AL ENCUENTRO DE JESÚS

(Juan 11:55-12:19)

El ambiente de este relato es de Pascua, hay mucho movimiento migratorio, económico y religioso. La Pascua era la celebración más importante de los judíos, porque les recordaba el día de la liberación de la esclavitud de Egipto, por parte de Dios. En ese ambiente, se puede percibir que hay una atmósfera de persecución contra Jesús. Los judíos, estaban al acecho del Maestro para prenderlo y entregarlo a las autoridades políticas y religiosas. Inclusive hay orden de captura contra él.

El relato podemos clasificarlo en dos partes:

a) El ungimiento de Jesús en Betania (Jn. 11:55-12:11);

b) La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (Jn. 12:12-19).

a) El ungimiento de Jesús en Betania, en esta parte del relato, el ambiente que prevalece es el de fiesta. Hay alegría y regocijo por el hecho milagroso realizado por Jesús en la persona de Lázaro, quien había pasado de muerte a vida. Para agradecer este gesto le prepararon una cena a Jesús. Aquí podemos notar que hay dos posiciones dentro de la comunidad de Jesús. Una parte de ella, aprecia en toda su dimensión el don de la vida, manifestado en Lázaro. Gracias a Dios, hoy en día hay mucha gente que celebra el don de la vida. La otra parte, representada por el traidor Judas, quien se opone a su persona y a su mensaje salvífico. Es capaz de utilizar a los pobres para justificar sus malos propósitos. Esta actitud de Judas, no es nueva, siempre se ha utilizado a los pobres, con fines políticos y religiosos.

Sin embargo, en medio de esa atmósfera hostil, Marta, Lázaro, María, y sus discípulos celebran con Jesús la victoria sobre la muerte. Es la celebración de la vida en plenitud como don eterno. Esta celebración no es aislada, se da dentro de la familia, corazón de toda comunidad. A María no le importa gastar un perfume caro para ungir los pies de Jesús, hasta secar con sus cabellos los pies del Maestro, y llenar de olor fragante a toda la casa. Es la expresión de gratitud que no tiene precio alguno y que se hace notorio a la vista de todos.

Por otro lado, hay una nueva comunidad que se va formando alrededor de Jesús al ver y escuchar de las maravillas que realiza, al punto de atraer a muchos partidarios del régimen, y este hecho produce mayor represión, condena y muerte. Lázaro no se salva de esta situación.

b) La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, este gran acontecimiento resalta dos opciones que se dan en forma paralela: una es, Jesús entre los suyos y ante el pueblo, y la otra, es el pueblo con Jesús. Sin duda que este hecho tiene muchos significados: por un lado, recuerda el relato de la consagración de Salomón como rey (1 Re. 1:38-40) y por el otro, presenta a Jesús como el Mesías.

Jesús está en camino a Jerusalén, la sede de la institución judía, hay mucha expectativa por verle. Es interesante notar que la multitud no espera que Jesús ingrese a la ciudad, sino que sale a su encuentro. Jesús no ingresará a Jerusalén, donde dominan los que le han condenado a muerte. Su sola presencia hace salir al pueblo. En otras palabras el pueblo ha hecho su opción: recibir y aclamar al nuevo Rey de Israel. Y lo hace de una manera muy popular, cogiendo las palmas y gritando: "¡Sálvanos! ¡Bendito el que llega en nombre del Señor, el Rey de Israel! En realidad son gritos desesperados, de angustia, que expresan el anhelo de salvación. Esperan en Jesús, la liberación, la vida. Los sacerdotes, más adelante responderán con gritos de muerte contra Jesús.

No cabe duda que Jesús es el rey mesiánico, el enviado de Dios, en él está la salvación. Además, el gesto de Jesús de montarse en un borriquillo, da a conocer su reacción a la aclamación recibida de la siguiente manera:

1°) Hace lo contrario a los reyes de Israel, quienes montaban mula, no el asno;

2°) No viene con pretensiones de rey, al estilo de Salomón, para emplear la violencia, la explotación del pueblo, tal como lo hicieron todos los demás reyes de Israel.

Por el contrario, Jesús muestra que ha venido a dar libertad con vida, no con muerte;  y la paz será la señal de su reino. Lamentablemente, sus discípulos no lograron entender este reinado de Jesús, sino mucho más tarde.  Pero, el pueblo si entendió lo que estaba pasando, Jesús es el Señor de la vida, el que libera de toda atadura. Como testimonio referían la resurrección de Lázaro. De ahí que salen al encuentro de Jesús, dejando la ciudad (sede del poder corrupto, injusto y explotador),  el templo (viejas liturgias sin sentido y sin vida) y la pascua (sacrificios vanos). Los fariseos se quedan impávidos al ver que la multitud ha pasado de las tinieblas a la luz. Sólo Jesús tiene este poder de convocatoria.

Hoy también Jesús nos sigue llamando, quiere que dejemos las viejas estructuras y ataduras, que sólo generan muerte, y nos pide que salgamos a su encuentro para darnos nuevas condiciones de vida. Él está a la puerta para recibirnos con sus brazos de amor tierno y conducirnos a la vida eterna. Esa es la única opción que tenemos para ser sus verdaderos discípulos. ¿Saldremos al encuentro de Jesús, o nos quedaremos dónde estamos?. Que el Señor nos ayude a decidir y tomar la mejor opción de vida. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

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