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TRES CONSIGNAS DE JESÚS PARA LA ORACIÓN

 

(Mateo 7:7-8)

 

Si alguien nos preguntara cómo orar, sin duda, que tendríamos muchas recomendaciones. Hoy en día, existen muchas formas para orar, hay muchos libros que nos proponen un método para orar, y, por último, en la Biblia encontramos muchos modelos de oraciones. Sin duda alguna, todas son buenas sugerencias para ponerlas en práctica en nuestro tiempo de oración. Sin embargo, Jesús nos da tres consignas claves para la oración: pedir, buscar y llamar. El propósito de Jesús es alentarnos a orar de una manera eficaz. Es una forma de ser persistentes en la oración. Los tres verbos están en forma imperativa y en tiempo presente, lo que sugiere un continuo solicitar, buscar, llamar o golpear a la puerta, no una sola vez, sino, siempre. Estas consignas, nos llevarán a una respuesta concreta de Dios. Él siempre nos dará buenas dádivas.   

 

Ya en el Antiguo Testamento, estos verbos eran utilizados, (Cf. Dt. 4:29; 2 Cr. 15:1-5; Jer. 29:13). Jesús, actualiza estos verbos (Cf. Jn. 13-14; 15:7,16; 16:23-24). El apóstol Juan hace mención de la importancia de pedir al Señor y recibir de él lo que pidamos (1 Jn. 3:21-22; 5:14-15). De alguna manera, Jesús nos está diciendo, que debemos persistir en nuestra confianza en Dios. No debemos rendirnos, hay que ser proactivos, debemos insistir, no esperar sentados, con las manos cruzadas, a que Dios actúe. Es necesaria nuestra participación activa en la oración. El resultado, será la respuesta favorable de parte de Dios. Lamentablemente, muchas personas, se rinden al no recibir la respuesta inmediata de Dios y tiran la toalla. No saben esperar la respuesta de Dios.  

 

Cuando Jesús dice: "pedid y se os dará", significa que tenemos que tomar la actitud del mendigo, que no teniendo nada, pide una limosna para sobrevivir. Él espera recibir una moneda, tiene la confianza de recibir algo del que posee recursos. Generalmente, un mendigo siempre recibe algunas monedas o algo para sobrevivir. De esa misma manera, Dios siempre atiende nuestro pedido y nos da las dádivas necesarias, según su voluntad. Una pregunta que muchos suelen hacerse es: "¿Por qué a veces pedimos y no recibimos?" Santiago nos dice que esto se debe a dos razones: la primer, porque pedimos mal, y la segunda, porque simplemente no pedimos (Stg. 4:2-3). Por eso, hay que tener una actitud de humildad y de confianza, de que el Señor nos dará lo necesario. Esa es su promesa.

 

Jesús al decir: "buscad y hallaréis", es tener la actitud de la persona que busca lo que se le ha perdido o espera encontrar algo que no tiene. Aquí, podemos tomar como ejemplo las parábolas de la oveja perdida y de la moneda perdida (Lc. 15:1-10). Ambos personajes no se quedan con los brazos cruzados al perder algo tan apreciado, toman la actitud de buscar hasta encontrar lo que habían perdido. De esa manera, nosotros debemos tomar la actitud de buscar lo que necesitamos, buscar la solución a un problema o dificultad, esforzarnos por encontrar una salida. Si confiamos en Dios, nuestra búsqueda no será en vano. Con mucha tristeza, vemos que hay mucha gente que espera de Dios muchas cosas, pero, no hacen nada por hallar lo que necesitan. Permanecen con las manos cruzadas, en una actitud pasiva de espera. La Biblia, también nos enseña que hay que buscar a Dios para hallarlo y tener una comunión con Él (1 Cr. 16:10-11).

 

Por último, Jesús al decir: "llamad y se os abrirá", nos está diciendo que debemos acudir al lugar donde recibiremos algo o una ayuda. Usualmente, todo lugar tiene una puerta que está cerrada y es necesario llamar, tocar, golpear la puerta, para que nos abran y nos atiendan. Debemos tener la actitud de insistir para que nos abran la puerta. Las puertas del cielo se abrirán si tocamos con insistencia, recibiremos las bendiciones del cielo. Jesús mismo, nos da un ejemplo al decirnos que Él está a la puerta y llama para entrar en nuestra casa, en nuestra vida (Ap. 3:20). ¿Cuántas veces hemos llamado y encontrado una puerta cerrada? Jesús nos insta, en esos momentos, a insistir y a no rendirnos. Las puertas del éxito se abrirán, si somos capaces de tocar las puertas, de las diversas oportunidades, para que se abran.      

 

Finalmente, estas tres consignas o exhortaciones, sirven para que nuestra oración sea eficaz. Como decíamos al comienzo, el propósito de Jesús es alentarnos a orar de una manera eficaz. Es una forma de ser persistentes en la oración. Debemos pedir, buscar, llamar o golpear a la puerta, no una sola vez, sino, siempre, en forma continua. Estas consignas, nos llevarán a una respuesta concreta de Dios. Él siempre nos dará buenas dádivas.      

 

Tengamos en cuenta estas consignas de Jesús, para que nuestra oración sea eficaz. Recordemos las palabras del apóstol Pablo: "Orad sin cesar" (1 Ts. 5:17). Amén.

 

Rev. Lic. Jorge Bravo C.

 

                                 


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