* Dos ya es compañía, tres... ¿serán multitud?
Eizan parecía un poco ansioso, pero su imponente
figura no lo aparentaba.
Habían pasado días desde que había salido de la enfermería,
y sus lideres, hasta hoy se dignaron a brindarle una 'audiencia', era desesperante
que se hubiesen negado a brindársela desde el principio. Pero estaba
informado de que ellos tenían asuntos muy importantes que atender, tan
importantes y confidenciales que no han tenido la desfachatez de brindarle la
información sobre ellas pese a ser el cabecilla de todas sus tropas.
Pero estos días no había pasado en espera continua, sus deseos
de lucha lo llevaron nuevamente a buscar una opinión sobre su 'problema',
sin embargo no había nada nuevo que le contasen, pero el recordarlo solo
lo llevo a darse cuenta que debía tomar una decisión importante
si nuevamente tuviese que verse caras frente a frente con ese guerrero...
Finalmente, las puertas frente a él se abrieron, señal de que
le dieron el paso. Él entró sin titubear a una basta habitación
que más bien parecía una gran y antigua biblioteca al contener
muchos estantes con pergaminos y libros con hojas ya amarillentas. Pese a que
poseían una tecnología avanzada mejor que la humana, aquella parte
de la fortaleza se prefiere mantener intacta y con esa apariencia antigua.
Había más desorden en el lugar que de costumbre. Desde donde se
encontraba podía ver la habitación desde arriba, los estantes
estaban colocados en una peculiar forma que dejaba el medio de ésta descubierto.
- General, pase por favor, que el desorden no lo incomode- escuchó en
forma de eco causada por las paredes.
El siroi descendió lentamente por las angostas escaleras, camino entre
los estantes en busca del dueño de aquella voz, llegando así al
centro de todo aquello, en donde una voz diferente le pidió que se mantuviese
en ese lugar.
- Nos alegra verlo en tan perfecto estado pese a su... infortunado fracaso-
agregó la primera voz.
Eizan bajo su cabeza ante el comentario solo para ocultar la rabia que le provocaba
que se lo restregaran nuevamente... Pero solo pudo oprimir sus puños
con fuerza.
- Es una verdadera lastima que haya fracasado, sin embargo, permitamos reconfortar
su orgullo herido diciéndole que pese a ello nuestro plan no se vio afectado
de una manera drástica...
- Solo aplazó algunos puntos que teníamos preparados, nada grave.
Eizan: No es que no quiera no aceptar el hecho de mi fracaso, sin embargo ustedes
jamas previeron la intromisión de nadie más- añadió
al intentar defenderse.
- Es verdad, no lo previmos.
- Pero se supone que esta usted lo suficientemente capacitado para resolver
cualquier imprevisto ¿o no?
Eizan: Sabes perfectamente que a mi no me agrada trabajar cuando no tengo la
información adecuada... El hecho de no prever que un guerrero como al
que enfrente este protegiendo a la humana pudo haber arruinado todo.
- Pero no fue así. No hubo ninguna baja y ninguno de ustedes dijo algo
que revelara nuestro objetivo... por lo menos no el importante.
Eizan: Será por el hecho de que ni yo mismo lo sé con exactitud...
Ustedes no han sido muy sinceros conmigo, me ocultan cosas, lo presiento.
- Es muy hozado al hablarnos de esa manera...
- General, es una situación ciertamente delicada la que manejamos aquí...
Usted solo sabe la mitad de lo que nosotros sabemos, no no los tome a mal pero
solo tomamos precauciones necesarias para no arruinarlo.
- Sí lo hubiese sabido ¿no crees que hubiese terminado diciéndolo
a nuestro 'enemigo'?
Eizan: Me conocen bien, saben que mi lealtad al imperio es autentica.
- Lo sabemos de antemano... Pero aun así no nos retractamos de no decirle
lo que demanda saber.
- General tengo curiosidad acerca de su informe personal sobre este... 'saiyajin'.
Eizan: No creo que necesite saber más de lo que mis hombre ya debieron
decirle- agregó a la defensiva.
- Pero me interesa escucharlo de usted.
Eizan: (suspiro) Ese guerrero que se hacía llamar 'saiyajin' no era un
sujeto ordinario... Poseía una gran rapidez, su desplace en batalla era
igual o más veloz que la de nosotros... más que la mía-
murmuró- Pese a que parecía defenderse por mero reflejo, cada
movimiento lo realizaba cuidadosamente para no malgastar sus energías...
Poseía una fuerza enorme, capaz de romper con facilidad nuestro material
más duro. De igual forma, me percate de que él también
puede controlar su ki a voluntad, y créame, estoy seguro que no utilizó
su máximo poder contra nosotros...
- Sus hombres no nos informaron de lo ultimo... Así que, es capaz de
usar una de nuestras 'artes'.
Eizan: Pude percatarme de ello al ver como luchó contra ellos.
- ¿Cree usted que si llegase el momento de enfrentarlo nuevamente, usted
sería capaz de vencerlo?
El siroi guardo silencio al pensar bien lo que iba a contestar...
Eizan: ... Ahora que sé lo que podría tenerme preparado... Si
yo pudiese acceder a...
- Pero no puede- interrumpió- Recuerde que usted ya no puede contar con
esa habilidad.
Eizan: ... En ese caso señores, temo decir que no...- respondió
secamente, tratando de ocultar su rabia al tener que admitirlo frente a ellos
dos!
- Sí... es algo lógico- agregó.
- Pero no se sienta mal general, pese a ello, usted continua siendo nuestro
guerrero más fuerte. Solo por una falla menor, no espere a que lo excluiremos
de esto.
- Así es, para que no diga que no poseemos la suficiente confianza en
usted, le diremos lo que quiere saber... o más bien, le permitiremos
estar presente.
Eizan: Disculpen?- dijo al no entender a lo que se referían.
- Estar presente cuando llevemos a cabo otra fase de lo planeado, con el cual
podremos obtener una de las piezas que nos hacen falta, tal vez la más
difícil pero a la vez una de las más requeridas...
Eizan: ¿Y qué podría ser eso?- preguntó curioso.
- Eso es lo que esta a punto de ver...
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Los días pasaban como si fuesen solo horas ante
la perspectiva del único saiyajin que habitaba, ahora, Enterra.
Permanecía con los pies en la arena, cruzado de brazos, mientras su cabeza
se movía de un lado al otro al seguir con la mirada la silueta que se
desplazaba por los aires con libertad.
Sus cabellos revoloteaban como hojas mecidas por el viento
a sus espaldas, mientras el viento la golpeaba levemente en el rostro.
Desde los últimos días, y con el adecuado seguimiento del entrenamiento,
ella podía notar el cambio que había sufrido. Gracias a ellos,
sus poderes ya no eran una especie de agente desconocido dentro de su cuerpo,
había comenzado a conocerlos ampliamente...
Es tal y como Cort lo dijo, al tener la capacidad de controlarlos a voluntad
dejarían de serles extraños.
En el pasado, jamas llego a imaginar que sería capaz de hacer esto, volar!
volar libremente por los cielos! Si Mushra pudiese verla seguramente se asombraría...
Mushra... ese nombre... habían pasado días sin que haya pensado
en ese nombre...
La humana volteó discretamente hacia donde el saiyajin 'velaba' su vuelo
y contemplar su rostro sereno que en el momento en que se percato que ella lo
miraba respondió con una ligera sonrisa. Desde aquella ligera 'discusión',
jamas se volvió a tocar tema similar... Sin embargo, aun no olvidaba
lo que él dijo al final... Sin duda alguna eso lograba que su corazón
sobresaltara de alegría. Se había percatado de igual forma que
poco a poco aquel 'distanciamiento' que entre los dos él intentaba preservar,
poco a poco se iba desvaneciendo.
Habían pasado mucho tiempo juntos, él de vez en cuando se abría
con ella, tal vez inconscientemente, porque al darse cuenta de ellos rápidamente
guardaba silencio o intentaba cambiar de tema. Pero ya se había acostumbrado
a él y a esa personalidad tan inestable... ¿Que podría
ser que lo perturbaba tanto que lo ocasionase?
Cort miraba con cierto 'orgullo' el avance tan significativo que su 'alumna' había alcanzado. Ahora entendía lo que probablemente su propio maestro sintió al darse cuenta de sus avances que él tuvo mientras se encontraba bajo su tutela...
Yakumo era un chica excepcional frente a sus ojos...
demasiado para ser humana. Su apariencia tan frágil y tierna no lograría
que nadie pensase si quiera que guardaba un gran poder, una inquebrantable alma,
grandes secretos... Esas cualidades le agradaban y... lograban llamar su atención.
En estos días había pasado tiempo completo a su lado, conociéndola
día a día, acercándose el uno al otro... Le agradaba, esa
humana le agradaba mucho.... Demasiado y eso desconcertaba sus propios instintos.
Cuando visito el planeta Tierra y supo la historia de los saiyajins de raza
pura que arribaron al lugar y tomaron el planeta como su hogar, y escuchar que
ambos habían decidido aliar sus vidas con la de un ser humano fue una
noticia que le sorprendió mucho, sin mencionar que lo vio con desagrado...
La raza humana no era una de las razas existentes que él llegase a poner
interés, y que miembros de su raza hayan visto interés en ellos...
Le resultaba imposible. Pero ahora veía con agrado a ese miembro de la
raza humana, logró su simpatía en el primer instante no iba a
negarlo.
Pero aun así, era extraño que un saiyajin pudiese sentirse atraído
hacia un humano... El mismo príncipe de su raza lo había hecho....
También... su propio padre...
Su padre... había pasado tiempo en que no pensaba en él... Su
padre siendo un saiyajin de clase baja fue enviado a la Tierra a conquistarla,
pero un accidente logro que perdiese completo la memoria, su vida y entidad
como saiyajin pasaron a otro plano en su mente... Es por ese 'accidente' por
el que Son Goku comenzó su camino creyendo ser un humano como cualquier
otro... Sabía toda su historia gracias a que Gohan hizo el favor de contarla...
Era demasiado fantástica pero todo había sido real... Que irónico
que su propio 'hermano' haya tenido que darle a conocer la vida de su padre...
del padre que nunca conoció y que jamas conocerá... Tampoco pudo
evitar el comenzar a darle razón a las palabras de su tutor... Su padre
no era Son Goku sino el saiyajin Kakarotto... Estaba comenzando a entenderlo...
Como humano que creía ser lo más lógico sería que
hubiese formado una vida como tal, por supuesto que su sangre saiyajin impedía
por completo que esa fuese una vida ordinaria... sus mismos instintos de guerrero
le impedían alcanzar una completa vida normal. Sí, seguramente
él siempre tuvo problemas al tratar de contener un corazón y alma
de saiyajin con una mente humana... Y no fue hasta que había conocido
a su madre cuando obtuvo la oportunidad de demostrar que no importaba cuanto
su mente humana se opusiese, su origen como saiyajin seguiría ahí,
latente en cada oportunidad por emerger y ello lo acompañaría
hasta la tumba...
Yakumo volvió a la superficie nuevamente, después
de que el tiempo para el 'entrenamiento' para volar finalizó. Ambos habían
accedido a un horario, y esta hora era la que más le agradaba.
Ella miró en silencio a su maestro, esperando su aprobación por
su avance.
Cort: Lo hiciste muy bien Yakumo, tu movilidad en el aire a mejorado mucho,
sin mencionar que estas comenzando a perder el miedo de hacerlo tu sola- dijo
con una amplia sonrisa.
Yakumo: Siempre tan observador- añadió complacida- Pero dame un
respiro ¿sí? No esperes que de un día para otro yo pueda
hacer lo mismo que tú.
Cort: Lamento eso, pero estoy acostumbrado a que me exijan más de lo
que puedo dar, es lógico que yo espere recibir lo mismo- agregó
sarcástico.
Yakumo se sentía orgullosa de si misma al recibir un 'cumplido' de parte
de su maestro, pero él no era el único el que le exigía
demasiado, los Guardianes Celestiales optaron por ser ellos quienes la instruyeran
en los poderes 'telepáticos' o psicoquineticos que poseía, cuando
ella parecía dormir cómodamente, en verdad ella se encontraba
en el plano de esos guardianes aprendiendo... Pero inclusive los guardianes
conocían las limitaciones humanas por lo que solo la privaban de escasas
horas de sueño de acuerdo a las cronologías humanas. Pero ello
aun se mantenía en secreto...
Yakumo: Creo que hoy terminamos más temprano que de costumbre- comentó
al fijar su mirada en la posición del sol.
Cort: Es verdad... y aun es muy temprano para la hora de cenar- agregó.
Yakumo: ¿Qué es lo que haremos?
Cort: ¿Qué te gustaría hacer?
Yakumo: mmmmm podríamos tomarnos el resto del día libre?- preguntó
inocentemente.
Cort: Claro, suena una excelente idea- añadió- Para que no sea
tan monótono nuestra semana te llevare a un lugar- dijo al tomarla de
la mano.
Yakumo: ¿A dónde?- preguntó intrigada.
Cort: A un lugar que no existiría de no ser por ti.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Eizan caminaba detrás de los dos cabecillas del
imperio en silencio, un silencio que sellaba su asombro o incredulidad ante
lo que había escuchado. No tenía ni la mas remota idea lo que
aquellas dos mentes habían ideado para todo esto... Si al saber menos
de la mitad tenía sus dudas, ahora al conocerlo en su totalidad su indecisión
comenzaba abrumar sus pensamientos y a cuestionar un poco la decisión
de sus dos señores.
Miró a cada uno con detenimiento. Al Señor Isamu y el Señor
Sugai, ambos fueron nombrados hace más de 500 años para ser los
dirigentes de los sobrevivientes a la guerra contra los Cardians, durante 500
años han crecido bajo su vigilio y ordenes. Ambos no son miembros de
la casta guerrera de los de su raza, sus habilidades provienen de otras fuentes,
artes oscuras, arcanas, mágicas... Aunque el señor Sugai parecía
apegarse más al uso de la tecnología en conjunto con su 'magia',
es gracias a ello que poseen armamentos que utilizan un poco de energías
mágicas, por supuesto que estas solo están al alcance de pocos
Sirois, Sugai puede ser el más tranquilo de los dos, siempre campante
en su forma de hablar y no parece alterarlo nada. Por otra parte el señor
Isamu era un siroi consumado a sus artes puras, siempre estudiando y aprendiendo
más de esos conjuros, aquella habitación llena de libros era un
lugar del que difícilmente salía, Isamu es mas impaciente que
el anterior y fácilmente se altera al no contar con una respuesta inmediata
a algún suceso o problema. Esos dos seres eran quienes lideraban a los
sirois, quienes gracias a sus artes les han permitido sobrevivir durante 500
años... Ellos poseen una larga longevidad, pero ninguno por naturaleza
podría haber vivido tanto tiempo sin presentar cambios físicos,
pero el que se conserven con el mismo aspecto y energía se debe a un
encantamiento que ellos les brindaron...
Eizan aun podía recordar el fin de la guerra y como Enterra había
quedado destruida en su totalidad, los pocos de sus compañeros que habían
logrado sobrevivir, y el momento en que Isamu y Sugai fueron escogidos para
ser los dirigentes de los sobrevivientes, ellos creyeron que lo mejor sería
apartarse de los humanos es por ello que vivían debajo de la tierra,
en una región extrema para cualquier humano. Pasaron años y su
raza logro estabilizarse en ese planeta al cual llamaron 'hogar'. Lanancuras
había destruido el de ellos... Y los terrestres que vivían en
este lugar les brindaron una mano amiga, y cuando estuvieron informados que
el destructor de mundos había puesto sus ojos en este planeta no dudaron
ni un segundo el ayudarlos y así cobrar venganza por lo sucedido con
su planeta.
Había pasado tiempo en que él no lo recordaba... pese a tanto
tiempo transcurrido aun recordaba a los guerreros con quienes lucho lado a lado,
inclusive el fue requerido para proteger a alguien muy importante en ese entonces...
a la Dama de la Luna. Es por haberla defendido por la cual la repulsiva sangre
cardian lo había infectado de una manera inexplicable, él en aquel
entonces hubiese dado su vida por ella, pero el destino era irónico,
ella murió al haber brindado la luz de su vida a aquel cristal 'milagroso'
para así terminar con la amenaza de los Cardians...
Él estuvo presente cuando eso ocurrió...
El sonido de una puerta automática recorrerse
lo trajo de vuelta al presente, dando acceso a una gran habitación en
donde a donde quiera que uno mirase estaba cubierto por avances tecnológicos,
maquinas y demás artefactos mecánicos. Un par de sirois saludaron
respetuosamente a los tres deteniendo toda actividad.
Sugai: Bien. Aquí estamos general y frente a usted tiene el aditamento
que nos permitirá llevar a cabo lo que el oráculo predijo- agregó
bastante prepotente.
Eizan miró con indiferencia el lugar. El oráculo... desde hace
tiempo había venido escuchando esa palabra, pero jamas lo había
visto...
Sugai e Isamu fueron leales a los Guardianes Celestiales durante el conflicto
de hace centenas de años, al finalizar decidieron seguir su petición
de permanecer en el anonimato... sin embargo, de un día para otro ambos
comenzaron a hablar sobre un 'oráculo' con el que durante una meditación
entraron en contacto. Ese oráculo les brindo información, conocimiento
que logró que estabilizaran la vida del imperio. Pero pronto trajo consigo
ideas nuevas... Ideas que los llevaron a dudar de la sabiduría de los
Guardianes Celestiales, la manera en la que ellos planeaban y actuaban... El
oráculo habló sobre que ellos se atreverían al poner el
destino de toda Enterra y el universo mismo bajo los hombros de una débil
humana, eso era inaudito. Poco a poco, ese oráculo comenzó a ganarse
la devoción de sus dos lideres y ahora los ha llevado completamente a
actuar en contra de la voluntad de los Guardianes, con quienes dejaron de tener
contacto completo.
Él estaba de acuerdo en un principio... Un solo ser humano sería
incapaz de llevar tan responsabilidad, era imposible de creer, sabía
que los guardianes actuaban de manera extraña pero no irracional... Tal
vez si pudiesen hablar con ellos... pero no, por alguna razón ellos no
volvieron a presentarse... Tal vez después de todo, ese oráculo
solo hablo con la verdad.
Eizan: Es... sorprendente este lugar... Pero más me sorprende no haberme
dado cuenta de su construcción- dijo cortésmente.
Isamu: Recuerde que somos muy cuidadosos cuando de mantener secretos se refiere-
añadió.
Eizan: ¿Cuanto fue el tiempo que duro en construirlo?- preguntó
interesado.
Sugai: Mucho tiempo y mucha dedicación general.
Eizan: ¿Y cree que realmente funcione? ¿Ya la han probado?
Sugai: No hay necesidad, funcionara, esta previsto.
Isamu: Noto cierta inseguridad general, ¿en que piensa?
Eizan: Nada... Simplemente... ¿están seguros de querer continuar
con esto?- añadió al mirarlos seriamente- Estoy de acuerdo en
que debemos hacer lo mejor para nuestra raza e impedir mas calamidades, incluso
al anteponernos a la voluntad de los Guardianes Celestiales... Sin embargo ahora
están hablando de profanar limites de dimensiones! De obtener algo que
costo las valiosas vidas de muchos seres en este mundo hace siglos. Algo que
fue destruido para evitar un acatastrofe mayor!
Ambos lideres lo miraron con serenidad por unos momentos... Eizan tenia cierta
fama al ser el único que fuese capaz de hablarles de esa manera o de
contradecir sus ordenes, es por ello mismo que no habían querido decirle
el plan completo desde un inicio, era mejor escucharlo quejarse ahora que desde
antes de poder lograr todo esto.
Eizan: Un cristal que es muy peligroso ser traído a este planeta y ustedes
saben la razón- añadió.
Isamu: Eizan, deja tu sentimentalismo a un lado...- dijo- Lo que sucedió
en el pasado es una prueba que los Guardianes solo nos usan para sus propósitos
y que jamas han buscado nuestro bienestar sino del bienestar propio, ¿de
verdad te agradaría que volviese a ocurrir una guerra similar?- preguntó,
pero no recibió ninguna clase de respuesta- El oráculo predijo
que al permitir que los guardianes continuaran con sus planes solo llevaría
al fracaso total y nuevamente estaríamos envueltos en una guerra innecesaria,
es por ello que debemos tomar la perspectiva y liberar a un ser que si pueda
con tal misión, la misión de acabar de una vez por todas con el
destructor de planetas.
Eizan: Lanancuras...- murmuró.
Sugai: Solo el legendario Guardián que lo venció la ultima vez
podrá con tal labor, aquel que sacrifico su inmortalidad y poder, y solo
podremos traerlo de regreso a la vida si conseguimos lo que necesitamos y ese
cristal es de vital importancia, así lo ha dicho el Oráculo.
Isamu: En un acto de confianza mutua le dijimos lo que quería saber,
espero y no comience a dudar general... Así que esta de nuestro lado
o en nuestra contra?- aclaro con ojos amenazadores, los de todo y lobo depredador.
Eizan no se inmutaba ante el descontento de ellos dos... sin embargo, se trago
su orgullo y se abstuvo de contestar.
Isamu: Bien... ¿Alguna objeción más antes de que comencemos
general?
Eizan: (suspiro) Ninguna.
Sugai: Pongan a trabajar a esta pequeña- ordenó al acercarse a
donde un par de sirois estaban frente a un tablero de controles.
Estos obedecieron. Y los paneles y la maquina misma comenzaron a funcionar,
muchas luces de los paneles parpadeaban constantemente.
- Todos los sistemas operando señor.
Sugai: Muy bien, ¿encontraron las coordenadas equivalentes de este mundo
con el otro?
- Así es señor.
Sugai: Isamu, es tu turno.
Isamu: Bien, solo espero que funcionen mis conjuros en las maquinas tan bien
como a ti- agregó al estar sosteniendo un libro.
Sugai: Hazlo... ya.
El siroi de nombre Isamu comenzó a recitar una serie de palabras, que
para ninguno de los presentes, exceptuando a Sugai, podían entender,
no se trataba de su idioma natal ni de ningún otro que hayan escuchado
antes. Un aura rodeo la silueta de Isamu y esta poco a poco fue expandiéndose
hasta que logro introducirse dentro de la maquinaria, aquel contacto logro una
reacción en los paneles de control.
Eizan: ¿Qué es lo que esta haciendo?- preguntó en voz baja.
Sugai: Es posible dar un vistazo a otros mundos por encima de los limites de
dimensiones con hechizos que no sean divinas o tan poderosos como los de los
Guardianes... es imposible que podamos lograr transportar a alguien a un mundo
diferente o transportar a alguien de ese lugar... Pero gracias a que la magia
y las maquinas se unen en este momento, somos capaces de lograrlo- explicó
prestando atención a lo que sucedía.
Eizan: En pocas palabras... están abriendo un portal...- pensó
al ver como luces blanquecinas comenzaban a formarse- Solo los guardianes pueden
hacer algo como eso...
- Señor, el enlace esta completo. Proseguimos a la localización
de esa fuente de energía.
Sugai: Es mi turno ahora...- murmuró al acercarse a donde su compañero
se encontraba aun recitando las palabras.
Al igual que Isamu, Sugai se concentró y un aura lo cubrió, llevo
ambas 'garras' frente a sí, en dirección a aquel pequeño
portal, dejando su aura fluir a través de su cuerpo y adentrarse a ese
orificio.
Eizan: Sigo sin comprender bien lo que esta sucediendo- dijo a los sirois que
se encargaban de lo demás.
- Es algo difícil de explicar señor, pero mientras el Señor
Isamu logre mantener abierto ese 'portal' nuestros censores, radares son capaces
de seguir el aura del señor Sugai por ese mundo- explicó uno de
ellos sin dejar de oprimir botones.
Eizan: Pero ¿con que fin?
- El Señor Sugai esta rastreando la localización exacta de la
fuente de poder que espera encontrar, al hacerlo él nos dará una
señal, tendremos la localización exacta de esa fuente en ese mundo
y obtener las coordenada equivalentes en el nuestro- explicó el segundo.
Eizan: ¿Y eso de qué servirá?
- En ese momento, el Señor Isamu lograra transportar esa fuente en el
lugar exacto del que se encuentra pero equivalente a nuestro mundo.
Eizan: ¿Pueden hacer algo como eso?- preguntó para sus adentros-
¿Qué clase de enseñanzas son las que ese oráculo
les brinda?
- Créanos señor, a nosotros también nos parece sorprendente
que ellos puedan transportar algo de un mundo diferente a este- aclaró.
Aquellas auras en conjunto se incrementaban, Eizan podía
sentirlo y vaya que las energías desplazadas eran asombrosas.
Rápidamente, Sugai abrió sus ojos amarillentos- Ahora!- bramó
el lobo.
- Rastreando y comparando.
- El objeto se encuentra en movimiento.
Sugai: Maldición, obtengan coordenadas aproximadas! Isamu!
El escuchar su nombre fue la señal, sus ojos se abrieron dejando escapar
toda su aura acumulada.
Un gran destello inundo la habitación, pero solo
duro unos instantes, al recuperar la visión, Isamu parecía exhausto
al exhalar aire, como si no alcanzase a llenar sus pulmones con oxigeno.
Todos guardaron silencio, hasta que Sugai habló.
Sugai: ¿Tienen las coordenadas?!
- Tenemos las ultimas coordenadas que el radar pudo registrar, pero estaba en
movimiento, así que hicimos una aproximación.
Sugai: General, necesito un grupo de rastreo inmediatamente.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Yakumo observaba atenta a la gente ir y venir por la
calle en donde se encontraba de pie. Era extraño ver a tanta gente a
su alrededor, humanos caminando en las calles y no simplemente enterrícolas.
A decir verdad desde que una nueva línea de tiempo se creo y sabía
que los humanos vivían en paz, no había tenido tiempo de ver sus
logros con sus propios ojos... Y esta ciudad era una clara prueba de ellos.
Veía animosa a todos los humanos pasear despreocupados, hombres, mujer,
ancianos y niños por igual, también podría mirar uno que
otro enterrano entre ellos... Todo un sistema que coexistía en paz...
que diferencia a lo que al principio miró... las ciudades humanas abandonadas
y en ruinas y ni un rastro de su pueblo que no haya sido solo antigüedades
y edificios fríos sin vida o valor alguno... Debía hacer a un
lado el pasado, ahora todo era diferente, sus esfuerzos lograron este cambio
tan significativo, para bien de todos, eso era muy gratificante.
Cort miraba la expresión de la humana al estar
rodeada de humanos como ella y admirar aquella ciudad, estar en medio de su
bullicio, hizo bien en traerla.
Para este caso, tuvo que optar por privarse de sus ropas de guerrero, así
no llamaría demasiado la atención, pero aun así no era
gratificante vestir como un humanos, pero qué demonios, solo por esta
vez.
Ambos caminaban de lado a lado por las calles cercanas,
y en cada aparador que llamase su atención Yakumo se detenía a
admirarlos, deteniendo el avance de su acompañante al sujetarlo del brazo.
Cosas muy lindas y que jamas había visto en su vida, lindas joyas y aditamentos
femeninos que podía ver en las otras muchachas que pasaban por ahí.
Cort: ¿Te diviertes?- preguntó al momento de que ambos se detuvieron
a la sombra del paraguas de un pequeño puesto de helados, el saiya aun
tenía un poco de 'efectivo' de las ultimas compras que realizo que le
brindó Hakuba, por lo que fue posible que probasen uno.
Yakumo: Mucho- agregó sonriente- Jamas creí que pudiese estar
en un lugar como este- añadió al recibir el helado- Gracias por
haberme traído.
Cort: Es increíble que no hayas intentado haber venido por tu propia
cuenta después de haber cambiado todo esto.
Yakumo: ... Tal vez... inconscientemente temía el verlo...- murmuró.
Cort: ¿Por qué?
Yakumo: ¿Qué tal si fuese una mentira o simplemente un sueño?
No creo que hubiese podido con ello... por lo que preferí creer ciegamente
que había sucedido un milagro.
Cort: Un milagro que tu y tus amigos hicieron posible. Tal parece que todo lo
que realizas en la vida lo has hecho a ciegas... esta ese factor de Shinzo por
ejemplo.
Yakumo: Shinzo... esa palabra siempre significaba algo para mi cada vez que
la escuchaba o pronunciada... un brillo de esperanza en aquel túnel oscuro
al que iba a ciegas... Ahora ya no sé lo que realmente significa... Pero...
ya ha dejado de importarme- murmuró.
Cort: Tal vez sea lo mejor- susurró al darle una probada a su helado.
Miró con curiosidad a la humana que parecía estar indecisa con
respecto a qué hacer con lo que tenia en las manos.- ¿Que pasa?-
preguntó intrigado.
Yakumo: ¿Eh? o//o Ah, es solo que... no sé como debo comer esto-
agrego apenada.
Cort: o.o|... Jamas has comido un helado?
Yakumo: No v//v.
Cort: ^-^| bueno, solo se come así- dijo al darle una probada a su helado.
Yakumo: ¿Así de fácil? o.o
Cort: Sí o.o.
Yakumo: A bueno- titubeo un poco pero pronto su gusto fue capaz de probar la
cremosa y fría sustancia- Que delicioso! ^^.
El saiya miró aquel cuadro, y pensaba que a él se le habían
sido privada muchas cosas en su vida... Yakumo no tuvo ni siquiera una sola
oportunidad de las que él tuvo, no pudo evitar sentirse afortunado después
de todo.
Yakumo observó como es que la expresión
del saiyajin se tensó un poco, y miraba con ojos e alerta hacia un lugar
en el horizonte, ella aun no poseía sentidos tan sensibles como él,
por lo que era imposible que se percatase del despliegue de energías
que de pronto se presentaron en el aire.
Yakumo: ¿Sucede algo malo?- preguntó.
Cort: ... No... no es nada solo...- pero antes de que pudiese terminar, esa
misma energía la sintió muy cerca de su posición.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Se dice que la existencia es tan basta, que es imposible
que solo un mundo o una realidad se regocije de ella.
Se dice que existen diferentes mundos, realidades que viven a expensas de los
demás, muchos de estos mundos no tienen idea de un conocimiento como
este, y nos concentraremos precisamente en uno de ellos... un Mundo no tan distinto
al en que nos encontrábamos hace unos instantes, un mundo en el que de
igual forma existe un planeta Tierra, habitada por humanos comunes y corrientes,
en el mismo sistema solar de la Vía Láctea. El astro lunar continua
velándola los 365 días del años, y es en este astro en
el que alguna vez existió un bello Imperio, un cristalino reino en la
luna...
¿Cuantas han sido las teorías, sobre que en un pasado la luna
había sido habitada? ¿Que jóvenes princesas eran quienes
protegían los limites y el interior de este sistema solar? Es difícil
de precisar, y después de todo en este mundo ellas, esos cuentos y narraciones
ancestrales, resultaban ser verídicas... Sin embargo el destino decidió
arrasar con tan bello reino hacia ya mucho tiempo, así como dejar sin
protección alguna a aquella pequeña parte de la galaxia...
Pero en un tiempo actual, este mundo nuevamente cuenta
con la protección de las mismas 'princesas guerreras' que habitaron en
el Reino de la Luna hacia ya mucho tiempo...
Tal y como lo leen, este mundo, en donde demonios emergen de las fuerzas oscuras,
su población se encuentra protegida gracias a nueve jóvenes, princesas
representantes de cada planeta del Sistema Solar... Así es, estoy hablando
nada más y nada menos que de las jóvenes en minifalda y traje
de marinero que luchaban en nombre del Amor y la Justicia, las Sailors Scouts.
Había sido un largo camino desde que el legado del Reino lunar había despertado nuevamente en la Tierra, comenzando cuando la reencarnación de la Princesa de la Luna se topó un día a sus 14 años con una gata de pelaje oscuro y con una luna creciente en la frente, hasta el día de hoy, en donde ella miraba hacia el exterior del vagón del tren en el que viajaba.
Una joven con extraño peinado en coletas, con
cabellos rubios y ojos celestes, miraba atentamente por la ventanilla del tranvía
en el que viaja aquella tarde de comienzos de verano. Vistiendo una simple playera
de mangas largas y un holgado pantalón se dirigía hacia Osaka
en búsqueda de unos días de vacaciones... De verdad necesitaba
el descanso...
Habían pasado solo meses desde que el incidente con Caos y Sailor Galaxia
había llegado a su fin, una batalla que le brindo un sin fin de experiencias
pero a la vez demasiadas tristezas... Había sido una batalla dura para
ella, ella a quien jamas en verdad le ha deseado mal a ninguno de sus enemigos,
a quien odiaba luchar, esa batalla requirió mucho de su fuerza de voluntad,
de su valor... un valor y coraje que en ella despertaron en ese momento en el
que se encontró sola frente al Caos... Fue indescriptible las sensaciones
que vinieron a ella al momento de enfrentarse cara a cara con el origen del
mal... Por unos instantes se volvió otra, la Princesa que en verdad debía
ser... Por supuesto que eso solo fue cuestión de un instante...
Sí que habían sido pruebas difíciles por las cuales ella
logro pasar... Si lo pensaba ahora, era asombroso que ella hubiese sido capaz
de hacer tales hazañas y aun le costaba creer lo que había hecho...
No, ya no debía pensar en eso, se recordó
ella misma al darse cuenta de que sus pensamientos nuevamente volvían
a la angustiosa batalla pasada, se prometió a ella y a sus amigas que
no volvería a sumergirse en el pasado ni de revivir esas experiencias
tan dolorosas...
Miraba con agrado el paisaje que su viaje por tren le presentaba. Su destino
era Osaka, lugar en donde planeaba pasar unos días sin preocupaciones
y momentos de esparcimiento con sus amigas.
Las vacaciones de verano comenzaron justamente ayer, y el plan era justamente
ese, partir el día en que terminaba la escuela a Osaka todas juntas,
sin embargo, por ligeros inconvenientes en las notas finales de Serena Tsukino,
ella debió presentar hoy un examen extraordinario de Matemáticas
para evitar contratiempos en el próximo semestre, fue difícil
pero logro pasar (a penas)
Logró persuadir a las demás, Rei, Mina, Amy y Lita de partir primero,
que ella las alcanzaría al día siguiente, y hacia ya iba ahora.
La madre de Amy tenía un buen amigo quien le brindó su hogar en
Osaka para pasar estas vacaciones, pero la Señora Mizuno era una persona
muy ocupada, por lo que cedió su invitación y hospedaje a su hija,
quien extendió la invitación a sus mejores amigas. Las jóvenes
sailors no lo pensaron ni un segundo cuando ya habían gritado emocionadas.
No podía esperar por llegar, estaba segura que Amy se sentiría
orgullosa por la calificación 'pasable' que obtuvo en su extraordinario.
Verifico que su maleta siguiese en el asiento continuo, una pequeña maleta
descansaba ahí con una ligera valija haciéndole juego. El transporte
no llevaba demasiados pasajeros.
Serena miró con curiosidad el vagón que se encontraba solo ocupado
por solo cuatro personas. Un hombre mayor, un anciano y una madre con una pequeña
que no aparentaba tener más de 4 años que jugaba con una pelota
de plástico.
Se hundió nuevamente en su asiento, dejando escapar un ligero suspiro,
golpeando levemente el ventanal con sus dedos reflejándose su aburrimiento.
Detestaba viajar sola, esta ocasión Luna se adelanto en la compañía
de las demás, por lo que no contaba con ella para obtener platica de
alguna clase.
Un tenue rayo de sol se postro en la piedra del pequeño anillo que descansaba
en su dedo de su mano izquierda, atrayendo su atención hacia a él
y pensar en su querido Darien, era una verdadera lastima que no hubiese podido
asistir con ellas... Sí es verdad, se vería mal que un joven mayor
estuviese solo con 5 jovencitas en una casa... pero aun así deseo que
la hubiese acompañado, pero había asuntos que debía tratar
sobre sus estudios, y sobre el semestre que debió encontrarse en América
al cual no asistió por... 'causas de fuerza mayor'.
Cerró un momentos sus ojos, dejando escapar un
ligero suspiro, se sentía, aparte de aburrida, agotada por el esfuerzo
de haber pasado su examen, pero el conocimiento que le esperaban días
de diversión la reconfortaba bastante.
Sus ojos celestes se percataron de como es que el tren estaba por entrar a uno
de los túneles del camino.
Pero inexplicablemente comenzó a sentirse inquieta, como si algo la asechase...
Intuitivamente llevo su mano al interior de su bolso, sujetando su aditamento
de transformación con fuerza.
El vistoso paisaje fue suplantado por paredes de concreto y piedra al momento
en que el transporte se introdujo en el túnel, ella pudo ser capaz de
percatarse como la atmósfera del vagón comenzó a cambiar,
como si se contorcionaran las paredes, por un momento simplemente talló
sus ojos al pensar que solo había sido su imaginación. Cerro sus
ojos unos instantes más y al abrirlos, se percato como la luz del sol
volvió nuevamente a entrar por los ventanales del vagón, y todo
parecía normal... Qué extraño suceso, 'acaso ya necesitaría
usar lentes de aumento? OO Noooo! Eso es lo ultimo que la bella Sailor Moon
necesitaba (o por lo menos eso pensaba ella) Se imagino un momento a ella con
su traje de Sailor con un aditamento poco favorable para su imagen, lentes de
aumento tal y como los de Kevin. Esa imagen logró que un escalofrío
recorriese su piel.
Fue poco tiempo desde que ella pudo divisar un rastro de civilización más adelante, la cual supuso ella que se trataba de Osaka, y como jamas ha estado ahí no podía notar la diferencia...
El transporte finalmente arribó a la estación,
permaneció en su asiento hasta que finalmente se detuvo por completo.
Estaba por ponerse de pie cuando una ligera pelota de color azul había
rodado hasta chocar con su pie, rápidamente pensó que pertenecía
a la pequeña niña por lo que la tomó rápidamente
para devolvérsela.
- ¿Me podría dar mi pelota por favor?- escuchó de una voz
infantil.
Serena: ^-^ Claro aquí... la... tienes... ¿? O.O- su expresión
amable y sonriente cambio a una pasmada al mirar a la 'niña' que había
pedido su juguete.
- Muchas gracias- dijo la pequeña al tomar la pelota y retirarse.
Serena no parpadeo por largo tiempo, ¿se estaría volviendo loca
o de verdad vio a una 'niña' con facciones felinas?
Ella miró con incredulidad el vagón y saliendo miró a aquella
pequeña junto con su madre que también poseía facciones
felinas O.O y no solo ellas, sino a un insecto subdesarrollado!
Lo que evitó que hubiese gritado en ese momento es haber visto personas
'normales' que parecían no temer a esos seres. ¿Pero qué
rayos estaba pasando aquí?!!
Después de mucho pensarlo, no tuvo más
remedio que salir del vagón. Miraba hacia todos lados con desconcierto,
mirando a muchas personas como ella y más de esos seres extraños...
¿Qué clase de lugar era Osaka?! se preguntaba en su ingenua mente,
pero lo que ella ya no sabía es que no se encontraba en Osaka...
Serena: Cielos... a qué lugar tan extraño me han traído
las chicas? ><- se preguntó en voz baja al sujetar su maleta- Habrá
alguna clase de festival por el que la gente tenga que disfrazarse? Sí,
eso suena muy razonable- fue lo mas lógico que pudo pensar, ya que ni
mujeres ni niños parecían tener algún temor hacia esos
seres.... Sí eso debía ser... En fin, vaya que eran buenos disfraces
^-^, pensó ella.
Salió sin problemas de la estación cargando lo suyo, teniendo
en su mano una pequeña hoja de papel en donde tenía apuntada la
dirección de la casa, Amy dijo que se encontraba a escasas calles de
la estación por la cual podría encontrarla a pie.
°°°°°°°°°°°°°°°°
Yakumo: Cort? Cort, que sucede?- preguntó nuevamente
al notar su expresión.
El saiya dejó de sentir aquella presencia cercana, apareció en
un instante e igual de rápido se esfumó por completo...
Yakumo: ¿Estas bien?!
Cort: ... Sí... sí estoy bien...- dijo al volverse hacia ella-
No te preocupes, no fue nada- dijo ocultándolo.
Yakumo: A mi no me pareció 'nada'- agregó con el ceño fruncido.
Cort: No... solo creí sentir algo pero, solo me confundí, créeme-
explicó.
Yakumo: ... Esta bien, si tu lo dices.
Volvieron nuevamente a desplazarse, Yakumo deseaba ver
más y recorrer todas las calles de la ciudad si podía (que niña
o.o)
Yakumo: Trenes- dijo al ver uno que se desplazaba velozmente por las vías
de la estación- Es la primera ve que veo uno, solo los conozco por medio
de imágenes- añadió.
La humana había explicado que durante su sueño criogenico, había
aprendido cosas, in sistema 'implantaba' información en su mente, así
seria como conocería lo que necesitaría saber cuando saliera de
ello, pero era tan diferente el verlo a través de imágenes que
hacerlo directamente.
El saiya se encontraba más allá mirando con indiferencia aquellas
maquinas, cuando, alguien que caminaba se detuvo a su lado.
- Hmmm este, disculpa- dijo una voz femenina. El saiya miró a la jovencita
de cabellos rubios y ojos celestes que estaba a su lado.
- De casualidad no sabes donde se encuentra esta calle?- dijo mostrando el papel.
Cort no prestaba mucha atención a lo que ella decía puesto a que
una sensación muy extraña recorrió toda su espina dorsal
hasta el final de su cola de mono- ¿Sabe cuál es o no?- insistió
al no recibir respuesta.
El saiya torpemente leyó lo que el papel decía, y simplemente
negó como respuesta.
- (suspiro) No puede ser, ¿acaso se habrán equivocado al escribirla
T.T. Bien, de cualquier forma, muchas gracias, tendré que seguir buscando,
gracias- acomodó su maleta en su hombro y continuo caminando.
El saiya la siguió con la mirada, esa niña de coletas... Su presencia...
su presencia resultaba muy atractiva para sus instintos... Su cola a su espalda
se movía alegremente, y un instinto de querer seguir esa 'deliciosa'
presencia lo impulsaba a seguirla... Pero solo bastó un movimiento brusco
de cabeza para apartar esas ideas de su mente.
No muy lejos de ahí, varias siluetas oscuras se
movilizaban velozmente sobre los edificios de aquella bulliciosa ciudad. Guerreros
escogidos para la búsqueda.
Sus instrucciones dadas no fueron muy explícitas, solo el venir aquí
y buscar algo o alguien, no fueron explícitos en la descripción
tampoco, solo dijeron que sus instintos harían el resto.
Los sirois eran expertos rastreadores por sus agudos instintos, claro, contando
con pistas significativas, pero ahora solo se les explico que para encontrar
lo buscado debían guiarse a ciegas, sus instintos les harán ver
lo que buscan al estar cerca, que comprobarían sus palabras puesto a
que será una sensación muy 'especial', muy atractiva para sus
sentidos, y si eso sucediese, sabrían que lo habrían encontrado
y no dudasen en llevarlo ante sus señores. Este lugar era muy basto,
pero lo encontrarían...
- Fin del Capitulo 10-
Notas de Ulti_SG:
...........
Esperen un momentooooooooo! >o< Aguarden solo un momentos antes de que
decidan tirar de la cuerda que tengo atada a mi cuello, o antes de pensar si
quiera en aventarme con esas piedras o cualquier cosa que tengan en la mano
O.O!!!!!!!
Bueno... Ya leo las mentes de cada uno de ustedes lectores... ¿Qué
rayos hace Serena Tsukino (Sailor Moon) en este fic? Ni yo misma lo sé
^-^.... No!, >.o mentiras, sí sí sé que hace ahí.
La verdad de un día para otro se me ocurrió esto, además
creo que agregar otro personaje a la trama no me resultaba tan mala idea.
¿Por qué la escogí a ella de entre miles de candidatos
del mundo del anime? Pues... porque ella se adecuaba a los planes para futuro
(ya lo verán)
Sí, esto es sorpresivo, lo sé, y espero no arrepentirme después
><. Tratare de manejar bien a esta niña lo mejor posible, espero
y no se quejen después de por como la utilizo, recuerden bien cómo
es ella y lo torpe que es, eso es cortesia de la señorita Naoko, así
que espero y no haya reclamos!
Espero que me den una oportunidad, ya verán que todo esto tomara sentido
algún día... Espero que continúen con su lectura de los
próximos capítulos sin importarles este pequeño inconveniente
^-^|.
¿Qué por qué Cort sintió cosas 'extrañas'
al estar junto a Serena? Pongámoslo así..... Si Serena es la Princesa
de la Luna ¿su presencia no se deriva del poder de la luna? _o_ Y si
esto fuera así ¿no se supone que los saiyas tienen cierto vinculo
con la luna? Ahora díganme ¿no creen que haya cierta reacción
en un saiyajin al estar al lado de la princesa de la luna? Espero que con ello
se den una idea ^-^.