
DIOS ES NUESTRA FORTALEZA Y PROVISIÓN
(Isaías 41:9-20)
Vivimos en tiempos de incertidumbre y desafíos, que generan mucho temor y ansiedad, pero este pasaje bíblico nos recuerda que Dios es nuestro sustentador, quien nos fortalece y provee en el desierto de la vida. Este pasaje está lleno de promesas de esperanza para el pueblo de Dios, especialmente en momentos de debilidad. También es válido para nuestros tiempos, donde Dios nos asegura su presencia y provisión.
Veremos algunos puntos principales:
I. Dios nos ha escogido y no nos abandona (vv. 9-10)
Dios le dice a su pueblo: "Te tomé de los confines de la tierra, y te llamé de sus rincones más remotos, y te dije: ‘Tú eres mi siervo; yo te escogí y no te rechacé.’ No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalece."
Aquí encontramos tres promesas claves:
Somos escogidos por Dios: No somos olvidados ni rechazados. Aun cuando nos sentimos insignificantes, Dios nos llama por nuestro nombre.
Dios nos fortalece y sostiene: Cuando enfrentamos pruebas, Él nos toma de la mano y nos da fuerzas para seguir adelante.
No temer porque Dios está siempre con nosotros.
II. Dios vence a nuestros enemigos (vv. 11-13)
"Todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y humillados… porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudo."
Dios nos promete que nuestros enemigos—ya sean problemas, preocupaciones o adversidades—no prevalecerán contra nosotros. No debemos temer, porque el Señor pelea nuestras batallas y nos protege de nuestros adversarios.
Nuestra confianza en Dios es que Él se encarga de nuestros adversarios, y los que nos quieren hacer daño, no podrán hacerlo.
III. Dios transforma nuestra debilidad en fortaleza (vv. 14-16)
Dios le dice a Israel: "No temas, gusanito de Jacob… yo te ayudaré."
A los ojos del mundo, Israel parecía débil, pero Dios lo transforma en un instrumento poderoso. De igual manera, en nuestra debilidad, Él nos llena de su poder para vencer obstáculos. Por nuestra fe en el Dios Todopoderoso nuestra debilidad se fortalece y nos llenamos de esperanza
El pasaje termina con una imagen de restauración y abundancia: "Abriré ríos en las alturas desoladas y fuentes en medio de los valles… para que vean y reconozcan que la mano del Señor ha hecho esto."
Dios no solo nos fortalece, sino que también suple nuestras necesidades. Aun en el desierto, Él nos da agua viva y renueva nuestras almas, transforma la aridez en abundancia.
Podemos interpretar esta promesa como una metáfora de la provisión de Dios en nuestras vidas, incluso en los momentos más difíciles. Dios transforma la sequía en abundancia, tanto física como espiritual.
El propósito final de la provisión de Dios es que reconozcamos su poder y su obra. Quiere que entendamos que Él es el creador y sustentador de todas las cosas. Que todos vean y conozcan que la mano de Jehová hace esto.
En conclusión, podemos decir que Isaías 41:9-20 es un llamado a confiar en Dios. No importa cuán difícil sea la situación, Él nos ha escogido, nos fortalece, pelea por nosotros y nos provee. ¿Estamos pasando por un momento de debilidad o escasez? Recordemos que Dios está con nosotros. Confiemos en su promesa y sigamos adelante con fe.
Señor, gracias porque en nuestra debilidad, Tú eres nuestra fortaleza. Ayúdanos a confiar en tu poder y en tus promesas. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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