LA VERACIDAD DE LA PALABRA DE DIOS

(2 Timoteo 3:16-17)

En esta oportunidad vamos a reflexionar sobre la veracidad de la Palabra de Dios. Hoy más que nunca, en un mundo donde las mentiras y las falsedades parecen prevalecer, la Biblia se erige como un faro de verdad, ofreciendo guía y esperanza a quienes buscan la luz divina.

En primer lugar, debemos entender que la Palabra de Dios es inmutable. En Isaías 40:8 leemos: "La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre." Este pasaje nos recuerda que, a diferencia de las cosas terrenales que cambian y se desvanecen, la Palabra de Dios es eterna e inmutable. Lo que Dios ha dicho se mantiene verdadero a través de los siglos, sin alteración ni cambio. La Palabra de Dios es inmutable.

Además de ser inmutable, la Palabra de Dios tiene una autoridad suprema. 2 Timoteo 3:16-17 dice: "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra." Este versículo subraya que la Biblia no es simplemente un libro histórico o de sabiduría humana; es la Palabra inspirada por Dios, útil para guiarnos en todas las áreas de nuestra vida. Toda la Escritura tiene autoridad.

Por otro lado, la Biblia es la fuente de verdad. Jesús mismo dijo en Juan 17:17: "Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad." En un tiempo donde las opiniones y las "verdades" subjetivas proliferan, la Biblia nos ofrece una base sólida de verdad objetiva. Es a través de su Palabra que conocemos la verdad sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre el plan de salvación. La Verdad en la Palabra de Dios.

Ahora bien, la veracidad de la Palabra de Dios no es solo una cuestión teórica; tiene el poder de transformar vidas. Hebreos 4:12 nos dice: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón." La Biblia no solo nos informa, sino que nos transforma, revelando nuestras intenciones más profundas y guiándonos hacia una vida conforme a la voluntad de Dios. Existen muchos testimonios sobre la transformación por medio de la Palabra.

Finalmente, podemos confiar en la veracidad de la Palabra de Dios porque Dios es fiel. Números 23:19 declara: "Dios no es un hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. ¿Acaso él habla y no actúa? ¿Acaso promete y no cumple?" Dios es absolutamente confiable; lo que Él ha prometido en Su Palabra, Él lo cumplirá. Nuestra fe puede descansar segura en la fidelidad de Dios. La Palabra de Dios es confiable.

En un mundo lleno de incertidumbres, la Palabra de Dios es una roca firme. Nos ofrece verdad, guía, corrección y esperanza. Comprometámonos a leerla, meditarla y vivirla cada día, confiando en su veracidad y permitiendo que transforme nuestras vidas para la gloria de Dios.

Señor, gracias por tu Palabra, que es verdadera y eterna. Ayúdanos a confiar en ella, a vivir conforme a sus enseñanzas y a permitir que transforme nuestras vidas. En el nombre de Jesús, amén.

Rev. Lic. Jorge Bravo C.