Capitulo
22
*
Sombras del Pasado
La
simple pronunciación de ese nombre, Lanancuras, logró que fuese como una
violenta estocada en el pecho para
ambos sirois... Pero lo escucharon,
escucharon a ese general Cardian llamar al Oráculo por ese nombre... Y el
Oráculo pareció responder ante el...
Una
risa malvada y frenética retumbó en los muros de aquella habitación.
Gundrad:
Sin duda, veo que aun te gusta utilizar a los débiles para conseguir lo que
quieres- comentó el general.
Lanancuras:
No sabes lo fácil que fue...- añadió la voz del Rey Cardian que emanaba de
aquellas llamas del circulo de fuego.
Sugai:
... Imposible... No... no lo creo!... ¿Están tratando de decirnos que... todo
este tiempos estuvimos al servicio de los cardians?!! Es imposible! no lo
acepto!!!- gruñó al borde del colapso nervioso. Su compañero parecía ser el más
devastado al ser el que más fácil pudo aceptar la realidad. Su vista se
encontraba perdida hacia el suelo, pensando en todos los errores que
cometieron... Que los Guardianes Celestiales logren perdonarlos...
Lanancuras:
Pero temo, que es la verdad absoluta... En la guerra de hace cinco siglos,
ustedes y los suyos pelearon en nuestra contra, estúpidamente del lado de los
humanos quienes nos arrebataron la victoria...- habló con despecho- Fueron
excelentes y osados adversarios, pero su Imperio se volvió débil y decrepito!-
dictamino- Cuando el meteorito en el que me encuentro aun prisionero se
estrelló en este Planeta, fui capaz de conocer este mundo y cómo es que había
cambiado después de la terrible guerra, logrando un vinculo con el Gaia de Enterra
gracias a mi ejercito que duerme en las entrañas del planeta... Es así como
adquirí un gran conocimiento de todo lo que los Guardianes se encontraban
cultivando a mis expensas, queriéndome tomar desprevenido cuando mi liberación
llegase por fin! Fue entonces en que puse mis ojos en ustedes, los Sirois, un
pobre y huérfano imperio el cual necesitaba recuperar una fe que los guardianes
no lograron preservar, y me aproveche de ello... Fui yo quien los alimento con
esperanzas y fe de poder llevar su venganza a cabo, y ustedes ingenuamente
creyeron en mí- rió nuevamente- Me convertí en símbolo de su fe absoluta, fue
tan fácil el cortar ese delgado y débil vinculo de ustedes con los Guardianes
Celestiales, y así poder llevar a cabo mi proyecto sin que pudiesen intervenir
de ningún modo directo! Aunque... lo intentaron, pero ya al final de todo este
teatro que hemos montado. Sí, con la presencia de esa chiquilla que en su mundo
es la misma mujer a la cual ustedes siguieron fielmente como los perros
sarnosos que son...
Gundrad
permanecía en silencio mientras su Rey hablaba. Extrañamente, él no creía deber
escuchar esa conversación, la recreación de los sucesos del pasado vinieron a
su mente... Sintió curiosidad, puesto a que no tenia esas habilidades... Había
vuelto a tener carne y huesos, pero se sentía diferente, ya era diferente y la
impaciencia de comenzar a descubrir en cuantas formas lo invadió de pronto...
Lanancuras:
Sugai, Isamu- los llamó- Ustedes fueron los más fáciles de corromper...
Comieron de mi mano como lobos hambrientos y llevaron a su imperio a
servirme...
Sugai:
... Maldito... Maldito engendro!- bramó impotente- Te burlaste de nosotros todo
el tiempo!!!!!
Lanancuras:
Deberían sentirse halagados, al ser escogidos por mí para que fueran los que
dieran paso a mi pronta liberación, y conmigo, el retorno del Imperio Cardian!
No hay forma en la que yo pueda ser liberado... aun, mas sin embargo, el
adelantarme en todo fue mi mayor interés en estos años... Sus investigaciones,
junto con mi conocimiento, fueron capaz de traer de nuevo a este mundo a mí
máximo general, el cual, en mi lugar, preparara todo para el renacimiento de
nuestro imperio!- habló con arrogancia.
Sugai:
Desgraciado!... nos engañaste!!
Lanancuras:
Solo torcí un poco la verdad y la acople a cómo mejor me convendría... Pero
ustedes también aportaron grandes ideas, el proporcionarle a Gundrad más poder
del que es originario, debo agradecérselos- dijo sarcástico- Y ahora que ya
saben la verdad, y han cumplido con todas nuestras expectativas... No tiene
caso que sigan en esta existencia de perro falderos hacia nadie...Gundrad- lo
llamó atrayendo su atención- Libéralos de su patética existencia... Y como un
ultimo obsequio de mi parte hacia mis mas grandes contribuyentes, que sea
rápido y sin dolor...- dijo su voz siniestramente.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Al
conocer perfectamente la base, Eizan conocía mejores rutas, incluso pasadizos
que podrían llevarlo a la superficie, en dónde estarían a salvo.
El
sonido de la alarma aun continuaba. Sabía que todos los soldados eran leales
guerreros y que lucharían hasta morir, no huirían como cobardes, cómo el lo
hacia ahora... Pero su conciencia se encontraba tranquila al saber que huía por
una buena causa.
Serena
observaba todo el caos aun en el hombro del lobo, quien se había rehusado a
soltarla hasta que se encontrasen en un lugar seguro. Se preocupaba por el
destino que sus amigos pudiesen tener aquí ante esta situación... Pero Eizan
tenía razón, si los guardianes en verdad aun los necesitan, ella podrá verlos
nuevamente... Sintió una gran fe de que volvería a estar con ellos, y en
silencio, les había deseado suerte...
-
General!. escuchó que lo llamaron a sus espaldas. Eizan se detuvo y espero a
que un par de soldados de inferior rango lo alcanzaran- ¿A donde se dirige? el
enemigo se encuentra en el sector 4-A, va en sentido equivocado! Necesitamos de
su comandancia!
Eizan:
El área 4-A... Con el Oráculo- murmuró.
-
¿A dónde lleva a la prisionera? qué es lo que esta ocurriendo, todo es un caos
en la base!!!- habló el segundo con cierto pánico.
Eizan:
Escúchenme bien... Tengo la seguridad que todo esto será destruido en cualquier
momento, en vez de luchar inútilmente con un enemigo, será mejor que huyan,
ahora!
-
Pero señor...!
Eizan:
Es mi ultima orden soldados!- bramó al interrumpirlo.
-
General...
Eizan:
Hagan lo que les digo.... Pero si no lo hacen, por lo menos tengan el poder
para decidir su destino: Luchen y mueran inútilmente o salven sus vidas para
luchar nuevamente y poder remendar lo que nuestro Imperio a desatado- finalizó,
al continuar con su camino, con una Serena oyente de sus palabras...
Ambos
soldados, aun ante los temblores de la base, sentían deseos de luchar, y morir
por su imperio... El huir solo era de cobardes... Aunque, siendo bestias como
eran, sus sentidos eran capaz de sentir el peligro latente... el olor a muerte
y destrucción... Tal vez, aquella sería la ultima lucha para los de su clase...
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Los
cuerpos de quienes habían sido los comandantes de aquella raza, no lograron más
el retener algun signo de vida. Seres cuyas convicciones los llevarían a
defender sus ideales, habían muerto como traidores en aquella habitación.
Gundrad
se sintió satisfecho, la sensación que recorría su cuerpo al hacer uso de
aquellos renovados poderes lograban una satisfacción que jamás antes había
sentido. Aun no se conocía del todo, por lo menos no su nueva versión, un
amplio deseo de saber cuales serían sus limitaciones lo invadió...
Lanancuras:
Ahora escucha bien Gundrad- lo llamó, tratando de llamar su atención, pero
parecía bastante distraído- Ahora eres
capaz de manipular el Gaia a tu antojo, liberar a los ejércitos, y finalmente,
liberarme de mi prisión de roca. Así podremos retomar lo que conquistamos hace
siglos! Un nuevo Imperio Cardian renacerá, y esta vez, no habrá nadie ya que
pueda detenernos!- habló con entusiasmo. La sola idea de finalmente salir de la
oscuridad lograba que se sintiese impaciente.
Aquel
guerrero de cabello color de fuego, comenzó extrañamente a caminar alrededor de
la cuadrada habitación, alrededor de aquel umbral de fuego. El Rey Cardian
buscó respuesta a su comportamiento, pero no recibía palabras. Si tan solo él
poseyese rostro, podría tratar de adivinar lo que su mente estuviese ideando en
ese momento... Cuando él hubiese dado una vuelta completa se detuvo y miró
fríamente hacia el circulo del fuego.
Gundrad:
... Es un buen plan- habló- Pero si me preguntas a mi, el imperio necesita de
ciertas reformas...- habló.
Lanancuras:
¿Qué clase de reformas?- preguntó con interés.
Gundrad:
... Podemos comenzar, con suprimir a los elementos inútiles y débiles....
Empezando con el mismo Rey Cardian...
Lanancuras:
¿Qué?!!! Gundrad! Exijo una explicación! Cómo te atreves a decir tal
blasfemia?!
Gundrad:
Escuchaste bien- añadió desafiante- Fuiste tú una de las razones por las cuales
todos nosotros fuimos relegados a nada! Tu exceso de confianza! Tus malas
indicaciones!... El que hubieses sido derrotado fue lo que dio inicio del caos
entre las tropas! El nuevo imperio que planeas iniciar no necesita un líder
débil e inepto cómo tú, Lanancuras!
Lanancuras:
Insolente!!- bramó con furia- ¿Así es como le pagas a quién te regreso la
libertad primero que a nadie, a quién te dio la oportunidad de saborear las
victorias al ser siempre mi mano derecha?! ¿Así es cómo piensas traicionar a tu
Padre?!!
Gundrad:
... Y te lo agradezco- dijo al realizar una sarcástica reverencia- Te agradezco
el que hayas depositado toda tu confianza, y este gran poder en mí, con el cual
podré poner a disposición de mi legado, tu legado que como tu hijo pienso
tomar...
Lanancuras:
Ingrato! Pagaras cara por esta traición!!- sonaba cada vez más impotente.
Gundrad:
El ejercito Cardian requiere de un nuevo liderazgo! No un ser acabado y
decrepito cegado por la venganza... Padre, temo que tu reino llegó a su fin
desde el instante en que fuiste relegado a esa prisión de roca, desde la cual
espero puedas ver mi ascenso a la gloria que tú jamás pudiste alcanzar- habló
con arrogancia.
Lanancuras:
Gundrad! no te atrevas a traicionarme! ¿Qué te hace pensar que ellos te
seguirán a ti?!
Gundrad:
Simple- añadió- ¿A quién crees que sigan, al antiguo líder que los llevo a la
derrota y humillación, o al que será quién los libere de su encierro iniciando
un nuevo comienzo para los Cardians?...- añadió sarcástico- Fue un placer
hablar contigo nuevamente Padre, gracias por los grandes obsequios que me has
dado... Siempre te estaré agradecido, te visitare en esa prisión que tienes por
tumba- dijo al dar media vuelta y querer salir del lugar.
Lanancuras:
Es mi ultima advertencia Gundrad!! Retráctate inmediatamente!!!
Gundrad:
¿Oh sí no qué?- preguntó desafiantemente a un paso de abrir la puerta- ¿Acaso
vas a salir del hoyo en el que estas?... No lo creo... Ahora si me disculpas,
hay muchas cosas que debo de hacer antes de reunir a los fieles... Aprendí bien
de ti Padre, te prometo que haré que te sientas orgulloso- finalizó, siendo
capaz con su ki el traer una fuerte turbulencia en la habitación, rompiendo
paredes, que el techo se viniese abajo.
Lanancuras:
Lo pagaras muy caro infeliz!! Los traidores como tú, no viven para llevar a
cabo sus ambiciones!!!- logró aun hacer llegar sus palabras.
Gundrad:
Tal vez tengas razón... Y creo que eso debes saberlo mejor que nadie, siendo tú
el traidor principal... Pero bueno, tal vez y tenga mejor suerte y logre romper
esa maldición que me has lanzado Lanancuras...- el circulo de fuego se
desvaneció al ser sepultado por las rocas. Cuando Gundrad hubiese deshecho la
puerta de metal, fue recibido inmediatamente por múltiples y continuas ráfagas
de energía, llenas de esperanzas de poder lograr algun daño al intruso.
Gundrad
recibió los ataques con desprecio, no resintiendo ni uno solo... Movió su capa
con refinamiento, y de aquel simple movimiento hubieron escapado ráfagas de
viento cortantes que aniquilaron a la primera fila de ataque en aquella parte
de la base.
Gundrad:
inútiles perros... Su raza será la primera que vaya a perecer en mis manos...-
habló malévolamente cuando su cuerpo se hubiese cubierto de total energía.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Eizan
y Serena fueron capaces de sentir aquella intensa acumulación de energía dentro
de la fortaleza, que ya estaban a un paso de abandonar estando dentro de una
especie de ascensor hacia la superficie.
El
gran estruendo de inmensas explosiones retumbaron en cada rincón del lugar. El
ascensor estuvo a punto de colapsarse, pero la suerte estuvo del lado de ambos
individuos y este, aunque se tambaleaba con mas intensidad, siguió avanzando.
Serena
intuitivamente busco apoyo para no caer en el lobo, quien la ayudo a mantenerse
en pie y la protegía de los pedazos de metal que comenzaban a caer del techo.
Serena se asombraba cada vez más y más por el comportamiento de aquel guerrero
hacia con ella... No lo entendía... Bueno, como sailor sabía que no
necesariamente debía ver razones justificables para prestar ayuda a los demás,
pero aun así, quisiera poder entender la actitud de aquel siroi, quien se había
olvidado de su deber para con los suyos y en vez de ello se encontraba
ayudándola y protegiéndola...
Las
explosiones continuaron, una tras otra en aumento de intensidad. Eizan sabía
que el ascensor no soportaría más, sin mencionar que el asenso de la
temperatura se incrementó de golpe, siendo señal para él que lo conveniente
sería el ya salir por sus propios medios, calculaba que estaba cerca de la
superficie, por lo que confió en que lo lograría.
De
su garra dejo escapar una esfera de energía que fulmino el techo y todo el cableado que pudiese estorbarle,
sujetó nuevamente a la humana e inició su vuelo por el conducto.
Serena
pudo observar como es que el ascensor cayó, pero que fue consumido por la
llamarada de fuego que los estaba persiguiendo por el estrecho conducto
vertical. No pudo evitar gritar por el susto e impresión que el acercamiento de
las llamas le provocó. El siroi observó el final de aquel ducto, y para
adelantarse su energía logró apartar cualquier obstrucción de su camino. A la
velocidad de un proyectil, Eizan y Serena lograron salir, y aun la llamarada
tras ello formó una gran columna sobre la nieve que se consumió poco a poco.
Desde
el cielo, ambos se percataron que aquel terreno comenzaba a hundirse con
rapidez, al no ver nada allá abajo que le sirviera de cimiento para mantener en
pie aquella gruta. Aquel hundimiento solo reflejo el final erróneo para los
suyos... No creía ser tiempo para sentir pésame por lo ocurrido... Pero un nudo
en su garganta se había formado ante la impotencia de ver todo derrumbándose y
sintiendo como una gran cantidad de presencias se desvanecían con el mismo
viento frío de aquella zona...Serena observó el semblante de aquel guerrero y
pudo sentir la misma tristeza que él pudiese estar sintiendo.
Serena
logró que él la soltase, y por si misma se mantuvo en el aire, resintiendo el
frío de aquel lugar al no encontrarse vestida apropiadamente para la ocasión.
No deseo molestar al lobo, por lo que prefirió guardar sus palabras para en
otra ocasión. Ella agudizó sus sentidos tratando de encontrar a algun
sobreviviente, pero el inmenso ki que aun debajo de la nieve y rocas se sentía
opacaba cualquier otro con facilidad, deseo demasiado al pensar que
posiblemente aquella criatura se hubiese autodestruido. Fue extraño cuando
aquella presencia hubiese desistido, realizando una completa desaparición ante
los sentidos de cualquiera... Que estuviese muerto no era una probabilidad,
simplemente él había... desaparecido.
Los
ojos de la sailor se abrieron de par en par cuando hubiese divisado algunas
siluetas que comenzaron a luchar por salir de entre los escombros de aquel
terreno hundido. Con rapidez ella descendió, y aun sabiendo que se trataba de
alguno de los sirois, decidió ayudar comenzando a quitar todo lo que fuese
humanamente posible para ella. Se quejaba de sus heridas, pero con palabras de
animo ella intentaba reanimarlo y que no desistiese, logrando liberarlo de
entre los escombros y ayudándolo a llegar a un lugar en el cual pudiese
descansar.
Eizan
observó con extrañeza los actos de la joven... después de lo que los suyos le
hubiesen hecho, ¿estaba dispuesta a ayudarlos?... Para el antiguo General, no
le quedaba ni la menor duda... Era acreedora del titulo de Princesa de la Luna,
en su mundo, en este... e incluso ante él y los de su raza...
Serena:
Tranquilo, todo estará bien ya, no trates de levantarte- le pidió con
amabilidad al primer sobreviviente, el cual pareció tranquilizarse ante la
presencia de su general tras la humana quien lo socorría- No te preocupes, con
el cuidado adecuado, estará bien- añadió ella sonriendo- Seguramente debe haber
más como él que lograron escapar, no te desanimes- le dijo al general quien
intuitivamente asintió y dispuso sus esperanzas a lo que ella hubiese dicho.
Los
minutos pasaban, y cada vez que creían que sería el ultimo, algun otro siroi
daba signos de haber logrado escapar de destino tan atroz.
Dentro
de ese lapso de tiempo, Eizan sintió cómo es que una presencia se había
encendido de golpe. En algun punto en las cercanías de donde el general
revisaba, notó cómo es que debajo de algunos escombros emanaba una luz, la cual
levanto de golpe una gran cantidad de escombros con el paso del cuerpo del cual
esta irradiaba... Se trataba del saiyajin!
No
había sido capaz de salir antes que el derrumbe hubiese sucedido, pero había
logrado protegerse, y abriéndose paso con su mismo ki, finalmente había logrado
llegar a la superficie, sin ningún rasguño, al igual que su protegida.
El
siroi fue capaz de notar que aun se encontraba bajo la influencia del
hechizo... Pero los hechiceros ya han de haber muerto, ¿por qué es que continua
estando vigente? se preguntaba.
Muchas
veces, la resolución de grandes problemas suelen resultar lo más lógicos...
Cuando
hubiese cumplido con éxito una de las ultimas ordenes recibida, su cerebro
automáticamente paso a la recuesta final... Eizan notó como es que los ojos del
saiyajin volvieron adquirir vida nuevamente, y que con ellos mismos miró su
entorno con suma confusión y extrañeza, queriendo ubicarse en tiempo y espacio.
Eizan prefirió mantener su distancia, no sabría cómo él reaccionaría al verlo
nuevamente después de aquel despertar tan repentino.
Solo
hasta que una mano amiga lo tocó por los hombros se sintió verdaderamente él...
La sailor le sonrió y examino su semblante.
Serena:
Sí... sin duda has vuelto a ser tú!- dijo notándose su alegría- Los dos están a
salvo...- añadió al verificar que Yakumo estuviese con bien.
Cort
aun la sujetaba entre sus brazos, ella aun 'dormía'.... No dijo palabra, puesto
a que no se atrevía, una terrible sensación de culpabilidad lo golpeaba en el
pecho... ¿Qué es lo que habría hecho?...
La
sailor notaba aquel desconcierto que inundaban sus ojos- Cort... Cort... ey- le
habló con suavidad al ver sus ojos al extremo del terror- Tranquilo, ya todo
paso, eres tu otra vez- le dijo al lograr que voltease hacia ella e intentar
tranquilizarlo- Hablaremos con más
calma al regresar al Monte Shinzo ¿esta bien?- dijo debiendo ser ella la que
tomase ahora decisiones- Iremos allá, y hablaremos... Todo estará bien, créeme-
logró que el saiyajin asintiese- Tu preocúpate por Yakumo, llévala a salvo,
iremos tras de ti.
Eizan
sonrió levemente al verla tomar el mando de la situación, pero aun conservando
aquella tranquilidad y gentileza en cada una de sus instrucciones.
Serena
se volvió a Eizan una vez que Cort hubiese obedecido.
Serena:
... No creo que haya más sobrevivientes- dijo- Lo lamento...
Eizan:
... No tienes por qué lamentarlo...
Serena:
... Me salvaste, y me ayudaste sin razón... Te lo agradezco mucho, pero ni
siquiera sé cual es tu nombre...
Eizan:
Mi nombre es Eizan- se presentó.
Serena:
Es un placer Eizan. Pero podemos dejar presentaciones, y explicaciones para
después. Este no es el lugar más propicio para los tuyos que están heridos...
Conozco un lugar en el cual nadie podría molestarlos y en el cual serían
bienvenidos.
Eizan:
¿Por qué deseas ayudarnos?... después de todo lo que paso...
Serena:
Guardar rencores no es algo que acostumbro a hacer... Pero según intuí con lo
que paso... ustedes no tenían idea de que esto pasaría cierto?
Eizan:
... Todo salió fuera de control... Solo Sugai e Isamu sabrían lo que en verdad
ocurrió.... pero ellos ya están muertos...- murmuró con impotencia.
Serena:
No importa quien haya tenido la culpa.... lo discutiremos después, ahora,
guiemos a los demás a ese lugar del que te hable en el que podrán reponerse-
habló tratando de que el siroi se concentrase
en el presente.
Solo
habían sido 14... Catorce sirois, contándose él mismo... Catorce... de cientos
que habían logrado sobrevivir por 500 años en aquella gruta que se convirtió en
su completo mundo... Se encontraban heridos, confundidos, y no poseían ya nada
en ese mundo...
Sintieron
como es que la magia que Sugai e Isamu habían impregnado en ellos se había
desvanecido, junto con aquel hechizo con el cual jamás envejecieron ni un
día... Ahora estarían indefensos ante el paso del tiempo...
Finalmente
había vuelto a aquel lugar, sin saber los días exactos en los que pudieron
estar ausentes. Era un alivio el poder admirar esos paisajes conocidos y que
pudiese tranquilizarse ligeramente. Sintió cierta reacción de parte de quien
aun dormía en sus brazos, la humana dejo escapar un ligero suspiro y cómo si
intentase despertar de una larga siesta logró abrir sus ojos soñolientos.
La
mirada de ambos se encontraron nuevamente, para los dos hubiesen parecido
siglos de no poder hundirse en la mirada del otro... Yakumo no creía haber
soñado lo ocurrido, el verlo a él portando esa armadura no le permitió el
desear creer que solo había sido una pesadilla.
Él
observó cómo los ojos de la humana comenzaron a llenarse de lagrimas, cómo si
el poder ver lo que él ocultaba tras ese rostro la hacia sufrir... Era un
sentimiento que la acongojaba.... Se rehusaba a creer que él pudiese hacer
tales actos tan inhumanos...
No
se dirigieron palabras, simplemente Yakumo busco refugio de aquella confusión
que la abrumaba en sus brazos. No solo estaba confundida sobre él, sino todo lo
referente a lo que ocurrido, se sentía tan vacía ahora, un gran dolor, en cada
uno de sus movimientos, sus músculos lo resentían... Todo lo que sentía era tan
abrumante y sabía que esto era solo el inicio de todo lo que en verdad vendría.
El
saiyajin también buscó conforte en ella... Ambos se sentían perdidos al haber
descubierto cosas que ignoraban... Uno estuvo en contacto con su bestia
interior, y la otra comenzaba a sentir el peso de la muerte cernirse cada vez
más sobre ella...
Yakumo:
.... No sabes cuanto quería... poder sentirte de nuevo tan cerca.... Estábamos
tan lejos uno del otro, que el distanciamiento fue doloroso...- murmuró ella
escondiendo su rostro. El saiya simplemente la escuchaba- ... Creí que jamás te
alcanzaría de nuevo...
Cort:
... Ni yo mismo sé dónde me encontraba...- murmuró aferrándose a ella-
Perdóname...- pidió al comenzar a entender lo que ella pudo haber visto o
descubierto- Perdona... Entiendo el que puedas encontrarte asustada... jamás
fue intención mentirte... Solo quería...- no sabía qué decir exactamente- ...
Si te hice algun daño...
Yakumo:
No- lo interrumpió ella- ... No me hiciste daño... Pero te vi haciéndoselos a
otros... Resulto igual de doloroso...
Sabía
la sensibilidad de aquella humana hacia lo que les ocurre a los demás... El que
sufre igual o más que el mismo afectado de algun golpe, o de una muerte
prematura... Su empatia era muy extensa, y si ella lo decía, entonces la
lastimo... no de forma directa, pero fue casi como silo hiciera...
Yakumo
hubiese querido desfallecer en ese momento ante lo cansada y débil que aun se
sentía... Pero no quería, no deseaba el pasar todo el tiempo que restaba en la
inconciencia...
Cort:
Quisiera decir lo siento y que tu lo aceptaras... Pero eso jamás sucederá
¿cierto?... Viste algo en mí, que yo no quería jamás mostrarte, porque ni yo
mismo sabía a lo que te expondría... Perdona. Y entenderé... entenderé si a
partir de ahora.. me ves con ese temor- añadió al haber logrado levantar el
mentón de la humana- Sí... ese mismo terror en tus ojos... es lo que siempre
los saiyajins han causado... No te culpo... Tarde o temprano debía suceder... Lamento
que hubiese sido de esta forma...- añadió al haberla soltado al creer que ella
pudiese sentirse incomoda al estar cerca.
La
humana quiso hablar, pero sus ojos divisaron algo entre los árboles, yaciendo
en el tronco de alguno.
Yakumo
se acercó con rapidez, se trataba de Hakuba, quien se encontraba inmóvil y
notándose los daños que pudo haber recibido.
No estaba funcionando. La humana se preocupo por su inseparable amigo,
cómo podría abandonarla, terminar de esa forma, después de todo lo ocurrido...
No le permitiría el que la abandonase de esa forma tan prematura...
Cort
simplemente la observó, la forma en la que lo había ignorado, sintiendo una
opresión en el pecho que le causaba dolor... ante su posible rechazo y aquel
distanciamiento que sintió en ese momento entre ambos... Un salvaje simio se
había interpuesto entre ellos y no les permitía el encontrarse de nuevo...
Aunque
Yakumo intentase el traer nuevamente
línea a su fiel amigo, sinceramente no era basta conocedora en cuanto a
la tecnología y esa clase de mecanismos. Notó como es que el saiyajin se colocó
del otro lado de la gran cubierta del robot, abriendo una escotilla y
comenzando a maniobrar con el cableado. La humana simplemente lo observaba a
través de la cúpula de cristal, viéndolo trabajar de esa manera tan segura.
¿Por
qué estaba permitiendo esto? se preguntó al observar frente a ella solo al
mismo joven quien cayó una vez del cielo, el cual la había acompañado desde
entonces hasta aquí, a quien se le había confiado su seguridad... quien había
despertado esos sentimientos desconocidos para su corazón de mujer... Por qué
se permitía ser tan egoísta en aquel momento en que más lo necesitaba a su
lado, al sentir que todo Enterrar se volvería en Caos... El conocimiento
golpeaba su cabeza, pero el entendimiento de
ello aun se rehusaba a llegar, convirtiendo sus pensamientos y juicio en
una tormenta de confusión e indecisiones... Lo amaba tanto, pero ahora no solo
veía al dulce joven el cual ganó su corazón y confianza, sino siempre la sombra
de aquella enorme bestia a sus espaldas, a la cual le temía tanto...
En
ese momento en que lo vio trabajar, y que recordase los sueños con aquella
enorme bestia, recordó algo más, las apariciones premonitoras de Serena... o de
alguien que se le parecía a ella..., y lo que ella le transmitió en ese sueño
vino a sus oídos nuevamente...
-
'No tienes porque temer, estoy segura que él jamás se atrevería a hacerte daño'
'No debes sentir miedo... Él jamás te haría daño. Yo lo traeré de vuelta ya que
poseo la habilidad para controlar su agresividad... Confía en mi... No debes
temerle a la bestia porque estarías temiendo al hombre de igual forma...-
Ciertos
sonidos mecánicos se dejaron escuchar cuando los ojos del robot hubiesen
mostrado haber recuperado algo de energía.
Hakuba:
Oh... uh...- momento de silencio- ... Oh ya... no sé quién habrá repuesto la
corriente de energía alterna a mis sistemas... pero gracias...- habló
pausadamente el robot al encontrarse defectuoso por los daños recibidos,
algunas chispas botaban de sus uniones con cada movimiento que intentaba
realizar.
Yakumo:
Hakuba ¿estas bien?- sujetando su mentón para que pudiese mantener su vista en
ella.
Hakuba:
... No lo... creo... Demasiadas averías... Pero eso.. no importa ahora... Me
alegra verte sana y salva... Lo ultimo que recuerdo... es el peligro que pudo
correr... la señorita Tsukino... ¿ella esta... bien?- preguntó.
Cort:
aun vive- añadió al ver como es que Yakumo no estaba segura de ello.
Hakuba:
Joven Cort... me alegra verlo también... Vaya, que cambio... de estilo- añadió
refiriéndose a la armadura- Usted fue... quien me conectó de nuevo?
Cort:
Sí. No te preocupes- le dijo a Yakumo al verla angustiada por su amigo- Aunque
el daño visible en su coraza se vea grave, solo necesita de ciertos ajustes y
reparaciones para que regrese a la normalidad.
Hakuba:
Temo que mis.. sistemas de auto reparación se... encuentran un tanto
defectuosos... pero con la energía... cedida, podré comenzar... a repararme....
Yakumo:
Me alegra que no te hubiese ocurrido nada grave amigo...- dijo al abrazar la
cabeza metálica del robot- ... Gracias...- murmuró ella al saiyajin. El robot,
aun en sus fallas mecánicas, fue capaz de percibir aquel distanciamiento que
había en ambos... se preguntaba lo qué pudo haber ocurrido para que pudiese
haber cambiado su forma de tratarse...
Sabía que habían dado un paso importante, pero ahora, parecía que habían
vuelto de donde partieron la primera vez que se conocieron.
El
acercamiento de numerosas presencias a ellos, llamó la atención de los tres
hacia los cielos, desde donde muy animadamente Serena Tsukino lograba destacar su presencia al llamarlos
por sus nombres y descender con más rapidez en aquel claro en dónde solo puso
sus pies y se lanzó hacia su amiga con suma alegría, al verla ciertamente
repuesta.
Serena:
Oh Yakumo, que bueno que ya estés bien, no sabes lo asustada que me tenías...
jamás vuelvas a hacerme esto T.T- añadió.
Yakumo:
Discúlpame Serena si es que logre hacerte pasar algun mal momento- añadió
aliviada de que ella estuviese sana y salva.
Serena:
Solo no vuelvas a hacerlo y asunto arreglado- añadió sonriente, fijando sus
ojos después en el robot maltrecho- Hakuba!! oh, torpe lata de hojalata , mira
cómo quedaste...- murmuró al arrodillarse para estar a la altura del robot.
Hakuba:
Serena... me alegra que haya logrado... salir con bien...
Serena:
... Y no gracias a ti... Pero no importa eso, te comportaste como todo un héroe-
dijo al haber abrazado la cabeza metálica con efusividad.
El
saiya observó como es que los acompañantes de la sailor hubiesen descendido,
sabiendo mantener su distancia, y una vez que hubiesen vuelto al suelo, la
mayoría de ellos prefirieron alojar a los compañeros heridos bajo alguna sombra
apropiada, solo quedando Eizan para dar la cara en nombre de los suyos ante
todo lo ocurrido.
Serena:
Espera Cort- lo persuadió al desear interceder por él- Yo les pedí que me
acompañaran hasta aquí... Hay mucho que deseamos saber, y no siempre podremos
contar con que los Guardianes respondan todas las preguntas como se debe...
Cort: ¿Confías en ellos, aún después de lo que te
hicieron?- preguntó al notar aquel vendaje en su hombro.
Serena:
Él salvo mi vida... Merece que confié en él, así como el darle la oportunidad
de explicarse... No sé tu, pero yo estoy harta de todo este misterio! Además...
Ellos ya no tienen nada! su hogar, su raza, su vida misma termino allá atrás...
No podía dejarlos... Espero y que ninguno se sienta ofendido por la decisión
que tome allá atrás...- habló estando en medio del saiya, Yakumo y el Siroi-
jamás eh sido partidaria de fingir no ver la desgracia de los demás...
Yakumo
no estaba del todo convencida... La piedad y el perdón siempre habían sido
partes fuertes en ella, pero en aquel momento...
Cort:
... Esta bien... Respeto tu decisión- dijo ante la sorpresa de la misma Serena-
Espero y no te equivoques... Si te lo permito, es que yo también deseo saber
qué rayos es lo que paso... Con todo y detalle- murmuró con frialdad al guardar
cierto rencor hacia esa raza...
Eizan:
Si decidí seguir a esta joven, solo fue con la intención de poder reparar lo
que los de mi clan han desatado en este mundo nuevamente...- habló con
solemnidad.
Cort:
Entonces habla de una vez...
Yakumo:
... Eso podemos dejarlo para después- habló al tomar la palabra- Primero,
debemos ayudar a los heridos- dijo con gentileza.
Serena:
Sí, me parece bien- respondió- ¿Tiene algun impedimento ante ello General?-
preguntó al volverse a Eizan, al haber escuchado de los demás lobos que lo
llamaban a él con ese titulo. Eizan se sentía cada vez mas desconcertado por el
comportamiento de aquella joven hacia los suyos... Pero termino aceptando.
Eizan
no creía que ella desease convertirlos en sus aliados al brindar tales
atenciones, aquella era su forma natural de ser... después de todo, ella sintió
compasión misma hacia su alguna vez líder Sugai estando herido, pero el muy
cobarde se atrevió a traicionar aquel acto de nobleza...
Era
difícil que él u otro de los sirois se negasen a cualquier petición que ella
pedía. Guerreros fuertes y orgullosos, jamás se hubiesen dejado atender por
ningún humano o por medios tan primitivos como vendas y desinfectante... Pero
sus palabras lograban domarlos como si fuesen animales domésticos... No le
extrañaba en absoluto la existencia de ese vinculo hacia la joven si ella era
en verdad la Princesa de la Luna... Sus palabras eran su ley, sus ordenes y
ellos obedecían intuitivamente...
Solo
catorce de los suyos habían sobrevivido... Todos ellos guerreros, y tal vez
para su suerte, entre ellos se contasen con especimenes hembras de los de su
raza. Observaba todo lo que ocurría desde algun punto fuera de aquel claro en
donde sus hombres recibían la atención de dos humanas.... El ver sus nobles
intenciones lograba que su vergüenza y culpabilidad se incrementase tanto hasta
poder sentir nauseas por las acciones de su Imperio... Aunque él Supiese las
verdaderas intenciones de Sugai e Isamu de haberlo hecho, aun no entendía lo
que pudo haber salido mal... No creía que ni si quiera sus dos lideres lo
hubiesen sabido, logró ver sus semblantes llenos de sorpresa la ultima vez...
La única respuesta concreta y lógica que su mente podría encontrar, sería el
que solo fueron engañados... engañados por el oráculo...
Cort:
Explícame el por qué de tu actitud pacifica hacia nosotros ahora...- el siroi
escuchó la voz del saiya, quien había permanecido con su actitud desconfiada
hacia ellos.
Eizan:
... Entiende esto chico, jamás fue algo personal...- habló con seriedad al
querer ubicarlo con sus ojos, pero mientras él estuviese recargado sobre aquel
gran tronco, jamás lo vería, puesto a que el saiya se colocó en su misma
posición pero de otro ángulo, justo tras él, lo único que impedía que sus
espaldas se apoyasen sobre la otra era la madera del árbol.
Cort:
Claro... Nunca es nada personal...- dijo sarcástico.
Eizan:
... Soy un soldado... es decir, más bien, lo fui... Solo seguía ordenes... y esas
ordenes siempre las cumplí sin rodeos. El destino quiso que ustedes estuviesen
en medio de ellas...
Cort:
... Eso no es suficiente... No sé lo
que le hayan hecho a Yakumo, pero ya no es la misma a la cual se llevaron...
Explícame, qué es lo que los tuyos pretendían
con ellas dos...- dijo con rudeza.
Eizan:
... jamás llevaba acabo una orden sin tener una razón que la justificase...
Pero nunca pude obtener la justificación de los actos de mis comandantes hasta
que fue ya demasiado tarde...- comenzó- Los últimos lideres de mi clan,
encontraron ciertos mitos, leyendas, sobre la ubicación de la Tarjeta del
Guardián Celestial que había vencido a Lanancuras hace mas de 500 años... La
idea de que esa tarjeta existiese, comenzó a llenar su cabeza de ideas... el
'Oráculo' que consultaban les lleno la cabeza con ideas de clases absurdas...-
murmuró- Debes de saber, que cuando una criatura se convierte en tarjeta, no
hay forma natural en la que pueda volver a la vida... Los métodos realizados en
el pasado se perdieron, pero nosotros,
con nuestra tecnología en acorde con la magia, fueron capaz de idear un
método, uno con el cual pudiendo poseer la tarjeta del ese Guardián, permitiría
traerlo a la vida nuevamente, antes de que Lanancuras volviese...
Cort:
¿Lanancuras?... Pero si ese sujeto esta confinado eternamente en la prisión que
los Guardianes hicieron ¿oh me equivoco?
Eizan:
Lo mismo cuestione cuando me hubiesen puesto al tanto del verdadero plan...
Pero, me mostraron que esa prisión no duraría eternamente... El que hubiese
arribado a esta Tierra, el choque mismo, logró que las ataduras y cimientos se
debilitaran.... Llegara un momento en que Lanancuras no podrá ser retenido por
esa celda de roca por más tiempo!
Cort:
No lo creo...
Eizan:
Créelo... Eso ocurrirá... Los Guardianes lo saben, siempre lo supieron, y por
ello me doy cuenta ya, que han arreglado todo este tiempo lo necesario para
estar preparados... A su manera, ellos
intentaban colocar todas las piezas en su lugar para enfrentar el retorno de
los Cardians.... Maldición! fuimos tan estúpidos!- bramó con fiereza- ¿Por
qué... por qué no lo vi antes?... Nosotros siempre... siempre fuimos leales a
los Guardianes, luchamos en su nombre en la guerra y con su respaldo logramos
vencer... Cómo fue que nos dejamos corromper...- en ese momento lo vio con más
claridad- ... Desde que... desde que ese oráculo apareció... hizo todo lo
posible, para tener la confianza de los comandantes... Tanta como para que
rompiesen su vinculo con los supremos... Solo alguien que desease corromper los
intentos de ellos...
Cort:
... Lanancuras- se atrevió a decir, al encontrar el punto al cual Eizan quería
llegar pero que no se atrevía.
Eizan:
podrá ser?.... Sería lo más lógico...- dijo pasmado- ... Nos uso... nos uso
para poder adelantarse a los Guardianes e impedir que ellos pudiesen....
El
saiya comenzó a entender, y creer, que
solo habían sido unas victimas más de lo ocurrido...
Eizan:
... Tiene sentido... El Oráculo se trataba de Lanancuras... él nos uso para
evitar a toda costa que los planes de los Guardianes no hayan resultado como lo
esperaban... Que desconfiáramos de sus
decisiones, pero todo el tiempo ellos tuvieron razón... Es por ello que tu
estas aquí- dijo con extrema seguridad, como si todo pudiese verlo con claridad
aunque no estuviese enterado de todo- ... Los Guardianes se dieron cuenta de
nuestra 'traición', y al no poder intervenir directamente en los asuntos de los
mortales... Te enviaron a ti para que protegieses a la humana Yakumo... Sus
planes tuvieron que cambiar, creyendo que Yakumo lograría llegar hasta ellos sin la ayuda de algun
protector, tuvieron que pensar rápido y... por ello te escogieron a ti...
Cort:
... así que dices que todo esto estuvo escrito ya desde el principio...
Eizan:
... Lo que Lanancuras buscaba al disfrazarse tras la sabiduría de un Oráculo,
no era que encontrásemos a su Guardián Némesis... si no a uno de sus
Lugartenientes, Gundrad... Tontamente, no solo lo liberamos sino le dimos
acceso a un poder mucho mayor... al renacer de tu sangre y que ahora corre por
sus venas... el contar con el poder del cristal de plata... sin mencionar, del
poder Celestial que le fue arrebatado a la humana Yakumo...- murmuró casi sin
aire.
El
saiya al escuchar lo ultimo pareció enfurecerse, su actitud tranquila se volvió
un tanto violenta cuando hubiese caminado hasta pararse frente a él, y de un
momento a otro lo hubiese tomado por el cuello dispuesto a romperlo, sin que el
siroi se opusiera claro. Afortunadamente nadie se percató de ello.
Cort:
Cómo es que se atrevieron a cometer tal barbaridad?!
Eizan:
No fue mi decisión...
Cort:
Aun así, ustedes se aprovecharon de los tres de la manera más sucia que jamás
había visto!- dijo furioso- No simplemente me controlaron y me usaron como una
marioneta para hacer todo su trabajo sucio, sino que también permitieron que
algo tan oculto dentro de mí pudiese saborear la sangre de los débiles, un
deseo que ahora ciertamente me esta transmitiendo... Despertaron un instinto en
mí que no debieron tocar!... Y cínicamente... hicieron que Yakumo me viera
así... Que mirase los ojos del monstruo que en verdad soy!- añadió al haber
puesto mucha más presión sobre el guerrero quien se mantuvo sereno aun ante la
amenaza- Las ganas no me faltan para quebrarte el cuello en este momento...
Eizan:
Vamos... adelante... así de verdad demostraras que eres una bestia peor que
yo...- añadió- Pero antes de que lo hagas... solo quiero decir, que deberías
estar feliz por la humana...
CorT:
Por qué debería? No la han beneficiado en nada lo que le han hecho!
Eizan:
Tal vez no.... pero si lo vemos de la manera torcida de mis ex comandantes...
Ahora ella es solo una humana... No cuenta con el poder con el que los
Guardianes la ungieron, ya que fue transferido a Gundrad, el ser al que
despertamos... Sin ello, ella jamás deberá enfrentar lo que los guardianes le
tenían preparado... Ciertamente sentía una clase de lastima por ella al saber
todo lo que debió pasar y lo que aun debía vivir... Ahora esta fuera del
'juego' que los Guardianes han tendido durante tantos siglos...
El
saiya no lo había visto de esa manera hasta aquel momento... Si lo que decía era cierto, podría darle un
poco de valor... Yakumo ya no tendría por qué luchar... ni por qué morir...
-
Tienes algo de razón...- añadió una voz femenina que llamó la atención de
ambos. El saiya rápidamente dejo de hostigar al siroi y ambos muy benévolamente
miraron a la humana- ... Ahora solo soy lo que siempre había deseado ser
únicamente...- murmuró- Soy humana.... nada celestial o divino esta cubriendo mi
sombra... Y la verdad no sé cómo sentirme respecto a eso... Tal vez y si usted
me dijese a qué clase de ser le dieron ese poder... podré salir de este dilema.
Eizan:
... Es una lastima... pero todo de lo que se les privo a los tres, se le cedió
a un General Cardian de nombre Gundrad- ante ese nombre, para el siroi fue como
regresar en el tiempo- El Imperio Cardian constaba no solo con el liderazgo de
su Rey, Lanancuras, sino también por el respaldo de tres generales de sus
ejércitos... Uno de ellos era Eilis, un cardian con la capacidad de transformar
su cuerpo en metal líquido *, la segunda se trataba de Lunaria, una cardian
hembra con poderes místicos y relativos a la magia oscura... pero sobre ellos
tres se encontraba el lugarteniente preferido y más confiado de Lanancuras, su
siempre mano derecha... solo podía otorgarle tanta confianza en su propia
sangre, el tercero es Gundrad, heredero de todo el Imperio de Lanancuras... Es
a este ultimo al que trajimos de nuevo, estúpida e ingenuamente a la vida... Los
Cardians son sombras del pasado de este planeta, sombras que no pueden ser
consumidas simplemente al olvidarlas o mantenerlas limitadas... Es algo que
siempre volverá hasta que se le elimine... Hace quinientos años no vencimos del
todo... solo lo aplazamos a que terminase en otro tiempo bajo la
responsabilidad de otros...
Yakumo:
... Ese aplazamiento... a un tiempo en donde no hay nadie quien sea capaz de
hacerle frente a ese mal... - no lograba a terminar de hablar, ya que parecía
que caería en cualquier momento, y así hubiese sido de no ser por una mano
amiga que logró anticiparse a su desmayo- Estoy bien... Solo un poco cansada-
añadió al querer que él quitase sus brazos de ella.
Eizan:
No hace falta que lo digas humana... tu mirada lo dice todo...- añadió con
seriedad- Hay mucho aun de lo que debemos hablar... Pero creo que la moral de
los demás de mi raza necesita igual explicaciones que yo solo puedo darles, si
no les molesta, prefiero hablar contigo cuando te encuentres en mejores
condiciones- dijo cuando se hubiese atrevido a dejar a ambos, y a la humana con
la palabra en la boca.
Cort:
... No tenía idea de lo que te habían hecho- dijo al ayudarla a incorporarse.
Yakumo:
... No estabas ahí para haberlo sabido- dijo al lograr reponerse y mantener
distancia.
Cort:
¿Me culpas?- Yakumo solo negó al haberle dado la espalda. La muralla que ella
había levantado entre ambos no tenia cimientos en su 'ineficiencia' como su
guardián, sino el haber descubierto más de lo que deseo saber de él y el
saiyajin lo sabía... pero no sabía cómo disculparse... - No sabes cuanto
lamento que me hubieses visto de esa manera... Dos veces ya... Pero si no lo
hice, fue por temer que esto ocurriera... Aunque creí que eras diferente y que
jamás te dejarías llevar por las apariencias, creí que solo tú serías capaz de
comprender que debajo de todas esas facetas que tengo en un combate, me
encuentro yo- intentó acercarse a ella, pero la humana con timidez aun se
alejaba.
Yakumo:
Todo mundo cree conocerme...- añadió como en una especie de reproche- ... Creen
que una inocente sonrisa de mis labios les permite leer cómo soy en realidad...
Todos creen que todo lo perdonare, que siempre sonreiré, que no me duele si me
lastiman... Yo no soy una maldita diosa de la misericordia! Puedo odiar, puedo sentirme ofendida y
enfadarme!- dijo tratando de retenerse, pero no le era posible, en aquel
momento se sentía tan incompleta, perdida, sola y confundida... todo nuevamente
debía de salir- Que siempre esconda todas esas emociones tras una sonrisa, no
significa que siempre este feliz! Aprendí que debía esconder mi tristeza tras
una animada sonrisa para que los que están a mi alrededor no pierdan la fe...
Pero qué hay conmigo? ¿acaso yo no cuento? jamás eh contado para nadie?!...- de
nuevo volvía su impotencia ante todo lo que sucedía a su alrededor- ¿Por qué siempre debo pensar en los demás y
jamás en mi?... Quisiera ser egoísta... solo una vez... Y es ahora... Pero me
pesa que sea hacia ti- murmuró al finalmente volvérsele y encararlo- Creí que
me había ganado tu confianza... Pero no, me ocultaste muchas cosas... Cosas que
al haberlas sabido, jamás hubiese pasado todo esto... El que perdieses el
control en esa batalla ah llevado a esto... Inicio toda esta locura... Si estas
aquí fue para protegerme y fallaste! Los Guardianes te escogieron para eso, y
nada más... Yo no debí haberte amado, ni tu a mí, pero lo hicimos, lo hice tal
vez en signo de rebeldía... Y tal vez aun demuestre mi rebeldía al no haber
luchado para evitar que me quitasen el 'poder'!- realizó una ligera pausa
cuando las lagrimas y la congoja la comenzasen a consumir y hacerla flaquear.
Cort
simplemente la escuchaba, sus palabras comenzaban a herirlo tan profundamente
como jamás ni un enemigo lo había logrado, "El que te amase tal vez solo
sea un signo de rebeldía"... Fue como una estocada en el corazón.
Yakumo:
... Pude haberlo intentado.. Pude haber luchado por retener lo que era mío...
Pero para qué... Por qué luchar por conservar algo que ya no quería, que
detestaba y que había destrozado mi vida...- murmuró- ... Fue dolorosa esa
separación... Pero el sentir mi cuerpo liberado de esa carga, lo vale...
El
saiya endureció la mirada en ese instante... No reconocía a la humana que él
creí amar, no mientras hablase de es manera-
Esta no eres tu...
Yakumo:
De lo mismo quise convencerme yo cuando te vi así... Pero la realidad duele no
te parece...
Cort:
Yakumo, entiendo que estés pasando por esto...- dijo al haber logrado tomarla
por los hombros.
Yakumo:
No lo creo... no creo que nadie lo entienda... Me han lastimado mucho... ya no
lo soporto más.... Estoy cansada de esto!!- exclamó dejando escapar sus
lagrimas sin intentar detenerlas. Ella hubiese deseado poder salir corriendo de
aquel lugar, pero él no se lo permitía.
La
humana por más que lo intento no pudo lograr que él la soltase, en vez de eso,
él la abrazo aun sin su consentimiento. Ella luchó por que la dejase ir, pero
aquella agradable sensación que era el encontrarse entre sus brazos la
reconforto tanto que dejo de luchar y se entrego completamente a aquel abrazo.
Cort:
... Todo estará bien ya, lo prometo... No permitiré que nadie más vuelva a
lastimarte...- le susurró conservando una mirada fría como el hielo en su
semblante.
- Fin del Capitulo 22-
*
Eilis, y Lunaria sí son personajes oficiales de la Serie de Shinzo; Gundrad es
de la propiedad de esta escritora....
Notas
de Ulti_SG:
Bien,
espero y hayan podido digerir esto lo mejor que pudieron...... Como ven, no fue
una explicación tan difícil, y menos para quienes conocieron la serie de anime.
Disculpen
si estos capítulos los han considerado un tanto cortos...
Nos acercamos al final.... quejas, comentarios, sugerencias, a mi email, ulti_sg@hotmail.com