La actual discusión sobre los apoyos requeridos por el campo mexicano, en el marco de la desgravación a diversos productos agropecuarios establecida en el Tratado de Libre Comercio, ha pasado por alto su vinculación con el tema migratorio. Uno y otro se relacionan muy estrechamente: son las dos caras de nuestra pobreza, pero también de nuestra esperanza de progreso.

En ambos temas requerimos una actitud más comprometida por parte del Gobierno Federal. Requerimos que el Estado eduque, planifique a largo plazo y construya infraestructura en el campo mexicano, a fin de que deje de ser un mero proveedor anual de mínimos apoyos de subsistencia; lográndolo, podremos dar una respuesta tentativa al problema migratorio: no podemos permitir más que nuestros hermanos migrantes sigan haciendo frente solos a sus dificultades.

Por ello, en el Partido Liberal Mexicano nos hemos pronunciado por siete propuestas relativas al binomio campo-inmigración, las cuales son las siguientes:

1. Los subsidios al campo deben continuarse e incrementarse, pero aplicados a quien lo necesita, sin burocracia ni intenciones electorales.

2. El Tratado de Libre Comercio debe ser ampliado de manera que incluya el libre movimiento de personas en las fronteras.

3. El gobierno mexicano debe convencer al estadounidense de que no es con medidas de fuerza -represoras y humillantes- como se resolverá el problema migratorio; por ello, debe invitarlo a participar con inversión en el campo, pues para ellos significa reducir el flujo migratorio.

4. Apoyamos la lucha de los migrantes, para que les sean reconocidas sus aportaciones a la seguridad social y que esos recursos se orienten también al campo mexicano, lugar de origen de los generadores de esa riqueza.

5. Dar todo el respaldo moral a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para instalar oficinas en la frontera norte y sur del país.

6. Nos oponemos a que las organizaciones sociales intermedias, que se han creado y se creen en el futuro, sean usadas con fines electorales.

7. Nos pronunciamos por el voto de los connacionales en el extranjero y por su plena participación en la política del país. Los liberales somos nacionalistas y creemos que los mexicanos, en donde estén, pueden y deben influir en el destino de México.

Como lo acabamos de constatar este lunes con la insensible intervención del Secretario de Agricultura en Veracruz durante el foro agrario de la CNC, la falta de iniciativa y de una actitud comprometida por parte del Estado está dejando a millones de campesinos como única puerta de salida la migración al norte. Por tanto, si no actuamos desde ahora sobre el tema migratorio, abriendo espacios y anticipando respuestas, pronto tendremos allí un problema mayúsculo: el de la falta de toda esperanza, y nuestro país puede llegar a ser como un recipiente sometido a gran presión y sin ninguna salida.

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