
EL DIOS VERDADERO Y EL DIOS FALSO
(Éxodo 3:6-15)
Leyendo la historia universal, encontré que muchas aventuras de algunos personajes, han sido motivadas por un Dios verdadero o por un dios falso. En el mundo del ateísmo, los dioses paganos alentaron conquistas, guerras, asesinatos, destrucción de pueblos, y promovieron la instalación de un imperio. Y no solo en el ateísmo, también se ha dado en el cristianismo, en el judaísmo y en el islamismo. Todos han apelado a la existencia de un dios o dioses. Entonces, ¿Cuál es la diferencia entre un Dios verdadero y un dios falso? Es nuestra tarea establecer dicha diferencia.
Para empezar, en la Escritura se nos dice que hay un Dios, que es Real, Todopoderoso, Creador, Amor, Misericordioso, Perdonador, Pacífico, Justo, Señor de señores, y Rey de reyes (Salmo 90:2; 139:2-4.7-10; Mateo 19:26; Juan 4:24; 1 Juan 4:8; Juan 14:27; Apocalipsis 17:14; 19:16). Pero, también, la misma Escritura nos advierte de la existencia de dioses falsos (Éxodo 34:13-14; Jueces 2:12-13; 10:6; 1 Samuel 7:3-4). En esa dualidad, se han registrado todos los hechos en la historia universal. Hay personajes que, basando su creencia en un dios, realizaron conquistas, guerras, asesinatos, destrucción de pueblos, y promovieron la instalación de un imperio. Otros, no apelando a la existencia de su dios, hicieron lo mismo. Es curioso, ver personajes del judaísmo, del cristianismo, y del islamismo, que, apelando a Yawé, a Dios, y a Alá, hicieron lo mismo que los personajes ateos o idólatras. Ejemplos podemos tener en demasía. Algunos ejemplos, es el caso del rey David, y del rey Salomón, en la extensión de sus territorios; de los Papas y los reyes cristianos, en las cruzadas contra los musulmanes; de los conquistadores de reinos cristianos, en la extensión de sus fronteras; de Saladino, líder musulmán, en su conquista de territorios cristianos; de Napoleón, de Hitler, de Lenin, de Stalin, de Mao Tse Tung, y de otros.
Entonces, ¿Cuál es la diferencia? En principio, la Escritura menciona que Dios es justo, es misericordioso, es amor, es perdonador, es justo, no es vengativo, que procura la paz entre los habitantes de la tierra. También menciona, que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16). Este es el Dios en que se basa nuestra fe y nuestra existencia. Por lo tanto, todo lo realizado en el nombre de Él, que no coincide con el perfil descrito, ha sido hecho en el nombre de un dios falso. Un ejemplo muy real y actual, es el acto realizado por un grupo de jóvenes musulmanes, que, apelando a Alá, tomaron a pasajeros de aviones y los hicieron rehenes, estrellando los aviones contra edificios e instalaciones estadounidenses, matando a miles de ciudadanos inocentes. Según ellos, era una causa justa y recibirán el paraíso como premio de su dios. Diferente es, cuando un grupo de creyentes y misioneros, van en busca de la gente, de pueblo en pueblo, para darles a conocer la existencia de Dios y de sus bendiciones. Ellos buscan cambiar la situación de pecado y miseria en que viven dichos pueblos, por la construcción de una sociedad con justicia, con bienestar, con igualdad, y paz para todos. Sin duda que hay una diferencia.
Lamentablemente, en la historia, se han cometido una serie de abusos y atropellos por parte de gente, que, tomando el nombre de Dios, han hecho de las suyas, dando lugar a sus caprichos y actitudes egoístas, oprimiendo a pueblos enteros, generando la muerte de muchos inocentes. Lo peor de todo, es que la Iglesia ha sido contemplativa o partícipe de dichos actos criminales. Para no ir muy lejos, podemos citar la intervención de la Iglesia Católica en la conquista del continente americano. En el nombre de Dios, se mataron muchos habitantes de este continente, se violaron a muchas mujeres, se saqueó a pueblos enteros, se robaron sus riquezas, y, por último, destruyeron sus culturas. Esto mismo ha sucedido en otros continentes. Nada justifica estas acciones, menos si se hicieron en nombre de Dios. Pocos son los ejemplos de personajes que levantaron su voz de protesta ante situaciones injustas contra el pueblo. Tales como, algunos profetas, mártires, santos, sacerdotes, pastores y laicos. Son pocas las veces en la que la Iglesia expresó su desacuerdo y denunció todos los actos contrarios a la voluntad de Dios.
Es por eso, que hoy en día, mucha gente no quiere saber nada del Dios de la Escritura. El mal testimonio de los creyentes ha coadyuvado a esta situación. Es hora de hablar claro y sin tapujos. Hora de dar un buen testimonio de la existencia del Dios verdadero. Hora de deslindar nuestra opción entre la creencia en un Dios verdadero y en la de un dios o dioses falsos. Gracias a Dios, todavía existen muchos creyentes que dan buen testimonio del amor de Dios en sus vidas y en otras personas. Inclusive, están dispuestas a dar sus vidas por la defensa de su fe. Es triste ver y escuchar que en otros lugares se persigue a creyentes y se recurre a la matanza, si no aceptan abandonar su fe en el Dio vivo.
Roguemos al Señor para que, como Iglesia, demos un buen testimonio de su existencia y de Su amor en favor de aquellos que viven en pecado, miseria, opresión, esclavitud y en pobreza. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
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