El Señor Jesús concluye el Sermón del Monte con una poderosa ilustración sobre dos constructores: uno sabio y otro necio. Ambos enfrentan las mismas tormentas, pero sus destinos son distintos porque los cimientos de sus casas son diferentes. Hoy reflexionaremos sobre la importancia de construir nuestra vida sobre la roca firme de Cristo.

I. Dos constructores, dos actitudes

Jesús habla de dos hombres que construyen una casa, lo que representa la vida de cada persona. Ambos escuchan sus palabras, pero solo uno las pone en práctica.

1. El hombre sabio (v. 24)

   • Escucha la palabra de Dios y la obedece.
   • Construye sobre la roca, que es Cristo (1 Corintios 10:4).
   • Su vida está fundamentada en la fe y la obediencia.

2. El hombre necio (v. 26)

   • Escucha la palabra de Dios, pero no la obedece.
   • Construye sobre la arena: una vida sin cimientos firmes.
   • Su vida es inestable y vulnerable.

II. Las tormentas de la vida

Jesús menciona lluvias, ríos y vientos que golpean ambas casas. Esto nos recuerda que todos enfrentamos diversas dificultades:

• Problemas familiares, económicos, de salud, laborales, espirituales.
• Las pruebas nos revelan sobre qué estamos edificando.

Una cosa que es bien cierta: el que construye sobre la roca permanece firme, pero, el que construye sobre la arena sufre un gran desastre.

III. La importancia de la obediencia

Jesús no solo nos llama a escuchar Su palabra, sino a vivirla. Santiago 1:22 nos exhorta: “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores”. Es por eso que:

• No basta con conocer la Biblia; debemos aplicarla.
• La verdadera fe se demuestra en la obediencia.
• Un fundamento sólido se construye con oración, comunión con Dios y servicio a los demás.

Al final del Sermón del Monte, Jesús nos invita a examinar nuestras vidas. ¿Sobre qué estamos edificando? ¿Somos hacedores de la palabra o solo oyentes?

Si edificamos sobre la roca, Cristo nos sostendrá en las tormentas. Pero, si construimos sobre la arena, tarde o temprano el colapso será inevitable.

Hoy es el tiempo para tomar una decisión: construir sobre la roca firme de Cristo.

Invitemos a las personas a confiar en Jesús, obedecer Su palabra y construir una vida firme en Él.

Pidamos a Dios que nos ayude a ser sabios constructores, fieles y obedientes a su palabra. Amén.