
LA JUVENTUD EN LA BIBLIA
(1 Timoteo 4:12)
Para empezar, diremos que la juventud es una etapa de la vida llena de energía, pasión y potencial. La Biblia tiene mucho que decir sobre esta fase crucial y ofrece orientación y ejemplo sobre cómo los jóvenes pueden vivir para Dios y encontrar su propósito.
La juventud es un tiempo de preparación y de propósito. La Biblia da una gran importancia a esta etapa de la vida. Un texto clave es 1 Timoteo 4:12: "Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza."
Tener en cuenta que, la juventud es un tiempo de crecimiento espiritual. Para ello es necesario que los jóvenes conozcan a Dios desde esa edad. La juventud es el momento ideal para desarrollar una relación profunda con Dios. Tener en cuenta lo que el libro de Eclesiastés nos refiere al respecto: "Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: 'No encuentro en ellos placer'" (Eclesiastés 12:1).
Es bueno saber que en la Biblia encontramos ejemplos de jóvenes que sirvieron a Dios.
José, quien fue vendido como esclavo, pero permaneció fiel a Dios y llegó a ser un líder en Egipto gracias a su integridad (Génesis 37-50).
Josué, elegido para liderar a Israel después de Moisés, destacó por su valentía y fe desde joven (Números 27:18-23; Deuteronomio 3:28).
Sansón, consagrado como nazareo desde su nacimiento, mostró gran fuerza física (Jueces 13:24-16:31).
Rut, joven moabita, mostró lealtad y fe al seguir a su suegra Noemí (Rut 1:1-22).
Samuel, llamado por Dios desde su niñez, sirvió como profeta y juez en Israel (1 Samuel 3:1-21).
David, ungido como rey siendo joven y conocido por su fe y valentía al enfrentar a Goliat (1 Samuel 16-17).
Elías y su llamado a Eliseo, quien comenzó su ministerio siendo joven (1 Reyes 17:1-19:21; 2 Reyes 1:1-2:31).
Josías se convirtió en rey de Judá a los 8 años y fue conocido por su devoción a Dios (2 Reyes 21:24-23:30; 2 Crónicas 33:-25-35:27).
Daniel y sus amigos se mantuvieron fieles a Dios en Babilonia desde su juventud (Daniel 1:1-16).
Juan, llamado a preparar el camino para Jesús, comenzó su ministerio desde joven (Lucas 1:5-25).
María, madre de Jesús, mostró fe y obediencia a Dios desde su juventud (Lucas 1:26-27).
Jesús, a los 12 años, mostró sabiduría al dialogar con los maestros en el templo (Lucas 2:41-52).
Timoteo, un joven colaborador de Pablo, quien lo animó a no dejarse intimidar por su juventud. Fue un líder importante en la iglesia primitiva (1 Timoteo 4:12).
También podemos decir que la juventud es un tiempo de decisiones importantes. Dichas decisiones definen el futuro. La juventud está llena de decisiones críticas que pueden moldear el resto de sus vidas: la elección de amigos, carrera, pareja, etc. De ahí que el libro de Proverbios aconseja: "Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas" (Proverbios 3:5-6).
Se debe tener en cuenta que la Biblia nos insta a buscar sabiduría y consejo (Proverbios 1:8-9, 15:22). Por eso, cuán importante es la búsqueda de la sabiduría y el consejo oportuno. Para para lograr eso, es bueno rodearse de personas sabias que puedan ayudar a tomar decisiones sabias y justas.
Por último, la juventud es un tiempo de ejemplo y liderazgo. Los jóvenes están llamados a ser ejemplo, no solo para aquellos en posiciones de liderazgo, sino para todos los jóvenes creyentes. Como dice 1 Timoteo 4:12: los jóvenes están llamados a ser un ejemplo en palabra, conducta, amor, fe y pureza.
La juventud es el momento perfecto para involucrarse activamente en la iglesia y en la comunidad, es decir, involucrarse en el servicio, usando sus dones y talentos para glorificar a Dios (1 Pedro 4:10-11).
Termínanos esta reflexión, diciendo que la juventud es un tiempo precioso y lleno de potencial. Al vivir conforme a la Palabra de Dios y buscando Su guía, los jóvenes pueden crecer espiritualmente, tomar decisiones sabias y ser un ejemplo brillante para otros. Pidamos al Señor que los jóvenes en nuestras congregaciones se levanten con fervor, sabiendo que Dios tiene un propósito grande y glorioso para cada uno de ellos. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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