
LA NECESIDAD DE LA PRESENCIA DE DIOS
(Éxodo 33:15-16)
Es bueno tener en cuenta el texto que dice: "Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?" (Éxodo 33:15-16)
El contexto de este pasaje es crucial. Israel había pecado gravemente al hacer un becerro de oro (Éxodo 32). Como consecuencia, Dios dijo que enviaría un ángel para guiarlos a la Tierra Prometida, pero que Él mismo no iría con ellos (Éxodo 33:3). Sin embargo, Moisés intercedió y pidió a Dios algo extraordinario: que Su presencia misma fuera con ellos, porque sin ella, no valía la pena continuar. Lo mismo nos pasaría si tuviéramos que realizar una labor, una tarea o una misión. Pedir la presencia de Dios y caminar con Él es algo inusual en mucha gente. ¡Cuán importante es andar con Dios! Con Él la victoria es nuestra; los resultados son sorprendentes.
Analizaremos este pasaje bíblico de la siguiente manera:
Moisés entendió que más importante que la bendición de la Tierra Prometida era la presencia de Dios. Podían recibir la tierra, pero si Dios no estaba con ellos, no tendrían nada.
Como creyentes, debemos anhelar la presencia de Dios más que cualquier cosa material o terrenal. Podemos tener éxito, pero sin Dios, nada tiene sentido.
Moisés señala que la única forma en que Israel se diferenciaría de otras naciones era porque Dios estaba con ellos. Esta afirmación es muy cierta. Si queremos diferenciarnos de otros, es mostrar que Dios está con nosotros.
De ahí que, nuestra identidad como cristianos no está en lo que poseemos o hacemos, sino en la presencia de Dios en nosotros. ¿Refleja nuestra vida la presencia de Dios?
En todo quehacer debemos tomar conciencia de que Dios es nuestra mayor seguridad. Esa debe ser nuestra confianza.
Por eso debemos tener cuidado de no enfrentar los retos de la vida sin la presencia de Dios. Busquémoslo en oración, en Su Palabra y a través de una relación constante con Él.
En estos tiempos, Dios no nos llama solo a recibir Sus bendiciones, sino a buscar Su presencia. Como Moisés, debemos decir: "Si tu presencia no va con nosotros, no nos saques de aquí."
Para reflexionar:
Que Dios nos ayude a vivir cada día en comunión con Él, porque sin Su presencia, no vale la pena seguir adelante. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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