LA OPCIÓN DE JESÚS POR LOS MÁS NECESITADOS

(Lucas 4:18-19)

La opción de Jesús por los más necesitados es un principio fundamental del cristianismo que se manifiesta en múltiples pasajes de los Evangelios. Jesús, a lo largo de su ministerio, demostró una clara preferencia y preocupación por los pobres, los marginados y los oprimidos. Este compromiso se refleja en sus enseñanzas, sus parábolas y sus acciones. Esta opción preferencial de Jesús por los más necesitados, se hace más evidente cuando se presentó a la sinagoga en el día del reposo, y él se levantó a leer como era la costumbre. Se le entregó el libro del profeta Isaías, y ahí encontró la siguiente cita en el capítulo 61:1-2 (Cf. Lucas 4:18-19):

                                "El Espíritu del Señor está sobre mí,

                                Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;

                                 Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;

                                A pregonar libertad a los cautivos,

                                Y vista a los ciegos;

                                A poner en libertad a los oprimidos;

                                A predicar el año agradable del Señor".

En el Evangelio de Mateo 25:35-40, Jesús afirma: "Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me acogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí." Estos versículos subrayan la importancia de atender a los necesitados como una forma directa de servir a Cristo.

La opción preferencial por los pobres también se ve en las Bienaventuranzas (Mateo 5:3-12), donde Jesús proclama bendiciones sobre los pobres de espíritu, los que lloran, los mansos y los que tienen hambre y sed de justicia. Este mensaje destaca que el Reino de Dios está especialmente abierto a aquellos que sufren y están en necesidad.

Además, Jesús no solo enseñó sobre la importancia de ayudar a los pobres, sino que también vivió entre ellos y compartió su vida con ellos. Sanó a los enfermos, alimentó a los hambrientos y defendió a los marginados, mostrando con su ejemplo que la verdadera fe implica acciones concretas de amor y justicia, y no mero discursos.

La opción de Jesús por los más necesitados nos invita a todos los cristianos a vivir una vida de solidaridad, compasión y justicia, trabajando activamente para aliviar el sufrimiento y promover la dignidad de todas las personas, especialmente las más vulnerables. De ahí que, la misión cristiana es seguir haciendo lo que Jesús hizo. Ese es el desafío permanente.

Oremos al Señor para que nos de un espíritu solidario, en un mundo donde impera la lógica de la competencia, prevalezca el Evangelio que nos propone la del servicio. Amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.