
LA SEXUALIDAD EN LA BIBLIA
(Génesis 1:27-28; Romanos 1:26-27)
La sexualidad es un tema amplio y multifacético en la Biblia. Tratar este tema desde el punto de vista bíblico, no significa que no se tenga en cuenta otras diferentes perspectivas. Tampoco, significa marginar o despreciar a las personas que han tomado diversas opciones sexuales para su vida. Es tratar el tema de la sexualidad desde la palabra de Dios, que es la norma que rige para todo aquel que cree en Dios y decide acatar sus mandamientos u ordenanzas. No se puede dejar de lado las Escrituras para reflexionar este tema, más bien, debe servir de parámetro para la reflexión de este tema. Si dejamos de lado las Escrituras para tratar el tema de la sexualidad, estaríamos dejando de lado la autoridad de Dios sobre nuestra vida, sobre nuestras acciones y sobre nuestra razón de ser en este mundo. La Biblia es clara sobre este tema que vamos a tratar con mucho cuidado y celo, y para ello trataremos este asunto sin caer en apasionamientos personales, teológicos o ideológicos.
A manera de introducción podemos decir que la sexualidad es un regalo de Dios, un componente integral de nuestra humanidad. Desde el principio, Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, diseñando la sexualidad como una parte hermosa y sagrada de la vida humana. En esta oportunidad exploraremos lo que la Biblia nos enseña sobre la sexualidad, el propósito divino detrás de ella y cómo debemos vivir de acuerdo con estos principios. Cosa que es fundamental para todo creyente en Dios.
Para empezar, diremos que Dios creó la sexualidad con un propósito específico: la procreación y la unidad. El acto sexual no solo es para procrear, sino también para fortalecer la relación entre marido y mujer. La Creación es el diseño divino de Dios. En Génesis 1:27-28 se revela este propósito: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla."
De ahí que, el matrimonio es el contexto divino para la expresión de la sexualidad. Dentro del matrimonio, la relación sexual es pura y honrosa. Fuera de este contexto, se considera pecado. En Hebreos 13:4 está explícitamente expresado: "Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios." Dios nos llama a vivir en santidad en el matrimonio.
La Biblia enfatiza la fidelidad y el gozo en la relación matrimonial. El amor y el placer dentro del matrimonio son bendiciones de Dios. "Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud. Como cierva amada y graciosa gacela, sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre." (Proverbios 5:18-19). La Fidelidad y el amor son parte de la vida en matrimonio.
La pureza sexual es vital para nuestra relación con Dios. Nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, y debemos honrar a Dios con nuestras acciones. "Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque comprados sois por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios." (1 Corintios 6:18-20).
En cuanto a los que han caído en pecado sexual, Jesús ofrece perdón y redención a todos los que han caído en esa situación. Él nos llama a vivir una vida nueva, libre de pecado, y a seguir sus caminos. "Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete y no peques más." (Juan 8:10-11).
Como podemos ver, la sexualidad, según la Biblia, es un don precioso que debe ser disfrutado dentro del marco del matrimonio. Dios nos llama a la pureza, la fidelidad y el amor. Cuando fallamos, su gracia y perdón están disponibles para nosotros. Busquemos siempre vivir de acuerdo con sus principios y glorificar a Dios en todas las áreas de nuestras vidas, incluida nuestra sexualidad.
Ahora bien, en la reflexión sobre la sexualidad, no podemos dejar de lado el tema de la homosexualidad. En la Biblia, la homosexualidad es un tema que ha sido objeto de considerable debate e interpretación. Citaremos algunos pasajes bíblicos más frecuentemente citados en relación con la homosexualidad:
Génesis 19:1-11: La historia de Sodoma y Gomorra es a menudo mencionada en debates sobre la homosexualidad. En esta narrativa, los habitantes de Sodoma intentan agredir sexualmente a dos ángeles varones que visitan a Lot. Algunos interpretan esta historia como una condena de la homosexualidad, mientras que otros argumentan que se trata de una condena de la violación y la falta de hospitalidad.
Levítico 18:22: "No te acostarás con un hombre como con una mujer; es una abominación." Este versículo es una clara prohibición de actos homosexuales en el contexto de las leyes mosaicas.
Levítico 20:13: "Si alguien se acuesta con un hombre como se acuesta con una mujer, los dos han cometido una abominación; deberán ser condenados a muerte; sobre ellos pesará su propia sangre." Este versículo refuerza la prohibición en Levítico 18:22 y prescribe un castigo severo.
Romanos 1:26-27: "Por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas. Aun sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza; de la misma manera, los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en sus pasiones unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío." En el Nuevo Testamento, Pablo escribe sobre comportamientos que considera contrarios a la naturaleza.
1 Corintios 6:9-10: "¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se acuestan con hombres..." Este pasaje lista varios comportamientos considerados pecaminosos, incluyendo prácticas homosexuales.
1 Timoteo 1:10: "para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina." Aquí, Pablo también menciona a los "sodomitas" en el contexto de prácticas contrarias a la doctrina cristiana.
En estos pasajes bíblicos se es claro la posición de los autores de la Biblia en cuanto a la homosexualidad. Es importante notar que las interpretaciones de estos pasajes varían significativamente entre diferentes denominaciones cristianas, teólogos y estudiosos de la Biblia. Hoy en día, algunas iglesias y teólogos interpretan estos pasajes como una condena directa de la homosexualidad, mientras que otros sostienen que estos versículos deben ser comprendidos en su contexto histórico y cultural y no necesariamente como una condena universal y eterna de la homosexualidad. Como dijimos al comienzo, tratar el tema de la sexualidad desde el punto de vista bíblico, no significa marginar o despreciar a las personas que han tomado diversas opciones sexuales para su vida. Estamos llamados a amar a nuestro prójimo y respetar sus diversas opciones, incluso las sexuales.
Roguemos al Señor que nos ayude a vivir siempre de acuerdo con sus principios y que lo podamos glorificar en todas las áreas de nuestra vida, incluida nuestra sexualidad. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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