lo toque
Yahiko: Si me lo dices ma–ana, mejor
Kaoru: Eso te pasa
por ser tan impulsivo
Kenshin: Al menos no paso nada y Yahiko esta bien. Vamos
Kotaro, te mostrare donde dejar tu caballo
Sano: Bueno, tengo algunas cosas que
hacer, as’ que me voy
Mientras pasaba a un lado, Sanosuke lanzo a Kotaro una
mirada retadora, la cual este respondi— de la misma manera, se podr’a decir que
casi sacaban chispas. Una vez que Sanosuke se fuera y Kotaro dejara a su caballo
este se retiro del dojo junto con Megumi.
Kotaro: Gracias por ofrecerme
hospedaje Srita. Megumi
Megumi: No tienes porque agradecerlo. Vi que te ser’a
muy incomodo quedarte en el dojo por la actitud de Sano. Y por favor, no seas
tan formal conmigo, solo ll‡mame Megumi
Kotaro: Esta bien Megumi. Es cierto,
eres muy observadora, adem‡s no quer’a ser una molestia para Kaoru cuando sus
otras visitas lleguen
Megumi: ŔSabes una cosa? Me recuerdas mucho a uno de mis
hermanos
Kotaro: No entiendo
Megumi: Mi hermano mayor Kekeru, se comportaba
igual que tu
Kotaro: Disculpa, pero sigo sin entender
Megumi le cont— a Kotaro
como fue que perdi— a su familia y conoci— a Kenshin. En cierta forma ambos
simpatizaron inmediatamente, especialmente porque perdieron a sus padres de
manera muy violenta. Una vez que llegaron a casa del doctor Genzai, Megumi
presento a Kotaro y tras conversar por un largo rato, todos se fueron a
descansar.
Los d’as pasaron y durante ese lapso de tiempo, Kenshin le cont— a
Kotaro todo por lo que hab’a pasado y las batallas que hab’a librado. Como era
de esperarse, Kotaro puso m‡s interŽs en el relato del combate librado entre
Kenshin y su t’o y la tŽcnica que utilizo para enfrentarlo, el Amakakeru Ryo No
Hirameki. Kotaro por su parte le revelo a Kenshin, que tras regresar a su hogar,
hab’a decido adoptar el apellido Ishida, para no meterse en algśn problema. Al
mismo tiempo, la fricci—n entre Sanosuke y Kotaro hab’a aumentado. Pronto llego
el d’a en el que Sayo y Shouzo llegaban a Jap—n, y Sanosuke y Kenshin fueron a
esperarlos al puerto.
Kenshin: Bien, ya nos vamos Kaoru
Kaoru: Regresen pronto
Sano: Ten por seguro que lo haremos, procura tener algo de comer listo. Y trata
de que sepa bien
Kotaro: Vaya, este tipo come gratis y adem‡s es exigente
Sano:
No eres quien para criticar mi estilo de vida, maldito criminal
Kotaro: Tal vez
sea un criminal, pero me gano el pan por mi propia cuenta. No soy un vago idiota
como tu
Sano: ÁŔQue dijiste?!
Kenshin (poniŽndose frente a Sano y con una gota
en su cabeza): Sano, ya debemos irnos
Sano: De acuerdo
Acto seguido ambos se
marcharon, mientras tanto Kotaro entro al dojo y minutos despuŽs sali— con su
caballo, lo cual le extra–o un poco a Kaoru.
Kaoru: ŔQuŽ piensa hacer Kotaro?
Kotaro: He decidido regresar a mi casa
Kaoru: ŔTan pronto?
Kotaro: Es que no
puedo dejar al Sr. Ishida s—lo tanto tiempo, el su esposa necesitan mucho mi
ayuda
Kaoru: Esta bien, te entiendo
Kotaro: Por favor desp’deme de Megumi. Sali—
temprano a atender un paciente y no pude agradecerle su hospitalidad
Kaoru:
Descuida, lo harŽ
Kotaro: Si alguna vez llegan a visitar Mitakata, pregunten por
Mamoru Ishida, yo vivo con el y estarŽ encantado de recibirlos
Kaoru: Ten por
seguro que lo haremos. Te deseo un buen viaje
Kotaro: Gracias
Kotaro se monto en
su caballo y parti— de regreso a su casa. La verdad es que no era solo por el
Sr. Ishida que regresaba, sino que no quer’a causarle molestias a Kaoru con sus
pr—ximas visitas, debido a sus roces con Sanosuke. Mientras tanto en el
puerto...
Sano (impaciente): Tardan mucho
Kenshin: Tranquil’zate ya llegaran.
(Cambiando de tema) Por cierto Sano, podr’as decirme Ŕporque no te agrada
Kotaro?
Sano: En primer lugar, porque es un Shishio y en segundo yo no me trago
ese cuento de que se haya reformado
Kenshin: ŔNo crees que pudo hacerlo como lo
hicimos tu y yo?
Sano (molest‡ndose): ÁNo nos compares con ese sujeto! ÁNosotros
somos diferentes!
Kenshin: Esta bien. No tienes porque molestarte
Sano(impacient‡ndose de nuevo): Rayos tardaran mucho
Kenshin: Veo que estas
ansioso por ver a la Sayo
Sano: No puedo mentirte, as’ es
Kenshin (apuntando):
Mira, ah’ est‡n
Pronto hicieron su aparici—n Sayo, acompa–ado por Shouzo, una
vez que estuvieron reunidos Kenshin ayudo a Shouzo con su equipaje, mientras que
Sanosuke acompa–aba a Sayo.
Sano: Me da mucho gusto que estŽs de nuevo en Jap—n
Sayo: A mi tambiŽn me alegra estar de nuevo aqu’ Sanosuke, pero....
Sano: ŔQuŽ
pasa?
Sayo: Bueno, es que...
Sano: ŔAcaso dije algo que te molestara?
Sayo: No,
no es eso. Lo que pasa es que se que no le agradas a mi hermano, y cuando el
llegue, estoy segura que no me permitir‡ estar contigo.
Sano: Si ese es el
problema, yo lo harŽ entender
Sayo: ŔNo ir’as a pelear con Žl, verdad?
Sano: No
estoy loco. El domina el Hitem Mitsurigi. Solo hablare con Žl y le harŽ ver que
harŽ lo que sea con tal de que me permita estar contigo
Ambos se tomaron de la
mano, Sano apenas y pod’a creer en lo que hab’a dicho definitivamente el conocer
a Sayo y verla de nuevo lo hab’an cambiado. DespuŽs decaminar por un rato los 4
llegaron al dojo en donde Kaoru los recibi—, Megumi llego un poco despuŽs. Tras
darle habitaci—n a sus invitados, se reunieron para cenar, sin embargo Kenshin
noto una ausencia.
Kenshin: ŔY donde esta Kotaro?
Kaoru: Regreso a su casa. Dijo
que ten’a que volver para ayudar al hombre con el que vive
Megumi: Es un lastima
que se haya ido sin despedirse
Sano: Bueno, eso era de esperarse de un sujeto
como el
Sayo (sin entender): ŔQue es lo que pasa? ŔQuien ese amigo tuyo Kenshin?
Sano: Es un tipo que cree que con arrepentirse de lo que ha hecho es suficiente.
No creo que a eso se le pueda llamar amigo
Sayo segu’a sin entender, as’ que
Kaoru le explico todo lo que hab’a ocurrido hasta antes de su llegada. Como era
de esperarse, la cristiana se sorprendi—, aunque ya hab’a o’do rumores sobre
Makoto Shishio por boca de su hermano. Kenshin noto que la atm—sfera se estaba
tornando tensa as’ que cambio de tema
Kenshin: ŔY porque no vino Shougo con
ustedes?
Shouzo: El Sr. Shougo tuvo que quedarse a arreglar a unos asuntos, pero
no se retrasara mucho.
Sayo: Llegara en unos cuantos d’as m‡s
Kaoru: ŔY como
es que pudieron regresar a Jap—n?
Yahiko: Yo ten’a entendido que los hab’an
desterrado
Sayo: La verdad no lo se. Hace tiempo que mi hermano dijo que ya
pod’amos regresar a Jap—n, pero no me dijo las causas
Sano: Eso no importa, lo
bueno es que han podido regresar
Kenshin: Si, supongo que les alegra volver a su
pa’s
La conversaci—n se prolongo hasta muy tarde, Megumi fue la primera en irse
y un rato despuŽs lo hizo Sanosuke, Sayo lo acompa–o a la puerta a despedirlo.
DespuŽs de darse las buenas noches, Sanosuke se marcho, y mientras la cristiana
lo ve’a alejarse, se sent’a m‡s feliz por haber regresado a Jap—n.
Pasaron
varios d’as y Kotaro se encuentra cerca de su hogar, pero no sabe que pronto se
reencontrara con antiguos conocidos que penso que no volver’a a ver. Mientras
tanto en otro lugar de Mitakata, un chico en un ge celeste un poco maltratado y
una mujer en un kimono rojo algo descolorido, se encuentran un poco perdidos.
ŔŔŔ: ŔEstas seguro de que sabes a donde vamos Soujiro?
Soujiro: Ya te dije que
si Yumi. Si no me falla la memoria, Kotaro vive cerca de aqu’
Yumi: ŔKotaro?
Soujiro: Si. Te acuerdas de Žl Ŕverdad?
Yumi: Claro que lo recuerdo
Soujiro y
Yumi ten’an buenos recuerdos de Kotaro, a diferencia del resto de los miembros
del Juppongatana, podr’a decirse que Kotaro era el que se comportaba de una
manera m‡s, digamos, "amable y familiar" con ellos. Incluso Yumi lo llego a
considerar su "mejor amigo", desconociendo lo que Kotaro siempre sinti— por
ella.
Pero ellos no eran los śnicos que se acercaban a Mitakata, en otra
direcci—n otro sujeto se dirig’a al mismo lugar que ellos.
ŔŔŔ (sarc‡stico):
Nada como estar en casa
Ya en las calles de Mitakata, Yumi y Soujiro comienzan a
buscar por la casa en donde vive el que antes fuera su antiguo compa–ero y
amigo, pero la orientaci—n del joven Tenken es algo, defectuosa...
Yumi: ŔEstas
seguro de que sabes donde es?
Soujiro (sonriendo y llev‡ndose una mano a la
cabeza): Bueno es que hace tanto tiempo. Creo que lo olvide
Yumi: Tienes un
pŽsimo sentido de orientaci—n. Mejor pregunta en donde queda
Soujiro: Esta
bien. Pero no te enfades
Tras observar a la gente del lugar, Soujiro y Yumi se
decidieron por preguntar a lo que parec’a ser un matrimonio ya mayor
Soujiro:
Buenas tardes
Hombre: Buenas tardes, Ŕque desea?
Soujiro: Disculpe la molestia.
Pero, Ŕsabe donde puedo encontrar a Kotaro Shishio?
Hombre (con cierta
desconfianza): Eso depende de quien lo busque
Soujiro: Lo siento, deb’
presentarme. Mi nombre es Soujiro Seta y ella es Yumi Komagata. Somos viejos
amigos de Kotaro
Hombre (mirando a su esposa): ŔQue opinas?
Mujer: Esta bien,
creo que no hay ningśn problema
Hombre: De acuerdo, por favor s’ganos
Soujiro:
Muchas gracias
Hombre: Mi nombre es Mamoru Ishida, y ella es mi esposa Minako.
Kotaro vive con nosotros desde hace mucho tiempo
Soujiro: Ahora que lo dice, una
vez o’ a Kotaro hablar de ustedes
Yumi: Les estamos muy agradecidos por su ayuda
Minako: No hay problema. Adem‡s, Kotaro nos dijo que si alguna vez alguno de sus
compa–eros del Juppongatana ven’an a buscarlo le ofreciŽramos nuestra ayuda
Yumi
(sobresaltada): ŔC—mo saben que...?
Minako: No tiene de que angustiarse. Mi
muchacho nos ha contado todo acerca de ustedes
Mamoru: Infortunadamente, Kotaro
se encuentra en Tokio. Pero con gusto les daremos hospedaje hasta que Žl regrese
Soujiro: Es muy amable de su parte
Tras caminar por un rato los cuatro llegaron
finalmente al hogar de los Ishida, sin embargo, hubo algo que extra–o al
matrimonio
Mamoru: Que extra–o, la puerta esta abierta
Minako: Tal vez Kotaro
que ya regreso de Tokio
Mamoru: No lo creo, no veo a Akira por ningśn lado
Ishida y sus acompa–antes entraron al lugar, una vez adentro el matrimonio se
sorprendi— al ver quien se encontraba ah’, mientras que Soujiro y Yumi quedaron
confundidos.
Mamoru: ÁEsto no puede ser! ÁŔAcaso eres tś Kojhiro?!
Kojhiro:
Vaya, me da gusto que me recuerde Sr. Ishida
Minako: ŔComo es posible? No
tuvimos noticias tuyas en casi de 20 a–os. Cre’mos que hab’as muerto
Kojhiro:
Eso hubiera sido lo que ustedes y Kotaro hubieran deseado (viendo a los
acompa–antes del matrimonio) Vaya, vaya, pero si son Soujiro Seta y Yumi
Komagata, antiguos miembros del Juppongatana
Soujiro: Veo que nos conoces, Ŕpero
quien eres tś?
Kojhiro: ŔAcaso tan solo verlo no lo adivinas? No eres muy
inteligente. Esta bien, te lo dirŽ. Soy Kojhiro Shishio, el hermano gemelo de
Kotaro
Nota de la autora: Ya hice calculos y finalmente pude ponerles edad a
los personajes en este fic, si alguine no esta de acuerdo con ellas,
ÁÁsimplemente ignorenlas!! ÁÁTotal!! ÁŔQuŽ importa?!
Kenshin Himura: 31
Aoshi
Shinomori: 29
Kaoru Kamiya: 20
Sanosuke Sagara: 22
Yahiko Myoujin: 13
Misao
Makimachi: 19
Megumi Takani: 25
Omasu Masukami (creo que asi se apellida): 20
Soujiro Seta: 21
Yumi Komagata: 27
Kotaro y Kojhiro Shishio: 29
Mamoru Ishida: 55
Minako Ishida: 53
Creo que esos son todos los importante, si falta alguno lo
pongo despuŽs. Aclaro que me base en las edades que encontre en todo tipo de
paginas y publicaciones para luego solo sumar tres. Igual que en el fic de
Gundam.