Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!

   

   

  UNA OPORTUNIDAD APLAZADA

 

(Hechos 24:24-27)

El pasaje bíblico nos da a conocer que el gobernador romano Félix y su esposa Drusila tenían el privilegio de escuchar a uno de los mayores predicadores del cristianismo, el apóstol Pablo. No estaban escuchando rumores ni parábolas de terceros. ¡Escuchaban el mensaje de la fe en Jesucristo directamente del siervo de Dios!

En realidad, se trataba de un encuentro crucial. Pablo estando prisionero y frente a la autoridad romana, no vacila en predicar con audacia y convicción. Habla sobre tres pilares de la vida cristiana: la justicia (lo que es recto delante de Dios y de los hombres), el dominio propio (el control de uno mismo, especialmente en los placeres y deseos carnales), y el juicio venidero (la certeza de que Dios juzgará a cada uno), temas que confrontan directamente la vida de Félix y Drusila. Estos temas no eran cómodos para Félix, un gobernador corrupto, ni para Drusila, que había dejado a su esposo anterior. La Palabra le confrontó. Su conciencia se agitó, pero en lugar de arrepentirse, pospuso la decisión. Este pasaje nos recuerda la importancia de compartir la verdad de Dios sin temor, incluso en circunstancias difíciles o ante audiencias hostiles.

Hoy también muchos tienen acceso a la Palabra, pero eso no significa que estén dispuestos a obtenerla.

La respuesta de Félix es particularmente reveladora. Se atemoriza al escuchar las palabras de Pablo, lo que indica que el mensaje del evangelio estaba tocando su conciencia. Sin embargo, en lugar de arrepentirse, elige posponer la decisión, diciendo: "Por ahora vete; cuando tenga oportunidad te llamaré". Esta es una ilustración clara del peligro de la dilación espiritual. El miedo al juicio de Dios no fue suficiente para llevarlo al arrepentimiento, y su "oportunidad" nunca llegó de la manera que podría haber transformado su vida.

Félix sintió el peso de la verdad… ¡pero lo dejó para después! Aplazó el momento de tomar una decisión por Cristo. Nunca sabemos si habrá "otra oportunidad". El "más adelante" espiritual puede convertirse en un "nunca".

Él no buscaba la verdad, buscaba dinero. Tenía interés, pero no fe. Escuchaba a Pablo, no para cambiar, sino por conveniencia. Aunque disfrutaba escuchar a Pablo y esperaba aprender algo, su principal interés era el soborno. Quería que Pablo le ofreciera dinero a cambio de su liberación. Esto muestra cómo las intenciones impuras pueden distorsionar la búsqueda de la verdad y cómo la corrupción puede nublar el juicio, incluso en asuntos espirituales.

¿Cuántos hoy oyen sermones buscando consuelo o bendición, pero no transformación?

Félix tuvo dos años de oportunidades para arrepentirse, pero al final, no tomó ninguna decisión por Cristo. Se fue como llegó: injusto, sin dominio propio, y camino al juicio.

La oportunidad se fue, y Pablo quedó preso… pero Félix quedó más encarcelado espiritualmente que Pablo físicamente.

Esta experiencia nos debe llevar a reflexionar lo siguiente: No posponer lo que Dios nos está diciendo hoy. El mejor momento para arrepentirse y creer es ahora (2 Corintios 6:2). El verdadero evangelio confronta, no entretiene. La fe cristiana no es solo consuelo; es también llamado a santidad. Una conciencia tocada no salva; solo el arrepentimiento lo hace. Félix se espantó, pero no se convirtió.

Finalmente, ¿Somos como Pablo, audaces en compartir la verdad? ¿O somos como Félix, que, aunque confrontado por la verdad, elige la dilación y permite que las motivaciones mundanas dominen sobre la respuesta a la palabra de Dios? Dios sigue hablando. Tal vez no a través de Pablo, pero sí por su Palabra, por sus siervos, y por su Espíritu. ¿Responderemos hoy, o diremos como Félix: “Más tarde…”? No dejemos que nuestra historia espiritual termine como la de Félix: con la verdad delante…pero sin decisión. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

 

                                 


Copyright © 2025 Rev. Lic. Jorge Bravo-Caballero. Todos los derechos reservados.