
EL MUNDO COMO NUESTRA PARROQUIA
(Marcos 16:15)
La frase "El mundo es mi parroquia" es una de las más famosas de John Wesley, el fundador del movimiento metodista. Tiene como fundamento el texto de Marcos 16:15: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura." Esta declaración es su visión poderosa acerca del ministerio cristiano. En lugar de limitarse a una parroquia geográfica, Wesley creía que su responsabilidad era predicar el evangelio a todas las personas, en cualquier lugar. Aunque Wesley era originalmente un sacerdote anglicano, al serle prohibido predicar en los templos, descubrió que su llamado no estaba limitado a una iglesia o a un lugar específico, sino que debía llevar el evangelio a donde fuera necesario. Su pasión por la predicación al aire libre, su compromiso con los pobres y su deseo de transformar vidas, son un desafío para hoy.
Jesús mismo nos dejó un mandato claro en Marcos 16:15: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio." Wesley creía que el mensaje de salvación era para toda la humanidad, no solo para un grupo selecto. Entendió que la iglesia no es un edificio, sino el pueblo de Dios en acción. De ahí que, no debemos limitar la obra de Dios a cuatro paredes, sino llevar el mensaje de salvación a todos los rincones del mundo. La frase "El mundo es mi parroquia" refleja la universalidad del evangelio y de la misión de la Iglesia.
Las palabras de Jesús implican una responsabilidad del cristiano: Cada cristiano tiene la responsabilidad de compartir el evangelio con los demás. Por eso, John Wesley no esperaba que la gente viniera a la iglesia; él iba a donde estaban: en los campos, en las minas, en las calles. Creía que el evangelio debía alcanzar a todos, especialmente a los olvidados y marginados. Con ellos formó los pequeños grupos y desarrolló el discipulado. Pasó de una iglesia que se queda en el templo a una iglesia celular que se reúne en pequeños grupos. Estos pequeños grupos fueron la base del movimiento metodista. Hoy en día, este es un gran desafío para toda la Iglesia.
Para Wesley, la evangelización no era solo predicar, sino transformar vidas. El cristianismo no se trata solo de palabras, sino también de acciones. Los cristianos deben servir a los necesitados y trabajar para mejorar el mundo. Él creía en la santidad personal y social:
Santidad Personal: Una relación con Dios que nos lleva a la santidad de vida.
Santidad Social: Un compromiso con la justicia, ayudando a los pobres, luchando contra la esclavitud y defendiendo a los débiles.
Relevancia hoy:
En resumen, "El mundo es mi parroquia" es un llamado a la acción para que los cristianos abracen su responsabilidad de compartir el amor de Cristo con el mundo entero.
Wesley nos recuerda que nuestra misión no está limitada a un solo lugar. Como discípulos de Cristo, debemos llevar el evangelio a donde sea necesario. El mundo es nuestra parroquia. Este es el mejor legado que nos ha dejado John Wesley.
Para reflexionar: ¿Cómo podemos vivir hoy la frase "El mundo es mi parroquia" en nuestra vida diaria?
Que Dios nos dé la valentía y el amor para salir y compartir su mensaje con todos. Que Él nos ayude a ver el mundo como nuestra parroquia y a llevar Su luz a cada rincón. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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