El periodista y escritor irlandés, Gordon Thomas, considerado como "uno de los hombres con mejores fuentes informativas en los servicios secretos de medio mundo" publicó en el número 435 del diario El Mundo de España, el domingo 15 de febrero de 2004, una amplia crónica sobre la forma cómo Saddam Hussein llegó a acumular aproximadamente 40 mil millones de dólares pero, sobre todo, las conexiones financieras con George Herbert Walker Bush, o sea, el padre del actual presidente de los Estados Unidos.

En una entrevista con Thomas, Christopher Story, asesor de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, y editor de The International Currency Review, prestigiosa publicación especializada en Banca y Finanzas, expresa que a partir de sus contactos en ese mundo ha logrado reunir "las conexiones financieras, potencialmente explosivas en pleno año electoral estadounidense, entre el líder iraquí y el hermano y el padre del presidente George W. Bush (Neil Bush y el ex presidente George H. W. Bush, respectivamente)", investigación que le provocó amenazas de muerte conocidas por las agencias policiales Scotland Yard y FBI.

Dijo Store que "si Saddam revela los nombres de todos los que le ayudaron (a guardar tal fortuna desde 1979 cuando asumió el poder), podría provocar un pánico mayor que cualquier desplome de Wall Street (...) Muchos de ellos todavía ocupan altos cargos. Resulta imposible que ellos pudieran desconocer lo que Saddam estaba haciendo. El dictador movió enormes sumas de dinero hasta poco antes del inicio de la guerra de Kuwait, en agosto de 1990".

La información sobre quienes lo ayudaron y la forma como está repartida su riqueza a lo largo y ancho del mundo en prestigiosos bancos y paraísos fiscales, han convertido al ex dictador iraquí en el hombre más protegido del mundo. Dice Thomas que se encuentra en un lugar y un país conocidos por unos pocos.

"Las conexiones de la familia Bush con Saddam son la pistola humeante (de una serie de asesinatos en torno a la fortuna de Hussein); no te quepa duda", dijo Christopher Story a Gordon Thomas, a quien advirtió: "Y en el caso de que me sucediera algo, he tomado medidas para asegurarme de que la evidencia salga a la luz".

Hubo dos fuentes de las que surgió la inmensa fortuna de Saddam Hussein: Una fueron las comisiones procedentes de los principales países de Occidente (EU, Inglaterra, Francia y Alemania) para asegurarse los contratos para armar y dotar de infraestructuras a Irak frente al Irán de los ayatolas; la otra fue el robo del dinero del Sha Mohamed Reza Pahlavi. Pero también fue importante en todo este entramado un operador financiero, el magnate británico Roland W. Tiny Rowland, quien puso una serie de salvaguardas que han superado la prueba del tiempo, de acuerdo con los especialistas, espías, banqueros y corredores de bolsa que intentan seguir el rastro millonario a Saddam Hussein.

Rowland aconsejó a Pahlavi a transferir su fortuna personal al Banco Central Iraquí de Bagdad en 1979, fuera del alcance de los ayatolas, operación por la que el británico recibió una comisión por gestión del 1.5% de los 3,000 millones de dólares.

Con menos de un año en el poder, Hussein transfirió el dinero del Sha a sus cuentas numeradas en el Credit Suisse de Suiza y a un banco en la Isla Caimán, y Pahlavi no pudo recuperar su fortuna pese a su solicitud de ayuda al gobierno de Washington, que hizo oídos sordos.

De acuerdo con Gordon Thomas, una serie de 120 documentos que relatan la supuesta vinculación de Saddam con Bush padre y Neil Bush, le fueron entregados a Christopher Store. "Los documentos dan pie a preguntas muy serias. Fueron hallados en posesión de Barzan al-Takritti, el hermanastro y gestor personal de las finanzas de Saddam (...) En un documento se enumeran una serie de bancos que supuestamente realizaron transacciones bajo la supervisión de la Casa Blanca de Bush padre.

Cómo en México, allá también la elite juega su propio juego a costa de los demás. En los Estados Unidos mandan a sus jóvenes a pelear una guerra que no les corresponde, pero de la que son carne de cañón; en México simplemente se reparten el poder económico, mientras miles mueren por hambre, violencia o asesinados en el cruce de la frontera hacia el sueño americano.

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