El final del año es un momento especial para reflexionar sobre lo que hemos vivido, agradecer a Dios por Su fidelidad y renovar nuestras fuerzas para lo que está por venir. Esperamos que este sermón nos invite a mirar atrás con gratitud, a evaluar nuestro presente, caminar con humildad y a mirar hacia adelante con esperanza. Desarrollaremos estos tres momentos:
1. Mirar atrás con gratitud
- Agradecer las bendiciones: Este año quizás estuvo lleno de problemas, de dificultades, de desafíos, pero también de incontables bendiciones. Es el momento que reconozcamos la mano de Dios en nuestra vida diaria.
- Aprender de los errores: Es bueno que reflexionemos sobre nuestras fallas y aprendamos de ellas, sin quedarnos atascados en la culpa, lo cual es muy dañino. Recordemos que Dios es un Dios de segundas oportunidades (Lamentaciones 3:22-23).
2. Vivir el presente con propósito
- Disfrutar el ahora: No esperemos el "momento perfecto" para disfrutar la vida o servir a Dios. El presente es un regalo de Dios, y cada día es una oportunidad para glorificarle.
- Servir a otros: Evaluemos si este año hemos usado nuestro tiempo y recursos para ayudar a quienes nos rodean. Si no lo hemos hecho, el año nuevo es una oportunidad para ser más intencionales en nuestro servicio, en amar a nuestro prójimo.
3. Mirar al futuro con esperanza
- Confiar en Dios: No sabemos qué traerá el próximo año, pero sabemos quién lo sostiene. Proverbios 3:5-6 nos invita a confiar plenamente en el Señor.
- Establecer metas espirituales: Más allá de establecer metas materiales, propongámonos crecer en nuestra relación con Dios, en oración, en ayuno, en la lectura de la Biblia y en la comunión con otros creyentes.
En conclusión, el apóstol Pablo nos recuerda que debemos “proseguir a la meta”. Mientras dejamos atrás el año que termina, llevemos con nosotros las lecciones aprendidas y avancemos con determinación. Que el próximo año sea una oportunidad para vivir más cerca de Dios, para amar más y para brillar como luz en un mundo que necesita esperanza.
Señor, gracias por Tu fidelidad en este año que termina. Perdona nuestros errores y guíanos en el camino que nos has trazado. Ayúdanos a vivir cada día del nuevo año con propósito, confianza y gratitud. Amén.


